¿Cuántos contenedores se caen al mar?, se tratará de responder esta interrogante, dado el grave peligro que significa para la navegación, pero principalmente, dado que generalmente se piensa que la mercancía transportada por vía marítima en contenedores llega siempre a su destino.
Abordajes, hundimientos, malas condiciones meteorológicas y otros factores como la mala estiba, descuidos en el manejo y control del peso de los contenedores, afectan a la seguridad de los portacontenedores, en su dotación, e incluso el medio ambiente.
Una de las tradicionales formas de poder simular la colisión durante el período de entrenamiento de las unidades de superficie, es indicarles a las dotaciones que dentro del área de operaciones en que se realiza la inspección de la unidad, llega inesperadamente un mensaje que indica que una nave portacontenedores que se encuentra navegando en cercanías del buque propio ha sufrido una pérdida de contenedores al mar, presentándose un grave peligro para la navegación del buque propio durante la inspección de entrenamiento. Se puede señalar que las primeras veces que se plantea esta situación a una dotación, para generar el clima y las condiciones de un ejercicio de colisión o varada, esto provoca un ambiente de escepticismo, duda e incredulidad en los teams1 de puente, que alguna vez se vayan a ver sometidos a tal realidad simulada.
Pero en base a lo anterior, ¿Cuántos contendores se caen al mar? Para responder esta interrogante, lo primero que debemos que recordar es la importancia del comercio y su rápida globalización, lo que ha permitido al mundo mantener el importante intercambio comercial, Trade, objetivo primordial de los países y de sus marinas en el sustento de sus economías, entrega de bienestar y prosperidad establecido. En este contexto, y de acuerdo al informe de la World Shipping Council (WSC), del año 2017, más del 80% del comercio mundial es transportado por mar, y esto se hace mediante buques portacontenedores. Para entregar una cifra, sólo el año 2016, se transportaron por vía marítima aproximadamente 130 millones de contenedores llenos, con un valor estimado de más de USD 4.000 M$.
Por norma general, se da por hecho que la mercancía transportada por vía marítima en contenedores llega siempre a su destino, pero en ciertas ocasiones esto no sucede así, y en determinadas situaciones, algunos de ellos han terminado en el fondo del mar. Las circunstancias identificadas en la pérdida de contenedores se resumen principalmente en tres situaciones: Abordaje, hundimientos o malas condiciones meteorológicas. No obstante, hay otros factores identificados, como por ejemplo, la mala estiba y su trinca, como también, un mal manejo y control del peso exacto de los contenedores, lo que influirá finalmente en la seguridad del buque portacontenedores, en su dotación, e incluso el medio ambiente.
En el año 2011 se recopilaron los datos relativos a los contenedores perdidos entre el 2008 y 2010, cuya media fue de 350 cada año, sin considerar accidentes o catástrofes (si se consideraran, la cifra ascendería a 675 contenedores). Para el 2014, se reunieron los antecedentes entre 2011 y 2013, los contenedores perdidos fueron de 733 promedio cada uno de esos tres años, sin tomar en cuenta accidentes (donde la cifra se elevaría hasta los 2.683 contenedores). Durante este período se perdió la MN Rena con 900 contenedores el año 2011, y el 2013 se perdió el MOL Comfort en el océano Índico con 4.293 contenedores a bordo (mayor pérdida de la historia). Para los años 2014, 2015 y 2016, de acuerdo a la WCS, se han reportado pérdidas de 612 contenedores promedio, los que si consideraran accidentes, la cifra ascendería 1.390. Luego la media de contenedores perdidos entre el 2008 y el 2016 asciende a 568, sin considerar hechos catastróficos. (Revista del sector marítimo)
MOL Comfort, océano Índico, 2013, 4.293 contenedores al mar. (Revista del sector marítimo)
Otra fuente de recolección de esta data es el Consejo Mundial de Transporte Marítimo, el cual indicó que, al año 2020, la media de contendores perdidos por la borda ha sido de 1.382, considerando el promedio obtenido entre el 2008 y el 2019. (Seatrade Maritime news)
En la actualidad, se han superado ampliamente las cifras promedio respecto a la caída de contenedores al mar. El Maersk Essen perdió más de 750 contenedores el 30 de enero de 2021, a 430 millas náuticas al NNE de Honolulu; y el Maersk Eindhoven otros 260 (65 dañados a bordo), el 17 de febrero de este año en cercanías de Japón, en su tránsito China - Los Ángeles, lo que aumenta la cantidad a mas de 1.000 contenedores en poco más de dos semanas.
