Revista de Marina
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La defensa del litoral como contribuyente al control del mar

  • FRIEDRICH VON DER WETH PETTINELLI

Por FRIEDRICH VON DER WETH PETTINELLI

  • Fecha de recepción: 25/01/2023
  • Fecha de publicación: 30/06/2023. Visto 718 veces.
  • Resumen:

    Este artículo ofrece  reflexiones en cuanto a los conceptos de defensa del litoral y de la costa en el contexto nacional, comparándolas con algunos diseños y métodos  empleados por China y Estados Unidos para ejecutar operaciones en demanda de la negación y control del mar. Chile puede sacar provecho de los métodos observados para adaptar conceptos  de operación y medios para incrementar las potencialidades de la defensa el litoral, generando condiciones para retener u obtener el control del mar en futuros escenarios.

  • Palabras clave: Negación de acceso.
  • Abstract:

    This article offers insights on the concepts of littoral and coastal defense, comparing them with some conceptions and methods used by China and the United States to execute operations of sea control and sea denial. Chile can take advantage of those methodologies to adapt concepts of operation and the means to increase the capabilities of coastal defense, creating conditions in future scenarios, to retain or obtain control of the sea.

  • Keywords: Sea denial.

Habiendo leído el artículo del capitán de fragata Rodrigo Varela Ruiz, titulado “¿La defensa del litoral debe desestimarse en favor del A2/AD?1, y tras reflexionar sobre su pregunta plasmada en la conclusión: ¿qué ocurriría si capacidades A2/AD formasen parte de escenarios de conflicto probables para Chile?, emergieron pensamientos y conclusiones que me parecieron importantes compartir. Coincidentemente, el suscrito se encuentra efectuando una pasantía en la Universidad del cuerpo de infantería de Estados Unidos (MCU), en la facultad de Guerra Expedicionaria, donde el problema A2/AD es debatido frecuentemente, existiendo una legítima preocupación en cuanto a la aceptabilidad, conveniencia y factibilidad de ejecutar operaciones navales/expedicionarias en un escenario marcado por la estrategia anti acceso dictada por China.

Respecto a las reflexiones surgen algunas preguntas. Dado que ambos conceptos obedecen el mismo propósito: ¿Será necesario hablar de defensa de costa y defensa del litoral? Relacionado al desarrollo de sensores, armas y métodos de proyección de fuerzas a tierra desde el mar: ¿Está vigente la definición nacional de defensa del litoral? En relación a la defensa de costa y considerando que Chile continental tiene una profundidad promedio de 180 kilómetros: ¿Es conveniente proteger objetivos de relevancia estratégica en la cercanía de costa?, ¿Cuál es la potencialidad militar de nuestro territorio insular en estas materias? Algunas de las interrogantes planteadas son las que se buscan analizar en este artículo, usando como referencia teórica el texto publicado por el comandante Varela en la versión 990 de la Revista de Marina.

En el marco de la doctrina nacional, la defensa del litoral y de la costa engloban un mismo propósito: negar la proyección de poder adversario desde el mar. De la defensa de costa se podría decir que es focalizada en un área particular de la defensa del litoral. Sin embargo, la definición de la DNC 3-0 referente a la defensa del litoral contiene definiciones que podrían transformarse en una potencial vulnerabilidad al implementarse. “Esta defensa se desarrolla interponiendo sucesivas barreras defensivas en profundidad al avance de la amenaza, en las que cada fuerza participa coordinadamente, en el momento o lugar propicio y que se lo permita el alcance de sus armas”.

El primer concepto destacado, sucesivas barreras, hace ver un potencial problema en cuanto a la concentración de fuegos. Líneas defensivas no implican fuegos sobrepuestos o cooperativos, lo que teóricamente podría generar zonas muertas en el dispositivo, faltando al principio de concentración. Consecuentemente, sucesivas barreras podrían entenderse como áreas defensivas no complementarias, generando tiempo y espacio al adversario para reactivar su ciclo OODA.

El segundo concepto, que se lo permita el alcance de armas, potencia lo anterior. Si las áreas defensivas no pueden completarse mutuamente, dado la limitación de sus armas, la concentración de fuegos no será optima, haciendo más fácil la labor de neutralizar las barreras defensivas secuencialmente. Siguiendo esa dinámica, un problema más grave ocurriría en la costa.

