Por JORGE GREIG SILVA
La migración es un fenómeno global que ha tenido un impacto significativo en diversas esferas de la sociedad, no quedando exenta de ella las Fuerzas Armadas, que en un futuro próximo se verán enfrentadas a integrar la diversidad cultural, lo que presentará oportunidades y desafíos, moldeando su futuro.
Migration is a global phenomenon which has hit different spheres of society with compelling impact, and the Armed Forces are not exempt from it. In the foreseeable future, the armed services will be confronted with the integration of cultural diversity which will present challenges but also opportunities, thus shaping their future.
El fenómeno de la migración se ha convertido en uno de los principales focos de atención y causa de debate en el sector político y social de nuestro país. Sobre todo, desde que salió a la luz la cantidad de migrantes llegados en masa desde Haití, Venezuela y otros países de Sudamérica en los últimos años. En efecto, en el año 2019 se llegaron a contabilizar 1.492.522 personas extranjeras residentes en Chile, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Si bien es imposible efectuar el cálculo exacto de la cantidad de inmigrantes y chilenos de padres inmigrantes que existirán en Chile en los años venideros, ya que las migraciones obedecen a condiciones políticas, sociales y económicas, el INE predice que a contar del año 2026 la cifra de inmigrantes se reducirá y estabilizará (INE, 2021). Lo anterior nos hace preguntarnos ¿cómo afectará este fenómeno migratorio a las Fuerzas Armadas?
En consecuencia de lo anterior, es que podemos aventurarnos a expresar que para el año 2050 las Fuerzas Armadas de Chile serán multiculturales, es decir, contarán con chilenos hijos de inmigrantes en sus filas. Dicha conformación se deberá al actual aumento explosivo de la inmigración y también, a que las personas necesitan o sienten el deseo de pertenecer a las Fuerzas Armadas, lo que implicará tanto oportunidades como desafíos y que la diversidad cultural y la inclusión en las instituciones militares se vuelvan un tema de relevancia.
Entenderemos por multiculturalidad “la existencia de varias culturas que conviven en un mismo espacio físico, geográfico o social. Abarca todas las diferencias que se enmarcan dentro de la cultura, ya sea religiosa, lingüística, racial, étnica o de género” (Multiculturalidad, 2019). Por lo tanto, de acuerdo a lo expresado anteriormente, podemos afirmar que para el año 2050 parte del personal de las Fuerzas Armadas tendrá costumbres y creencias religiosas diferentes a las típicamente chilenas y que también habrá diferentes etnias.
El primer fundamento que valida lo planteado corresponde a que el importante aumento de inmigrantes en la población chilena que se está dando en la actualidad generará una mayor presencia de personas de distintas culturas en las Fuerzas Armadas. El aumento explosivo de población inmigrante queda de manifiesto en la siguiente cita:
Si para el censo del 2002 teníamos 184.464 extranjeros, el 1,2% de la población total, el Ministerio del Interior estimó que para finales del 2018 existían 1.251.225 inmigrantes, que alcanzan el 6,6% de la población total. Hemos experimentado en 15 años un fenómeno de inmigración inédito en la historia republicana de Chile, pero además concentrado en el trienio 2015 – 2017. (Merbilháa, León, Haindl, & Van Nievelt, 2020, p. 227)
En cuanto a la edad de los inmigrantes, y tomando como base al censo de abril de 2017 y las encuestas de empleo e ingresos del INE, el gobierno concluyó que la población inmigrante se caracteriza por ser más joven que la población promedio de Chile. “Efectivamente, el 60% de los inmigrantes se concentra en el tramo de 25 a 50 años, en relación con el 35% de los chilenos” (Merbilháa, León, Haindl, & Van Nievelt, 2020, p. 226). Considerando el tramo de edad de los actuales inmigrantes, podemos suponer que para el año 2050 la primera generación de chilenos de padres inmigrantes estará en edad laboral. Y si bien es probable que adopten la cultura y costumbres chilenas, hay ciertas características del país de origen de sus progenitores que se mantendrán.
Por otra parte, es bien sabido que las instituciones de la Defensa son una muestra de la sociedad y que quienes las componen son oriundos de distintas partes del país, hasta de las más recónditas. De esta manera, se puede deducir que la actual explosión demográfica de inmigrantes experimentada por el país traerá como consecuencia, en un futuro no muy lejano, la incorporación de personas de diferentes culturas a las instituciones de la defensa.
El segundo motivo para afirmar que las Fuerzas Armadas serán multiculturales en el 2050 es que chilenos hijos de inmigrantes buscarán ingresar a las instituciones de la Defensa porque será una opción atractiva para ellos. Las razones más importantes son las siguientes.
En primer lugar, se encuentran las motivaciones económicas. De hecho “se reconoce como principal motivación para migrar aquella que se relaciona con las potenciales ganancias del individuo asociadas a participar en el mercado laboral del país de acogida” (Aninat & Vergara, 2019, p. 66). En efecto, los inmigrantes se establecen en determinado lugar con la esperanza de alcanzar mejores oportunidades, van a un país a hacer una vida nueva para ellos y sus hijos.
