A principios de los años 80 la agencia estadounidense de Administración Espacial y Aeronáutica Nacional (NASA), responsable del programa espacial civil como también de la investigación aeronáutica y aeroespacial, comenzó el desarrollo de un trabajo orientado principalmente a mejorar la seguridad aérea. Esta investigación concluyó que la principal causa en la mayoría de los incidentes y accidentes de aviación era consecuencia de error humano. De la misma manera, según investigaciones efectuadas por la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI), se determinó que alrededor del 70% de estos accidentes era atribuible al factor humano; estaban entre los principales motivos el error en la toma de decisiones en la cabina, problemas de comunicaciones interpersonales y la falta de un liderazgo adecuado en la dotación de vuelo. Debido a estas estadísticas, tanto la NASA como la OACI tomaron conciencia del problema, lo que dio origen al término Gestión de Recurso de Cabina (CRM), concepto asociado, desde ese momento, al proceso de entrenar y preparar a las dotaciones de vuelo para reducir las probabilidades de error, a través del uso eficiente y coordinado del recurso humano por medio de un liderazgo claro y definido en la cabina de vuelo.
El CRM puede ser definido de varias formas, según la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), este concepto se explica como, “un sistema de gestión que hace un óptimo uso de los recursos disponibles; recurso humano, equipamiento, tecnología y procedimientos disponibles, con el fin último de lograr la eficiencia e incrementar la seguridad en las operaciones aéreas.”
El entrenamiento del CRM se centra en las aptitudes y comportamientos de los miembros de la dotación de vuelo, considerando las habilidades personales y sus aptitudes, como lo son la conciencia situacional, la capacidad de resolución de problemas, la toma de decisiones y el trabajo en equipo. Este concepto no hace hincapié en el conocimiento técnico o en las habilidades para operar los medios, sino que se preocupa principalmente de aquellas habilidades blandas y aspectos cognitivos e interpersonales, necesarios en una dotación para desarrollar una operación de vuelo, bajo situaciones de estrés, con una alta carga de trabajo, en ambientes y entornos complejos y con una clara autoridad y organización jerárquica, siendo fundamental la aptitud del líder y su estilo de liderazgo.
Tanto en aviación como en otros aspectos de la vida cotidiana, las habilidades cognitivas se encuentran frecuentemente superpuestas con las habilidades técnicas y los conocimientos. Sumado a eso, estas habilidades no solo se limitan a una relación interpersonal directa, sino que a las de un grupo humano complejo, como por ejemplo, una dotación de vuelo completa, en que cada miembro de la dotación posee sus características personales, con sus fortalezas y debilidades, que se relacionan entre sí y todo esto en el contexto de un entorno que varía de acuerdo a los diferentes tipos de operaciones, en un medio complejo y en el cual existen varios actores, como pueden ser otras aeronaves, centros de control en tierra, plataformas navales, etc. Necesariamente para lograr un orden y trabajo coordinado se requiere de un líder, responsable de obtener lo mejor de cada integrante de la dotación para completar la misión de forma exitosa. En la actualidad, el entrenamiento de CRM para las dotaciones de vuelo es parte fundamental y protagónica en todas las organizaciones del mundo de la aviación, incluyendo las principales líneas aéreas comerciales, las que consideran el entrenamiento y capacitación tanto del personal de apoyo terrestre como de todos los integrantes de las dotaciones de vuelo y que, de la misma manera, en los últimos años ha tomado similar protagonismo en la aviación militar alrededor del mundo.
Los factores humanos son elementos que afectan directamente al desempeño del hombre en su entorno social. Sin embargo este desempeño no solo se restringe al factor humano, sino que a la interacción que este tiene en su entorno, variando según el medio, la tecnología y el equipamiento disponible, de forma independiente y entre cada uno de ellos. En el caso de la aviación, al igual que en otros ambientes, cobra bastante valor en el sentido que se enfrentan a un campo multidisciplinario, donde lo que se busca es optimizar el desempeño del grupo humano (dotación de vuelo) y minimizar los errores para operar de forma segura.
Para el estudio de este fenómeno, en el año 1972 el psicólogo Edwin Edwards, diseñó un modelo denominado SHELL, el cual sitúa al “hombre” en el centro y analiza las limitaciones propias que inciden en sus tareas, debiendo ajustarse al resto de los actores. De acuerdo a este modelo, el hombre como individuo es fundamental y es el eje central para el resto de las interacciones, tomando protagonismo así la inteligencia emocional que, como eje central, es fundamental para que el individuo se conozca a sí mismo y desarrolle habilidades como la autoconfianza, el autocontrol, compromiso, motivación, perseverancia, entre otros; al mismo tiempo y de igual importancia son la capacidad del individuo de interactuar y desarrollar sus capacidades interpersonales como la comunicación efectiva, la empatía, la conciencia social, el trabajo en equipo y capacidad de liderazgo.
