By Simón Fernández Gamboa
La Antártica se ha transformado en un continente de vital importancia para la humanidad, lo que ha generado un aumento en el desarrollo de diversos tipos de actividades que se efectúan en ella, como la actividad científica, el turismo, la pesca y las actividades logísticas. El presente artículo tiene el propósito de exponer los diversos tipos de operaciones que se llevan a cabo en el continente blanco, junto con los organismos internacionales que norman su ejecución.
Antarctica has become of vital importance for mankind. This continent has generated an increase of various types of activities performed there, such as scientific, tourism, fishing, and logistics. This article describes the different types of operations carried out on the White Continent, together with the international organizations that regulates their execution.
A pesar de ser un territorio inhóspito y de difícil acceso, la Antártica cuenta con características que la hacen única para el desarrollo de diversos tipos de actividades, como la investigación científica, la pesca y el turismo, las cuales se desarrollan gracias a procesos logísticos complejos, efectuados por operadores antárticos y empresas especializadas. Estas actividades se desarrollan bajo estándares y normas establecidas por organismos internacionales competentes, los cuales están orientados a la conservación del ecosistema antártico y a la seguridad de quienes las ejecutan.
Actividades Científicas
La Antártica es mundialmente conocida por ser un “laboratorio mundial”, ya que cuenta con información histórica invaluable para el entendimiento de innumerables procesos geológicos, meteorológicos, hidrográficos y biológicos de nuestro planeta. Además, en esta región, las mutaciones climáticas que está sufriendo la Tierra son más sensibles ante los ojos de los científicos que se encuentran en busca de respuestas sobre el cambio climático, transformando a este territorio en un excelente “botón de muestra” para el entendimiento de este fenómeno. Entre los principales descubrimientos que se han llevado a cabo, destaca la reconstrucción de la historia climática mundial de los últimos cientos de miles de años y el descubrimiento del denominado “agujero de la capa de ozono"1 existente en la región antártica.
Desde esta perspectiva, considerando que el cambio climático es una preocupación a nivel global y que el Océano Austral2 cumple un rol protagónico en este fenómeno, el desarrollo de la ciencia en el mar ha adquirido una importancia sustancial. En este sentido, los buques polares de investigación científica, en particular los rompehielos, se han transformado en un medio capaz de satisfacer las necesidades requeridas por parte de las expediciones científicas antárticas, ya que cuentan con características técnicas específicas para adquirir, procesar y analizar información in situ, transformándose en unos verdaderos “laboratorios flotantes”.
Entre sus principales características, destacan sus amplias capacidades para efectuar transporte de personal/equipamiento científico, investigación biológica en aguas profundas y levantamiento hidrográfico del fondo marino. Además, pueden operar con submarinos autónomos y cuentan con áreas totalmente equipadas para el desarrollo de la ciencia a bordo (British Antarctic Survey, 2017).
Sumado a lo anterior, estos buques se caracterizan por poseer características técnico-náuticas orientadas a permanecer durante largos periodos de tiempo en regiones polares sin la necesidad de retornar a puerto y, por supuesto, tener la capacidad de navegar en aguas cubiertas de hielo. Finalmente, estos buques mayores cuentan con equipos y sistemas complejos (sistemas de ingeniería y navegación para operar en aguas polares) y equipamiento sofisticado específico para efectuar investigación científica en el continente blanco (laboratorios y sistemas de toma de muestras).
Cabe recalcar que, además de los rompehielos, existen buques que no se encasillan dentro de esta tipología, pero, de igual forma, efectúan labores de investigación científica. Estos buques deben cumplir con una serie de características dispuestas por la Organización Marítima Internacional, a través del Código Polar, con el propósito de operar de forma segura en el continente blanco.