Por ejemplo, si en la costa los alcances defensivos no superar los 40 kilómetros y las otras barreras fueron superadas, en el caso de una invasión desde el mar, la lógica apuntaría a la negación del movimiento buque playa adversario. El problema recae en que ese movimiento no es estrictamente necesario.

Una fuerza de corte maniobrista buscará una aproximación indirecta en demanda de los objetivos en tierra. La maniobra operacional desde el mar (OMFTS), es una corriente de pensamiento militar que busca eliminar la fricción entre la proyección y resistencia. Particularmente el movimiento buque objetivo (STOM), busca proyección, sin capturar terreno para el sostenimiento de fuerzas. El problema logístico se soluciona con un concepto sea based (Ver caso Task Force 58). Dado que el movimiento buque playa y STOM son conceptos de entrada en demanda de objetivos en tierra, esto no son excluyentes, pudiendo ser empleados en formas combinadas. Por ejemplo, emplear STOM para proceder directamente en demanda de los objetivos empleado fuerzas relativamente livianas (las unidades de defensa de costa podrían ser uno de los objetivos), para luego asegurar una cabeza de playa permitiendo la aproximación segura de buques, para la proyección de una fuerza mayor o una ola mecanizada, que requiera ser lanzada más cercana a costa. Si el adversario no es capaz de ejecutar STOM, igualmente podrá proyectar fuerzas fuera del alcance de las armas defensivas. Movimientos transhorizontes (OTH), permiten desplegar fuerzas alejadas de la costa, manteniendo a las unidades navales fuera del alcance defensivo. Incluso si los conectores tácticos son detectados, velocidad, dispersión y oscuridad reducirían drásticamente la efectividad del sistema. La integración del helicóptero o aeronaves de motores basculantes, dificultan aún más la defensa como método efectivo para negar el desembarco de tropas. Sin exagerar, una ola aérea podría eludirla sin representar ningún peligro.

Consecuentemente, negar un movimiento buque playa u objetivo no es la mejor opción, menos para un país marítimo de larga extensión. Lo importante es recordar que una fuerza de desembarco tiene poco valor hasta que logra desembarcar. Por lo tanto, negar un desembarco tiene más que ver con la neutralización de los buques que transportan las tropas durante la fase movimiento2. En otras palabras, para generar profundidad al dispositivo defensivo del litoral, y mantenerlo efectivo pese a la exitosa aproximación del enemigo a costa, armas de largo alcance debiesen ubicarse en la retaguardia, generando: a) apoyo de fuego a las unidades más móviles que se ubican en la vanguardia; y b) estar en condiciones de seguir siendo efectivas por si solas, frente a una operación anfibia moderna. De esta forma, en vez de emplear barreras sucesivas delimitadas por alcances de armas, se crea un gran área defensiva, cooperativa y saturada por fuegos, conteniendo múltiples áreas defensivas en su interior.

Si se compara la definición nacional de defensa del litoral con el análisis que hace el comandante Varela respecto a los comentarios de Ian Speller sobre el sistema A2/AD chino, afloran las diferencias comentadas“. Él mismo explica que los sistemas A2/AD chinos combinan medios terrestres, aéreos y marítimos, basados en el continente, en posiciones insulares circundantes y en el mar, que generan defensa en profundidad, que tienen la capacidad de apoyarse mutuamente…”. Lo subrayado expresa el centro de gravedad del sistema A2/AD chino: apoyo mutuo entre sistemas. A diferencia de líneas sucesivas y limites trazados por armas, el modelo multi dominio A2/AD chino cumpliría el principio de concentración. Por ejemplo, observando algunos de sus misiles conocidos, el DF-5 cubriría un área de 15.000 kilómetros desplegado desde tierra. Los siguientes rangos de misiles serian de 11.000, 7.000, 4000, 2.000, 1.000 kilómetros, hasta entrar a una zona “cercana” donde se podrían emplear, por ejemplo, el YJ-18 con alcances similares a 500 kilómetros. El concepto es claro, todas las armas están cubiertas por el DF-5, mientras que todas cubren al YJ-18. Enfrentar el sistema A2/AD chino es enfrentar una fortaleza; y dado que la frase de Nelson “a ship is a fool to fight a fort” sigue siendo una piedra angular en las operaciones navales, China estaría cumpliendo sus objetivos: aumentar severamente los riesgos de Estados Unidos y sus aliados para disputar el control del mar en las cercanías de la primera y segunda cadena de islas. En otras palabras, en un eventual conflicto, mediante una lógica de negación del mar, China generaría las condiciones para obtener el control del mar.

