El pasado mes de octubre, en el palacio de la Moneda, el presidente de la República, acompañado del Canciller, del ministro de Defensa, del Comandante en Jefe de la Armada (S) y de otras altas autoridades anunció que Chile entregará a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas una presentación parcial de Chile de la plataforma continental extendida, en este caso se presentará la correspondiente al territorio insular de Isla de Pascua-Rapa Nui e Isla Salas y Gómez.
Last October, the President of Chile, together with his Foreign and Defense Ministers, the Commander in Chief of the Navy and other authorities, proclaimed that Chile will submit to the United Nations Commission on the Limits of the Continental Shelf (CLCS), a partial submission of the Extended Continental Shelf, in this case the one corresponding of Easter Island-Rapa Nui and Sala y Gomez Islands.
Debido a su posición geográfica, Chile es un actor importante en la cuenca del Pacífico, una macro región en la que confluyen cuatro continentes y más de la mitad del PIB mundial.1
El año 2009, nuestro país presentó su informe preliminar a la Organización de Naciones Unidas (ONU), manifestando que la Plataforma Continental Extendida (PCE) chilena podría extenderse en algunos territorios, entre ellos, Isla de Pascua-Rapa Nui y Salas y Gómez en el océano Pacífico Sur.
Tal iniciativa requirió una serie de estudios batitermógrafos del suelo y subsuelo marino en distintos puntos de nuestro territorio marítimo, liderado por la Dirección de Fronteras y Límites (DIFROL) de la Cancillería, la Armada de Chile, el Comité Nacional de la Plataforma Continental Extendida, junto a científicos de las universidades de Chile, Católica y de Concepción.
A su vez, el primer mandatario, también aprovechó la ocasión para señalar que el año 2021 Chile presentará PCE respecto al territorio chileno antártico, ello dirigido a proteger nuestros derechos soberanos en el continente blanco y sus espacios marítimos correspondientes, esto último también consignado en la ley 21.255 con en el nuevo estatuto Antártico publicado en el Diario Oficial de Chile el 17 de septiembre de 2020.
Sumado a la iniciativa del año 2009, un año después, fue promulgado el Parque marino Motu Motiro Hiva en esa área del Chile insular, de gran importancia océano-política, lo cual constituye un macizo aporte del Estado de Chile en aras de la sustentabilidad de especies y los ecosistemas marinos de las aguas en las cuales ellos habitan, contribuyendo a la preservación del medio ambiente de los océanos a nivel global.
Los nuevos desafíos propuestos y los que se sumarán a contar del próximo año, le imponen una dinámica especial a la Armada de Chile, la cual debe ir adecuando sus necesidades a fin de otorgar una respuesta gradual, pero eficiente, a las nuevas demandas operacionales que generan los compromisos asumidos por el Estado de Chile para la vigilancia y protección de los nuevos espacios marítimos que se incorporarán a las aguas de jurisdicción nacional, pasando a ser parte integrante de los intereses marítimos de la nación.
La plataforma continental es la prolongación natural bajo el mar de un territorio continental o insular, correspondiendo a toda la proyección sumergida de tierra en el fondo marino desde la línea de costa hasta las 200 millas, donde el Estado ribereño puede explotar recursos vivos y no vivos en el suelo y subsuelo marino.
Todo territorio en la alta mar, fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de los países se encuentra bajo la tuición de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (International Seabed Authority ISA) de la ONU, encontrándose su sede en Kingston, Jamaica.
Además, existen derechos de los Estados ribereños para exploración, protección y uso de sus recursos naturales, lo cual está consagrado en la Convención de las Naciones Unidas para el Derecho del Mar (CONVEMAR), de la cual Chile es parte desde el año 1997. Para eso existe una Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas (CLPC), la cual analiza las presentaciones y posteriormente, producto de un detallado estudio por parte de sus integrantes, se pronuncia en relación a validar las aspiraciones de los países para ampliar su soberanía sobre el suelo marino contiguo a sus aguas de responsabilidad jurisdiccional.
En situaciones particulares que se derivan de la morfología del fondo submarino, las naciones además cuentan con la facultad para optar a la reclamación de PCE, ello en virtud a lo establecido en el artículo 76, párrafo 8 de la CONVEMAR, que señala “El Estado ribereño presentará información sobre los límites de la Plataforma continental, más allá de las 200 millas contadas desde la línea de base a partir de la cual se mide la anchura del mar territorial.”
