Revista de Marina
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Nueva toponimia para insignes miembros de la expedición de Magallanes

  • Fecha de publicación: 01/11/2020. Visto 532 veces.
  • Resumen:

    En el marco de los 500 años del descubrimiento del estrecho de Magallanes, la Tercera Zona Naval y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada analizaron, mancomunadamente, diversos antecedentes históricos y cartográficos a fin de reconocer los notables aportes de cinco miembros de la expedición descubridora: Albo, Pigafetta, Roldán, San Martín y Valderrama, considerando así sus apellidos para identificar entidades hidrográficas representadas en la cartografía oficial vigente de esta ruta.

  • Palabras clave: SHOA, Estrecho de Magallanes, toponimia, cartografía.
  • Abstract:

    Within the framework of the 500th anniversary of the discovery of the Strait of Magellan, the Third Naval Zone and the Naval Hydrographic and Oceanographic Service, jointly analyzed various historical backgrounds and cartographical material in order to acknowledge the outstanding contributions of five members of that expeditionary group; Albo, Pigafetta, Roldan, San Martin and Valderrama. Their names were considered to identify hydrographic features represented in the current official cartography of that route.

  • Keywords: Strait of Magellan, Toponymy, cartography, SHOA.

El 21 de octubre del presente año, se conmemoraron los 500 años de un hecho trascendental en la historia de la navegación, que generó que el arte de surcar los océanos se convirtiera en el instrumento de prueba para demostrar la factibilidad de circunnavegar el globo.

Elemento esencial para materializar esta hazaña fue la cartografía náutica que utilizaron los cinco navíos que zarparon de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, el 20 de septiembre de 1519. Mapas todos ellos muy simples y generales, pero que identificaban, a grandes rasgos, las reales características de la costa del continente sudamericano, vislumbrando tal vez en forma esperanzadora la existencia de un paso más al norte que permitiera de alguna manera capear los embates meteorológicos, del hoy conocido mar de Drake.

A cinco siglos de haber tomado conciencia de la factibilidad de cruzar el estrecho de Magallanes, existe hoy cartografía de última generación compatible con sistemas de posicionamiento global satelital y sofisticadas plataformas electrónicas de despliegue, donde cada punta, bahía o isla, ha sido bautizada con el nombre de algún descubridor que ha explorado este paso natural que une dos océanos. Sin embargo, aun existe una serie de accidentes hidrográficos y geográficos que no han sido identificados con algún nombre.

Todo nombre contenido en una carta náutica elaborada por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), es respaldado en un estudio de investigación histórica plasmado en un informe que, conforme a normativas técnicas,* evalúa y analiza los antecedentes acerca de su origen y razón de denominación, convirtiéndose así en un topónimo, que poseerá un carácter permanente en el tiempo.

En este contexto, la Tercera Zona Naval y el SHOA, acogiendo una solicitud del ilustre investigador magallánico Mateo Martinic, analizaron diversos antecedentes históricos y cartográficos, con el fin de reconocer, a través de la toponimia, los notables aportes de cinco miembros de la expedición descubridora de Fernando de Magallanes.

La toponimia del estrecho de Magallanes

Es así como en las cartas publicadas por el SHOA, serie 11.000, área estrecho de Magallanes, es posible identificar nombres de accidentes hidrográficos y geográficos asociados directamente a navegantes, hidrógrafos e historiadores de diversas nacionalidades que ejecutaron trabajos en esta área. Ejemplo de ello, son los británicos Narborough, Stokes, Skyring, Wood, Wollaston, Tarn o el almirante holandés Hermite. Tampoco están ausentes nombres utilizados por los aborígenes para identificar ciertos sectores como Tekenika o Xaultegua; o bien nombres propios de algunos de ellos, que participaron activamente en tareas de exploración como lo fueron Acwualisnan o Alloupa.