Referente a la defensa de costa el articulo toma algunas definiciones, de la que se destaca la siguiente: “Operaciones realizadas en la costa o en sus cercanías” ... “el conjunto de actividades militares cuya finalidad es proteger los objetivos de significación estratégica situados en la costa y proximidades, contra las operaciones de proyección del enemigo”. Dada las capacidades de las sensores y armas actuales, sobre todo misiles, ¿Será necesario defender objetivos de significación estratégica en la costa o sus cercanías? Como se expuso, la estrategia actual china no defiende cerca de costa. En el pasado, ante un posible conflicto con la ex URSS, China apuntaba a la defensa activa, es decir una defensa dilatoria en porfunidad, objeto sobrextender las lineas de comunicaciones enemigas. En el momento indicado se ejecutaría el contra ataque, buscando una decisión. En otras palabras, China “digeriría” a su enemigo, mediante un concepto basado en la guerrilla y aniquilamiento oportuno. Lo anterior ya no es posible. China se volcó al Pacífico. Las súper desarrolladas zonas de Bohai, Yangzi y Pearl (mar del este y sur de China) representan un 70% del GDP nacional. Entregar territorio en una defensa dilatoria no es aceptable. El sistema A2/AD chino se basa en una defensa fronteriza (oceánica) basada en ataques a largas distancias, aislando sus zonas más productivas.

Tomando el caso a nuestra realidad, Chile no puede comprometer su economía, basada en el comercio marítimo, defendiendo (efecto) en la costa o sus cercanias. Lo conveniente sería que el efecto defensivo (impacto) se produzca a la mayor distancia de los potenciales objetivos adversarios, evitando exponer componentes económicos vitales y mitigando potencial daño colateral sobre la población civil. Como ya se mencionó, las potencialidades de una operación anfibia permiten proyecciones a larga distancia, por lo que “desbaratar” las unidades anfibias y de transporte adversarias debe lograrse antes del lanzamiento de las olas aéreas o de superficie; o antes de que unidades de superficie se posicionen para ejecutar ataques de largo alcance. Los sistemas defensivos sí pueden estar en la costa. De hecho, es deseable que los de mayor alcance se encuentren en costa, objeto cubrir por fuego toda el área que contemplaría la defensa del litoral. De esa forma ,si los sistemas en la vanguardia comienzan a caer, los elementos en la retaguardia continuaran siendo efectivos en cuanto a la negación de acceso.

En resumen, hay tres conceptos problemáticos en las definiciones de defensa del litoral y de costa: barreras sucesivas, alcance de armas y defensa en cercanía a la costa. Barreras sucesivas, potencialmente, no podrían ser complementadas mutuamente dado el alcance de las armas faltando al principio de concentración. De la defensa de costa, se entiende que hay una relación entre su ubicación y sus alcances, lo que sería comprensible bajo las características de las armas del pasado, pero no las del presente. Ahora, si las operaciones de la defensa del litoral fuesen entendidas como un espacio único de batalla, se podría comenzar a desarrollar una respuesta más integrada al problema que impone la proyección de fuerza desde el mar.

El año 2017 el CNOy CMCaprobaron la publicación titulada Littoral Operations in a Constested Envioremnet. En el texto se sostiene que el alcance de los sensores y armas actuales elimina los límites de las operaciones en tierra y en mar que anteriormente dividían el espacio de batalla del litoral, haciendo necesario crear una aproximación operacional que hable de un espacio único. Es decir un área que englobe armas, sensores y C2 que interactúen y se complementen mutuamente. Para operar en un ambiente LOCE, y como un ejemplo replicable, la integración del USMC al poder naval, más allá de las operaciones anfibias, crean condiciones para ejecutar operaciones de negación y control del mar en forma simultánea en el contexto del litoral. El concepto de base expedicionaria avanzada (EAB) con capacidades anti-superficie y antiaéreas actúan como disuasores de entrada hacia determinado espacio, es decir, negación del mar. Las capacidades de negación de acceso, ubicadas normalmente en islas, también contribuyen en forma activa a las operaciones el control del mar, siendo algunos ejemplos los que describen a continuación:

O    Retener y prevenir la captura de bases que constituyen parte esencial del poder naval (léase como Sea Power, según la teoría de Mahan), para sostener y proyectar fuerzas que están disputando el control del mar. Es decir, doble propósito entre negación y control.