Además, expresa en el párrafo 9, siguiente, que “El Estado ribereño depositará en poder del Secretario General de Naciones Unidas cartas e información geodésica que describe el límite exterior de su plataforma continental.“
Esta normativa se encuentra vigente desde mayo del año 1999,2 lo que sentencia que Chile, a menos de 10 años de su instauración, comenzó con la preparación logística de buques y equipamiento adecuado, que en alguna medida se vio afectado por el retraso que tuvo el buque de investigación científica AGS 61 Cabo de Hornos en su ingreso al servicio naval, derivado del terremoto y tsunami que azotó a los puertos de la región del Bíobío y al astillero de ASMAR en Talcahuano el mismo día de su botadura al agua desde la grada de lanzamiento, el 27 de febrero del año 2010.
Fuente: El Mercurio emol.com
En el marco de la recopilación de antecedentes para el proyecto de la PCE de Chile, dirigido por DIFROL, el Cabo de Hornos, desde fines del año 2013, en diversas comisiones, se dirigió hacia el área de Isla de Pascua-Rapa Nui y Salas y Gómez para efectuar comisiones de batimetría de la plataforma continental.3
Para la tarea descrita, se embarcó personal del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), el cual operó y procesó los datos hidrográficos obtenidos por medio de modernos equipos que posee el buque y posteriormente la data recopilada fue procesada en las instalaciones del recinto hidrográfico en Valparaíso.
La información obtenida, después de más de dos meses de navegación en el área, permitió contar con datos precisos respecto de la definición de la morfología del suelo marino, cubriendo hasta los 7.500 m de profundidad, pudiendo visualizar en forma tridimensional las características del fondo oceánico.
Ello confirma que la Armada de Chile ha tenido una destacada participación en la recopilación de información tras la culminación de años de estudios técnicos y científicos de biometría y biofísica que han posibilitado reunir los antecedentes técnicos necesarios para sustentar la primera presentación parcial de PCE de Chile ante la CPLC en este alejado territorio insular de nuestro país, de manera que Chile pueda optar al empleo de esta superficie submarina y los recursos minerales o naturales existentes en su fondo marino.
Los trabajos desplegados en el área junto a los posteriores análisis realizados han arrojado datos sobre el movimiento de la placa de Nazca, vibración tectónica que ha hecho emerger una cadena montañosa de volcanes muy parecida a las cumbres de la cordillera de los Andes.
Esta cadena de cumbres submarinas compone el fondo marino de la zona señalada y pasará a dar forma a la PCE de isla de Pascua e isla Salas y Gómez, abarcando una distancia superior a las 350 millas y que, según estimaciones preliminares, podría alcanzar hasta las 700 millas.
Lo anterior, en caso de ser aprobado por las Naciones Unidas, podría significar que Chile incorporará un área de hasta 550.000 km², incluso casi el doble de la extensión del parque marino Nazca Desventuradas, en torno a Isla San Félix y San Ambrosio,4 el cual cuenta con 300.000 km.²
A su vez, estudios mineros han encontrado costras de manganeso ricas en cobalto con contenidos de cobre y níquel en el suelo marino de la plataforma continental en torno a las citadas islas oceánicas. Además, en los montes de esta cadena montañosa, también se han evidenciado muestras de depósitos de hidro metales,5 que corresponden a metales de valor económico, según lo señalado por el Doctor en Geología de la Universidad de Chile, Marcelo García.
Antecedentes de muestras del sedimento del fondo marino que reflejan el potencial de los minerales existentes en el fondo marino costero de este territorio insular del país.
Resultados logrados, gracias a los avances tecnológicos, conocimiento científico que conlleva a considerar a la minería submarina y la explotación de metales y minerales bajo el mar como una realidad en los próximos decenios, algo similar a lo que representa el litio en la actualidad junto a lo acaecido a nivel internacional y especialmente regional con la energía solar y eólica al inicio de este siglo XXI.
La impronta descrita hace necesario delinear una política de Estado en torno a la geología marina, de manera que en el seno del Comité Oceanográfico Nacional (CONA) se contemplen actividades sistemáticas de investigación sobre esta materia. Un factor determinante será la respectiva asignación de recursos en el presupuesto anual de la nación para realizar cruceros de investigación marina con el buque Cabo de Hornos de la Armada, entre otros, contemplando el embarco y participación de académicos del mundo científico nacional y del SHOA que permitan obtener mayor conocimiento del potencial que tienen estos fondos para el desarrollo económico e industrial de nuestro país en un horizonte próximo.
