By Arturo Undurraga Díaz
Considerando la extensa literatura que existe de nuestro héroe, el presente artículo no pretende ser una biografía, sino destacar aquellos pasajes de su vida que generan admiración, no solo en Chile, sino también en el extranjero y que ha sido motivo de admiración en el pasado, presente y que, sin duda, lo seguirá siendo en el futuro.
Taking into account the extensive literature written about our national hero, this article does not intend to be a biography, but to highlight those passages of his life that generate admiration, not only in Chile but also abroad. It has been a source of appreciation in the past and present and will undeniably continue to be so in the future.
Dos hechos se conjugan. En estos dos meses (abril y mayo) se dan cita dos hitos muy importantes; por un lado, la elección de la asamblea constituyente que tendrá la relevante tarea de proponer la nueva Constitución Política de Chile y, por el otro, la celebración de las glorias navales, cuyo epítome es el Combate Naval de Iquique, siendo su máximo representante nuestro héroe nacional, el comandante Arturo Prat Chacón. ¿Se pueden relacionar estos hechos? Sin duda. La asamblea constituyente estará integrada por 155 chilenos que tendrán la tarea de presentar en un periodo de nueve meses un nuevo texto constitucional, el que eventualmente podría ser ampliado por tres meses, para luego, a mediados del año 2022, proceder a su votación (aprobación o rechazo) en un plebiscito. La participación de estos ciudadanos requiere de la comunión de ideas y del empleo de importantes atributos personales, donde la figura del héroe es un faro que los puede iluminar.
Arturo Prat y los hechos acaecidos ese memorable 21 de mayo, han sido tomados en innumerables oportunidades como referente en distintos escenarios, no solo en el ámbito nacional, sino también internacional. Algunos ejemplos, el año 2011 se inaugura el monumento “Corbeta Esmeralda” en la ciudad de Iquique. Esta iniciativa nace del aporte de la empresa minera Doña Inés de Collahuasi, que deseando hacer un regalo a la citada ciudad con motivo del Bicentenario, consulta a sus trabajadores por un proyecto que fuese emblemático para la comunidad, obteniendo una votación mayoritaria la construcción de la Esmeralda de Prat.
El 17 de mayo del 2020, el cuerpo “E” del diario El Mercurio publica en su primera página y a cuerpo entero “¿Qué atributos de Arturo Prat unen a los chilenos?,” dándose cita diversos historiadores de nuestro país, que, haciendo referencia al héroe, se expresan con frases como: “traspasa las diferencias,” “su patriotismo,” “un héroe de verdad,” “un hombre superior,” “su sentido del deber” y “sobriedad y austeridad.”
El diario La Tercera, con fecha 23 de diciembre del 2020, publica un artículo titulado “Prat y el cobre”, donde su autor relata la importancia que ha tenido la minería en el desarrollo de Chile, que sin este recurso nuestro país no sería el mismo. El propio autor se hace la pregunta “¿qué relación tiene esto con Prat?,” dando como respuesta que en la Guerra del Pacífico la acción del 21 de mayo permitió revertir la situación de fuerzas que existía de 3 a 1 en favor de Perú y Bolivia,
...porque luego del acto heroico de Prat, los cantones de reclutamiento se atiborraron con la única intención de defender a la patria e imitar la gesta del Capitán y, fue así, como nuestras tropas alcanzaron los 44.000 efectivos, consiguiendo ganar la guerra y con ello anexar las regiones de Tarapacá y Antofagasta (Cerna, 2020).
El año 2015, posterior a un seminario realizado en la Academia Militar de Suiza con el título “Leadership in Extreme Situations",1 tres editores (Michael Holenweger, Michael Karl Jager y Franz Kernic) deciden publicar un resumen de las 18 ponencias que tuvo el seminario, donde abordaron una gran variedad de temas referidos al liderazgo en situaciones extremas. El libro cierra sus contenidos con el ensayo que se titula “Magnanimus Valor in Arturo Prat (1848-1879): A Neccesary Quality for Leadership in Extreme Situations.”2 Lo que más sorprende es que se pensaría que el autor es un chileno, pero para sorpresa del lector, es el Sr. Alfredo Gorrochotegui, de nacionalidad venezolana.