Los motivos que causan la caída de una gran cantidad de contenedores al mar, se resumen principalmente en el mal cálculo de estabilidad de los buques portacontenedores; no obstante, hay quienes señalan que podría existir una posible irresponsabilidad (no comprobada) en los cargadores, quienes podrían declarar falsamente el peso de la carga dentro de los contenedores. Se indica también, que difícilmente se conseguirá que los cargadores lo admitan, lo anterior, en el contexto que existen muchas presiones comerciales, lo que sumado a la necesidad de zarpar en el momento en que se carga el último contenedor, provoca que en ocasiones se haga imposible comprobar los pesos declarados. También hay una responsabilidad que recae en el personal de las oficinas de transporte marítimo quienes planifican la carga y sus manifiestos, por lo que las tripulaciones no solo son las responsables ante la ocurrencia de estos accidentes, quienes son los primeros juzgados ante este tipo de emergencias acontecidas. (Ocean Sailor)
Obviamente un contenedor a la deriva es un peligro importante para cualquier embarcación, lo que podría provocar daños tremendos a las naves que transiten por los lugares donde ocurran estos accidentes. Es conocido que la mirada actual en el comercio marítimo, esta centrada en el Asia-Pacífico, lo cual en términos de seguridad, también se encuentra muy activa e inestable producto de permanentes reclamos territoriales, incrementos de bases militares y crecimiento exponencial de las marinas que conviven en su ribera, lo que se traduce en un lugar que podríamos denominar de tensión a la navegación y que coincide al área donde están ocurriendo gran parte de la caída de contenedores al mar.
Si adoptamos la mirada de quienes podrían ser los mas vulnerables, aquellos navegantes que se desempeñan en embarcaciones menores, veleras o similares, este problema podría ser muy grave, dado que el impacto con uno de estos obstáculos podría generar daños de hundimiento inmediato, quienes no cuentan con un seccionamiento de estanqueidad idóneo al problema que se esta planteando.
Tan solo una pérdida de potencia del motor, de tres a cuatro minutos, provocó que el Maersk Eindhoven perdiese 260 contenedores por la borda y que otros 65 resultaran dañados en la cubierta, producto del mal tiempo, el 17 de febrero del presente año. Es válido analizar este accidente, con el objeto de adoptar los respectivos resguardos a la atención de la naturaleza de este tipo de fallas, con el adecuado sentido de urgencia en las primeras acciones a desarrollar que permitan mitigar la caída de contendores al mar. Bajo la mirada crítica en términos de entrenamiento, los capitanes de naves, deben considerar efectuar y entrenar sus primeras acciones a desarrollar en el caso de verse involucrados en este tipo de situaciones, principalmente cuando ingresan en lugares de navegación donde la meteorología puede complicar la seguridad, en el caso de presentarse fallas en la propulsión. En el caso particular de esta emergencia, y que ha ocurrido en otras oportunidades, la propulsión se restableció rápidamente en el buque, falla que se debió a una bajada de presión de aceite del motor; lo anterior, provocó la parada de ambos motores principales. En otras palabras, no hubo un mal funcionamiento mecánico o de mantenimiento, de acuerdo al reporte de la naviera danesa. Quizás, se podría indicar que estas son fallas rutinarias en los buques modernos, dada la cantidad de sistemas de seguridad de protección de los motores que llevan, ya sea los motores a ralentí para su protección, y en otras ocasiones incluso al tripeo, con la consiguiente parada de motores.