Las investigaciones que se llevan a cabo en la Antártica y en el Océano Austral, son coordinadas y desarrolladas por el Comité Científico de Investigación Antártica (en adelante S.C.A.R.), el cual es un organismo internacional que asesora en materia científica a las Reuniones Consultivas del Tratado Antártico, incorporando normas de comportamiento y procedimientos para el desarrollo de la actividad científica en el continente blanco. Además del S.C.A.R., dentro de las organizaciones asesorativas del Sistema del Tratado Antártico, existe el Consejo de Administradores de Programas Antárticos Nacionales (en adelante C.O.M.N.A.P.), el cual tiene el propósito de “desarrollar y promover las mejores prácticas en la gestión del apoyo a la investigación científica en la Antártica” (Council of Managers of National Programes, s.f.), incorporando estándares para promover la ejecución de actividades científicas amigables con el medioambiente, de acuerdo a la normativa establecida en el Protocolo de Madrid.
Actividades pesqueras
Una de las principales actividades económicas que se desarrolla en la Antártica es la explotación pesquera de sus recursos vivos marinos. A pesar de ser una región protegida bajo el alero del Sistema del Tratado Antártico, la Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (en adelante C.C.R.V.M.A.) ha normado y regulado esta actividad para que se puedan explotar estos recursos de manera sostenible, estableciendo límites de capturas y áreas de pesca para el desarrollo de esta actividad. Según Sancho, Ortíz-von Halle y Naranjo (citado por Chang y Pavéz, 2020), los principales recursos que se extraen son el Bacalao Antártico, la Austromerluza Antártica, el Mero Chileno y el Krill, siendo este último uno de los más demandados en el comercio internacional, ya que se le ha dado múltiples usos, destacando el farmacéutico, acuícola y alimenticio. Cabe destacar que los principales países explotadores de este recurso son Ucrania, China, Chile, Noruega y Corea, quienes operan en las áreas delimitadas por la Convención para efectuar esta actividad (áreas 48, 58 y 88).
En el siguiente gráfico, se muestra cómo han evolucionado los volúmenes de captura de Krill desde el año 1973 hasta la actualidad, en donde se puede apreciar un aumento exponencial en la última década, confirmando el alza en la explotación de este recurso, en el marco de los límites de captura vigentes.
En lo que respecta al Mero Chileno, según Chang y Pavéz (2020), al ser un recurso escaso debido a la limitación establecida por los límites de captura, esta especie es muy valiosa y cotizada en el mercado, por lo que las ganancias que se obtienen por la explotación de este recurso son rentables, a pesar de obtener bajos volúmenes de captura. Los buques que efectúan este tipo de actividades son, en su mayoría, buques factoría, los cuales son pesqueros que tienen la capacidad de procesar el recurso extraído (filetear, limpiar y congelar, entre otros). Cabe destacar que las temporadas de pesca no solo están acotadas por el periodo de tiempo determinado por la C.C.R.V.M.A., sino que también están limitadas por las condiciones meteorológicas que se presentan durante los meses de otoño/invierno del hemisferio sur, sumado a que el Océano Austral, en las áreas de pesca autorizadas, está cubierto de hielo. Estos pesqueros son buques mayores (de menor tamaño que los rompehielos) y cuentan con equipos y sistemas especializados para la captura y procesamiento del recurso explotado.
Actividades turísticas
Una de las actividades comerciales más conocidas que se desarrolla en el continente blanco es el turismo. Conforme avanzan los años, la cantidad de turistas que visitan la Antártica ha aumentado de forma sostenida, incrementando el tráfico de pasajeros en el transporte aéreo y marítimo, siendo este último el que aporta la mayor cantidad de pasajeros trasladados durante la temporada de verano en el hemisferio sur. De hecho, hoy en día más del 90% de la actividad turística que se lleva a cabo en la Antártica es efectuada a través de la industria de cruceros (Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, s.f.), por lo que estas naves cumplen un rol fundamental en la concreción de esta actividad.
