- Fecha de publicación: 01/06/2002.
Visto 117 veces.
REPORTAJE HISTÓRICO
EL COMBATE NAVAL DE IQUIQUE
Boletines documentales nacionales y extranjeros de 1879.
Pascual Ahumada Moreno *
TELEGRAMAS.
Antofagasta, mayo 23. (A las 12,30 P.M.).
Al Editor de El Mercurio:
Lamar llegó a Iquique.
Combate de tres horas en este puerto entre Independencia, Huáscar, Covadonga i Esmeralda el
21.
Resto de la escuadra chilena habia salido 16 rumbo Callao.
Independencia varada entre rocas i atacada rudamente por Covadonga.
Esmeralda atacada por Huáscar.
Continuaba combate. Se ignora resultado.
Huanay, Valdivia, Itata i Rimac llegaron sin novedad.
El corresponsal.
* * *
Antofagasta, mayo 24 de 1879. ( A las 9,35 P.M.).
Señor Ministro de la Guerra:
El comandante de la guarnición en Chacance, dice lo siguiente:
Blindados Huáscar e Independencia se batieron con Esmeralda i Covadonga.
Covadonga echó a pique a Independencia. Ésta arrió bandera que tenia al tope del palo mayor,
izando otra de parlamento.
El bravo comandante Condell no dejó de hacerle fuego hasta incendiarla completamente.
La Esmeralda, que se veia acosada por Huáscar, prefirió incendiar santa bárbara ántes que
rendirse.
Huáscar tomó rumbo Callao, donde es probable encontrará a nuestra escuadra.
Covadonga recaló a Tocopilla haciendo mucha agua.
He citado mucha jente i mandado operarios para achicar bombas.
Creo salvará.
Hai tres muertos i cien heridos.
Mando Itata, cirujanos i todos los auxilios para traer Covadonga.
* * *
Valparaiso, mayo 23 de 1879. (A las 12 M.).
Señor Ministro de la Guerra:
Lamar arribado ayer tarde comunica: El 21 a las 8 A.M., Huáscar e Independencia atacaron en
Iquique a Esmeralda i Covadonga.
Según conjeturas fundadas, la Independencia varó en Punta Gruesa, persiguiendo Covadonga que
volvió i rompió fuegos sin respuesta.
Esmeralda entre tanto combatia en el puerto con Huáscar, cuyas punterías eran poco certeras.
El combate duraba despues de tres horas i media que Lamar perdió vista. Ignórase paradero resto
escuadra. Preparo aviso ocurrido. Convoi llegó sin novedad.
El convoi de tropas llegó a Antofagasta sin novedad.
Jeneral en Jefe de Antofagasta.
* * *
Telegrama particular.
Señores editores de El Ferrocarril:
Covadonga batió Independencia haciéndola poner bandera de parlamento, pero la echó a pique.
La Esmeralda viéndose perdida prendió fuego a la santa bárbara.
Covadonga se retiró a Tocopilla con cien heridos.
La Esmeralda ántes de rendirse prendió fuego a la santa bárbara i voló por los aires.
La Covadonga echó a pique a la Independencia.
El corresponsal.
* * *
Telégrafo americano. (Valparaiso, mayo 24).
Espléndido triunfo de la escuadra.
Independencia echada a pique por la Covadonga.
De Antofagasta se nos comunica en este momento que despues de un reñido combate i despues
de haber la Independencia enarbolado bandera de parlamento, nuestro sin igual i bravo
comandante Condell no hiciera de ellos casi hasta echarla a pique.
La Esmeralda, al verse sériamente amenazada, prendió fuego a la santa bárbara.
La Covadonga ya se encuentra en Tocopilla.
De sus 130 tripulantes hai 97 heridos i tres muertos, entre ellos el doctor Videla.
El Huáscar huyó al Norte.
* * *
Prat i sus compañeros mueren sobre la cubierta del Huáscar. (Antofagasta, mayo 25, 9.20
A.M.).
Batalla de Iquique maravilla de heroismo.
Prat abordó con cuatro hombres Huáscar i murieron sobre su cubierta.
Independencia arrió bandera a Covadonga.
Guerra ahora marchará lijero.
Vapor salió hoy.
Cárlos Green.
* * *
Antofagasta, mayo 25 de 1879.