Al respecto, el libro “Inmigración en Chile. Una mirada multidimensional”, señala que “los inmigrantes vienen al país a buscar nuevas oportunidades y que, en su gran mayoría, hacen un enorme esfuerzo por tener éxito en esa búsqueda” (Aninat & Vergara, 2019, p. 19). Tal esfuerzo e ímpetu es traspasado a las generaciones venideras.
Ahora bien, generalmente los inmigrantes no cuentan con las mismas oportunidades que los chilenos. Al respecto, en el libro “Inmigración en Chile. Una mirada multidimensional”, se indica: “Su ingreso a los distintos sectores (salud, sistema previsional, educación, vivienda) no está exento de trabas, por lo que demoran algunos años en igualar las condiciones de los locales, llegando en ciertos aspectos incluso a superarlos” (Aninat & Vergara, 2019, p. 13).
Muchas veces esta dificultad para ingresar al mercado laboral también afecta a los hijos de esos mismos inmigrantes. En este sentido, las Fuerzas Armadas son una opción viable y apetecida ya que proporcionan un sustento económico adecuado, estable y perdurable en el tiempo.
En segundo lugar, se encuentran las motivaciones e intereses personales. Es de esperar que cierto porcentaje de personas sientan la necesidad de pertenecer a alguna rama militar, dado que su esencia humana así lo requiere, generando una pasión desconocida por querer ejercer en determinada área de las Fuerzas Armadas. Lo anterior sin duda alguna afectará a un porcentaje de chilenos de padres extranjeros.
Como ejemplo de lo anterior se citan dos comentarios efectuados en un debate sobre la pregunta “¿por qué quieres ser militar?”, efectuada en el sitio web “Fuerzasarmadas.eu” (2015):
Porque me gusta desde pequeño y aunque estudié una carrera, un máster y conseguí un trabajo relacionado con mis estudios al lado de casa, me decidí a cumplir ese sueño y no me importa dejar mi trabajo, perder dinero y alejarme de casa, tengo la ilusión de llegar a ser oficial del ejército español y voy a luchar por conseguirlo.
Siempre me ha atraído lo técnico (sistemas, naves navales y aéreas), la disciplina, el orden, la jerarquía, promocionar, las tradiciones, el compañerismo y actos militares. También cabe decir el pequeño mundo aparte que vive el ejército, y el trabajar para y por el estado de España haciendo sacrificio por un bien mayor, la patria y el orgullo de llevar la bandera de España a mi izquierda.
Como tercera y última motivación para el ingreso a las Fuerzas Armadas está la vocación de servir a la patria. Si los chilenos hijos de inmigrantes son integrados a la sociedad, sin discriminación, se conseguirá que adquieran los valores patrios y generen ese sentido de pertenencia al país, por lo que sentirán la necesidad de ingresar a las Fuerzas Armadas.
En este sentido, el servicio militar es un aporte, ya que permite que personas ajenas al ámbito militar conozcan ese mundo y eventualmente se interesen por él. Para los hijos de inmigrantes, este acercamiento que provee el reclutamiento obligatorio es aún más relevante, porque al ser hijos de extranjeros, se podría asumir que la defensa de una nación que no sienten como totalmente propia les es totalmente extraña. Respecto a este tema, el informe “Inmigración y cultura de defensa”, del Ministerio de Defensa de España indica: “En la segunda generación es posible que exista mayor contacto, pues los hijos de inmigrantes serán objeto de las campañas de reclutamiento, al margen de la nacionalidad de origen de sus padres” (Jordán, 2002, p. 24).
En resumen, las razones que podrían incentivar a los hijos de inmigrantes a ingresar a las instituciones de la defensa chilena serían motivaciones económicas, pasión por lo militar y vocación de servicio a la patria. Aun cuando toda predicción está sujeta a incertidumbre, se podría aventurar que la participación de los hijos de inmigrantes en la Defensa Nacional no será despreciable.
A pesar de lo anteriormente expuesto, hay personas que se oponen a la multiculturalidad en las Fuerzas Armadas. El argumento que esgrimen es que se trata de instituciones muy tradicionalistas, cuya cultura militar y valores están profundamente arraigados. Por lo tanto, si los hijos de inmigrantes que integran las Fuerzas Armadas no adoptan la cultura y los valores nacionales, generarán problemas sociales y disciplinarios, produciendo una falta de cohesión, rendimiento y un quiebre al interior de la institución.