Estos estudios de múltiples actores a nivel nacional, los cuales se extendieron por casi una década, permitieron que Chile presentara ante la CLPC, el 21 de diciembre del año 2020, el informe sobre la PCE en la provincia de isla de Pascua-Rapa Nui.
Se ubica en una eco región marina alrededor de la isla Salas y Gómez (Motu Motiro Hiva su nombre histórico en idioma Rapa Nui) y quiere decir -islote del ave en el camino a Hiva, mítica tierra o isla-, de la cual habrían provenido los ancestros de los nativos de la isla de Pascua-Rapa Nui, territorio insular que se encuentra a casi 400 km de nuestra principal isla en la Polinesia, isla de Pascua y a casi 3.200 km de Chañaral en el Chile continental; posee una extensión de mar y costa de 150.000 km.²
El parque fue creado por Decreto Supremo del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo Nº 235 del 30 de septiembre de 2010. En su artículo Nº 2, se señala que su objeto es preservar los ecosistemas marinos y especies endémicas en torno a la isla, como también a aquellos montes submarinos que constituyen la plataforma continental del cordón Salas y Gómez. Una de sus características principales es que dada su lejanía de Chile continental y del resto de Sudamérica, ha tenido muy poco contacto con presencia humana y por lo tanto su biodiversidad y ecosistemas se encuentran prácticamente en estado natural y, por lo mismo, fue declarado santuario de la naturaleza el año 1976.6 La administración de este parque marino está a cargo del Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA).
Fuente: Pew Bertarelli, Ocean Legacy, 19 de marzo 2018
Con la presentación anunciada por el presidente de la República, nuestra nación ampliará en forma importante su territorio marítimo de ultramar a casi 2.000 millas de Chile continental.
El poder naval, definido por el binomio fuerza x posición recobra un sitial especial dada las características del escenario geográfico y oceánico de los nuevos espacios jurisdiccionales que el país aspira incorporar a sus fronteras marítimas, en orden a ejercer legítimos derechos soberanos sobre ellos para su resguardo y eventual explotación en beneficio de nuestro país y de su población.
La voluntad estratégica, viga maestra del binomio componente del poder naval, deberá contar para sus tareas de control y vigilancia de los territorios marítimos descritos, naves de alto franco bordo y buenas condiciones marineras, junto a buques logísticos que les permitan arribar y persistir en esas distantes áreas de interés durante periodos prolongados de tiempo, de modo que posibilitar cubrir toda su extensión en cada uno de los despliegues que se realicen.
También se requerirán aviones de exploración aeromarítima de gran autonomía para poder gravitar sobre esas lejanas aguas, los pilotos aeronavales deberán incrementar su experiencia para proyectar sus operaciones desde el aeropuerto de Mataveri en isla de Pascua-Rapa Nui, incluso considerando, a futuro, destacar un grupo aeronaval o destacamento de drones en forma permanente en ese lugar. Esto, dirigido a optimizar los recursos humanos y financieros para asumir las nuevas tareas y roles que implicará la anexión de estos remotos espacios a la jurisdicción del territorio nacional. Los vehículos no tripulados (UAV) o drones aeronavales también se perfilan como una alternativa eficiente para complementar las herramientas satelitales sobre la trayectoria de los buques que se realiza por medio del AIS (Automatic Identificacion System), un equipo que la normativa marítima internacional hace obligatorio el reporte de los buques respecto de su posición a tiempo real, a fin de evitar colisiones principalmente.
La integración de fotografías y el flujo de información de datos cinemáticos de velocidad de embarcaciones junto al conocimiento del movimiento pesquero obtenido a través de la plataforma digital Global Fishing Watch, (GFW Observatorio de Pesca Global por su sigla en inglés), que permite visualizar, rastrear y compartir datos sobre la actividad pesquera global, especialmente apoyado por el sistema satelital VMS (Sistema de Monitoreo de Embarcaciones), resulta fundamental para contar con un panorama de superficie claro y automatizado en esta alejada zona, sin tener que estar presente las 24 horas al día para asegurar su custodia.
Todo este esfuerzo de vigilancia, control, alerta y respuesta de lo que acontece en el área marítima de responsabilidad nacional, forma parte del concepto de MDA (Maritime Domain Awareness), conciencia del dominio marítimo, en idioma español, término que con el correr del tiempo se ha ido asimilando cada vez con mayor profundidad a la planificación operacional institucional, en relación a incorporar las variables de seguridad, económica y del medio ambiente en el resguardo integral de nuestros mares.