Señor Ministro de la Guerra:
Esmeralda pabellon izado pico mesana; echada a pique tercer espolon Huáscar.
Muerto capitan sobre cubierta Huáscar, seguido cuatro mas que lo abordaron. Teniente Serrano,
guardia marina Riquelme, injeniero primero Hyatt, terceros Manterola i Gutierrez, segundo Mutilla i
ciento cincuenta tripulacion. El segundo Uribe i resto oficialidad i tripulacion recojidos del agua por
botes Huáscar i prisioneros Iquique. Prado salió Callao 17 en Oroya convoyado Huáscar,
Independencia, Chalaco i Limeña. Desembarcado Pisagua 1,500 bolivianos. Atahualpa, Manco,
Union, Pilcomayo en Callao. Limeña regresó para remolcar monitores hasta Arica, fortificado seis
cañones grueso calibre. Prado, Huáscar i Chalaco; Iquique. Escuadra no hai noticias. Sesenta
hombres caballería enemiga avanzando hácia Quillagua. Preparo refuerzos para batirlos.
Covadonga en viaje para ésta haciendo mucha agua. Enviado auxilios. Heridos seis solamente.
Jeneral en Jefe.
* * *
Terrible Combate Naval. (El Mercurio, sábado julio 5 de 1879).
Buques blindados contra buques de madera.
El New York Herald del 30 de mayo, publica los siguientes telegramas dirijidos de Londres con
fecha del dia anterior:
“Un despacho recibido, esta mañana de Santiago anuncia que un desesperado encuentro naval ha
tenido lugar en la bahia de Iquique, en la parte meridional de la costa peruana, entre los buques
chilenos de madera Esmeralda y Covadonga y los blindados Independencia y Huáscar. Los
blindados chilenos habian partido para el sur dejando a la corbeta Esmeralda y la cañonera
Covadonga sosteniendo temporalmente el bloqueo. Los buques de guerra peruanos Huáscar e
Independencia habian estado espiando los movimientos de su enemigo y tan pronto como los
blindados de la escuadra chilena habian salido, se dirijieron a la boca del puerto y atacaron
vigorosamente. La defensa de los chilenos fue de lo mas heróico. Las desigualdades del combate
estaban evidentemente contra ellos, pero los comandantes de los buques de madera no vacilaron
y aceptaron la pelea y con honroso resultado.
El combate revistió el mas desesperado carácter. Al principio de la lucha, la Independencia hizo
terrible fuego contra sus antagonistas de madera; pero los chilenos maniobraban sus buques de tal
manera que las partes débiles de los blindados peruanos quedaban constantemente espuestas a
sus fuegos.
Uno de los buques chilenos fue echado a pique durante la accion y la Independencia y la otra
cañonera chilena se sumerjieron mui luego. No se sabe cuántos hombres han perecido por las
balas o ahogados en el naufrajio”.
Como se ve, los detalles recibidos en Nueva York son mui incompletos y algunos inexactos, como
la pérdida de la Covadonga, aunque en otro número rectificó el error.
* * *
El New York Herald concluye así.
“Una Victoria para Chile.
Los actos del almirante chileno Williams Revolledo al bloquear Iquique y toda la costa meridional
del Perú y al bombardear los puertos de Pisagua y Mollendo han sido ya referidos por el Herald. En
nuestras columnas hemos dado tambien repetidos estados comparativos de las respectivas
fuerzas navales de ambas repúblicas. El combate que ahora se refiere ocurrido en Iquique debe
ser colocado en el número de los triunfos chilenos, puesto que la Independencia era el mas
hermoso y el mas considerable de los buques de guerra peruanos, blindado de cuatro y media
pulgadas y con un armamento de un cañon de 300, dos de a 150 y doce mas chicos, mientras que
los pequeños buques de madera chilenos, la Esmeralda y la Covadonga, eran de un valor
comparativamente insignificante.
El resultado de este combate manifiesta que la prudencia de que hablaba el departamento de
marina del Perú era mui justificada, pues han perdido su mejor buque”.
* * *
Telégrafo Trasandino. (Santiago, julio 5 de 1879. A las 10 A.M.).
Una carta de un marino de la Esmeralda, prisionero en Iquique, confirma exactamente cuanto
sabemos de aquel combate naval tan glorioso para los marinos chilenos.
