Por Gustavo Aimone Arredondo
La entrada en vigencia de la Política Oceánica Nacional (PON) el año 2018, fue el primer impulso de una impronta marítima que ha fortalecido la conexión entre Chile, sus habitantes y el extenso océano que baña sus costas.
En la estructura de la PON quedó establecido el desarrollo de un Programa Oceánico (PO) con líneas de acción para concretar los objetivos y las metas trazadas, el cual fue concluido recientemente después de casi un lustro de trabajo.
Introducción
La publicación de la PON posibilitó el robustecimiento de la viga maestra que sustenta la institucionalidad oceánica a nivel Estado, permitiendo entregar las principales orientaciones para poder advertir la gran amalgama de oportunidades y beneficios que reviste el Océano Pacífico y el Mar Austral y sus aguas antárticas para el desarrollo del país.
El día 8 de junio del año recién pasado (día mundial de los océanos), en una solemne ceremonia realizada en el Museo Marítimo Nacional en Valparaíso sesionó la Comisión Asesora Presidencial denominada “Consejo de ministros y ministras para el desarrollo de la Política Oceánica de Chile” (CMPO), integrada por las carteras de Relaciones Exteriores; Defensa; Economía, Fomento y Turismo; Ciencia, Tecnología Conocimiento e Innovación y del Medio Ambiente. En esa ocasión, la cual también contó con la presencia del Sr. Comandante en Jefe de la Armada (CJA) fue firmado el Decreto que promulga el PO, el cual se venía trabajando desde el año 2018, año de la publicación de la PON.
El Comandante en Jefe de la Armada, junto a los ministros integrantes del C.M.P.O. y senadores por Valparaíso, en el Museo Marítimo Nacional el día de la ceremonia (Fuente: página web Armada de Chile, noticias navales 09/06/2023.
Dada las actuales exigencias impuestas por el escenario marítimo mundial en cuanto a la mayor conciencia sobre el uso de los océanos, para las consideraciones del contenido de la PO, se priorizaron los lineamientos generales expuestos en la PON, como la depredación indiscriminada de los ecosistemas marinos, la contaminación por plástico, el desarrollo de los puertos y su actividad económica y turística, la seguridad de las rutas de navegación, los deportes náuticos y el desarrollo de las ciencias del mar y las energías renovables. Todo lo anterior, bajo un marco de seguridad que permita realizar las actividades productivas descritas en ausencia de ilícitos como la piratería, la pesca ilegal no declarada y no reglamentada (INDNR) y el narcotráfico marítimo en muchos otros.
Cabe señalar que, 7 de las 40 iniciativas contempladas en el manuscrito son de responsabilidad del Ministerio de Defensa - Armada de Chile y en 18 de ellas, la institución naval es organismo asociado que coopera a su cumplimiento.
Estructura y contenido del Programa Oceánico Nacional
El texto del documento, a través de sus distintos capítulos describe una serie de objetivos sectoriales los cuales fueron desprendidos de los lineamientos de la PON, proponiendo a su vez diversas iniciativas y tareas específicas dirigidas a concretar la realización de actividades sectoriales del Estado (respectivos ministerios y sus servicios relacionados con la materia). Lo anterior, busca dar solución a la brecha evidenciada en el diagnóstico de la realidad marítima de Chile efectuado a la PON el año 2018. A su vez, presenta en cada tópico la asignación de funciones junto a plazos establecidos para que cada organismo responsable fije criterios y se embarque en el cumplimiento de tareas que permitan cubrir los desafíos impuestos.
Además, aborda la contingencia social, económica, de seguridad marítima y ambiental - cambio climático que afectan a las zonas oceánicas, insulares y costeras del país. Las principales áreas sectoriales del PO 2023 contienen las siguientes temáticas relacionadas con el cuidado, uso y aprovechamiento de todas las aguas de jurisdicción nacional:
Conservación del océano y de sus recursos
En este capítulo, se hace énfasis en promover el uso sustentable de la biodiversidad marina existente en aguas de jurisdicción nacional para el debido resguardo de todos sus ecosistemas. También se insta a robustecer la institucionalidad frente al negativo impacto del cambio climático sobre el mar junto a realizar una buena gobernanza de nuestras aguas orientado a la distribución equitativa de los recursos de la biodiversidad marina entre nuestros compatriotas.
