Por CÉSAR MENESES ROJAS
El ensayo sostiene que el liderazgo comienza por el autoliderazgo, lo cual implica disciplina, coherencia y cuidado personal. Se plantea la incómoda pero necesaria pregunta: ¿puede un líder ser obeso? Argumenta que la obesidad, cuando no se debe a causas médicas, puede reflejar falta de autocontrol y afectar la credibilidad del líder, especialmente en un mundo donde la imagen proyectada influye en la confianza. Aunque reconoce excepciones históricas, el texto defiende que un cuerpo saludable es símbolo de integridad personal. La tesis central es que un verdadero líder no necesita un cuerpo perfecto, pero sí disciplinado, porque el cuerpo comunica más que las palabras. Un líder que no se lidera a sí mismo, pierde autoridad antes de hablar.
The essay argues that leadership starts with self-leadership, which involves discipline, coherence, and personal care. It poses the uncomfortable but necessary question: Can a leader be obese? It claims that obesity, when not due to medical causes, may signal a lack of self-control and undermine credibility, especially in a world where image influences trust. Although historical exceptions exist, the essay maintains that a healthy body reflects personal integrity. The central thesis is that a true leader doesn’t need a perfect body but must have a disciplined one because the body speaks louder than words. A leader who cannot lead himself loses authority before speaking.
En relación a la tesis del ensayo y al desarrollo del mismo, me permito hacer los siguientes comentarios para el debate.
El argumento principal alude a que un líder no puede ser obeso, lo cual puede ser correcto parcialmente. El contexto particular del liderazgo que requiere esa condición está asociado a los del tipo militar o deportivo, por ejemplo, pero no puede ser generalizada. Puede que el ensayo esté orientado al aspecto militar dado el público objetivo de la revista, pero no queda del todo claro. De igual forma, ser delgado no significa contar con buena salud física ni mental, y tampoco liderazgo natural.
De la mano con lo anterior, relacionar el liderazgo con la condición física del líder podría ser percibido como algo reduccionista, ya que asume falencias de liderazgo solo por una condición física, sin sopesar un sinnúmero de otros factores de mayor relevancia a la hora de juzgar la capacidad de un líder.
Sin duda un tema interesante que llama al debate.
Atte.
T1 Sebastián Gutiérrez
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Año CXXXX, Volumen 143, Número 1008
Septiembre - Octubre 2025
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