Revista de Marina
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Un soldado chileno en Corea

  • GONZALO LAGARINI MIRET

Por GONZALO LAGARINI MIRET

  • Fecha de recepción: 03/10/2023
  • Fecha de publicación: 29/02/2024. Visto 853 veces.
  • Resumen:

    Existen, a lo largo del convulsionado y bélico siglo XX, innumerables jóvenes compatriotas que voluntariamente se enrolaron de forma apasionada en defensa de la patria de sus antepasados con el propósito de luchar en lo que ellos consideraban una justa causa. En este artículo recordaremos a uno de esos tantos y poco recordados compatriotas que cayeron en el combate y se encuentran enterrados en tierras lejanas.

  • Palabras clave: batalla, Corea.
  • Abstract:

    Throughout the troubled and belligerent 20th century, there are countless young Chilean countrymen who willingly and passionately enlisted in defense of their ancestors´ homeland to fight for what they considered a just cause. This article revives one of those many and unforgotten fellow compatriots who fell in combat and are buried in faraway lands.

  • Keywords: Korea, Battle.

Mi padre, don Julio Lagarini Freire (QEPD) fue un diplomático de carrera que sirvió al país por más de 42 años. Durante su dilatada carrera alrededor del mundo, tuvo el privilegio de participar en las visitas del BE Esmeralda a puertos de Brasil, Australia, Egipto y Corea, llegando a familiarizarse muy bien con las actividades protocolares propias del quehacer del buque. De todas estas vivencias, hay una que llamó particularmente su atención, llevándolo a desenterrar la historia de quien fue un joven y valiente soldado chileno que participó y murió en combate durante la guerra de Corea.

Siendo mi padre embajador de Chile en Corea del Sur – cargo en el cual fue nombrado en 1990 por el entonces Presidente de la República don Patricio Aylwin Azocar – , durante la visita del BE Esmeralda” al puerto de Busan y dentro de las actividades protocolares en que participó junto al comandante del buque - el entonces capitán de navío don Felipe Howard Brown –, hubo una visita oficial al cementerio de las Naciones Unidas de la guerra de Corea. En el lugar descansan los restos del único chileno del cual se tiene registro haya combatido y muerto en dicho conflicto: el cabo 1º don Abel ISAULE Green.

Muchos años pasaron y recién en 2021, tuve la suerte de encontrarme con un pariente cercano del mártir: su sobrina Andrea Fischer Isaule, quien trabajó por muchos años en la Sección Naval de la Embajada de los EEUU en Valparaíso, organización que mantiene una estrecha relación con la Armada de Chile hasta el día de hoy. Andrea me relató que, producto de la visita a la tumba del soldado chileno, mi padre se había interesado muchísimo por la vida de su tío Abel, solicitando detalles de cuáles habían sido las circunstancias que lo llevaron a tan trágico desenlace y cómo este joven compatriota se había visto envuelto en este conflicto que marcó una etapa tan compleja del siglo XX.

Abel Isaule Green nació en Valparaíso en 1928. Tenía nacionalidad chileno-francesa, ya que su abuelo era un ciudadano francés que emigró a Chile durante el siglo XVIII. A los 23 años optó por hacer su servicio militar en Francia, donde se graduó como cabo del Regimiento de Paracaidistas. Cabe recordar que la guerra de Corea comenzó un 25 de junio de 1950 e inicialmente participaron dieciséis naciones – entre las que se encontraba Francia -, organizadas como una Fuerza de las Naciones Unidas. Abel, con un gran entusiasmo juvenil por servir a la patria de sus abuelos y a la libertad, decidió enrolarse como voluntario en el Batallón de Comandos Franceses de las Naciones Unidas.