Adicionalmente, se considera el levantamiento de acciones vinculadas a la realización de un inventario de los ecosistemas marinos registrados, junto a la sensibilización de la población respecto su importancia para el desarrollo sostenible del océano. También se refiere a la implementación de un programa permanente de educación en temas de conservación marina dirigido tanto a autoridades como público objetivo, tendiente a palpar la trascendencia de la biodiversidad marina para Chile, el planeta y la humanidad.
Acá es importante resaltar que distintas leyes del ordenamiento jurídico nacional delegan en la Dirección del Territorio Marítima y Marina Mercante (DIRECTEMAR), en su calidad de Autoridad Marítima, la responsabilidad de velar por el resguardo de la biodiversidad en nuestras aguas, junto a la tarea de fiscalizar y evitar la contaminación de naves en puertos, bahías y aguas territoriales.
Otro aspecto que se mencionan son las Áreas Marinas Protegidas (AMP) y la creación de un Comité Interministerial, el cual ya se encuentra conformado, cuyo objeto es que todas las AMP de nuestro país cuenten con sus respectivos Planes de Manejo o Administración, junto a la fiscalización y programas de monitoreo que incluyan un seguimiento y control de amenazas y adaptación al cambio climático. En este sentido se destaca la supervisión sobre las especies exóticas invasoras (EEI) y la definición de los lineamientos nacionales sobre bio-invasiones marinas.
Desarrollo económico
Este crucial campo, es el que cuenta con mayor número de iniciativas (13 en total) en pos de favorecer el desarrollo del país. Su estructura ha sido subdivida en ámbitos relacionados con los distintos ministerios integrantes de la CMPO, teniendo entre sus lineamientos que el desarrollo económico marítimo necesariamente debe ir de la mano de la protección del medio ambiente acuático.
Para la pesca y acuicultura resalta su contribución al bienestar del país y sugiere diversificar los cultivos en un ambiente de constante innovación tecnológica. Se presenta una visión multidimensional sobre la extracción y el cultivo junto a las condiciones que favorezcan la generación armónica para su productividad, pero bajo condiciones medioambientales favorables que disminuyan la exposición al riesgo de esta industria.
También explicita la necesidad de mejorar el modelo de desarrollo, regulación y ordenamiento territorial de la acuicultura, sumado a la diversificación productiva de la pesca artesanal en los sectores donde se encuentran emplazadas sus caletas, fortaleciendo la visibilización y el rol de la mujer en este tipo de actividades.
Bajo el prisma señalado, también se suma la aspiración de lograr un cambio cultural vinculado al aumento de consumo de productos del mar per cápita al año en Chile.
En este sentido, destaca la campaña emprendida desde hace algunos años por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), al incorporar productos del mar (pescados, mariscos y algas) de procedencia nacional al servicio de alimentación diaria que favorecen a un millón 800 mil estudiantes del país.
El capítulo también contempla algo trascendental para un mundo globalizado, como lo es el transporte marítimo y la infraestructura portuaria. Se aspira a alcanzar una actividad logística – portuaria balanceada basada en parámetros sociales, ambientales y económicos que buscan desarrollar y dar sustento a una conexión sostenible entre los las distintas y distantes ciudades- puerto del mundo, de manera que todos los actores relevantes (Stakeholders) resulten beneficiados con este intercambio de bienes y servicios que fluye por vía marítima, lo que para Chile representa el 96% de sus exportaciones.
Un aspecto transversal a todos los ámbitos, pero que impacta positivamente en la dinámica del sector económico, corresponde al creciente impulso del turismo, con un notable incremento, de recaladas de cruceros a nuestros puertos nacionales y tránsito por nuestros canales magallánicos en demanda del Territorio Chileno Antártico (TCHA), donde se resalta la capacidad que de Puerto Williams para recibir cruceros con la construcción de su nuevo muelle.