Especial mención merecen las denominaciones relacionadas con las incursiones realizadas por aquellos marinos que, en nombre de la corona española y desde el descubrimiento del estrecho de Magallanes, en 1520, exploraron recónditos lugares y espacios aledaños, asignando nombres a cada accidente o punto notable para la navegación. De esta forma, durante la primera travesía por el estrecho nacen los topónimos: cabo de las Once Mil Vírgenes; bahía de la Victoria; Tierras de los Humos; Tierras de los Fuegos; isla de los Pájaros; puerto de las Sardinas; cabo Deseado; canal de Todos los Santos; Campana de Roldán; entre otros.*

Más tarde, estos nombres serían modificados y/o complementados con otras denominaciones efectuadas durante expediciones posteriores tal como el cabo Espíritu Santo, situado en la costa Noreste de la isla Tierra del Fuego junto a Punta Dungeness, bautizado en recuerdo a la nave de la expedición del almirante español García Jofré de Loayza, comandada por Juan Sebastián Elcano que naufragara en la inmediaciones de esta área en 1526. En 1553, la isla Madre de Dios es bautizada con ese nombre, por la expedición del navegante español Francisco de Ulloa.

Años después, se denomina Gente Grande, a la bahía localizada en el extremo Norweste de la isla Tierra del Fuego, bautizada así por el capitán Pedro Sarmiento de Gamboa en febrero de 1580, tras haber zarpado el 9 de octubre desde Callao, para llevar a cabo una expedición especial al estrecho de Magallanes. Durante esta comisión, nombra como San Juan de la Posesión a la bahía y rio, localizados en la costa oriental de la península Brunswick, al Sur de punta Santa Ana, como remembranza del acto de posesión del estrecho realizado el 12 de febrero de ese año. Este insigne explorador español continuó su labor hacia el Norte dando paso a una serie de reconocimientos hidrográficos y aperturas de vías existentes hasta el día de hoy, llevando su nombre uno de esos canales que conforman la actual ruta marítima comercial.

Con el transcurrir del tiempo y en la medida de que más exploradores surcaban el estrecho y sus canales adyacentes, comienza a enriquecerse la toponimia. Aparece en las cartas el canal Jerónimo, bautizado por el capitán de navío de la Armada Española, Antonio de Córdova, jefe de la expedición al estrecho de Magallanes, ejecutada entre los años 1785 y 1786 a bordo de la fragata Santa María de la Cabeza.

Cabe mencionar una asignación toponímica ocurrida durante el siglo XX en el actual seno Agostini, localizado entre las montañas de la cordillera Darwin en el canal Magdalena. El sacerdote italiano, geógrafo y explorador Alberto de Agostini, mientras efectuaba estudios de la península Brecknock, descubre el 06 de febrero de 1913 este fiordo que denomina Pigafetta, en honor al historiador de su misma nacionalidad que acompañó a Fernando de Magallanes en su descubrimiento. Antonio Pigafetta fue uno de los 18 hombres que regresaron con vida a España dando a conocer los detalles de la magna expedición a través de su relato Primer Viaje Alrededor del Mundo (1524), que se constituyó en la principal fuente de información de los hechos acontecidos, razón más que fundada para identificar con su apellido a una configuración hidro-geográfica existente en las aguas adyacentes al estrecho de Magallanes. Sin embargo, en 1914 este fiordo fue rebautizado como Agostini por los oficiales de la escampavía de la Armada de Chile Porvenir, como reconocimiento a su labor realizada hasta esos momentos en la Patagonia.

Los nuevos topónimos

De la misma forma como lo ocurrido con Antonio Pigafetta, quien a pesar de su esencial rol para la posteridad de la expedición descubridora del estrecho y cuyo nombre, tal como fue descrito anteriormente, nunca quedó registrado en algún topónimo existente en la cartografía del área, existen otros hombres que por su contribución a tan magno evento, poseen los méritos suficientes para asociarlos a algún accidente hidro-geográfico de importancia.

Gracias a valiosos antecedentes aportados por el connotado historiógrafo magallánico Mateo Martinic y a posteriores análisis llevados a cabo mancomunadamente por el SHOA y la Tercera Zona Naval, se determinó en la carta N° 11.300 sector Paso Inglés, una entidad cartográfica notable que contiene el adecuado respaldo histórico para asociarla a Antonio Pigafetta. Sin perjuicio de lo anterior, fue posible considerar también, el nombre de otros tres miembros de la expedición que en esa misma área acompañarán en la posteridad toponímica, a Pigafetta.