Al respecto, el artículo “La inmigración en la agenda de seguridad en Chile. Las nuevas amenazas en los libros de la defensa nacional”, señala:
Las generaciones de descendientes de migrantes que mantienen sus tradiciones, que no son permeados culturalmente por la cultura chilena, pero que pasan a ser ciudadanos chilenos, y que por lo tanto pueden optar a cargos en la administración pública, en las Fuerzas Armadas, en las Fuerzas de Seguridad Pública, generarán un problema. (Navarrete, 2019, p. 13)
Por lo tanto, existe el riesgo de que personas no integradas a la cultura nacional pasen a ser funcionarios del Estado. Sin embargo, es poco probable ya que en Chile se está apoyando mucho la integración de los inmigrantes y su descendencia. Un ejemplo de ello es lo que ocurre en los colegios. Al respecto, Aninat y Vergara (2019) indican:
Se observa que la mayor concentración de inmigrantes no ha perjudicado ni la convivencia al interior de los establecimientos ni el rendimiento académico de los estudiantes. Por el contrario, se revela una mejora en las percepciones de discriminación y de violencia de estudiantes. (p. 16)
Sumado a lo anterior, añaden que “la relación negativa entre la diversidad étnica y las actitudes nativistas estimada para Chile es más atenuada que la estimada en países desarrollados” (Aninat & Vergara, 2019, p. 343). Todo indica entonces, que la sociedad chilena está bien dispuesta para la integración multicultural, lo cual incluye a las Fuerzas Armadas.
Relacionado con el tema, Jordán (2002) en su informe indica:
Además, lo habitual es que la segunda generación de los inmigrantes haga suya la identidad del país en que ha nacido, aunque sumen a ella determinadas nociones y prácticas propias de su identidad de origen (sociedad multicultural). (p. 22)
En otras palabras, los chilenos hijos de inmigrantes serán permeados por la cultura y los valores patrios, lo que facilitará su integración a la sociedad y por ende a las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, Jordán (2002) puntualiza que para que exista este tipo de integración es preciso que los padres de los inmigrantes “se hayan integrado suficientemente y que no se eduque en el interior de una identidad de resistencia, pues de lo contrario podrían rechazar o verse excluidos de la identidad nacional” (p. 22). Por otra parte, agrega: “es probable que, conforme se sucedan las generaciones, se avance en la integración multicultural y se reduzcan los problemas de convivencia” (p. 21).
A partir del análisis realizado, es posible concluir que para el año 2050, las Fuerzas Armadas chilenas serán multiculturales, es decir, una parte de su personal será descendiente de padres inmigrantes. De esta manera, coexistirán en ellas distintas culturas, religiones y etnias. Como se ha expuesto en los párrafos anteriores, la multiculturalidad que actualmente está experimentando el país, y que seguirá existiendo con la primera generación de hijos de inmigrantes, se verá reflejada en las instituciones de la Defensa. Por lo tanto, las Fuerzas Armadas serán multiculturales porque, ya sea por necesidades económicas, intereses personales o vocación de servicio, habrá chilenos descendientes de extranjeros interesados en ingresar.
Lo importante es que la multiculturalidad sea integrada. Como se planteó anteriormente, las instituciones de la Defensa de Chile son tradicionalistas, de modo que sería recomendable tomar acciones directas cuyo fin sea dar espacio a las diferencias y evitar discriminaciones al interior de las Fuerzas Armadas. En otras palabras, habrá que desarrollar e implementar ciertas políticas y establecer determinadas normas que aseguren la integración y el desarrollo de estos individuos en el ambiente militar para maximizar sus capacidades y contribuciones. En efecto, este concepto es clave, ya que genera en los inmigrantes y sus hijos el sentido de pertenencia y el compromiso con la nación necesarios para convivir en armonía con los demás chilenos.
Las Fuerzas Armadas deben ver la inmigración como una oportunidad, ya que esta ha demostrado ser una fuente de enriquecimiento en términos de habilidades y experiencia, fortaleciendo la capacidad de adaptación y operación en entornos multiculturales, permitiendo que las Fuerzas Armadas sean más flexibles y efectivas al enfrentar desafíos complejos en escenarios internacionales.
Bibliografía
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El reciente estallido y convulsión social acaecido en el país generó un caos en la vida de muchos chilenos, inicialmente se vio afectado el transporte urbano, posteriormente la distribución alimenticia, todo agravado con una ola de saqueos y quema de supermercados, principalmente en Santiago y también en algunas otras ciudades a lo largo del país. El presidente de la República, al ver amenazada la convivencia ciudadana y la seguridad de los habitantes y del bien público y privado, decretó el Estado de Excepción Constitucional de Emergencia para las provincias de Santiago y Chacabuco y en las comunas de San Bernardo y Puente Alto, lo que en forma posterior, con el devenir de los acontecimientos, se amplió a varias regiones y ciudades del país. El mandato presidencial derivó en la nominación de jefes de la defensa nacional a cargo de la seguridad de distintas regiones y comunas de Chile, que además de Carabineros y la Policía de Investigaciones, contó con la presencia masiva de soldados, marinos y aviadores para resguardar los principales centros urbanos de Chile junto a la infraestructura crítica del Estado.
La relación entre dos relevantes políticas de Estado, la exterior y la de seguridad y defensa, son analizadas en el marco de la intensa agenda internacional del país durante el presente año.
El autor analiza desde su origen las dificultades de financiamiento del sistema de previsión de las FF.AA.; luego presenta el diagnóstico y el modelo de carrera militar a los que se llegó a fines de 2007, para finalmente hacer su propia propuesta, basada fundamentalmente en el alargue del tiempo de servicio.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1001
Julio - Agosto 2024
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