- Fecha de publicación: 01/10/2015.
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JORGE MONTT (1846-1922). DEL CURSO DE LOS HÉROES
A PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Autor: Cecilia Morán
Editorial: Centro de Estudios Bicentenario.
Año: 2015, 205 pp.Renato Valenzuela Ugarte*
L
a biografía de Jorge Montt, que nos entrega la historiadora
Cecilia Morán viene a llenar un vacío en la historiografía
nacional ya que no solo aporta antecedentes relativos a la
vida privada del marino sino también permite relacionar,
en forma bastante precisa y completa, los aspectos de su
vida personal con aquellos de una etapa importante de la
vida nacional.
Recurriendo a fuentes primarias —como ser antiguos
diarios de la época, tales como El Porvenir, El Zancudo, el
Progreso, la Escoba y otros de más curiosos nombres— el
libro aporta interesantes aspectos pocos conocidos para la
mayoría del público que quisiera conocer otros antecedentes
de la Guerra del Pacífico, de la Revolución de 1891 y del inicio
de la época parlamentaria como se conoce al período que
abarca desde el fin de esta guerra civil hasta la década de
los años veinte del siglo pasado.
Después de conocer que el primer Montt que se avecindara
en Chile fuera el catalán José Domingo de Montt y Monte de Rivera, arribado desde la península
hacia 1700, la biografía da cuenta que la familia originaria de este apellido se formó cuando José
Domingo se trasladara al Perú y se uniera en matrimonio con una distinguida señora arequipeña,
Adriana de Cabrera y Paredes para que, después de unos diez años, regresar a Chile.
El tatarabuelo de Jorge Montt, José Esteban Montt, se casó hacia 1735 con Mariana de Prado y
Rojas, quien a poco de haberse celebrado el matrimonio heredó la hacienda llamada Tapihue por lo
que la nueva familia se radicó en el valle de Casablanca, localidad rural ubicada estratégicamente a
medio camino entre la capital —Santiago— y el principal puerto de la república —Valparaíso—.
Como señala la autora, el haber nacido en una localidad rural, por muy próxima que se
encontrara de la capital, hacía pertenecer a Jorge Montt a la aristocracia provinciana, entonces
olvidada por la aristocracia santiaguina lo que sin dudas debe haber marcado su personalidad
desde muy niño ya que su infancia trascurrió en los campos del valle de Casablanca hasta la edad
de 12 años cuando, el 10 de julio de 1858, ingresara a la Escuela Naval, refundada e instalada en
* Contraalmirante.
Libros - Presentación
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Valparaíso el 1 de mayo de ese mismo año por su pariente y presidente de la república, Manuel
Montt Torres.
En la Escuela Naval, el joven Jorge Montt forjó una temprana amistad con otros cadetes e integró
lo que se ha llamado el “Curso de los Héroes” por cuanto la mayoría de sus miembros tuvieron en
las décadas siguientes un destacado papel en la guerra en contra de España (1865-1866) y en la
Guerra del Pacífico que nuestro país librara en contra de la alianza de Perú y Bolivia (1879-1883).Como se destaca en esta biografía, tanto la vida privada de Jorge Montt como la profesional
y pública estuvo matizada por hechos singulares que revelan su carácter y personalidad que lo
convirtieran en un personaje notable en la historia naval y política de Chile de fines del siglo XIX
y comienzos del XX.
Efectivamente, difícil tiene que haber sido para Montt, el haber tenido que alejarse de su esposa
tan solo tres días después de su matrimonio cuando tuvo que zarpar, en noviembre de 1877, con
destino a Magallanes al mando de la corbeta “O’Higgins” para enfrentar el “Motín de los artilleros”
y reprimir a la guarnición del penal que se alzara en armas en Punta Arenas, misión que lo alejó
del hogar recién constituido por tres largos meses ya que regresó a Valparaíso en marzo del año
siguiente. En lo profesional, si bien no tuvo una figuración heroica en las campañas navales de
la Guerra del Pacífico, ya que no le correspondió asumir ningún rol protagónico en los combates
que se sucedieron, siempre ejerció un indiscutido liderazgo que resaltan otros biógrafos citados
por la autora Cecilia Morán.
También la biografía de Montt deja ver la firmeza de su carácter como por ejemplo cuando
se ve envuelto en una polémica surgida entre autoridades políticas de gobierno y el Almirante
Riveros, entonces Comandante en Jefe de la Escuadra que, a juicio del gobierno, no habría dado
instrucciones precisas a los mandos subordinados para evitar la pérdida de la goleta “Covadonga”
que cayó en una trampa mortal que la hizo explotar perdiéndose irremediablemente.