Despues de hablar de los espolonazos del Huáscar, acompañado cada uno con disparos de
granadas de a 300 libras, que hacian terrible estrago en la tripulacion de la Esmeralda, dice lo
siguiente:
“Viendo ya nuestra impotencia, llamó el teniente Uribe a los oficiales, y estando la santa bárbara
llena de agua por el agujero que nos hizo el segundo espolonazo, y por consiguiente sin poder
hacerla saltar, se decidió abrir todas las vías de agua para irnos a pique, manteniendo el fuego
mientras los cañones estuvieran fuera del agua. En este momento vino el último espolonazo, que
lo dio frente a la máquina, cuando ya la corbeta estaba medio sumerjida.
Instantes despues la gloriosa Esmeralda se hundia para siempre al grito de ¡Viva Chile! Dado por
los pocos sobrevivientes.
Yo salí por una de las portas de popa cuando el agua entraba ya por ella; pero el hundimiento fue
tan rápido que uno de los botes colgados a los pescantes me tomó debajo y me arrastró no sé
hasta dónde.
Salí de nuevo a flote, no sin haber tragado una buena cantidad de agua, y fui recojido por un bote
del Huáscar, para ser mas tarde desembarcado en ésta.
De salud no estamos tan bien.
Hai tres enfermos entre los oficiales a consecuencia de la mala calidad del agua, que está llena de
salitre.
Lo que mas nos molesta es vernos condenados a un papel pasivo. ¿No podrian canjearnos?
La idea de vernos atados por el resto de la campaña nos desespera”.
* * *
Parte pasado por el segundo comandante de la Esmeralda. (Iquique, mayo 29 de 1879).
Tengo el honor de poner en conocimiento de V.S. que el 21 del presente, despues de un
sangriento combate de cuatro horas con el monitor peruano Huáscar, la Esmeralda fue a pique al
tercer ataque de espolon del enemigo.
El honor de la bandera ha quedado a salvo, pero desgraciadamente tenemos que lamentar la
pérdida de tres de sus mas valientes defensores: el capitan Prat, el teniente Serrano i el guardia-
marina Riquelme.
Como a las 7 horas A.M. del dia indicado, se divisaron dos humos al Norte, inmediatamente se
puso el buque en son de combate. A las 8 horas se reconoció el Huáscar i poco despues la fragata
Independencia. Se hicieron señales a la Covadonga de venir al habla, i el capitan Prat le ordenó
tomar poco fondo e interponerse entre la poblacion i los fuegos del enemigo. Al movernos para
tomar la misma situacion se nos rompieron los calderos i el buque quedó con un andar de 2 a 3
millas. A las 8 horas 30 minutos, la accion se hizo jeneral. El Covadonga se batia con la fragata
Independencia, haciendo al mismo tiempo rumbo al Sur, i la Esmeralda contestaba los fuegos del
Huáscar i se colocaba frente a la poblacion a distancia de 200 metros de la playa.
Desde esta posicion batimos al enemigo. Nuestros tiros que al principio eran inciertos fueron
mejorando i varias granadas reventaron en la torres i casco del Huáscar, sin causarle el mas leve
daño. Los tiros de este último pasaban en su mayor parte por alto i varios tiros fueron a herir la
poblacion.
Nuestra posicion era, pues, ventajosa; pero como se nos hiciese fuego desde tierra con cañones
de campaña, matándonos tres individuos e hiriendo a otros tantos, el capitan Prat se vió obligado a
ponerse fuera de alcance. En ese momento, 10 horas A.M., una granada del Huáscar penetró por
el costado de babor i fue a romperse a estribor cerca de la línea de agua, produciendo un pequeño
incendio que fue sofocado a tiempo por la jente del pasaje de granadas.
Miéntras tanto, el Huáscar se habia acercado como a 600 metros i a esta distancia continuó la
accion cerca de una hora, sin recibir otra avería que la que dejo indicada.
Viendo el Huáscar el poco efecto de sus tiros, puso proa a la Esmeralda.
Nuestro poco andar impidió al capitan Prat evitar el ataque del enemigo; su espolón vino a herir el
costado de babor frente al palomesana i los cañones de su torre, disparados a toca pañoles ántes i
despues del choque, hicieron terribles estragos en la marinería.
