- Fecha de publicación: 01/08/2016.
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Acontar de la promulgación de la ley Nº 20.424
en febrero de 2010, la noción de lo conjunto
ha estado presente en la actividad militar en Chile
con mayor fuerza y ello ha permeado a todas
las áreas, siendo particularmente notorio en lo
logístico, en que a veces pareciera haber una
suerte de voluntarismo para tratar de que todo
sea conjunto.
Este artículo trata de la logística en el ámbito
conjunto, para lo cual se hace un análisis de lo
que se debe entender por logística conjunta, se
cuestiona el propósito de ésta, sus características,
requisitos para implementarla y centros de
esfuerzos futuros para su desarrollo.
¿Qué es la logística conjunta?
Una cuestión clave es establecer qué es y qué se
entiende por logística conjunta. Veamos primero
las publicaciones nacionales que deberían dar
luz a este asunto; la publicación oficial en el
ámbito conjunto que contiene los términos
militares de las Fuerzas Armadas de Chile es el
Diccionario Militar Conjunto,1
y aquí aparece un
primer asunto curioso, no existe una definición
de logística conjunta. La publicación que aborda
los temas logísticos a nivel conjunto, que debiera
ser la fuente principal es la DNC 4-0 Doctrina
logística para el empleo conjunto de la fuerza, que
en su Glosario2
tampoco entrega una definición
para la logística conjunta, aún cuando en el
Capítulo I se refiere a la Logística en el ámbito
conjunto, estableciendo que “es la ciencia militar
destinada a proporcionar los medios logísticos
que requieren las FF.AA. con el propósito de
acrecentar y mantener su capacidad interoperativa,
para hacer viable el desarrollo de las operaciones
militares conjuntas…”
En las publicaciones extranjeras usadas
normalmente como modelo, EE. UU., Reino
Unido (RU) y OTAN la situación es similar,
excepto en la JP 4-0 Joint Logistics Edition 2013
(de EE.UU.), en que sí aparece una definición
* Capitán de Fragata (R).Oficial de Estado Mayor. Magister en Logística y Calidad. Profesor de la Academia de Guerra Naval. Preclaro Colaborador de la Revista de
Marina, desde el 2005. (hfontena@icloud.com)
1. DNC 2.0 Diccionario Militar Conjunto, 2010
2. DNC 4.– 0, pp 99
No cabe duda que en lo referido a la logística, la centralización de los procesos en cuanto
a los recursos, es provechosa, fundamentalmente porque las economías de escala
que se producen son significativas y ello redunda obviamente en una mayor y mejor
administración de recursos, posibilitando hacer más con menos, una de las metas de
cualquier organización.
Monografías y Ensayos
REVISMAR 4 /2016 41
explícita: “Logística conjunta es el uso coordinado,
sincronizado y compartido de recursos de dos o
más departamentos de logística para apoyar a la
fuerza conjunta.”3
En la publicación británica JDP
4-00, Logistics for Joint Operations, 4th Edition,
2015, no hay una definición directa, como
tampoco la hay en la publicación de la OTAN,
AJP 4 Allied Joint Logistic Doctrine.
Como podemos ver entonces, la logística
conjunta no sería una disciplina en sí misma,
sino que, como se infiere de la doctrina
estadounidense, es el uso coordinado de las
logísticas institucionales. Reiterando lo señalado
anteriormente, en la DNC 4-0 al explicar el
concepto lo hace refiriéndose a la logística en
el ámbito conjunto y no a la logística conjunta
de manera específica.
Personalmente estimo que es un tanto equívoco
plantear una logística para el ámbito conjunto de
la forma indicada, ya que parece ser una forma
oblicua de definir una logística conjunta de
manera distinta a lo que es, la suma coordinada
de las capacidades logísticas institucionales que
tiene como propósito posibilitar la ejecución de
operaciones militares conjuntas.
Propósitos de una logística conjunta
Habiendo discutido lo que debería entenderse
por logística conjunta, es pertinente plantearse
algunas preguntas claves, ¿es necesaria?, ¿cuán
conjunta debiera ser?
Como punto de partida me parece que se debe
dejar muy claro que la actividad logística nace
como consecuencia de decisiones estratégicas,
a las que sirve de apoyo, pero a su vez, es la
logística la que determina el alcance de los planes
estratégicos; lo mismo ocurre para los otros
niveles de planificación, operacional y táctico.