La biografía de Jorge Montt también entrega bastantes antecedentes relevantes respecto a
la guerra civil y a su desenlace. Argumenta la autora que muy probablemente haya influido en
que el entonces capitán de navío haya tomado partido por el bando que depusiera al presidente
Balmaceda debido al hecho que, siendo gobernador marítimo de Valparaíso, se negara a utilizar
la marinería para reprimir la huelga nacional que se había extendido desde el norte, actuación
que le costaría pasar a condición de disponibilidad, esto es, la antesala del retiro de la Armada.
Durante la guerra civil, Montt dio muestras de carácter, idoneidad, liderazgo y prudencia,
condiciones que lo pusieron por sobre los otros postulantes para ser presentado como candidato a
la presidencia de la república una vez finalizado el conflicto interno. A diferencia de Estanislao del
Canto, Jorge Montt fue considerado más civilista y se creía que representaba una cierta continuidad
del régimen político garantizando una participación más clara de los partidos en los asuntos de
gobierno, como de hecho, lo había demostrado en los pocos meses de la administración en Iquique.
Los políticos que apoyaban a Montt en la época lo veían como un hombre idóneo para asumir el
cargo, más como un civil que como un soldado. No era un mero caudillo militar pues no buscaba
el poder. Él, de acuerdo a la opinión de los conservadores y liberales, era un patriota que quería la
estabilidad y unión de la nación. Montt pasó de ser un hombre meramente vinculado a las Fuerzas
Armadas a una suerte de líder civil.
Lo cierto es que, pese a sus gestiones siempre certeras y dirigidas a la estabilidad y paz del país, su
gobierno no estuvo libre de críticas; su gestión se caracterizó por el desarrollo en todos los ámbitos
del gobierno de la República, pero en forma muy especial por sus iniciativas para contribuir a la
reconciliación nacional, seriamente afectada por los sucesos de la guerra civil.
Entre las dificultades del gobernante, la autora resalta el enorme problema que enfrentó Montt
como cabeza de un sistema pseudo-parlamentario en el cual el presidente ya no era quien dirigía
LIBROS-PRESENTACIÓN: Jorge Montt (1846-1922)...
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a los partidos; por el contrario, entonces eran los partidos los que se imponían a éste a través
del parlamento y la permanencia de los ministros en sus cargos ya no dependía de contar con
la confianza del gobernante, sino del respaldo de la mayoría parlamentaria lo que hacía que el
presidente perdiera libertad para la designación de su gabinete, de poder electoral y de la opción
de intervenir en la designación de su sucesor; como corolario de este fenómeno, la autora señala
que entonces, estas facultades, anteriormente propias del jefe de Estado quedaron radicadas en
la oligarquía gobernante que la ejercían a través de los partidos.
De un modo muy prolijo, la biografía de Montt nos entrega, a través del análisis de los principales
discursos del presidente de la época, un marco muy esclarecedor del acontecer de la política
interna y de cómo enfrentó su protagonista el difícil período en que le correspondió gobernar,
producto de un país dividido por los sangrientos hechos de la guerra civil como también, por los
acontecimientos de la situación internacional.Si bien la amnistía fue un tema no menor que demandó al gobierno dictar una decena de leyes
que fueron progresivamente favoreciendo a quienes fueron sus adversarios en la contienda civil, el
gobierno de Montt fue muy prolífero en el ámbito de las relaciones internacionales, especialmente
con Estados Unidos, Argentina, Perú y Bolivia países con los cuales se vivieron períodos de graves
tensiones los que el gobierno logró resolver convenientemente.
En prevención de conflictos internacionales, Montt se preocupó de dotar con avanzado material
a la Marina, pero también procuró modernizar los procesos educacionales de esta institución y del
Ejército incrementando la influencia de instructores y procedimientos utilizados en Prusia, tarea
que encomendó a su antiguo discípulo de la revolución de 1891, el General Körner.
Una vez terminado su gobierno, Montt junto a su familia no tenían una residencia que los
albergara, ese hecho fue prontamente remediado cuando sus más cercanos amigos le regalaron
una casa lo que originó entonces y por mucho tiempo, elogiosos comentarios relativos a la probidad
de quien ejerciera el mando de la República después de los graves sucesos políticos, militares y
sociales que sacudieron al país hacia 1891.El libro que prologamos finaliza con la actividad pública que ejerció Jorge Montt una vez que
hubo dejado la presidencia de la república: el mando de la Marina de Chile y posteriormente la
alcaldía de su ciudad de adopción, Valparaíso; actividades en que siguió demostrando sus grandes
cualidades como servidor público.
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