Por JOSÉ TOMÁS SASSO BOOCK
Desde el siglo XX se empezó a aplicar el Arte Operacional, concepto que aún se mantiene en desarrollo y se está implementando en las campañas militares del mundo. Lo anterior supone un problema, pues el campo de batalla moderno requiere el dominio absoluto de este arte para obtener la victoria. Para lograr el Estado Final Deseado en una campaña, se utiliza el Fuego Operacional. Este artículo realiza un análisis de la aplicación del Fuego No Letal en el conflicto Rusia-Ucrania.
Introducción
En el mundo académico-militar existen muchas definiciones para el Arte Operacional (AO), debido a que es un concepto emergente, por lo que resulta difícil comprenderlo e imaginar cómo puede ser llevado a la práctica. Los autores, Navajas (2006) y Ortega (2007), en sus artículos “Arte Operacional y la Estrategia Conjunta” y “Arte Operacional y la Estrategia Marítima” respectivamente, mediante un complejo análisis de diversas publicaciones, logran llegar a un punto de convergencia para definir el AO.
El AO tiene, a su vez, diversos conceptos involucrados, los cuales, a simple vista, resultan abrumadores y confusos, por lo que requieren un extenso proceso de reflexión, estudio y análisis. Con el propósito de colaborar al lector en la comprensión de algunos de estos conceptos, el presente artículo tiene como objetivo analizar el “Fuego No Letal”, utilizando como ejemplo, el estudio de su puesta en práctica en el conflicto Rusia-Ucrania.
Este trabajo se divide en dos capítulos. El primero explica los conceptos necesarios para realizar el análisis y efectúa una contextualización del conflicto Rusia-Ucrania. El segundo capítulo describe las principales acciones de “Fuego No Letal” llevadas a cabo por las fuerzas armadas de Ucrania, identificando sus posibles consecuencias en el desarrollo de dicha guerra.
Antecedentes
1. Arte operacional y fuego no letal
Para entender el análisis del presente ensayo, es necesario familiarizarse con algunos conceptos relacionados a las operaciones militares.
En primer lugar, existen cuatro niveles de conducción militar: Político-Estratégico, Estratégico, Operacional y Táctico. Según indica Harvey (2022) el nivel Operacional implica la planificación y ejecución de campañas y operaciones importantes, en donde se utiliza el AO para lograr los objetivos estratégicos. A su vez, el AO se define como:
Ciencia y arte ejecutada por el Comandante Operacional, en la conducción de operaciones para alcanzar objetivos predefinidos por el nivel estratégico y llevadas a la acción por el nivel táctico, de manera eficaz y eficiente, dentro de un teatro de operaciones dado. (Ortega, 2007).
Para facilitar al lector la relación de los conceptos anteriores, Navajas (2006) utiliza la siguiente analogía: un compositor, al escribir una sinfonía, se encuentra en el nivel estratégico. A su vez, los músicos, con la particularidad de sus instrumentos, se encuentran en el nivel táctico. Los Objetivos Estratégicos del compositor corresponden a cómo debe escucharse su sinfonía. Para lograr que dichos objetivos sean alcanzados por el Nivel Táctico, es decir, los músicos, es necesaria la dirección de alguien que ordene cuando deben entrar y salir los distintos instrumentos. Aquella coordinación y sincronización, la realiza el director de orquesta y puede asociarse al Nivel Operacional. Ahora bien, sus conocimientos y habilidades para interpretar la sinfonía y dirigir a los músicos, corresponde al AO.
El AO posee cuatro componentes o áreas de estudio, los cuales, según Ortega (2007), son los siguientes:
Con respecto a las Funciones Operacionales, Vego (2000) indica que son:
Con respecto al Fuego Operacional, éste se divide en dos: Letal y No Letal. La diferencia entre ambos conceptos se explica así:
El Fuego Letal está destinado a retardar, interrumpir o degradar las fuerzas o funciones críticas enemigas. Pueden ser usadas armas convencionales o no convencionales, incluyendo misiles, bombas, cañones e incluso torpedos y minas. El Fuego No Letal está orientado a interrumpir o retardar el rendimiento de las fuerzas, funciones o instalaciones enemigas (Vego, 2000).
