Por Francisco Burgos Vargas
El Hogar Arturo Prat es una institución centenaria y noble que en el transcurso de los años se ha fortalecido y renovado, asumiendo el desafío de erigirse como un referente en términos de administración, infraestructura y atención de niños y adolescentes que han sido vulnerados socialmente.
The Arturo Prat Foundation is a centenary Non-profit institution that over the years has been strengthened and updated, assuming the challenge of becoming a reference in terms of administration, infrastructure and care for socially vulnerable children and adolescents.
Transcurría el año 1922 cuando un grupo de 35 señoras porteñas decidieron impulsar una obra de bien con el propósito de mejorar las condiciones de vida de 42 menores que, por prescripción judicial, permanecían recluidos en la Cuarta Comisaría de la Policía de Valparaíso.
En sesión celebrada el 14 de junio de 1922 se aprobaron los estatutos redactados por Luis Arrieta, los que fueron sometidos a consideración del Gobierno de Chile. La normativa orgánica y la personería jurídica de la organización fueron sancionadas por el Ministerio de Justicia y promulgadas en los decretos 1010 y 1030, el 22 de agosto de 1922, fijándose ese día como fecha de la fundación de la nueva entidad.
La Mesa Directiva quedó conformada por las siguientes integrantes
Presidenta Sra. Elisa Reyes de Phillips
Primera Vice Presidenta Sra. Emilia S. de Carrasco
Segunda Vice Presidenta Sra. Juana D. de Vega
Secretaria Srta. Dorila González
Pro Secretaria Sra. Carmela de Durán
Tesorera Sra. Laura del P. de León
Pro Tesorera Sra. Romelia de T. de Badilla
En su artículo primero, los estatutos señalan: “Fúndase en Valparaíso la Asociación Reformatorio de Niños Arturo Prat (su nombre reconocía las virtudes personales y cívicas de nuestro héroe), cuyo objeto será el de cooperar al sostenimiento y funcionamiento de toda obra que llene el fin humanitario de asilar a los niños abandonados, a los que en él recluyeren sus padres o guardadores, o a los condenados por la justicia, para proceder a su reforma moral, instrucción y educación”.
En sus comienzos la Asociación funcionó en el mismo local de la Cuarta Comisaría, siendo las principales actividades de los primeros alumnos los estudios primarios y el trabajo manual en los talleres de escobas, escobillones y escobillas, zapatería, juguetería, carpintería y talabartería.
En 1923, gracias a la donación de un filántropo anónimo, la entidad pudo comprar su primer bien material, un sitio y viña de cinco hectáreas y media en Villa Alemana. Dos años más tarde, adquirió la Quinta Rosada en el Cerro La Cruz, propiedad de 4 mil metros cuadrados de Antonio Dusaillant, con lo cual se logra trasladar a los menores desde la Comisaría de Valparaíso a su residencia definitiva, en un lugar que ha brindado desde entonces protección, cariño y cuidado a más de 10.000 menores que han pasado por el establecimiento en toda su historia.
Desde octubre del año 1925, el directorio ha estado presidido por oficiales navales, generales o superiores en retiro, tradición que se ha mantenido invariable en el tiempo, y que ha mantenido presente en su accionar la voluntad de conservar siempre vivo el espíritu que animó a las socias fundadoras.
En 1974 se inició un período de potenciamiento en sus capacidades formativas, las que se sumaron a la docencia, la enseñanza de Talleres para los internos de 7º y 8º Básico en las áreas de mecánica, electricidad y carpintería, gracias a diversas donaciones recibidas de equipamiento en tales disciplinas. Esto constituyó un excelente complemento formativo, logrando habilidades muy preciadas que les permitieron continuar estudios de enseñanza media en institutos técnicos profesionales como asimismo acceder a algunos de ellos, al término de su enseñanza básica, a la Escuela de Grumetes de la Armada.
Este hecho incentivó a que los integrantes de la Armada adhirieran con una erogación voluntaria asumiendo la calidad de socios de la entidad, generando con ello el complemento de recursos que permiten hasta nuestros días la operación de los establecimientos de la asociación (hogar y escuela). De esta forma, la institución hoy opera y se desarrolla con el aporte de socios activos, que son personas voluntarias del mundo civil y de la Armada y desde 1984 se suman los subsidios de asistencia del Estado a través del Servicio Nacional de Menores (SENAME).
Su infraestructura, gestión de recursos y un equipo humano muy profesional, cohesionado y eficiente, tanto en el Hogar como en la Escuela, han demostrado a lo largo de estos 100 años su capacidad para asumir una responsabilidad tan gravitante como lo es el desarrollo y futuro de nuestros niños.
En la actualidad, según el convenio Mejor Niñez, la institución (Hogar) dispone de 30 plazas. Por otra parte, la Escuela, que si bien es cierto comparten los terrenos en el cerro La Cruz, es totalmente independiente del Hogar y posee una capacidad aproximadamente para 150 alumnos.
La meta fijada es permitir a muchos menores tener una infancia digna y la opción de un desarrollo profesional cimentado en valores y virtudes para su integración a la sociedad.
Como Revista de Marina, nuestro mayor reconocimiento a todo el personal que labora en el Hogar y Escuela.
Bibliografía
-Libro Asociación Hogar de Niños Arturo Prat 100 años.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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