Nuevo muelle multipropósito de Puerto Williams, para recalada de cruceros y buques científicos1.
Además, se incentiva la masificación de las actividades recreativas en playas lacustres y del bordemar a lo largo del país, junto al fortalecimiento de los deportes náuticos en sus aguas circundantes.
Ello requiere una constante inversión en infraestructura deportiva, hotelera y gastronómica que favorezcan las condiciones para que más turistas nacionales y extranjeros visiten las costas y lagos de Chile. Lo anterior, demanda una mayor presencia de la Armada para supervisar los estándares de operación dirigido a asegurar la salvaguarda de la vida humana en los espacios acuáticos donde se llevan a cabo las actividades deportivas descritas.
El negativo efecto del cambio climático sobre la actividad portuaria ha derivado en continuos cierres de puertos nacionales por las recurrentes marejadas que han impedido la normal operación de naves en los distintos terminales marítimos del país.
Lo descrito, por ejemplo, representó el año 2021 pérdidas avaluadas en US$ 274 millones año para las arcas de Chile, por lo que el PO menciona la necesidad de instar al refuerzo de las obras de abrigo de estos terminales de manera de mitigar los efectos de fuertes oleajes, viento y mal tiempo2.
Lo anterior, también incide para la recalada de cruceros, donde se requieren instalaciones apropiadas que hagan competitivo a Chile respecto de otros destinos marítimos a nivel internacional. Por ejemplo, las condiciones de abrigo desfavorable del puerto de Punta Arenas, en ocasiones impiden el desembarco de miles de turistas para conocer la ciudad y disfrutar de sus paisajes.
Seguridad y océano
La creación de las condiciones de seguridad para aprovechar los grandes espacios oceánicos de Chile en un ambiente de ausencia de conflictos y de preservación del medio ambiente es precisamente el escenario requerido para usufructuar del potencial que representa el mar que baña nuestras costas para el progreso del país.
Los puertos y su capacidad portuaria constituyen la quilla que da sustento a los productos nacionales que se comercialicen en los distintos núcleos de consumo del mundo.
Su estructura debe contar con una robusta institucionalidad que posibilite asegurar la cadena logística en sus operaciones marítimas a nivel nacional y con proyección internacional.
Otro aspecto mencionado corresponde a la fiscalización de las actividades desarrolladas aguas de responsabilidad jurisdiccional, especialmente en relación con las obligaciones sobre extensas áreas marítimas que ha adquirido nuestro país en el marco de la suscripción de diversos convenios internacionales. La impronta descrita obliga a la Armada a lograr capacidades de control y vigilancia con equipos tecnológicos de vanguardia a través de aplicaciones satelitales que se conecten en tiempo real con las redes de monitoreo costeras y aeronaves y buques que se encuentren realizando operaciones de vigilancia oceánica (OVO) y operaciones de fiscalización pesquera oceánica (OFPO).
Aquí es importante reafirmar la vital tarea que le corresponde a la Armada de Chile para otorgar el marco de seguridad al normal desenvolvimiento de los intereses marítimos en nuestras aguas. Además de asegurar un efectivo control de la soberanía y protección del patrimonio acuático nacional, sumado a la permanente tarea inherente a la salvaguarda de la vida humana en el mar y al control de la Policía Marítima sobre todo tipo de ilícitos en aguas nacionales3.
Este conjunto de tareas operacionales cuyo propósito es contribuir al desarrollo y el bienestar de la nación demanda una permanente preocupación por mantener capacidades navales y marítimas que permitan ejercer en forma eficaz y eficiente una constante vigilancia oceánica y costera, especialmente sobre las AMP, que en la actualidad representan el 43.1 % de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE).