2. Conflicto Rusia-Ucrania
Ya definidos los conceptos involucrados en el presente ensayo, es momento de contextualizar el conflicto que se analizará.
El 24 de febrero del año 2022, Rusia inició una ofensiva militar sobre territorio ucraniano, con el propósito de desmilitarizar y desnazificar dicha nación, en un contexto de conflictos entre fuerzas separatistas y el gobierno (Cordero, 2023).
Para lograr lo anterior, la táctica utilizada últimamente por el ejército ruso ha sido el ataque por oleadas, es decir, masas de soldados de infantería que atacan varias veces al día con el propósito de desgastar las posiciones defensivas ucranianas (Corera, 2024). Este tipo de táctica ha sido utilizado anteriormente por los rusos en la Segunda Guerra Mundial, en donde imponen su cantidad material y humana por sobre la calidad (Chassin-Trubert, 1980).
En la Figura 1 se muestra una comparación de fuerzas entre Rusia y Ucrania.
Considerando la inferioridad numérica de las fuerzas armadas ucranianas en comparación con las rusas, es de toda lógica que la estrategia de los primeros consista en tomar una posición defensiva en un territorio conocido e intentar repeler la ofensiva.
Las Unidades de infantería rusas, al adentrarse cada vez más en territorio ucraniano, y poseer una autonomía limitada, son directamente dependientes de la cadena logística de suministros, las cuales sustentan su capacidad de operación.
Considerando que, este conflicto ha durado algo más de dos años, el Estado ruso debe ser capaz de producir constantemente combustible y maquinaria para llevar a mantener vigentes sus campañas aéreas y terrestres (aviones, tanques, sistemas de artillería, munición, entre otros).
Es en este contexto que, intentando evitar, en medida de lo posible, batallas decisivas, las fuerzas ucranianas han optado por efectuar operaciones de Fuego No Letal, con el propósito de debilitar la producción y cadena de suministros de ejército ruso.
3. Acciones de fuego no letal
- Ataques a refinerías petroleras y fábricas de drones:
Mediante el ataque de drones a refinerías petroleras, Ucrania ha logrado dejar temporalmente fuera de servicio al 16% de la producción rusa de combustible para motores (Djokic, 2024).
Actualmente, Rusia es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, por lo que depende directamente de su capacidad de refinado de dicho producto para mantenerse vigente en el panorama energético mundial.
Debido a la invasión, Rusia ha sufrido sanciones económicas por parte de las potencias de occidente. El analista Islam (2024) indica que Rusia ha adoptado una economía de guerra. Es por esto que el 40% de su presupuesto estatal está destinado al conflicto con Ucrania. Efectuando una venta de hidrocarburos a China, la economía rusa ha crecido rápidamente, por ende, resulta lógico que los ataques ucranianos intenten debilitar el único sustento de la economía adversaria.
Por otro lado, en esta guerra se ha evidenciado un elevado uso de drones por ambos bandos. En este contexto, se registró un ataque con drones ucranianos a una fábrica de drones rusa en Tartaristán.
En el campo de batalla del conflicto tratado, los drones cumplen además funciones como ataque a unidades blindadas, motorizadas y de infantería. Es lógico entonces, que Ucrania ataque fábricas de drones rusas con el objetivo de disminuir la capacidad adversaria de atacar a las fuerzas desplegadas.
Considerando lo anterior, se logra evidenciar la relevancia del Fuego No Letal para mantener la capacidad de operación de las fuerzas propias.
- Ataques a plantas de etanol:
Según el sitio Infobae (2024), entre los días 22 y 28 de octubre del 2024, diversas destilerías de etanol rusas sufrieron ataques masivos por parte de drones ucranianos. Dichos ataques perjudican principalmente a la aviación rusa, puesto que el alcohol se utiliza en la producción de combustible de aviación, líquidos técnicos de aeronaves y anticongelantes, los cuales son de vital importancia considerando las bajas temperaturas de la región.
Los ataques a las plantas de etanol son una alternativa a los ataques a aeródromos, pues se han reforzado las capacidades antiaéreas en dichos sectores (Infobae 2024).
Se logra evidenciar de lo anterior, que, al no poder librar combates aéreos como tal, o en su defecto, destruir las aeronaves rusas, las fuerzas ucranianas están realizando operaciones para que la fuerza aérea rusa no pueda ser abastecida, es decir, degradando el rendimiento de las fuerzas adversarias sin perseguir bajas militares.