Para lo anterior, será primordial la asignación de recursos del Estado a la Armada – SERNAPESCA para lograr la materialización de un proyecto satelital de última generación que permita a Chile, sin dependencia tecnológica extranjera, poder supervigilar en forma permanente estos distantes espacios marítimos con la misma efectividad que lo hace en sus aguas territoriales colindantes al borde costero de nuestro país.
Islas Salas y Gómez
Por su relevancia estratégica, política, medioambiental, económica social y turística, la cuenca del Pacífico y sus rutas marítimas representan un área oceánica vital para desarrollo y prosperidad de Chile.
Cada año la dinámica geopolítica y oceánica que se genera en torno al estanque oriental del Pacífico Sur y en este caso particular en el eje geoestratégico Rapa Nui -Motu Motiro Hiva, comprende nuevas y mayores responsabilidades al Estado y a la Armada de Chile con respecto a la custodia, vigilancia y fiscalización sobre la sustentabilidad de especies vivas y ecosistemas presentes en las AMP creadas. Ello, adicionado a la vigilancia para que los fondos marinos contiguos a esos espacios marítimos sean resguardados en forma exclusiva para su explotación por la industria nacional con recursos humanos y científicos de nuestro país.
Los modernos y sofisticados drones de Exploración Aeromarítima (EAM), utilizados en nuestra Armada, se presentan como una opción eficiente para operar en este tipo de escenarios a gran distancia de puerto base en el territorio continental, donde la posición estratégica del aeropuerto de Mataveri y de un futuro puerto protegido cobra especial relevancia para proyectar la persistencia de la EAM y patrulleros marítimos, a fin de evitar cualquier vulneración a la ZEE que proyectan ambas islas oceánicas, además de consolidar nuestra soberanía con presencia efectiva.
También, el plano del vector naval-marítimo y su eslabón con el mundo científico se abre un espacio de sinergia de trabajo conjunto entre el SHOA y universidades e institutos relacionados al tema, como también con los Ministerios de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente, Minería, Ciencias y Economía, en el cual el mar, la política internacional y las capacidades estratégicas del país y su Armada tendrán como desafío, a futuro, delinear una hoja de ruta para que el desarrollo tecnológico nacional permita a Chile contar con la capacidad de continuar con los estudios que posibilitarán cuantificar las riquezas existentes en el área oceánica descrita y la forma más favorable para el medio ambiente marino en cuanto a realizar una extracción razonable y sustentable de su subsuelo en beneficio de nuestros compatriotas y en especial de los habitantes de Rapa Nui.
Las AMP Nazca Desventuradas junto a Motu Motiro Hiva con 450.000 km,² casi el 60 % del territorio de Chile continental, representan el compromiso de Chile con el medioambiente marino y la pesca sustentable en el océano Pacífico Sur, al brindar protección legal a las especies que habitan los ecosistemas contenidos en sus aguas.
La isla Salas y Gómez, al igual como hemos visualizado a nivel internacional, con la implementación de infraestructura y construcción de pistas de aterrizaje en pequeños territorios insulares de gran importancia geopolítica en el mar del sur de China, puede ser fortalecida con la construcción de una pequeña Alcaldía de Mar contigua al faro ya existente, como también una plataforma en altura sobre sus requeríos para operaciones de reaprovisionamiento vertical (VERTREP). Esto, en orden a anclar con mayor consistencia nuestro derechos soberanos sobre la isla, junto a servir de soporte al SERNAPESCA dirigido a facilitar su acceso y presencia y, especialmente, al mundo científico e industrial para las tareas de fiscalización de sus aguas colindantes como en las investigaciones que se deben continuar realizando para la emergente explotación de la minería submarina que podría sorprender al país antes del año 2050.
Pese a la presentación realizada por nuestro país ante la CLPC, el inicio de su revisión por este organismo internacional podría demorar algunos años, lapso en el cual Chile podría incorporar modificaciones y mejoras en su presentación.
En el plano internacional y vecinal Chile ha hecho prevalecer sus derechos soberanos de ante la CPLC de acuerdo a lo establecido en la CONVEMAR, sentenciado una vez más que somos una nación con preeminencia marítima que mantiene su mirada para el porvenir de Chile, precisamente en el océano Pacífico y en sus aguas antárticas. Por lo que pese a estar en una esquina recóndita del planeta, bajo una condición sanitaria extrema, el potencial y los desafíos que le otorgan sus espacios marítimos jurisdiccionales lo hacen erigirse como un actor de preponderancia a nivel mundial en el ámbito marítimo y antártico.
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La Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (Convemar), en su Parte VI, define la plataforma continental de un...
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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