Ya decía Antonia Arrieta de Carvajal (concuñada del héroe) “en algunas de nuestras conversaciones le comentaba (a Prat) que me ponía nerviosa, porque estimaba que era un hombre que no tenía defectos, a lo que él se reía mucho.”
Prat fue un hombre común, nacido en una familia con una situación económica normal y que, posterior a la muerte de su padre, sufrió mucha estrechez económica, ya que su madre viuda debía criar a cinco hijos, en una época en que el sustento era provisto por el padre de familia. Esta fue una de las razones que llevó al héroe a estudiar Derecho, ya que sentía la necesidad de generar otros ingresos. Ayudaba en lo que podía a su madre; de hecho, costeaba la educación de su hermano Ricardo, pero veía difícil financiar su propia familia sin una entrada adicional.
Fue un niño como cualquier otro, ingresando a la Escuela Naval el año 1858 con tan solo 10 años. En los registros de esa escuela matriz se lee “Clases de Inglés: Prat no hace nada ni participa en clases, 2 días de arresto” o “Prat peleó con Condell: 4 horas de arresto.” A lo largo de su vida fue cultivando grandes cualidades. Desarrolló las virtudes de la tenacidad y perseverancia que lo llevaron a obtener el primer lugar de su promoción, la que posteriormente se llamaría el “Curso de los Héroes.” Tenía un alto sentido de la justicia, por ello; en dos oportunidades, oficiales que se encontraban sometidos a juicio solicitaron su defensa, a la que Prat accedió de inmediato. En el primer caso, el ingeniero Ricardo Owen, acusado de “Omisión en el cumplimiento de sus deberes,” lo nombra su defensor ante el consejo de guerra. Prat tenía solo 20 años, y posteriormente, la defensa del teniente 1° Luis Uribe, acusado de “Insubordinación e insulto a sus superiores.” En ambos juicios hizo gala de su capacidad intelectual y, por sobre todo, que se hiciera justicia. Ambos acusados fueron absueltos; en el caso de Uribe le dieron una condena de seis meses, dando por cumplida parte de ella y disponiendo la reincorporación de este a la Armada y el pago de todos los sueldos adeudados. Llegaría posteriormente al grado de vicealmirante.
A pesar de las responsabilidades que tenía en el cumplimiento de sus funciones como oficial de marina embarcado, Prat ejercía la docencia en la Escuela Naval, pero se daba tiempo para impartir clases gratuitas en la escuela de obreros nocturna “Benjamín Franklin” en Valparaíso, donde impartía las asignaturas de Ciencias Naturales y Moral. No sería esta la única situación en que apoyaba causas sociales. En el ejercicio de la abogacía, muchos de sus clientes eran personas de escasos recursos, pero Prat los acogía y asesoraba con la misma tenacidad y responsabilidad de siempre y sin cobrar honorarios, mostrando un profundo sentido de solidaridad social.
El 24 de mayo de 1875 se desencadenó un fuerte temporal en Valparaíso, poniendo en riesgo a la Esmeralda que se encontraba fondeada en la bahía y de la cual Prat era parte de su dotación. Este se encontraba con licencia médica, pero ello no fue óbice para que el héroe se levantara y se dirigiera de inmediato a su buque. Las condiciones de viento y fuerte oleaje reinantes impedían poder llegar al costado de la Esmeralda, por lo que, en un acto temerario, se lanza al mar y nada hasta el costado de la corbeta para ser izado a bordo con la ayuda de cuerdas. El comandante del buque, Luis Alfredo Lynch, recordaría después “la imperturbable serenidad ante el peligro” de Arturo Prat.
En 1876, después de un enorme esfuerzo, y sacrificando las pocas horas de tiempo libre que tenía, logra no solo aprobar la enseñanza media, sino titularse como el primer abogado en la Armada de Chile, presentando la memoria de prueba para optar al grado de licenciado, con el título “Observaciones a la Lei Electoral Vijente.” Prat, mostrando sus dotes de analista, se preocupó de estudiar a fondo la ley con todas sus reformas y enmiendas, que no eran pocas, para presentar, con un punto de vista crítico e innovador, todas aquellas observaciones que contribuían a eliminar cualquier atisbo de lagunas legales, contradicciones o ambigüedades y con el propósito último de lograr una ley de clara interpretación. “No solo como un soldado heroico y valiente es recordado este mártir de la nación, sino como un ciudadano defensor del ideal democrático, pues su tesis de grado quedó como testimonio de su espíritu respetuoso de la voluntad popular” (Chile S. -S., 2016).
