El liderazgo IM se entiende como el proceso mediante el cual un comandante IM, sea cual sea su posición en la cadena de mando, logra influir en la forma de actuar de sus subordinados, proporcionándoles un propósito, dirección y motivación hacia el logro de la misión asignada a su unidad. Existen distintas posturas en relación de las cualidades que deben poseer los líderes IM. Algunas priorizan el área técnica – académica, otras enfocadas en el cumplimiento de la tarea y las orientadas en mantener un adecuado clima laboral. Las relaciones interpersonales son fundamentales. Sin duda alguna, se necesita de todos los enfoques para tomar buenas decisiones, es por este motivo que el desarrollo del liderazgo IM debe abarcarse desde un enfoque holístico e integral, generando una cultura de énfasis en el liderazgo, donde los líderes usen las oportunidades diarias para aprender y enseñar. De ahí que el desarrollo de estos ocurre en el cuartel, en la oficina, en terreno, en deportes, en el entrenamiento y en las operaciones. (Liderazgo en el Cuerpo IM, 2019)

Lo anterior produce que el subteniente IM, al inicio de su carrera como líder, deba aplicar su liderazgo según lo vivido y experimentado en sus puestos operativos y habiendo sido influido por los mandos que haya tenido, algunos orientados al cumplimiento de la tarea, sin darle mucho énfasis al ambiente laboral ni menos a las relaciones humanas dentro de la organización; otros, la mayoría de éstos enfocados en mantener un adecuado clima laboral y sin dejar de orientar sus esfuerzos en el cumplimiento de las tareas asignadas. En este contexto, se postula que el uso de la inteligencia emocional por parte del líder IM, facilita el logro de los objetivos y la voluntaria adhesión del personal bajo su mando.

El presente ensayo tiene por objetivo convencer respecto de los beneficios del uso de la inteligencia emocional por los líderes IM, sea cual sea las circunstancias. Para ello, se darán a conocer los valores y principios fundamentales que rigen el actuar de los soldados del mar, expuestos en el ethos de los infantes de marina. Se analizará la experiencia de fuerzas armadas internacionales, en relación a los efectos del uso de la inteligencia emocional, al momento de la toma de decisiones. Finalmente, se abordarán las ideas centrales de distintos autores que han investigado y estudiado sobre la inteligencia emocional y sus beneficios para lograr un adecuado clima laboral. A continuación, se analizarán los argumentos, seguido por la contratesis, la cual será refutada, para finalizar con una síntesis e invitación a seguir profundizando en este apasionante tema.

Los soldados del mar ejercen el liderazgo en condiciones extremas de incertidumbre y riesgo, privado de comodidades, alejado de los seres queridos y bajo alta exigencia física y mental (Armada de Chile, 2015). Es por este motivo que el líder IM debe lograr la adhesión voluntaria del personal bajo su mando. Para proporcionar un propósito, dirección y motivación a su personal requiere trabajar bajo confianza mutua, preocupándose de las relaciones interpersonales y los aspectos emocionales al momento de tomar una decisión. Según la reglamentación institucional el líder es “aquel que, por sus cualidades naturales, su carácter y personalidad, enmarcado dentro de los valores morales, tiene como característica principal infundir positivamente en los hombres confiados bajo su mando sentimiento de: seguridad, confianza, lealtad, obediencia, cooperación y respeto” (Ordenanza de la Armada, 1988).

¿Qué hace distinto el liderazgo IM a otros dentro de la institución? Sin duda, en todas las áreas de la Armada debe existir un adecuado liderazgo en miras del cumplimiento de los objetivos planteados. Es evidente que la condición anfibia de los soldados del mar, su ámbito de acción y cultura organizacional, reflejada en el ethos del infante de marina, otorgan ingredientes diferenciadores que debe poseer el estilo de liderazgo IM. Conceptos como cabo estratégico¹ y el cumplimiento de la intención del comandante, más que una tarea determinada, son algunos de las particularidades que existen en el actuar del soldado. Así lo justifica la directiva de liderazgo que menciona que “la Infantería de Marina necesita desarrollar Líderes IM capaces de lograr el cumplimiento de la misión en entornos dinámicos, inestables y complejos, que sean ágiles, adaptables e innovadores y actúen con audacia e iniciativa” (Liderazgo en el Cuerpo IM, 2019). En este sentido, orientar a los líderes en el estudio de la doctrina es de mayor importancia que conocer a cabalidad los procedimientos. Las unidades terrestres se caracterizan por ser más dogmáticas que procedimentales.

