Introducción al Proyecto

El proyecto "Del 33° al 53°: Una mirada vicentina a la puerta sur de Chile" es una innovadora iniciativa educativa desarrollada por el Colegio Federico Ozanam de Santiago. Su objetivo principal es brindar a los estudiantes una experiencia transformadora que combine aprendizaje en terreno, desarrollo personal y conciencia marítima.

Esta travesía, que conecta las aulas de Santiago con las aguas del Estrecho de Magallanes, busca fortalecer la comprensión histórica, geográfica y ciudadana de los estudiantes, permitiéndoles explorar de manera directa el valor estratégico y cultural de esta región austral. A través de actividades interdisciplinarias y colaborativas, el proyecto fomenta el aprendizaje significativo, la reflexión crítica y el desarrollo de habilidades prácticas en un entorno único. Los estudiantes no solo aprenden sobre los aspectos geográficos y ecológicos del lugar, sino también sobre la historia naval y su vinculación con la cultura chilena, lo que les permite profundizar en una temática crucial para el futuro del país.

Con un enfoque en la formación integral, esta iniciativa también pretende estrechar vínculos con instituciones clave, como la Armada de Chile, para enriquecer la experiencia y abrir nuevas oportunidades académicas. A través de una amplia colaboración con actores institucionales y privados, el proyecto no solo enseña sobre la historia, la geografía, las ciencias exactas y el ecosistema de la región austral de Chile, sino también inspira a los estudiantes a soñar y construir un futuro lleno de posibilidades, fortaleciendo su identidad nacional y su conciencia cívica.

 Nacimiento de la Idea

La idea del proyecto "Del 33° al 53°" nació en el aula, mientras un profesor de historia impartía clases a un primero medio sobre la unidad de conformación del Estado nacional. Durante una de sus clases, observó que los estudiantes enfrentaban dificultades para comprender el proceso desde los pupitres en Santiago Centro, una distancia física y emocional que dificultaba la conexión con los temas tratados. Este contexto le llevó a reflexionar sobre la importancia de que los estudiantes pudieran vivir una experiencia educativa única, en la que pudieran conectar no solo con los contenidos, sino también con los valores históricos y culturales del país. La travesía hacia el sur, especialmente a la zona del Estrecho de Magallanes, parecía la oportunidad ideal para materializar este sueño.

 Los Principales Desafíos del Proyecto

El proyecto, sin embargo, no estuvo exento de desafíos. Uno de los mayores fue lograr que fuera aceptado tanto por el Ministerio de Defensa Nacional (MINDEF) como por la Armada de Chile. Sin embargo, la perseverancia y seriedad con la que se presentó el mismo permitieron que esta actividad, única en el país, fuera acogida por ambas instituciones, quienes brindaron su apoyo brindando todas las facilidades posibles dentro del marco de cada una de ellas.

Otro desafío importante fueron los recursos necesarios para cubrir los gastos de cada uno de los estudiantes. En la primera versión, se debía considerar el costo del pasaje aéreo entre Santiago y Punta Arenas, además de la estadía diaria en el Buque Aquiles durante seis días. En la segunda versión, se agregaron los gastos de dos noches en Punta Arenas, junto con la alimentación necesaria, mientras que, en la tercera edición, la cantidad de noches en Punta Arenas aumentó a tres, lo que implicó mayores costos en alojamiento y alimentación. A pesar de estos obstáculos económicos, los estudiantes, apoderados y profesores creyeron tanto en este proyecto que, desde la primera edición, se realizaron diversas actividades para reunir fondos, como rifas, cuotas, venta de alimentos e incluso el cuidado de los baños durante las actividades de fiestas patrias en el colegio.

Los apoderados, comprometidos con el proyecto, adoptaron la máxima de “nunca llegar con las manos vacías”. Por ello, dentro de esta inversión también se incluyó el financiamiento de regalos conmemorativos, como galvanos, presentes para las tripulaciones e incluso la compra de una bandera. Estos esfuerzos demostraron el fuerte vínculo de la comunidad escolar con el proyecto y su convicción de que esta experiencia transformadora debía hacerse realidad.

 Apoyos Clave y Colaboraciones

A lo largo del proyecto, diversos actores y colaboradores se sumaron al esfuerzo, brindando su apoyo desinteresado. El ilustrador chileno Gonzalo Martínez, autor de la novela gráfica "Mocha Dick", fue uno de los primeros en unirse al proyecto, donando una ilustración del cachalote blanco luchando contra un kraken, que se convirtió en la imagen representativa del proyecto. Además, diversos privados contribuyeron con donaciones económicas para ayudar a amortiguar los costos del viaje, como personas particulares y representantes de la reserva naval, CORNAV y el sector de yates.

Las aerolíneas SKY Airlines y LATAM también jugaron un papel fundamental. SKY Airlines, en la primera versión del proyecto, apoyó con el costo del traslado de las maletas en bodega. Por su parte, LATAM Airlines colaboró en el tercer viaje, cubriendo la mitad de los boletos aéreos, mientras que los apoderados compraron la otra mitad durante el Cyber Day, lo que permitió reducir significativamente los costos.

 Impacto y Testimonios

Los estudiantes que participaron en el proyecto han experimentado un cambio significativo. Muchos de ellos nunca habían pernoctado fuera de sus casas por tanto tiempo ni compartido en camarotes pequeños con otros compañeros. No solo aprendieron sobre la historia de la Armada de Chile y el medioambiente, sino que también vivieron una experiencia única de aprendizaje en terreno. Para varios, este viaje los inspiró a reflexionar sobre su futuro profesional, incluso impulsando a algunos a postular a la Escuela Naval o la Escuela de Grumetes.

Una de las historias más destacadas es la de un estudiante que soñaba con tener su propio taller mecánico. En la primera clase sobre "pitos y nudos", mencionó que con ese nudo podría levantar los motores de los autos. Sin embargo, esa misma noche, al bajar a la sala de máquinas del buque, experimentó una transformación radical. Los autos dejaron de ser su interés, y ahora sueña con ir a Talcahuano para convertirse en "un chanchito". Su motivación fue tal que comenzó a cumplir con rigurosidad sus tareas asignadas y se mostró más atento que nunca en las clases. Este estudiante, cuyo sueño era uno, vio su vida cambiar radicalmente gracias a esta experiencia.

El impacto fue tal que los compañeros de viajes posteriores escucharon su historia, e incluso la tripulación del buque se inspiró con su dedicación y pasión por convertirse en marino. De hecho, el caso de este estudiante fue relatado en la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, donde dos estudiantes expusieron ante los honorables sobre el proyecto y su experiencia transformadora. La Armada, reconociendo la relevancia de la iniciativa, ha seguido apoyando al colegio en distintas actividades, incluyendo visitas de la Banda de la Escuela Naval y participado en actividades de orientación vocacional.

 Mirada al Futuro

Este proyecto, que ha dejado huella en todos los involucrados, continuará siendo una de las experiencias más significativas para los estudiantes del Colegio Federico Ozanam. A pesar de los desafíos enfrentados, la comunidad escolar sigue comprometida con la continuidad y ampliación de esta iniciativa, convencida de que proporciona a los estudiantes una vivencia única que abre nuevas perspectivas y motiva a los jóvenes a alcanzar sus sueños. El esfuerzo de todos los involucrados, desde los estudiantes hasta los apoderados, demuestra que, con perseverancia, solidaridad y dedicación, se pueden superar los obstáculos más complejos. El proyecto sigue siendo un faro de esperanza y aprendizaje para los estudiantes de Santiago Centro, y su historia continuará inspirando a nuevas generaciones.

Bibliografía

Molina, 2024