Durante toda su vida fue un ejemplo de sencillez y austeridad. El año 1878 fue destinado en comisión especial a Argentina y Uruguay. El propósito era obtener información y evaluar las intenciones del país vecino respecto de su neutralidad en un potencial conflicto bélico de Chile contra Perú y Bolivia. Para el cumplimiento de la citada comisión, el Gobierno le hace entrega de un viático para solventar todos los gastos del viaje, del que da cuenta a su regreso a Chile. “Lo curioso es que después de estos viajes, hace una exhaustiva rendición de sus gastos al Gobierno y devuelve el dinero que no había ocupado” (Correa, 1995).
Días previos al combate, la Escuadra chilena iniciaba el bloqueo de Iquique, teniendo Prat la delicada tarea de bajar a tierra, en territorio enemigo, y llevar la carta al prefecto de dicha ciudad, donde se le notificaba oficialmente del bloqueo. Al término de su cometido, el prefecto le ofreció una escolta para llevarlo a la embarcación, la que fue rechazada por nuestro héroe. En su trayecto de regreso al muelle, y entre la muchedumbre de peruanos que lo increpaban, no perdió su serenidad y continuó inmutable hacia la embarcación que lo esperaba para llevarlo de regreso a su unidad.
La acción de Prat el 21 de mayo no fue sorpresa, fue el desenlace natural de una vida de servicio, donde el sentido del deber y su amor a la patria eran tan grandes, que frente a la adversidad no tuvo dudas. “Su visión del bien común, el interés de toda una nación, estaba por sobre su propia vida” (Michael Holenweger, 2017).
Al indagar en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), buscando el significado de las palabras “modelo” y “vigente,” se podría inferir que, en este caso, es una persona que por sus atributos personales ejerce una gran influencia, representando de esa forma un punto de referencia digno de imitar.
En 1879, cuando el país se embarcaba en una guerra, el gesto heroico de Prat otorga el sentido de nación, provocando una verdadera locura por enrolarse en los cuarteles, inyectando esa fuerza y motivación que se necesitaba para salir airosos del conflicto bélico en ciernes. Algunos historiadores como Guillermo Parvex, refiriéndose a la Guerra del Pacífico y su evolución, hablan de un “antes y un después del 21 de mayo de 1879, dado que, gracias a la generosa entrega de Prat y sus hombres, se obtuvo la victoria final” (Zaninovic, 2020).
Prat, un hombre común que lideró a una tripulación diversa en cuanto a su cultura y nacionalidad; italianos, ingleses, griegos, un francés, un escandinavo y un maltés; todos los niveles de la escala social; profesiones diversas; ingenieros, médicos, músicos, abogados, carpinteros, calafateros, sangradores, bodegueros, cocineros, mayordomos, entre otros, logró la cohesión de esta multicultural dotación, que, tras su muerte, no trepidó en seguir su mismo destino.
Arturo Prat fue labrando su carácter a lo largo de toda su vida, con la práctica diaria de un cúmulo de virtudes que le permitieron enfrentar todos los desafíos pensando en un interés superior, que no era otro, que el bien de la institución a la cual servía y el de su país. No importaba el contexto, las presiones, las dificultades y el esfuerzo requerido, nunca se dejó intimidar y siempre priorizó el bien común por sobre el personal.
No cuento entre mis defectos la inconsecuencia,... no tengo ninguna ambición; los honores ni la gloria me arrastran, solo deseo servir a mi país.
En el contexto de hoy, con la vorágine de la presión de los medios, las redes sociales, de una sociedad que clama por derechos y en momentos vitales para nuestra nación, como lo es la proposición de una nueva constitución, e independiente de su posterior aprobación o rechazo, debiéramos mirar a Prat por ser no solo una figura que trasciende a las generaciones, sino principalmente por ser un héroe que une a los chilenos. “En un momento de confinamiento y cuando escasea, a nivel mundial y local la presencia de líderes que aglutinen, el mítico marino sigue convocando a los chilenos y uniéndolos en torno a las virtudes y entrega a la patria” (Zaninovic, 2020).
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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