En otras palabras, la logística que sustenta y
proporciona los recursos para que las acciones
se lleven a cabo, depende entonces o es función
de la planificación en cualquiera de sus niveles;
planteado de otra forma, no debiera existir una
logística que no esté alineada con la planificación,
en los distintos niveles. Desarrollar una logística
que consista en acumular o tener recursos, no
tiene sentido ni justificación si no está concebida
para vestir los planes a los cuales da sustento. Lo
anterior es muy importante, porque define muy
claramente que la logística para su empleo en
lo conjunto debe proporcionar lo requerido por
la planificación de un mando conjunto, y esto
es precisamente lo que la orienta en cuanto a
que es lo que debiera proporcionar. Una buena
logística entonces, es aquella que permite ejecutar
el curso de acción (COA) elegido en el proceso
de planificación. Sin un propósito definido no
tiene sentido acumular recursos.
La Doctrina para la Acción Conjunta de las
FF.AA., documento de más alto nivel de doctrina
militar conjunta, establece que las instituciones
de la defensa proporcionan el apoyo logístico
y administrativo a las fuerzas asignadas a los
mandos conjuntos, asignando para estos últimos
un rol coordinador.4
Esto, de alguna manera
enfatiza el quehacer de los mandos conjuntos
y de las instituciones; los primeros enfocados
prioritariamente en lo operativo y para las
instituciones, tareas de desarrollo de fuerza,
entrenamiento y equipamiento de las fuerzas.
Lo anterior es la doctrina actual, por lo que la
logística conjunta, es decir, la unión, coordinación
y sincronización de las logísticas institucionales
que apoyan los medios asignados a los mandos
conjuntos debe procurar ser lo más eficiente
posible para el escenario recién expuesto.
Siempre es conveniente conocer la realidad y
estudiar las soluciones que países más desarrollados
y con experiencia de combate actual o reciente,
como EE.UU., RU o la OTAN, que normalmente
constituyen un excelente y apropiado referente; sin
embargo, creo hay que tener en cuenta un aspecto
importantísimo, más allá de que las tareas a sus
FF.AA. no son las mismas que las nuestras, es el
hecho de que tanto EE.UU. como RU poseen grandes
y potentes organizaciones logísticas encargadas
de proveer los insumos logísticos de las fuerzas,
las que son independientes de las instituciones.
Me refiero a la Defense Logistics Agency (DLA) en
EE.UU y a la Defence Equipment and Support (DE&S)
en RU, lo cual hace una tremenda diferencia en
cuanto a plantearse como estructurar una logística
conjunta en nuestra estructura militar, ya que en
3. JP 4-00 pp GL-7
4. Doctrina para la acción conjunta de las FF.AA., pp 28 y 49
MONOGRAFÍAS Y ENSAYOS: Logística conjunta. Reflexiones
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nuestro caso son las instituciones las responsables
de proveer los recursos requeridos por las fuerzas.
La organización de los países desarrollados, que
hacen uso frecuente de sus FF.AA. en conflictos
externos, posibilita satisfacer estos requerimientos
con una legislación que permite llevar a cabo
actividades militares en condición de normalidad
y de tiempo de guerra, donde lo conjunto opera
de manera normal, a diferencia de nuestro país
en que lo conjunto tiene ejecución plena sólo en
situaciones de conflicto.
En EE.UU., la DLA5
provee cerca del 90% de los
requerimientos de las fuerzas militares, en cuanto
a número de ítems, lo que deja a las logísticas
institucionales la responsabilidad de proveer sólo
un 10% del total de requerimientos, centrándose
en los artículos específicos de cada institución,
aun cuando en rigor, el costo monetario de esos
requerimientos es un porcentual diferente.
En el caso de RU, el Ministerio de Defensa
ha sido tradicionalmente el encargado de las
adquisiciones militares, primero con la Defence
Logistics Organization (DLO) y la Defence
Procurement Agency (DPA), ambas separadas
del Ministerio de Defensa y posteriormente
refundidas en la DE&S, que posee una planta
de 12 500 personas entre civiles y militares.
Como se puede ver, la conceptualización de la
logística con una perspectiva logística de los
países mencionados tiene una larga trayectoria y
es fruto de una organización y cultura que no es
posible copiarla o siquiera imitarla sin considerar
todos los elementos, recursos y organización
que la hacen posible.
No cabe duda que, en lo referido a la logística,
la centralización de los procesos en cuanto a
los recursos es provechosa, fundamentalmente
porque las economías de escala que se producen
son significativas y ello redunda, obviamente, en
una mayor y mejor administración de recursos,
posibilitando hacer más con menos, una de las
metas de cualquier organización.