  • Francisco Albo: De familia probablemente genovesa con orígenes griegos. Se embarcó como contramaestre de la nao Trinidad, insignia de la expedición y se le atribuye la autoría del primer derrotero del estrecho. Mantuvo el registro de posición de todas las naves durante la navegación. Las investigaciones realizadas por Mateo Martinic indican que Albo determinó las latitudes en Dungeness en la mar; en la punta San Silvestre de la isla Isabel, en el inicio oriental del Paso Inglés en la mar; en el islote del puerto de las Sardinas y frente al cabo Deseado a la salida de las naves del Estrecho. Fue uno de los 18 supervivientes que consiguieron volver a Sevilla con Elcano. En sus registros señaló:

Allí vimos una uberta como bahía, i tiene a la entrada a mano derecha, una punta de arena mui larga i el cabo que descubrimos antes de esta punta se llama el cabo de las Vírgenes. Dentro de esta bahía hallamos una estrecho que tendrá una legua de ancho.* Cabe mencionar que la punta muy arenosa a la que Albo se refirió, corresponde a punta Dungeness. Los acontecimientos registrados por Francisco Albo fueron plasmados en la publicación denominada Derrotero del viaje de Magallanes desde el cabo de San Agustín en el Brasil, hasta el regreso a España de la nao Victoria. Falleció en 1536.

  • Andrés de San Martín: Navegante nacido probablemente en Sevilla, fue el piloto-cosmógrafo en jefe de la flota de Magallanes. Poseía profundos conocimientos en cosmografía que le permitieron calcular con precisión elevaciones de astros y distancias de navegación, utilizando mediciones astronómicas basadas en las diferencias de longitudes de dos lugares. Bajo este concepto, conocidos son sus libros de cálculos y anotaciones para determinar con un alto grado de exactitud; la distancia existente entre puerto San Julián en la Patagonia Argentina y la isla filipina de Homonhon. Trascedente fue su rol de vocero de los capitanes y pilotos en la consulta efectuada por Fernando de Magallanes estando en el puerto de Las Sardinas, respecto de la conveniencia de continuar con la travesía.* Muere en Cebú, Filipinas, el 1 de Mayo de 1521.
  • Pedro de Valderrama: Nacido en Écija, aproximadamente durante el último tercio del siglo XV, fue el sacerdote que integró la expedición de Magallanes en calidad de capellán. Ofició las primeras misas registradas en la zona americana austral, celebrando la primera de ellas el 1 de abril de 1520 en lo que actualmente es San Julián, Argentina. Posteriormente, el 11 de noviembre de ese mismo año, celebra una misa en la bahía bautizada por Magallanes como puerto de las Sardinas, hoy denominada Fortescue, conforme como fue bautizada por el navegante inglés John Narborough en 1669. Esta misa correspondió al primer oficio religioso consagrado realizado en lo que actualmente es territorio chileno. Valderrama fue figura clave para el sostén espiritual de las tripulaciones de la flota que conformó la expedición de Fernando de Magallanes, desempeñando una esencial labor en la evangelización de nativos en el pacífico, hasta su muerte durante el alzamiento de los aborígenes en Cebú, Filipinas.

De esta manera Pigafetta, Albo, San Martín y Valderrama quedarán plasmados en la cartas SHOA N° 11.300 “Estrecho de Magallanes, Cabo Froward a Paso Tortuoso” y N° 11.310 “Estrecho de Magallanes, Paso Inglés”. Los tres primeros identificarán con sus apellidos a las tres islas mayores, hasta ahora, sin denominación que contiene el grupo de islas Charles en el estrecho de Magallanes, identificadas de esa manera por Narborough en 1670 en honor a su entonces rey, King Charles II of England. (Fig. N°1).

Fig. N°1: Representación de la localización de los topónimos de las islas San Martín, Albo y Pigafetta que será identificada en la cartografía náutica del SHOA. Extracto Carta SHOA N°11.300.

Para el capellán Valderrama, se escogió la punta situada al Noreste y aproximadamente a una milla de la denominada punta Suroeste de la bahía de Fortescue, quedando asociado al topónimo fray Valderrama, en consideración a su condición de clérigo capellán de la expedición. (Fig. N°2).

Fig. N°2: Representación de la localización del topónimo punta Fray Valderrama que será identificada en la cartografía del SHOA. Extracto Carta SHOA N°11.300.