Finalmente, todo el accionar de seguridad descrito posibilita un comercio exterior por vía marítima eficiente y competitivo que a su vez requiere de una red de colaboración internacional ante las amenazas multinacionales marítimas que están impactando por igual a todos los países ribereños de la cuenca del Pacífico Sur, como también con todos aquellas naciones que operan sus naves hacia o desde la Antártica a puertos nacionales de la Región de Magallanes.
Océano y territorio
La educación reviste especial importancia para la prevención ante los desastres naturales. La internalización por parte de las comunidades costeras sobre los peligros asociados a este tipo de fenómenos naturales será fundamental para el desarrollo de toda actividad marítima en forma segura y sin riesgos.
La experiencia obtenida en el terremoto del 27/F del año 2010, y su posterior tsunami, revitalizó la necesidad del adecuado mantenimiento y operación de sensores y sistemas detectores de tsunamis ubicados a lo largo del litoral, así como también de boyas posicionadas a gran distancia frente a las costas del país y sistemas de comunicaciones satelitales, por lo cual el fortalecimiento de las capacidades del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) que opera el “Sistema Nacional de Alarma de Maremoto” (SNAM) y su comunicación directa y continua con el Sistema
Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) constituyen una necesidad de primer orden a fin de advertir oportunamente a las poblaciones costeras la ocurrencia de este tipo de emergencias. La planificación y el desarrollo de ejercicios regionales en tal sentido, junto a la actualización de la Política Nacional del Uso del Borde Costero del año 1994 ayudarán a consolidar una cultura sobre la mejor reacción para manejar con mayor conocimiento las nuevas variables inherentes al cambio climático y la reducción de riesgos ante desastres.
Asimismo, la difusión del estado del tiempo por parte del Servicio Meteorológico de la Armada (SERVIMET) de todos los puertos y en los canales australes de la Patagonia, ya sea por medio de su página web y también a través de distintos canales radiales y de prensa, posibilita alertar a todos los usuarios marítimos y a las poblaciones costeras respecto de las condiciones de altura de ola y viento reinante. Vital herramienta para el desarrollo seguro de las actividades en el mar y con el máximo de beneficio principalmente para pescadores artesanales y las comunidades costeras, ejemplo de ello han sido los oportunos avisos del SERVIMET sobre alertas de marejada en las costas de Chile, que durante la última década se han repetido con mayor frecuencia como consecuencia del cambio climático.
Desarrollo científico
La investigación científica y el conocimiento de los océanos constituyen la base para el diseño e implementación de políticas públicas relacionadas con la conservación de los ecosistemas marinos y el uso sustentable de las aguas jurisdiccionales chilenas.
La entrada en escena del Ministerio de Ciencias Tecnología, Conocimiento e Innovación, a contar del año 2018, se ha transformado en un verdadero grillete de unión transversal a todos los ministerios integrantes de la CMPO, al interactuar como el gran coordinador a nivel nacional para fijar los objetivos y los lineamos de los distintos actores estatales y privados en pos del fortalecimiento de la investigación científica oceánica en el país.
Articulación que también aportará a la protección de sus aguas, particularmente de residuos marinos y micro-plásticos.
Esfuerzo científico oceánico, que se encuentra potenciado a través de la reciente inauguración del Centro Subantártico Cabo de Hornos en Puerto Williams y del nuevo Rompehielos “Almirante Viel” que también posee capacidades en ese ámbito, deben erigir a Chile como un actor preponderante en foros multilaterales, continentales y regionales y en su participación ante organizaciones internacionales relacionados al aprovechamiento científico de los océanos.
Iniciativas transversales
Como corolario a los 5 ejes temáticos expuestos en el PO en su parte final se incluyen iniciativas multisectoriales que abordan objetivos generales dirigidos a alcanzar un liderazgo internacional de Chile en materias oceánicas, como asimismo en el plano interno, implementar iniciativas tendientes a reducir la contaminación marina por microplásticos, tendiendo como meta la consolidación del Comité de Coordinación de la Administración Marítima Nacional.