Pero volviendo a lo planteado inicialmente, que
me parece es central; la logística debe proveer los
recursos para que la planificación en cualquier
nivel pueda llevarse a cabo, por ende, que tan
conjunta debiera ser la logística va a depender
de lo que la estrategia conjunta contenida en
la planificación necesite. Actualmente, como ya
se indicó, la doctrina en Chile establece que son
las instituciones las responsables de apoyar a las
fuerzas asignadas a los comandos conjuntos, por
lo tanto, no tendría justificación ni sería apropiado
que un mando conjunto tuviera responsabilidades
administrativas, de la magnitud que significa
hacerse cargo de satisfacer los requerimientos
logísticos de las fuerzas asignadas, con el trabajo
y organización que ello requiere. Lo anterior,
desvirtúa totalmente el quehacer de un mando
que debe enfocarse en la conducción de las
operaciones. Los países desarrollados, con mayor
experiencia en asuntos conjuntos, no asignan
responsabilidades logísticas y administrativas
a sus mandos conjuntos, ya que para ello han
desarrollado organizaciones ajenas a las FF.AA.
que se preocupan de satisfacer sus requerimientos
logísticos directamente a través del Ministerio de
Defensa o de una agencia logística. En resumen,
creo que es inadecuado que un mando conjunto
tenga las responsabilidades logísticas, que por
su naturaleza y doctrina están a cargo de las
instituciones, con toda la organización, estructura
y medios que se han desarrollado para hacerlo.
Los CUL6
Un comandante de teatro conjunto (JFC),7
debería tener siempre un control y visibilidad
logística lo más actualizada posible, que le
permita tener un control efectivo de la situación
logística para introducir los cambios respecto a lo
planificado, modificando los centros de esfuerzo
de forma que pueda asegurar el cumplimiento
de las tareas operativas planificadas.
Como se indicó, doctrinariamente los JFC son
coordinadores y no ejecutores de las actividades
logísticas, sin embargo, pareciera natural y
conveniente aumentar la libertad de acción de
un JFC, que en determinadas situaciones pudiera
necesitar un papel más resolutivo respecto a un
ítem o servicio logístico en particular, para un
5. Algunos datos de la DLA que muestran el tamaño de esta organización: en 2014, la DLA generó más de $38 billones en ventas, emplea más de 25,000 personas
entre civiles y militares, administra nueve cadenas de aprovisionamiento con más de 5.3 millones de ítems. Fuente: http://www.dla.mil/AtaGlance.aspx [fecha
de consulta 14 de abril de 2016]
6. Common Users Logistics
7. JFC: Joint Force Commander
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mejor control de los recursos para la ejecución
de su maniobra. Para estos propósitos, EE.UU.
ha desarrollado el concepto de los Common
User Logistics (CUL),8
herramienta de gestión
que permite que los JFC puedan administrar
directamente algún ítem especial, que por su
naturaleza o importancia en la maniobra diseñada,
desee controlarlo directamente –desde el inicio
del proceso de planificación–, para asegurar su
ejecución.
Un CUL puede ser algo físico, material o
servicio que es compartido o provisto por dos
o más instituciones, organizaciones, agencias o
aliados o amigos para el caso de una operación
multinacional. Normalmente se la restringe
a un ítem específico, a alguna unidad o área
geográfica. Ejemplos de CUL son: combustible,
agua, gestión de prisioneros de guerra, sanidad,
material para programas no militares, gestión de
caídos, etc.9
Se reitera que el uso de los CUL no
debiera implicar una carga administrativa para
el JFC que posee una organización operativa.
La metodología de los CUL requiere una
planificación, coordinación y entrenamiento
detallado y continuo, está concebida para proveer
apoyo rápido, eficiente y unificado que mejora y
potencia la capacidad de despliegue y efectividad
de combate de una fuerza conjunta. Utilizada
correctamente, debiera producir eficiencias
significativas al eliminar duplicidades en los
medios y servicios proveídos por las instituciones,
adicionalmente mejora la visibilidad logística del
JFC y subordinados en el teatro.
¿Para qué profundizar lo conjunto?
Independiente de la modalidad de apoyo
logístico, hay elementos en una logística conjunta
que siempre van a ser beneficiosos. Por el momento,
me atrevo a destacar tres, que apuntan a lograr
una gestión más eficiente y una mejor relación
costo eficacia. Primero las economías de escala, en
segundo lugar, la interoperabilidad y por último lo
doctrinario. Hago presente que indudablemente
las áreas o actividades que materializan lo conjunto
pueden ser muchas más, pero creo que las tres
que menciono y explico a continuación son lo
grueso o sustantivo del tema y que apuntan
a la racionalización, disponibilidad y mejor
coordinación.
Es un axioma económico que mayores
volúmenes permiten ahorros significativos en
los costos de adquisición, lo cual es válido para
elementos nuevos, que se incorporan al inventario
de las instituciones o para aquellos elementos
o servicios que prestan apoyo a lo existente.