Para cumplir lo anterior, los atributos y competencias que debe poseer un líder IM son:

empatía, confianza en sí mismo, resiliencia, tacto interpersonal, liderar a otros, en fin, muchas cualidades y características son las que debe entrenar y desarrollar el líder IM, todas ellas ya tratadas en estas páginas por distintos oficiales de la Armada de Chile. El T1° Gonzalo Tappen, en su artículo Liderazgo e Inteligencia Emocional, concluyó que “todos los oficiales de la Armada deben explotar las aptitudes emocionales, buscando influir en sus subordinados” (Tappen, 2007). De la misma manera, el entonces comandante general del cuerpo de infantería de marina, CA IM Cristián del Real Pérez, en su artículo El Liderazgo en la Infantería de Marina, publicado el año 2009, recalcó que el ambiente en que se desenvuelven las unidades IM requiere de la aplicación de un liderazgo fundamentalmente basado en el trabajo en equipo, donde la confianza y las relaciones interpersonales son la base para lograr la adhesión del personal subordinado². Entonces, ¿cómo orientar el esfuerzo y priorizar las cualidades a desarrollar para lograr ser un buen líder IM? La teoría de los rasgos de liderazgo ha centrado sus investigaciones en reconocer los atributos primordiales que poseen los líderes. Sin embargo, a la fecha, no existe un número determinado de aptitudes asociadas con el liderazgo³. Lo que sí se ha podido concluir es que para desarrollar equipos de alta excelencia, además de la pericia e inteligencia de los líderes, el uso de la inteligencia emocional durante todo el proceso de toma de decisiones es fundamental para lograr sinergia en los equipos.

En este sentido, es fundamental conocer la definición de qué es la inteligencia emocional. Existen un sinnúmero de definiciones, pero la que más se acerca al quehacer del líder IM es “…habilidad para percibir, imaginar y comprender las emociones, usando esta información para tomar decisiones” (Mayer, 1997). Los líderes que generan un adecuado clima laboral, manejando las emociones y utilizando la inteligencia emocional al momento de tomar una decisión, producen un beneficio directo al logro de los objetivos de cada organización. Según Daniel Goleman, “los líderes verdaderamente eficaces se distinguen por un alto grado de inteligencia emocional, lo cual incluye la auto concienciación, auto regulación, motivación, empatía y destrezas sociales” (Goleman, 2013). Los líderes IM deben prepararse para actuar en ausencia de órdenes, siendo capaces de orientar el trabajo de su equipo y el logro de los objetivos conforme a la intención del comandante. En este sentido se puede afirmar que el autoconocimiento, el autocontrol, las habilidades sociales y la empatía son aptitudes que debe poseer un líder IM.

Entre los aspectos más destacados del liderazgo que ejerció el capitán de fragata Arturo Prat a lo largo de su carrera naval, se puede enunciar que su simpatía, empatía y buen humor eran cualidades constantes en su actuar. Así lo justifica Alfredo Gorrochotegui, quien menciona que “para un líder positivo, el buen humor es un recurso valiosísimo a la hora de gestionar equipos, siendo fundamental para motivar a las personas y mantenerlos cohesionados” (Gorrochotegui, 2020). En relación a lo anterior, se puede reafirmar que el uso de la inteligencia emocional favorece a la creación de sinergia organizacional y a la voluntaria adhesión del personal subordinado.

A pesar de lo anterior, existen otras posturas que asocian las aptitudes técnicas y académicas, adquiridas durante el desarrollo de la carrera del líder con su capacidad de ejercer liderazgo, siendo la autoridad académica la característica necesaria para obtener el respeto del equipo y poder conducirlo. Así lo plantean algunos autores que indican que es “…muy complejo encasillar la palabra liderazgo en una sola definición global, sin embargo, coinciden…que el liderazgo son las capacidades, aptitudes y características innatas o adquiridas que posee un individuo, las cuales emplea para conducir a un equipo de trabajo…” (Uzuriaga, 2020). En este sentido, se puede deducir que las capacidades académicas son fundamentales para lograr la autoridad en el ejercicio del mando.

Sin embrago, estas ideas no tienen asidero en la realidad, dado que pierden fuerza según lo expuesto en la doctrina del ejército de los Estados Unidos, donde la confianza es el atributo principal en el liderazgo en combate. Los soldados deben confiar y sentirse seguros con sus comandantes. Una vez violada la confianza, un líder se vuelve ineficaz. Si bien la autoridad académica es importante para formar a un líder, el conocimiento y la experiencia se transfiere generando confianza con los subordinados. Para lograr esta necesaria confianza, las relaciones interpersonales son la clave del éxito. Según el Dr. Reuven Bar-On, del ejército de los Estados Unidos, la inteligencia emocional se ocupa de aspectos de mayor relevancia que los aspectos cognitivos más tradicionales de la inteligencia⁴.

El modelo Bar-On entrega un coeficiente de inteligencia emocional, diagnosticando a un soldado en relación a su capacidad de sentir, entender, controlar y reaccionar ante eventuales situaciones, siendo la base para desarrollar las cualidades expuestas en la tabla número dos. En relación a lo expuesto, estudios realizados por las fuerzas armadas de los Estados Unidos, luego de su participación en la guerra de Irak, concluyeron la importancia de reforzar no solo el desarrollo de nuevas tácticas, técnicas y procedimientos, sino también la necesidad de reorientar los enfoques del liderazgo. Lo anterior se llevó acabo implementando el uso de la inteligencia emocional, fortaleciendo la resiliencia y el clima laboral, llegando incluso a elaborar cursos enfocados en aspectos relacionados al bienestar emocional del soldado.