O    Atacar en forma aislada formaciones de superficie enemigas, neutralizando parte de su organización y/o agotando prematuramente sus defensas, generando condiciones favorables para un futuro ataque de la flota propia.

O    Actuar como elemento scouting o anti scouting.

O    Ataques coordinados entre la flota y los sistemas EAB, actuando como en forma sincronizada contribuyendo al principio de masa, sin la necesidad de concentración.

Dada la realidad de nacional, el empleo de islas como parte de la defensa del litoral y su explotación como parte activa del poder naval comprenden una ventaja competitiva relevante en potenciales conflictos. La importancia del uso de islas para la defensa del litoral también se ve reflejada en el artículo del comandante Varela, cuando señala que “Los sistemas A2/AD chinos combinan medios terrestres, aéreos y marítimos, basados en el continente, en posiciones insulares circundantes y en el mar”. Obviamente, todo es relativo a las capacidades de las armas y sensores que se desplieguen en las islas. Sin embargo, sus potencialidades podrían ser variadas. Primero, permiten desplegar armas terrestres y aéreas que complementen las armas y sensores navales, eliminando los vacíos entre las áreas defensivas. Segundo, pueden actuar como sensores, informando a las unidades de superficie, reduciendo los riesgos de emisión. Tercero, se asegura el sostenimiento de las operaciones navales y áreas para operar en ambientes competitivos. Cuarto, se niega la capacidad a un potencial adversario para emplear islas nacionales como EAB, y desde ahí sostener y proyectar fuerzas sobre la costa. Quinto, constituyen una barrera natural a la aproximación adversaria en demanda sus objetivos estratégicos, contribuyendo al funcionamiento “normal” del país.

Un buen concepto para visualizar estas operaciones podría ser el de Kill Chain, la definición que tomó relevancia, al menos para el autor, al leer el libro de Cristian Brose, donde explica el funcionamiento de una red eficiente de combate. Múltiples sensores desplegados en todos los dominios buscan información sobre el adversario, los sensores se integran a un sistema C2 el cual discrimina información y coordina los ataques. Finalmente, plataformas de combate ejecutan la acción. El que pueda ejecutar más “kill chains” a una velocidad comparativamente superior, se impone. Nada nuevo, John Boyd ya nos había alertado sobre este proceso. Un ejemplo práctico de Kill Chain es la estructura CWC5, aplicable a la defensa del litoral. Las armas de largo alcance anti-superficie desplegadas en tierra podrían ser conducidas, por ejemplo, por el SWC6, descentralizando las acciones y mitigando posibilidades de fuego fratricida.

Consecuentemente, si tomamos el modelo A2/AD chino, el concepto de espacio unificado de batalla en el contexto LOCE, las potencialidades de despliegue de una operación anfibia adversaria mediante la filosofía OMFTS y la necesidad de generar una defensa coordinada, profunda y mutuamente complementaria, la definición de defensa del litoral planteada en la DNC 3-0 podría ser optimizada. Una propuesta a la definición tomando los conceptos expuestos podría vislumbrarse de la siguiente forma:

Operación conjunta de carácter naval que busca la negación de acceso a fuerzas adversarias que pretendan emplear el mar como medio de aproximación para operaciones de proyección o disputa del control del mar. Para su ejecución se emplean capacidades en todos los dominios que permiten detectar, coordinar y ejecutar ataques sincronizados sobre fuerzas adversarias, a la mayor distancia posible de costa. El despliegue de fuerzas busca crear áreas de fuegos concentradas, y mutuamente complementadas, apoyadas por plataformas ubicadas en islas y el territorio continental, otorgando profundidad y cobertura a la unidades navales y aéreas que operan en la defensa.

El lector podría argumentar que las operaciones de negación del mar no son necesarias dado que la apuesta podría ser en términos de control del mar. A lo anterior es conveniente aclarar que ambos conceptos no son lo mismo, pero tampoco excluyentes. Mientras que la negación busca limitar la libertad de maniobra del adversario, el control busca la libertad de maniobra propia. Sin embargo, ambos pueden complementarse perfectamente. Geoffrey Till señala que “negación del mar puede actuar como un complemento del control del mar”. En otros términos, una combinación de ambos conceptos podría ser la forma más eficiente de alcanzar el control del mar. Mediante acciones de negación, se debilita al adversario llevándolo a un nivel de atricción que lo imposibilite de disputar el control del mar en forma efectiva. Si persiste, podría ser destruido en una acción decisiva. La combinación podría funcionar bien. La defensa no obtiene la victoria, pero si genera las condiciones para lograrla.