Un Batallón de Voluntarios

Este batallón francés, recordado como un batallón de voluntarios, fue formado por voluntarios que, tal como Abel, se presentaron espontáneamente para ir y combatir en Corea. Sin embargo, el término de “voluntario” requiere un poco de explicación. Al momento de la formación de este batallón, el comandante del ejército francés, General Blanc, era contrario al envío de soldados regulares, por lo que se realizó una campaña para reclutar voluntarios, la cual sólo logró enrolar un reducido número de éstos, por lo que finalmente, en 1951, el batallón se constituyó tanto por soldados regulares como por voluntarios, de los cuales Abel era uno de ellos.

La Batalla de Arrow-Head

Los últimos dos años del conflicto en la península de Corea se caracterizaron por constantes actividades de patrullaje y “coup de main”, ataques por sorpresa a las líneas enemigas con el propósito de tomar prisioneros y obtener inteligencia. No hubo registro de ninguna ofensiva mayor en que participara el batallón francés de las Naciones Unidas.

Durante el verano de 1952, las unidades chino-norcoreanas se reagruparon, reforzaron sus tropas y se ubicaron justo al norte del paralelo 38. Su artillería fue considerablemente reforzada con material soviético, y a modo de diversión, bombardeó con vehemencia a las posiciones aliadas.

Mientras tanto, en Panmunjom, las negociaciones fueron retomadas con bastantes dificultades, principalmente centradas en el asunto de los prisioneros de guerra chinos y norcoreanos que no querían volver a sus hogares, si no que permanecer del lado de los aliados.

A fines de septiembre de 1952, se produjo un claro movimiento de tropas enemigas en la zona llamada “Triangulo de Hierro”, la cual limitaba con los pueblos de Chorwon, Kumhwa y Pyongyang. Numerosos indicios hacían esperar un ataque inminente por parte del ejército chino. El objetivo del ataque era la captura de terrenos altos en posesión de la fuerza aliada y desde el cual era posible abrirse camino hacia Seúl. Las posiciones defensivas se concentraban en dos puntos en particular: el cerro White Horse, defendido por tropas de Corea del Sur, y el cerro Arrow Head o cerro 281, defendido por las unidades francesas. Para reforzar dichas posiciones, Estados Unidos envió tanques y artillería.

El asalto chino comenzó en la tarde del 6 de octubre de 1952, siendo su impacto devastador, particularmente para el batallón francés, el cual perdió una de sus unidades élite: la sección de los Pioneros a la cual pertenecía Abel Isaule. Durante toda la noche, resistiendo la artillería y los asaltos de la infantería china, las fuerzas francesas mantuvieron su posición a ultranza. En la mañana siguiente, 47 soldados estaban desaparecidos; se pagó un alto precio en defensa del cerro 281. El cabo primero Abel Isaule Green falleció en combate, cerca del pueblo Chorwon, un 6 de octubre de 1952, a la edad de 24 años.

Un certificado emitido por el gobierno francés con fecha 2 de abril de 1953, en el cual se le condecora en forma póstuma con la medalla militar “Croix de Guerre”, indica:

“Cabo primero adjunto de notable valentía. El 06 de octubre de 1952, en el sector de Myojang-Myon, región de Chorwon, (Corea) su unidad se opuso desesperadamente al flujo de la infantería enemiga que amenazaba con sumergir toda la posición, participó en el combate con una extraordinaria implacabilidad. El soldado murió mientras iba en ayuda de su líder”

A través de estas letras, junto con expresar mi respeto a su familia, he querido también rendir homenaje al coraje de este chileno que, en tierras lejanas, combatió y murió en la guerra de Corea, conocida como la “Guerra Olvidada”. Este valiente soldado es recordado y homenajeado por la Armada de Chile, cada vez que el B.E Esmeralda, en sus viajes de instrucción, recala en Corea.

Lista de referencias

  1. Ref: https://www.cheminsdememoire.gouv.fr/en/un-french-battalion-korea
  2. Documentos proporcionado por Andrea Fischer Isaule
  3. https://www.youtube.com/watch?v=pq6qp7mSBu0

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