La Campana de Roldán

Roldán de Argote, artillero flamenco oriundo de Brujas cuyo nombre en su lengua nativa era Roeland van Brugge, quien fuera uno de los nominados por Magallanes para llevar a cabo una exploración con el fin de obtener un panorama desde alguna altura que asegurara la vista del horizonte y con ello confirmar que la ruta descubierta otorgaba la salida al océano Pacífico. La misión fue lograda y se atribuye a este miembro de la expedición, la observación que corroboró la visión despejada a lo largo del estrecho que finalizaba con el claro horizonte. El nombre de quien ejecutó tan importante hecho nunca ha estado en duda. Sin embargo, a lo largo de la historiografía y de acuerdo a la evolución de la cartografía y la toponimia contenida en ella, fue necesario analizar una serie de antecedentes para determinar el lugar donde esta observación se habría llevado a cabo. La carta SHOA N° 11.300 contiene un topónimo denominado “Campana de Roldán”, para identificar un cerro de 831 m de cota localizado en la isla Clarence. (Ver figura N°3).

Fig. N°3: Representación de la localización del topónimo Monte Campana de Roldán en la actual cartografía del SHOA. Extracto de la Carta SHOA N°11.300.

Esto, se contradecía con lo descrito en el libro Una Travesía Memorable, donde se menciona que el cerro el Morrión, localizado en la península de Ulloa, isla Santa Inés, sería la verdadera campana de Roldán. (Ver figura N°4).

Fig. N°4: Cerro el Morrión, representado en la carta SHOA N° 11.200. 1era Edición 1995.

En este contexto y analizando los antecedentes históricos existentes en la Tercera Zona Naval, sumado a diversas publicaciones y al robusto material del archivo hidrográfico del SHOA, fue posible determinar inicialmente los siguientes puntos:

  • La localización del topónimo en cuestión, identificado como monte Campana de Roldán, habría aparecido como tal, en la cartografía contemporánea, en la carta SHOA N° 11.300, edición 1993.
  • La cartografía nacional antigua (Siglo XIX), existente en el museo naval de Punta Arenas y en la Comandancia de la Tercera Zona Naval, evidenciaron su origen proveniente de la cartografía inglesa, donde se identificaba al citado monte como Roldan Bell, habiendo sido esto, consecuente con el nombre con que fue bautizada en esa misma época, la bahía localizada al oriente del monte (bahía Bell).

Adicionalmente, revisando los mismos antecedentes, se corroboró que el topónimo “Co. El Morrión”, asignado al monte localizado en la península Ulloa, Isla Santa Inés, había sido utilizado por cartografía muy antigua, tanto nacional como extranjera, que data del siglo XIX. Esto último fue encontrado en la carta editada por la entonces Oficina Hidrográfica de la Armada de Chile N° 111 senos Skyring y Otway y canales adyacentes” (Ed. 1905), elaborada con data obtenida de exploraciones llevadas a cabo por la Marina de Chile hasta 1904.

A su vez, Mateo Martinic, planteaba que cerro el Morrión correspondía al lugar donde se habría realizado la observación histórica del término del estrecho de Magallanes. Cabe mencionar que este hecho habría sido también representado por cartas elaboradas en 1529 (Diego Ribero) y en 1775 (Juan de la Cruz Cano y Olmedilla). Adicionalmente, otras crónicas tales como las elaboradas por Antonio Herrera y Tordesillas, constituyen en parte al establecimiento de un testimonio escrito del hecho antes mencionado.

Así los hechos y en forma complementaria, atendiendo la narración histórica de las características que identifican este lugar, el comandante en jefe de la Tercera Zona Naval dispuso la realización de un reconocimiento de terreno, hecho que fue efectuado el año 2019 por una Unidad de Tarea del Destacamento de Infantería de Marina N°4 “Cochrane”. Cabe destacar, que en esta comisión se corroboraron muchos aspectos geográficos y prácticos de la descripción para acceder al lugar donde se habría realizado este avistamiento. De igual forma, durante ese mismo año, se recopilaron una serie de fotografías descriptivas de las características geográficas de este accidente, siendo la gran mayoría obtenidas desde buques en tránsito. (Ver fotografía N° 1).

Fotografía N°1: Navegación de Mercante por el Estrecho de Magallanes de Norte a Sur. Por la proa se aprecia el Cerro el Morrión. Gentileza P.A.C, Capitán de Altamar Sr. H. España G.

Con todo lo anterior, se generó una primera idea de considerar la factibilidad de renombrar al monte Campana de Roldán (Carta SHOA N°11.300), como monte Bell o monte Roldán Bell. De esta forma, se reconocería la cartografía antigua elaborada y utilizada desde el siglo XIX, tanto a nivel nacional como internacional, siendo también toponímicamente consecuente, con la coexistencia de otra entidad cartográfica geoespacialmente común en la isla Clarence, como lo es la bahía Bell, cuyo nombre se podría aventurar que fue asignado producto del mismo origen. (Ver figura N°5).