- Ataque al arsenal de Tver:
Según lo informado por el sitio France 24 (2024), el 18 de septiembre del 2024, el Gobierno ucraniano anunció que se realizó un ataque masivo con drones sobre un arsenal ruso, destruyendo misiles, bombas aéreas y munición de artillería, en la ciudad de Toporets, región de Tver.
Lo anterior correspondió a una operación conjunta entre el Servicio de Seguridad de Ucrania, Inteligencia Militar de Kiev y Fuerzas Especiales del Ejército.
Producto de esto, las autoridades de Toporets dispusieron la evacuación de la población de la zona. Además, el Gobernador de Tver indicó que el ataque no causó víctimas civiles ni heridos graves.
En este punto se demuestra que mediante el Fuego No Letal se pueden debilitar las capacidades adversarias sin necesariamente buscar bajas, salvaguardando además las vidas de las fuerzas propias.
-Ataque a puentes y líneas de suministro:
El 16 de agosto del 2024, la Fuerza Aérea ucraniana comenzó una operación con el objetivo de cortar suministros rusos mediante la destrucción de puentes que permiten el abastecimiento de las tropas de Glushkovo en la región de Kursk.
Para subsanar esto, el ejército ruso instaló pontones1 para mantener el abastecimiento de sus tropas desplegadas, sin embargo, éstos no han sido del todo efectivos, puesto que ucrania continuó sus ataques con drones.
A partir del año 2023, Ucrania lanzó una contraofensiva con el el objetivo de recuperar territorio controlado por los rusos. Para lograr esto, Kahat (2024) explica que las fuerzas ucranianas se basaron en tres certezas fundamentales: la primera contaba con las buenas condiciones meteorológicas que se presentarían en la primavera del hemisferio norte; la segunda, con el apoyo de equipamiento de sofisticada capacidad tecnológica por parte de la OTAN para contraarestar la superioridad cuantitativa rusa; y la tercera, consistía en que la ofensiva principal se realizaría en la región de Zaporiyia, con el objetivo de interrumpir el puente terrestre construido por Rusia durante la invasión de 2022. Dicho puente conectaba la región en el este de Ucrania que Rusia controla desde 2014, conocida como Dombás, con la península de Crimea.
La ofensiva ucraniana considera el uso de Fuego Letal para el cumplimiento de sus objetivos, sin embargo, este no fue del todo efectivo, pues las fuerzas rusas establecieron sólidas posiciones defensivas para repeler los ataques ucranianos.
En un principio, a nivel internacional, la contraofensiva ucraniana se consideró un fracaso, debido al escaso avance en líneas enemigas y a la cantidad de bajas sufridas. Sin embargo, estas posiciones defensivas no pudieron ser sostenidas en el tiempo y poco a poco las fuerzas rusas fueron cediendo territorio a medida que se cortaban sus líneas de suministros y cadenas logísticas.
La contraofensiva ucraniana no se limita a la línea del frente, Ucrania también ha intensificado sus ataques en las rutas de suministro rusas: los dos puentes estratégicos que conectan la Crimea ocupada con la parte ocupada de la región de Jersón, utilizados entre otras cosas para reabastecer al ejército ruso, han sido dañados por ataques de misiles este fin de semana. Esto ha obligado a Rusia a utilizar las rutas del este, las cuales están al alcance de la artillería ucraniana. Esta nueva situación podría brindarle una ventaja a Kiev en su contraofensiva. (Radio Francia Internacional, 2024).
Actualmente, se están desarrollando combates en territorio ruso, en la región de kursk. Desde el punto de vista internacional, la contraofensiva ucraniana ha sido un éxito, pues las fuerzas rusas no han conseguido expulsarlos de la región y han requerido apoyo de fuerzas externas, como el grupo Wagner, soldados chechenos y norcoreanos.
Considerando lo anteriormente expuesto, se puede afirmar que las operaciones de Fuego Letal deben contar con apoyo de las de Fuego No Letal para cumplir sus cometidos, es decir, son complementarias entre sí.
CONCLUSIONES.
Referencias bibliográficas
Versión PDF
Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
Inicie sesión con su cuenta de suscriptor para comentar.-