Un concepto operacional que se debe establecer en el orden de las actividades relacionadas en el mar en la actualidad, se basa en establecer un procedimiento distinto en el análisis de la meteorología, en cuanto a realizar un análisis del impacto de la climatología en el área de operaciones, versus a las actividades que se encuentra realizando una empresa. Lo anterior, en ocasiones no es bien definido por observadores meteorológicos con un sólo buen análisis de las condiciones de viento, nubosidad, ola y marejada de en un determinado lugar, sino que requiere de un análisis de las actividades propias que realizará la empresa en ese lugar, y cual es el real impacto de la meteorología, en las unidades que transitarán por esa área. A esto, es recomendable incorporar el Manejo de Riesgo Operacional, que incluye identificar los posibles peligros que puede presentar una determinada actividad y como actuará la empresa y la dotación para mitigarlos, junto con plantear las medidas de contención en caso que, habiendo adoptado todas las medidas de seguridad, se presente una falla u emergencia, la cual deba ser atendida.
Para el caso del Maersk Essen, el cual perdió 750 contenedores por la borda el 16 de enero del 2021 en el Pacífico norte, en su tránsito desde Xiamen, China con destino a Los Ángeles, EE.UU., en un lugar aproximado a 430 millas náuticas al NNE de Honolulu, aún se encuentra en proceso de investigación el motivo real y las causas que llevaron a perder esta cantidad de carga. En el análisis preliminar se pudo establecer de que la nave viajaba a una velocidad de 10 nudos y que efectuó una caída al SE acelerando a una velocidad de 15 nudos, el cual cargado a su máxima capacidad y en el bien entendido de haber efectuado el análisis del impacto de la meteorología por los lugares donde transitaría y quizás otros factores, como los antes nombrados, elevaron la probabilidad de ocurrencia de esta emergencia. (Mundomaritimo.cl)
MOL Comfort (foto 2), océano Índico, 2013, 4293 contenedores al mar. (Revista del sector marítimo)
En la actualidad el 80% del comercio mundial se desplaza por vía marítima, en enormes contenedores. Cada año, aproximadamente 200 millones de ellos viajan por los mares del mundo, y se calcula que en un momento dado hay entre 6 y 8 millones de contenedores en tránsito y de acuerdo con ello, las estadísticas de caídas al mar aquí presentadas, cada seis horas uno de ellos se cae al agua. Si se considera que para el año 2013 se transportaban 120 millones de contenedores por el mundo, lo cual es evidentemente menor a lo transportado hoy en día, lo más probable que la cifra de contenedores caídos al mar tienda a elevarse, lo cual es un desafío para la industria comercial marítima, debiendo identificar los procedimientos a adoptar para incrementar la seguridad de los contenedores y evitar las pérdidas.
Analizar la meteorología como sólo un fenómeno climático no será determinante como un criterio de cancelar o aprobar una determinada actividad. Es altamente recomendable, analizar el impacto de ésta en una determinada tarea y en un determinado lugar, agregando además, los procedimientos a adoptar en caso de ocurrencia de una emergencia ya sea en la propulsión, electricidad, entre otros. Esto debiese disminuir los accidentes.
Luego de haber leído el presente artículo, se puede señalar que, no se podrán eliminar los desafíos del mal tiempo o el riesgo de accidentes de buques en el mar, pero se estima que es necesario mejorar la cooperación y operación de seguridad entre todos aquellos que cargan, manipulan, pesan, estiban y aseguran los contenedores. La seriedad en el control del peso, estiba y trinca es vital por quienes administran esta información. (Fundación Nuestro Mar)
Finalmente, cuando se embarque el equipo de entrenamiento que inspeccionará su unidad, créale, con toda seriedad, el simulacro y ambiente que pueda producirse al simular los ejercicios de varada o colisión con su buque al indicarle que se transita por un área de peligro con contenedores a la deriva.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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