Fig. N°5: Bahía Bell al Norweste del Monte Campana de Roldán. Extracto de la Carta SHOA N° 11.300.

Por otro lado, reconociendo la denominación del cerro El Morrión, pero tomando en cuenta los relatos y descripciones históricas recopiladas en las crónicas de Martinic, sumado a la exploración en terreno efectuada por la UT del Cochrane y las fotografías de aproximación obtenidas por diferentes buques que navegaron esa área durante el año 2019, se planteó una segunda posibilidad, considerando la factibilidad de incluir bajo citado topónimo (Co. El Morrión), alguna leyenda alusiva a la observación histórica efectuada por Roldán de Argote.

Finalmente y atendiendo la revisión y estudio de nombres geográficos realizado por el SHOA en su calidad de autoridad oficial responsable de la toponimia contenida en la cartografía náutica nacional, se determinó que los antecedentes históricos existentes indican que la actual localización del topónimo monte Campana de Roldán, se origina en la cartografía inglesa sobre la cual se basaron las primeras cartas de esa oficina hidrográfica, las cuales datan del siglo XIX y sitúan el monte en el costado oriental de bahía Bell. Esto último, generó en la cartografía elaborada desde ese entonces un uso y costumbre del topónimo. Es por ello que tomando en cuenta el uso y costumbre del monte que lo asocia a la actual posición en la isla Clarence, sumado a las discrepancias encontradas y en atención a que los antecedentes históricos no son del todo concluyentes, se determinó mantener la localización del topónimo en la actual posición.

Por otra parte, el SHOA consideró atendible la propuesta para asociar al topónimo cerro el Morrión a la acción de la observación efectuada por Roldán. Esta decisión fue adoptada considerando que todos los antecedentes existentes señalan a este accidente como El Morrión, siendo utilizado así, históricamente por la cartografía náutica nacional. Sin embargo, dada la importancia del acontecimiento que constituye el avistamiento que corroboró el cumplimiento de la expedición, se decidió excepcionalmente agregar bajo el topónimo existente y entre paréntesis la grafía (Obser. Roldán). (Ver Figura N°6).

Fig. N°6 Representación del topónimo que indicará en la Carta SHOA N° 11.200, la Observación efectuada por Roldán de Argote en el Cerro el Morrión.

Comentarios finales

Los nombres geográficos contenidos en la cartografía náutica del estrecho de Magallanes son el reflejo de las diversas expediciones realizadas por exploradores de distintas nacionalidades y pueblos originarios que dieron comienzo a la actual toponimia de esta esencial vía que conecta a dos océanos y los proyecta al continente asiático, logrando así una circunnavegación a través de los mares.

El reconocimiento al rol que desempeñaron Albo, Pigafetta, San Martín y Valderrama, fue posible de satisfacer, en un área en común que permitió asociar a los tres primeros a tres islas, hasta ahora sin denominación, componentes del grupo de islas Charles, localizándolos frente a la bahía Fortescue donde el último de ellos, celebró la primera misa en el actual territorio nacional. Quedan así para siempre estos miembros de la expedición, plasmados adecuadamente bajo un enfoque estético cartográfico y en comunión con las aguas del paso Inglés, tramo componente del estrecho de Magallanes.

La expedición del destacamento Cochrane al cerro el Morrión que se realizó conforme la descripción de los relatos históricos de la observación de Roldán, contribuyó directamente a la decisión excepcional de considerar bajo el topónimo existente en la carta SHOA 11.200, “Co. El Morrión”, la leyenda “(Obser. Roldán)”.

Los libros, publicaciones y la cartografía constituyen eficaces herramientas, que permiten dejar constancia hechos y/o personas, cuyas acciones han sido determinantes no solamente para el desarrollo del país, sino que también para el mundo entero. Es entonces un deber el revisar permanentemente la historia e ir registrando en estos elementos, los acontecimientos y sus protagonistas que por diversas razones no hayan sido reconocidos, quedando sus acciones plasmadas para la posteridad y para el aprendizaje de las experiencias que puedan obtenerse, en pro del futuro de la nación y de nuestros sucesores.

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