Si bien, asociar lo sucedido a las tropas americanas luego de ocho años operando en Irak, con lo que se vive en Chile desde fines del año 2019, es relativamente comparable, aplicar en tiempos turbulentos, pandémicos, de mucha incertidumbre, inteligencia emocional en el proceso de toma de decisiones, es fundamental para el logro de los objetivos institucionales a largo plazo. Lo anterior, es ratificado no solo en el mundo militar, sino también por las grandes compañías. Roberta Valenca, actual gerente general regional de servicios y cultura de Coca-Cola Company en Brasil y en todo el Cono sur, mencionó en el marco del Discovery Labs 2022, desarrollado por la universidad de Cambridge, que las organizaciones en tiempos de incertidumbre deben tender a utilizar el liderazgo enfocado en los equipos, dándole atribuciones y haciéndolos parte del progreso de la organización⁵. Para lograr lo anterior, propone que se deben cambiar algunos paradigmas y formas de hacer las cosas, logrado alinear la cultura organizacional y los requerimientos de los tiempos actuales.

En este sentido, no es fácil asociar la realidad del líder IM, con lo que están realizando algunas organizaciones para ser eficientes en tiempos de incertidumbre. Pero sin duda algunos de estos conceptos de liderazgo son fundamentales para fortalecer la confianza y formar equipos más cohesionados. En palabras militares, lo único que están realizando algunas compañías, como Coca-Cola Company, es entender y adaptarse al ambiente operacional.

Finalmente, sea cual sea el estilo de liderazgo utilizado por los líderes IM, las unidades de infantería de marina están llamadas a cumplir la misión y obtener la victoria en combate. En relación a lo anterior, mantener el clima laboral en busca de organizaciones eficientes es primordial para el logro de los objetivos a largo plazo. Para Sun Tzu la influencia moral de los comandantes hacia sus subordinados es la “fuerza que motiva a la gente a estar en armonía con sus líderes, sin miedo a morir” (Griffith, 2008). En este sentido, enfocar el desarrollo de las cualidades interpersonales de los líderes IM es fundamental para fortalecer el sentido de pertenencia y logra la adhesión voluntaria del personal subordinado.

Conclusiones

Considerando lo expuesto en este ensayo, se puede reafirmar la relevancia que tiene el uso de la inteligencia emocional en relación al logro de los objetivos asignados, a la voluntaria adhesión del personal bajo su mando, al adecuado clima laboral y a todas las características que debe poseer el líder IM. En síntesis, lograr la adhesión voluntaria del personal subordinado y generar sinergia en el logro de los objetivos de cada equipo es fundamental para el cumplimiento de la misión. El autoconocimiento, el autocontrol, las habilidades sociales y la empatía son aptitudes que debe poseer un líder IM. Generar la confianza en el personal subordinado es fundamental para ser eficiente en el desarrollo de las tareas designadas. Los líderes nocivos pueden ser altamente eficientes en el cumplimiento de tareas a corto plazo, pero estos no se enfocan en estimular la moral de su personal subordinado, ni de generar un adecuado clima laboral, afectando el cumplimiento de tareas a mediano y largo plazo. El líder IM debe no solo enfocarse en cumplir la tarea, sino también en cómo cumplirla. En una de sus últimas publicaciones, Albert Einstein mencionó que “deberíamos preocuparnos de no hacer del intelecto nuestra mayor virtud. Tiene, por supuesto, músculos poderosos, pero no personalidad. No puede liderar, solo puede servir”.

Emplear la inteligencia emocional, en el ejercicio del mando y liderazgo IM, sin duda logrará la adhesión voluntaria del personal subordinado y alcanzar el logro de los objetivos planteados. En este sentido, es necesario incentivar a los líderes IM a estudiar y capacitarse en habilidades interpersonales, como la inteligencia emocional. Animarse a desarrollar nuevas formas de liderazgo, entregándole mayor responsabilidad al personal subordinado fortalece la confianza y el sentido de pertenencia dentro de la organización. Para dar término al presente ensayo planteo las siguientes preguntas: ¿usted lidera o administra en su organización?, y ¿el liderazgo IM es distinto a otro tipo de liderazgo en la institución? Si bien se necesita de ambas características. Entender las diferencias de estos conceptos ayudará a cohesionar al equipo aplicando inteligencia emocional para cumplir los objetivos institucionales. “Liderar es como ver a través de un telescopio, administrar es como ver a través de un microscopio. Ambos instrumentos son útiles, pero se usan para objetivos totalmente diferentes.” (Fischman, El espejo del líder, 2017).

Bibliografía

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