Considerando la importancia de las relaciones humanas y los elementos que interactúan al relacionarse entre sí para lograr resultados positivos en un equipo de trabajo, el CRM analiza y se preocupa de entrenar y fortalecer esta interacción, buscando una sinergia, minimizando los riesgos e incrementando la seguridad en la operación. El CRM analiza y orienta sus esfuerzos en reducir los errores y, en particular, en minimizar el error humano. En relación a estos factores, el CRM considera algunos como claves, necesarios de fortalecer y de trabajar en un grupo humano, siendo el liderazgo el más relevante y transversal a todos ellos. El liderazgo, ejercido dentro de la dotación y/o equipo de trabajo, debe ser capaz de conjugar todos estos factores, obteniendo lo mejor de su equipo, tanto de forma individual como colectiva. Entre los factores más influyentes del CRM se pueden mencionar los siguientes:
Es responsabilidad del líder el identificar a tiempo estos errores y corregirlos a la brevedad, para esto es fundamental conocer su equipo de trabajo.
A pesar de las diferentes definiciones y puntos de vista con que se puede abordar el concepto de liderazgo, existen aspectos transversales que debe indudablemente poseer un líder, figura fundamental en un equipo de trabajo en el cumplimiento de sus roles y responsabilidades, en ambientes, por esencia, complejos y adversos. Es así como podemos definir la figura del líder militar, quien, además de poseer todas las competencias y habilidades de un líder convencional, debe destacar en cuanto a sus capacidades y habilidades de manejo de las relaciones humanas, comunicación efectiva, un fuerte sentido de responsabilidad y autoridad, manejo de recursos (tiempo, materiales, humanos, con prioridades claras) y un compromiso honesto y leal con su equipo de trabajo y, a la vez, consecuente con sus convicciones.
De acuerdo a estas características, para que exista un liderazgo claro y definido en un equipo de trabajo se debe cumplir lo siguiente;
De acuerdo al análisis efectuado por el sociólogo británico Andrew St George en su libro Ways of Leadership, se logra identificar las diferentes formas de liderazgo y como estos se van modificando dependiendo del contexto y del entorno social, siendo fundamental la capacidad y los atributos personales de cada líder para adaptarse a estos cambios, destacando que, en particular, el contexto operacional es uno de los escenarios más complejos, poniendo a prueba las verdaderas capacidades y aptitudes de liderazgo. El citado autor hace una distinción entre todos los entornos posibles de encontrar en el contexto operacional, cada uno con sus complejidades y que supone un desafío particular para cada líder, ya sea a bordo de una unidad de superficie, de un submarino, en un escuadrón aeronaval, unidad de infantería de marina o en donde sea requerido. Sin embargo, es transversal a cada contexto el poseer en alguna medida la impronta de todo líder, que las identifica como las doce cualidades de un líder militar; siendo las siguientes: Capacidad de análisis, razonamiento y toma de decisiones – positivismo – claridad y proyección – comunicación efectiva – confianza en su equipo como en sí mismo – humildad y humanidad – innovación y flexibilidad – íntegridad – coraje moral y físico – conocimientos profesionales – resiliencia moral y física – honestidad.
El CRM, aplicado en la aviación comercial y civil, es un sistema de gestión que busca, desde sus orígenes, el potenciar y generar una sinergia y un trabajo en equipo dentro de las dotaciones de vuelo, que se debe principalmente a las capacidades de liderazgo y aptitudes personales de cada comandante de aeronave para obtener lo mejor de cada uno de los integrantes de su dotación en un entorno complejo y adverso, con el propósito final de operar, de manera segura, los sistemas y las aeronaves, minimizando así las probabilidades de un incidente o accidente aeronáutico debido a un error humano. Este entrenamiento y gestión de los recursos humanos busca potenciar el liderazgo en cada dotación de vuelo a través del conocimiento entre las dotaciones de los procedimientos y de la tecnología disponible, conjugándolos de la mejor manera para lograr una sincronización óptima. En la actualidad el CRM ya es parte de la cultura aeronáutica, ya sea civil o militar, en la que existe la conciencia de la importancia que implica entrenar el CRM en las dotaciones y lograr un liderazgo destacado dentro de cada dotación de vuelo. De esta manera, el CRM puede ser extrapolado a cualquier equipo de trabajo que deba desenvolverse en entornos de similares características que el aeronáutico con una gran cantidad de variables y factores por considerar, priorizando, en todo momento, las relaciones interpersonales y la importancia de un liderazgo efectivo; en la actualidad, la DGAC capacita en CRM a equipos de trabajo en hospitales y salas de urgencia, unidades de cuidado intensivo, personal de equipos en refinerías de petróleo y plantas químicas, también se podría aplicar en un team de navegación de un buque, una central de información de combate, la dotación de un submarino, una unidad de fuerzas especiales, entre muchos otros equipos de trabajo que buscan, finalmente, minimizar el error y operar de forma segura, eficiente y eficaz.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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