El capitan Prat, que se encontraba sobre la toldilla desde el principio del combate, saltó a la proa
del Huáscar, dando al mismo tiempo la voz de ¡AL ABORDAJE!
Desgraciadamente, el estruendo producido por toda la batería al hacer fuego sobre el Huáscar,
impidió oir la voz de nuestro valiente comandante; i de los que se encontraban en la toldilla con él,
solo el sarjento pudo seguirlo: tal fué la lijereza con que se retiró la proa del Huáscar de nuestro
costado. El que suscribe se encontraba en el castillo de proa i desde ahí tuve el sentimiento de ver
al bravo capitán Prat caer herido de muerte al pié mismo de la torre del Huáscar. Inmediatamente
me fui a la toldilla i tomé el mando del buque. Miéntras tanto nos batíamos casi a boca de jarro, sin
que nuestros proyectiles hiciesen el menor efecto. En cambio, las granadas de éste último hacian
terribles estragos: la cubierta i entrepuente se hallaban sembrados de cadáveres.
Volvió el Huáscar a embestirnos con su espolon directamente al centro del buque.
Goberné para evitar el choque, pero la Esmeralda andaba tan poco, que no fue posible evitarlo i
recibió el segundo espolonazo por la amura de estribor. Esta vez el teniente Serrano, que se
encontraba en el castillo, saltó a la proa del Huáscar, seguido como de doce individuos.
En la cubierta de este último no se veia un enemigo con quien combatir, pero de la torre i
parapetos de popa salia un mortífero fuego de fusilería i ametralladoras. El valeroso teniente
Serrano i casi todos los que lo siguieron, sucumbieron a los pocos pasos.
La lijereza con que se retiraba de nuestro costado la proa del Huáscar i el poco andar de la
Esmeralda para colocarse a su costado, único modo como habria podido pasar todo el mundo a la
cubierta del enemigo, hacian imposible todo abordaje. Por este tiempo, nuestra tripulacion habia
disminuido enormemente.
Teniamos mas de cien individuos fuera de combate; la Santa Bárbara inundada i la máquina habia
dejado de funcionar.
Los pocos cartuchos que quedaban sobre cubierta sirvieron para hacer la última descarga al recibir
el tercer ataque de espolón del enemigo. El guardia-marina señor don Ernesto Riquelme, que
durante la accion se portó como un valiente, disparó el último tiro; no se le vió mas i se supone fue
muerto por una de las últimas granadas del Huáscar.
Pocos momentos despues del tercer espolonazo, se hundió la Esmeralda con todos sus tripulantes
i con su pabellon izado al pico de mesana, cumpliendo así los deseos de nuestro malogrado
comandante, quien, al principiar la accion dijo; “Muchachos! La contienda es desigual. Nunca se ha
arriado nuestra bandera ante el enemigo: espero, pues, no sea esta la ocasión de hacerlo.
Miéntras yo esté vivo, esa bandera flameará en su lugar, i os aseguro que si muero, mis oficiales
sabrán cumplir con su deber”.
Los botes del Huáscar recojieron los sobrevivientes, i en la tarde del mismo dia fuimos
desembarcados en Iquique en calidad de prisioneros.
Acompaño a US. una relacion de la oficialidad i tripulacion que han salvado i que se hallan presos
en este puerto.
Dios guarde a US.
Luis Uribe.
Al señor Comandante Jeneral de Marina.
* * *
“El Estandarte Católico”. (Diario de la tarde, 11 de julio).
Heroismo Americano. (De la República de Buenos Aires).
Junio 17. El dia que los indomables paraguayos asaltaban los encorazados brasileros, en canoas,
cometiendo así un rasgo de heroismo, en su jénero de que no hai ejemplo en las historias de
ninguna guerra antigua ni moderna, lanzábamos un grito de admiracion, saludando a los valientes
que así iban serenos i resueltos, a una muerte segura.
En presencia de la conducta sublime, en el heroismo, en la resolucion i su valor, del Comandante
Prat, de la corbeta chilena Esmeralda, tenemos tambien una palabra entusiasta de admiracion en
favor de un hombre, que ha sabido ser héroe i mártir, glorificando su patria con la sublimidad de su
martirio.