La defensa del litoral requiere una revisión en sus conceptos y medios que la integran, dado que su aplicación es fundamental, tanto para en la defensa territorial como en el ambiente naval/expedicionario. Su aplicación no solo requiere conceptos, sino que una doctrina que guíe su implementación y ejecución.  En términos conceptuales, la defensa del litoral debiese constituir una gran área que contenga múltiples áreas defensivas, integrando armas y sensores a un sistema C2 común, permitiendo ejecutar acciones cooperativas a un ritmo mayor en comparación al del adversario. En ese sentido la descentralización en la ejecución es primordial. Para una mejor integración, las operaciones conjuntas de defensa del litoral debiesen ser pensadas en términos de un espacio de batalla único, donde la operación se focalice en mantener la amenaza a la mayor distancia posible de sus potenciales objetivos, ya sea por disuasión o atricción. En ese sentido hablar de operaciones de defensa de costa pierde sentido. Consecuentemente, los sistemas ubicados en la costa o islas debiesen cubrir la mayor parte del área definida para la defensa del litoral, logrando profundidad, concentración de fuegos y cooperación entre las unidades desplegadas. Finalmente, el conceto A2/AD chino, así como la respuesta de Estados Unidos, nos recuerdan múltiples formas en que la teoría puede ser conjugada, para dar variadas soluciones a escenarios complejas: el arte de la guerra. Los conceptos de negación y control del mar no son excluyentes. Con el primero se pueden generar las condiciones para alcanzar el segundo, permitiendo asegurar nuestra libertad de maniobra militar y comercial al menor costo y tiempo posible.

Lista de referencias

  1. Gobierno de Chile, Nuestros País, accedido Septiembre  26, 2022, https://www.gob.cl/nuestro-pais/
  2. Rodrigo Varela Ruiz, “¿La defensa del litoral debe desestimarse en favor del A2/AD? | Revista de Marina,” accedido Enero 21, 2023, https://revistamarina.cl/es/articulo/la-defensa-del-litoral-debiera-desestimarse-en-favor-del-a2ad
  3. Ministerio de Defensa Nacional, DNC 3-0 (Santiago, Chile),74.
  4. US Army, ADP 3-90 , accedido Enero 21, 2023, https://www.benning.army.mil/mssp/PDF/adp3_90.pdf
  5. Wayne P. Hughes and Robert Girrier, Fleet Tactics and Naval Operations, Third edition, The U.S. Naval Institute Blue & Gold Professional Library (Annapolis, Maryland: Naval Institute Press, 2018).
  6. US Joint Chiefs of Staff, JP 3-02 Amphibious Operations, 2021.
  7. Ibid.
  8. US Joint Chiefs of Staff, JP 3-02 Amphibious Operations.
  9. Theodore L. Gatchel, At the Water’s Edge: Defending against the Modern Amphibious Assault (Annapolis, Md: Naval Institute Press, 1996).
  10. Rodrigo Varela Ruiz, “¿La defensa del litoral debe desestimarse en favor del A2/AD?
  11. “China’s Anti-Access Area Denial – Missile Defense Advocacy Alliance,” acceido Enero 21, 2023, https://missiledefenseadvocacy.org/missile-threat-and-proliferation/todays-missile-threat/china/china-anti-access-area-denial/.
  12. Wayne P. Hughes and Robert Girrier, Fleet Tactics and Naval Operations, Third edition.
  13. Toshi Yoshihara and James R. Holmes, Red Star over the Pacific: China’s Rise and the Challenge to U.S. Maritime Strategy (Annapolis, Md: Naval Institute Press, 2010.
  14. US Navy, USMC, Littoral Operations in a Constested Envioremnet, accedido enero 21, 2023, https://www.hqmc.marines.mil/Portals/160/LOCE%20full%20size%20edition.pdf?ver=2018-06-20-095003-177.
  15. Rodrigo Varela Ruiz, “¿La defensa del litoral debe desestimarse en favor del A2/AD?
  16. Geoffrey Till, Seapower: A Guide for the Twenty-First Century, 2nd ed, Cass Series--Naval Policy and History 32 (New York: London: b Routledge, 2009).
  17. Theodore L. Gatchel, At the Water’s Edge: Defending against the Modern Amphibious Assault.

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