- Fecha de publicación: 01/12/1972.
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El Capitán de Navio Sr. Ladislao D'Hainaut, a nombre
de los oficiales condecorados,
da lectura a su discurso. Escu 4
chan atentamente, su señora esposa. doña Clara Correa de
D'Hainaut y el Sr. Embajador Knudsen.
Luciendo sus condecoraciones los comandantes señores
Barra y D'IIainaut y capltán señor Pinto son fotografiados
luego de la. emotiva. ceremonia. acompaña.dos de sus l.lsposa.s.
CRONICA
NORUEGA CONDECORA A OFICIALES
En ceremonia aue se efectuó el día
25 de octubre el E~bajador de Noruega
en Chile, Excmo. Sr. Dºt 1ef Knudsen, a
nombre de S.M. Olav V, Rey de Norue
ga, impuso la Corbata de Comendador
de la "Orden de St. Olav" al Capitán de
Navío Sr. Ladislao D'Hainaut Fuenzalida,
y la Medalla de Oficiales de la misma
Orden al Capitán de Fragata Sr. Carlos
Barra Von Kretsmann y al Capitán de
Corbeta Sr. Carlos Pinto Cáceres, por su
brillante desempeño en las maniobras de
salvamento de la nave de turismo "L:nd
bland Explorer", accidentada en la An
tártida en febrero de es te año, con 1 04
turistas y 68 tripulantes. En su socorro
y rescate participaron las Unidades del
Grupo de Tarea Antártico AP. "Piloto
Pardo" y AGS "Yelcho", al mando del
comandante Barra y del capitán Pinto,
respectivamente. El comandante D'Hai
naut se desempeñaba en aquella oportu
nidad como Comodoro del Grupo de
Tarea.
El Embajador señor Knudsen, en par
te de su emotivo discurso expresó:
··Es difícil poder describir la gratitud
y reconocimiento que los pasajeros del
"Lindbland Explorer " sintieron, en pri
mer lugar por haber s=do rescatados y
trasladados a los buques chilenos, y des
pués llevados sanos y salvos a Punta
Arenas. El alivio de todos fue inmenso y,
como ejemplo, podemos citar a una
agradecida pasajera que -en carta diri
gida al Presidente de la República
afirmó que lo que pudo ser una desgra
cia espantosa, se transformó en una me
morable experiencia, gracias a los oficia
les y tripulantes del "Piloto Pardo" y del
"Ye~cho".
De estos sentimientos debe haber na·
cído la comprensión de una faceta inhe-
rente a la vida marina, la solidaridad en
tre gente de mar y su presteza para dar
todo, hasta la vida, cuando se escucha
la terrible señal S. O. S.
Chile y Noruega son dos naciones ma
rítimas y su contacto más importante es,
precisamente, en el campo marítimo y
naviero. Estoy seguro por lo tanto, de
que el gran sector del pueb 1o noruego
conectado con el mar ha sab '.do apreciar
en su totalidad la extraordinaria proeza
llevada a cabo por la Marina de Chile
para socorrer al barco noruego".
Por su parte, el comandante D'Hai
naut, que a nombre de los oficiales agra
ciados leyó un breve discurso de agrade
cimiento por el alto honor concedido,
en parte del mismo expresó:
"La Patria de Leif Erickson, Fridtjof
Nansen, Thor Heyerdahl, así como de
Undset, lbsen y Grieg, y señeramente de
Roald Amudsen; esa nación que vive de
cara al mar, que de él se nutre y por él
progresa, la patria de los vikings que lle
nan la leyenda y fueron los primeros en
alcanzar las costas de América hace más
de un milenio, esa patria que, curiosa
mente Dirik Gerritz en 1599, al d=visar
la Antártida, dij era haber avistado una
costa alta como la de Noruega, esa pa
tria noruega de a~ma marinera, no podía
sin contradecir su instinto del mar, de
jar de acordarse de este episodio tan
náutico, y su egregio monarca expresó
sus deseos de conferirnos tan preciado
galardón.
Profundo reconocim=ento expreso en
nombre de los ex-comandantes de los
buques entonces a mi mando, comandante
Barra y capitán Pinto y en el mío propio,
reconocimiento que os pido, encarecida
mente, tengáis a b;en hacer llegar a vues
tro Rey. diciéndole que, leales servido-
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res de nuestra Armada, creemos haber
la interpretado fielmente en su más que
centenaria tradición de servic:o perma
nente hacia quien sea que requiera su
ayuda, no importa el esfuerzo, no im
porta el riesgo, no importa el propio que
hacer.
tecer y prest;giar estos emocionantes mo
mentos de las carreras de nosotros tres,
modestos oficiales de la Armada de Chi
le".
Se encontraban presentes las esposas
de los oficiales condecorados, a quienes
el Sr. Embajador, en un delicado gesto,
hizo entrega de artísticos broches, arte
sanía de su país, en recuerdo de tan es
pecial ocasión.
Muchas gracias a usted, excelentísimo
señor y a todas las distinguidas personas
que con su presencia han querido enal-
CAPELLAN
El jabeque español "San José" y "Santa Rita", de 14 ca
ñones y 62 hombres, al mando de don Antonio Ocaña, estando
en 1 791, en la Isla de Madera, fue arrojado fuera del puerto
por un vio1ento temporal y no siendo posib)e volver a él, hizo
rumbo a Cádiz, con la particularidad de haber quedado en tie
rra el capitá!1 y el segundo, teniendo que tomar el mando del
buque el capellán don Francisco Calvente del Río, que hizo todo
]o posible por evitar el encuentro con la fragata inglesa "Almi
rante Edwards", de 28 cañones y 240 tripulantes. Más no pu
diendo conseguirlo, se vio en la obligación de virar de bordo
y defenderse.
El combate duró más de tres horas, durante las cuales el ja
beque quedó acribillado a balazos con 48 pulgadas de agua que
habían inutilizado la pólvora del pañol y, próximo a irse a pi
que, se vio en la necesidad de arriar la bandera.
Al tomar posesión del buque los ingleses y enterarse de
los hechos quedaron asombrados, colmando de elogios a los
e~pañoJes por su b!zarra defensa, encomiando la conducta del
capel!án que dirigió el combate con tanta inteligencia, valor y
acierto.
El capitán Elías Flores le devolvió, en señal de aprecio,
todo su equipaje y la capilla del jabeque.
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