No son los chilenos quienes lo dicen: son por el contrario, los mismos peruanos, a cuyas manos ha
muerto el intrépido Prat, quienes ponen la corona sobre su frente con una hidalguía que mucho
realza el carácter de la nacion peruana.
Viéndose perdido, el jóven marino, ántes de sumerjirse con su buque, que ya se iba a pique, salta
sobre la cubierta del Huáscar revólver en mano, dispuesto a matar al primer enemigo de su patria
que en su camino encuentre.
I bien: este es un rasgo sublime de valor que levanta mui alto el heroismo de esta gran raza
americana, que lo podrá aprender todo de los pueblos envejecidos en la práctica de la civilizacion;
pero que nada tiene que aprender en materia de valor, de heroismo, de esa sublimidad estóica que
conduce al hombre hasta la sublimidad del martirio.
Ejemplo Prat.
Que el respeto de la América republicana entone funerales sobre su tumba, i que los que tengan
que batirse a la sombra de sus banderas, se inspiren en el heroismo de Prat.
Héctor F. Varela.
* * *
Relación de las averías del Huáscar en el combate del 21 de Mayo en Iquique.
Una bomba al pié de la roda del lado de babor, la que, abrió un boquete de cinco piés de alto por
tres de ancho destrozando los breques i produciendo incendio en el interior del castillo, que fue
apagado veinte minutos despues. Una bomba que rompió el quidaste del palo trinquete a babor.
Una bomba que atravesó el palo trinquete banda a banda al pié de la fogonadura, llevándose la
brazola de la escotilla del sallado de la torre i atravesando el mamparo que divide dos sallados,
donde principió a producir incendio; pero fue apagado en quince minutos.
Tres balas han agarrado de refilon a la cabria del palo de proa, abriéndole dos boquetes a estribor i
uno a babor.
Una bala chocó en el trancanil por la mura de estribor, moviendo la union de las planchas en ese
sentido.
Una bala penetró cerca del portalon de estribor, rompiendo la murada cabellera del palo mayor i el
primer bote que se encontraba sobre cubierta.
Una bala que perforó la verga del trinquete que se encuentra sobre cubierta.
Una bala penetró por la aleta de babor destrozando los ardines i el pañol de faroles de popa.
Una bomba que estalló cerca de la chimenea, introduciéndose en ella tres pedazos de casco,
como a diez o doce piés de su base.
Una bala se llevó el tubo de vapor del lado de la popa de la chimenea.
Siete balas que han golpeado en el costado de la parte comprendida del trancanil a la línea de
agua, sin producir daño alguno sino lijeras aboyaduras.
Una bala que trozó el obenque de alambre papel de la jarcia del palo mayor a estribor.
Una bala cortó el obenque de proa a babor del mismo palo, rompiendo por el tercio a la verga de
juanete que se encontraba amadrilada a la jarcia.
Una bomba que chocó en la torre al pié de las portas, donde estalló moviendo un poco la union de
las planchas i haciendo salir unas líneas a los pernos próximos a ese sitio.
Una bala que rompió una de las claraboyas de la torre, destrozando el alza de la torre que sirve
para el cañon de la derecha.
Dos balas tocaron de refilon la parte alta de la torre, rompiendo el verduguete de madera.
Dos cascos de bombas tocaron la torre del comandante sin producir daño alguno.
Una bala cortó la pernada de estribor del estai del palo mayor.
Una bomba que destrozó el sombrero de uno de los ventiladores del tallado de proa.
Una bala que atravesó el palo trinquete cerca del tamborete.
Una bala que rompió las hostas del pico mayor.
Cuatro piés debajo de la línea de agua a la distancia de cuatro piés de la roda, se encuentra una
plancha rasgada en toda su estension trasversal i cuatro pulgadas de la inmediata por efecto de los
espolonazos. Las cubiertas, puentes, amuras, toldillas, chimeneas i embarcaciones se encuentran
completamente acribilladas de balas de ametralladoras i de rifle Comblain, así como las torres,
carrozas, ventiladores, etc.
* * *
* Gentileza del Capitán de Navío don Hernán Ferrer Fougá, quien ubicó dichos antecedentes en la publicación “Guerra del Pacífico”, del
Sr. Pascual Ahumada Moreno, Imprenta y Librería Americana, Tomo I, Valparaíso, 1886.
Inicie sesión con su cuenta de suscriptor para comentar.-