Estas verdaderas “ciudades flotantes” se caracterizan por sus grandes dimensiones, gran capacidad de transporte de pasajeros y contar con una excelente capacidad para navegar con condiciones de mar adversas. Cabe destacar que la actividad turística de cruceros se efectúa en áreas en donde existe una baja densidad de hielo, ya que estos representan un riesgo para la navegación. En este sentido, la gran mayoría de estos buques efectúa sus operaciones en la Península Antártica, en donde, durante la temporada de verano, el hielo marino se derrite, permitiendo la navegación y desembarco de pasajeros en el continente blanco de forma segura. Cabe destacar que más del 98% de la actividad turística se desarrolla en la Península Antártica e islas aledañas (IAATO, 2022), transformándola en un área fundamental para el desarrollo del turismo antártico. Además, esta región es el punto más cercano a otro continente (Sudamérica), siendo un factor clave a la hora de planificar las operaciones turísticas de los cruceros.
Como se puede apreciar en la siguiente gráfica, desde el 2011 la cantidad de viajes y pasajeros que visitan la Antártica ha aumentado de forma sostenida, obteniendo un volumen de pasajeros que bordea las 55.000 personas, confirmando el creciente interés por conocer este recóndito territorio.
A la industria de cruceros se suma la náutica de recreo, en donde cada año son más las personas que se animan a visitar la Antártica en veleros particulares y/o fletados. Para efectuar estas travesías, se debe contar con buenas condiciones meteorológicas para la navegación del Océano Austral, debido a las limitadas capacidades de seakeeping3 con que cuentan estas naves. Otro tipo de buques con los que se lleva a cabo esta actividad son los grandes yates antárticos, los que, a diferencia de los veleros, cuentan con amplias capacidades y comodidades para efectuar estos viajes de manera segura, pudiendo ser estos, al igual que los veleros, particulares y/o fletados.
Actividades logísticas
Como se ha mencionado en los puntos anteriores, la Antártica es uno de los continentes más aislados e inhóspitos del planeta. Ninguna de las actividades mencionadas anteriormente sería posible sin un soporte logístico que permita su desarrollo. Es por esto que la Antártica es un ejemplo de logística integral, ya que la totalidad de los bienes y servicios que se prestan en este territorio provienen de otras regiones, lo que deja en manifiesto que la cuarta gran actividad que se desarrolla en el continente blanco es la actividad logística. La totalidad de los bienes y servicios utilizados por las bases antárticas son trasladados y prestados por empresas y/o entidades que cuentan con medios especializados para llevar a cabo estos servicios, destacando los medios aéreos y, especialmente, los marítimos. Entre las principales actividades logísticas que se desarrollan en la Antártica, destacan el transporte de carga y pasajeros, abastecimiento de combustible y tareas de mantenimiento a infraestructura terrestre.
Cabe destacar que, además de las actividades anteriormente expuestas, existen operadores antárticos que efectúan tareas tendientes a mantener la seguridad y controlar las actividades que se desarrollan en la Antártica, con el propósito de resguardar la vida humana en el mar y el medio ambiente antártico, entre las que destacan la fiscalización pesquera, combate contra la contaminación acuática, patrullaje, vigilancia y control de tráfico marítimo.
Comentarios finales
En atención a la importancia y riqueza que tiene el continente blanco, las actividades antárticas han aumentado de forma sostenida, siendo estas la actividad científica, turística, pesquera y logística. Evidentemente, se puede determinar que el transporte marítimo es fundamental para el desarrollo de estas actividades, considerando que todas estas son desarrolladas gracias a grandes buques, destacando los rompehielos, cruceros, pesqueros de alta mar y buques de apoyo logístico.
Todas estas actividades se deben desarrollar bajo estrictos estándares establecidos por los organismos internacionales, velando por la conservación de los ecosistemas existentes en estas latitudes y teniendo como principal valor la sostenibilidad. Se prevé que la actividad antártica continuará aumentando, siendo una oportunidad para que Chile, como país más cercano a la Antártica, se consolide como su principal puerta de entrada a nivel mundial.
Bibliografía
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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