Conclusiones y reflexiones finales
EL PO es una herramienta de trabajo de la PON y cada una de las 40 actividades incorporadas en los 6 ejes temáticos corresponde a la expresión del Estado respecto de su gestión sobre las regulaciones medioambientales, económicas, deportivas, turísticas y de seguridad marítima de sus espacios oceánicos, costeros e insulares.
Su puesta en marcha e implementación requiere de la presencia efectiva de unidades navales, marítimas, aeronavales, de herramientas satelitales y redes de monitoreo costero, lo que impone a la Armada de Chile la adquisición de material tecnológico de última generación y la capacitación y entrenamiento de su personal naval y marítimo, además de incorporar el uso de estas tecnologías y medios en su Plan de Actividades Anuales (PACA), asignándoles recursos financieros que permitan sostener un servicio marítimo de calidad acorde a estas nuevas funciones asignadas por el Estado.
Los buques “Cabo de Hornos” y “Almirante Viel”, con sus capacidades oceánicas y su moderno equipamiento científico, deberán asumir un rol preponderante en la investigación científica de aguas nacionales y las colindantes a nuestro TCHA, por cual la Armada a través del SHOA y el Comité Oceanográfico Nacional (CONA) tendrá como desafío intensificar la sinergia con el mundo universitario y las instituciones que conforman dicho comité.
La coordinación interagencial entre los distintos organismos del Estado y la Armada instan a la institución naval a fomentar una visión integradora con el resto los actores de la CMPO orientado a revitalizar la conciencia marítima nacional que debe imperar en todos los habitantes del país y la importancia que reviste la innovación y el desarrollo científico para el futuro del Mar de Chile.
Por último, en el plano regional, la institución debe también robustecer la red de contactos de colaboración con el resto de las Armadas de los países del Pacífico Sur y del continente proyectado a actuar coordinadamente ante ilícitos, calamidades y desastres naturales que impactan con igual intensidad a los países costeros del Pacífico Sur y a aquellos que son usuarios del Mar Austral.
Bibliografía
El término Ocean Literacy asociado a los conceptos cultura oceánica y alfabetización marina, es un concepto relativament...
Durante muchos años la Armada de Chile había planteado, a través de distintas instancias, a las más altas autoridades del país, la necesidad de dar vida a la empresa de otorgar esa necesaria política oceánica con carácter de política de Estado a nuestra nación. La dictación de un decreto Supremo el año 2018 para su entrada en vigencia, junto a la implementación y estructuración sectorial del diseño de un programa oceánico subsidiario, brindará sustento a las bases para la generación de múltiples dinámicas sobre el empleo sostenible y la gestión eficiente del territorio marítimo. El hito cardinal alcanzado con su promulgación, constituye un claro entendimiento de la importancia de los beneficios del mar para nuestro país y las oportunidades, riesgos y desafíos que representa el océano Pacífico y las aguas antárticas para la proyección de Chile como potencia marítima en el concierto internacional.
Se trata de una reflexión acerca del destino marítimo de Chile, la que analiza sus orígenes, características físicas de su territorio y maritorio, su pasado histórico y el rol del mar para lograr la conquista y posterior consolidación de la república. Se revisa el legado literario de famosos autores inspirados en Chile y la decisiva visión marítima de los próceres para lograr importantes hitos en la legislación y administración del comercio y transporte marítimo. Se concluye con la labor de la Armada y otras instituciones para fomentar la conciencia marítima nacional.
En 2009, la Organización de las Naciones Unidas tendrá lugar el 8 de junio como el “día mundial de los océanos”. En Chile, el año 2017, por medio de la promulgación de una ley se incorpora tal fecha al calendario de actividades oficiales. El reconocimiento en nuestra legislación representa la significancia que se le otorga al gran estanque del globo, compuesto por todos los océanos del mundo, los que cubren casi el 70% de la superficie del planeta. También, le brindamos el sitio y la importancia que reviste para Chile el mar que baña sus costas junto con la biodiversidad y los ecosistemas que sus aguas le otorgan el clima y las características de nuestro territorio continental e insular.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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