Para lo primero, lograr economías de escala; los
países desarrollados, sin excepción, han apuntado
a crear organizaciones que adquieren para toda la
Defensa equipos y sistemas nuevos, que permiten
el desarrollo de capacidades; es el caso de los
ya mencionados EE.UU. y RU, pero también se
da en otras potencias como Alemania, Francia,
Suecia, Singapur, etc., incluso en nuestra región,
Argentina el 2009 creó un Servicio Logístico
de la Defensa, actualizado el 2014, que tiene
objetivos similares a los de las agencias indicadas
previamente, sin embargo, su efectividad no
ha sido demostrada y extraoficialmente se han
conocido deficiencias motivadas por fuertes
recortes presupuestarios, por lo que habrá que
esperar un tiempo para saber el resultado y
experiencias reales.
El segundo aspecto positivo de lo conjunto, es
el avance o profundización de la interoperabilidad
que se produce de manera natural al normalizar
y estandarizar el equipamiento de las FF.AA.,
cuando existe un ente centralizador de las
adquisiciones y no tres o cuatro organizaciones
independientes como es lo normal cuando las
instituciones son autónomas en este aspecto.
La estandarización de líneas de productos y
mejor aún, equipos o sistemas similares, es un
santo grial para los administradores logísticos,
ya que se produce una sinergia total: menores
stocks, más conocimiento en la operación, mejor
mantenimiento, menos fallas, etc.
Por último, contar con una doctrina común
en las instituciones pareciera ser un paso básico
para operar de manera conjunta y esto se debiera
llevar a cabo de manera independiente de los
logros referidos al material, que se abordó
previamente. Esto es muy importante, porque
si las mentes y voluntades poseen y usan un
8. JP 4-07 Executive Summary, pp v-x
9. JP 4-07, Chapter IV
MONOGRAFÍAS Y ENSAYOS: Logística conjunta. Reflexiones
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vocabulario, procedimientos y percepciones
comunes, lo conjunto se va a materializar de
manera natural. Este aspecto entonces sería, en
mi opinión, el tercer elemento destacado al inicio
de este apartado como razones para avanzar y
profundizar en lo conjunto.
Reitero que es mezquino pensar solamente
en tres elementos para materializar lo conjunto,
pero como punto de partida esto puede ser
suficiente para obtener resultados concretos.
Observaciones a la situación
nacional actual
Últimamente se está llevando
a cabo un notable esfuerzo por
completar el cuerpo doctrinario
nacional en lo conjunto, lo cual
es simplemente muy positivo por
cuanto al decir de la Doctrina para
la acción conjunta de las FF.AA.
orienta el desarrollo de la acción
conjunta de las fuerzas, norma
las actividades de preparación,
entrenamiento y empleo de
las FF.AA. para que sean más
potentes, interoperativas y estandarizadas en los
procedimientos y lenguaje,10 dicho de otra forma,
es positivo porque permite ir creando un ethos
conjunto, más allá de una simple colaboración
de las instituciones.
Sin perjuicio de lo anterior, advierto que en
ocasiones esto no ha sido llevado correctamente a
la práctica, porque las instituciones no han asumido
lo planteado a nivel conjunto, cuando refiriéndose
a la DNC en comento expresan que su contenido
prevalecerá ante toda otra publicación en uso por
las FF.AA.;11 sin embargo, se han mantenido las
doctrinas institucionales sin considerar lo conjunto,
tal vez por motivos de cultura institucional y temor
a la pérdida de poder en ciertas actividades que
siempre se han hecho así.
n Principios logísticos
Ejemplo de lo anterior es lo referido a los
principios logísticos; en este momento las
instituciones, cada una de ellas los define de
manera diferente, a lo cual se le debe agregar lo
planteado en la DNC 4.0 que agrega otros. En la
figura 1 se presenta un resumen de lo planteado,
el Ejército considera diez principios, la Armada
cinco, 12 la Fuerza Aérea también diez y en lo
conjunto se establecen siete. Los principios
que son exclusivos de cada institución están
marcados con X y en lo conjunto se señalan los
principios que están contenidos en las respectivas
doctrinas institucionales.
Entiendo que esta materia puede ser discutible,
por cuanto el quehacer institucional en lo logístico
difiere en el foco o forma de realizarse, sin embargo,
ello se contrapone con la evidencia empírica
de las FF.AA. que normalmente usamos como
modelos, así por ejemplo EE.UU. tiene todas sus
doctrinas pensadas para lo conjunto y cuando
existe una publicación doctrinaria institucional,
esta está alineada con lo conjunto; así ocurre por
ejemplo con los principios logísticos: Capacidad
de reacción, Simplicidad, Flexibilidad, Economía,
Posibilidad de logro o realización, Sustentabilidad
y Supervivencia.13
En el Reino Unido (RU) la situación es más
asertiva, ya que en la publicación JDP 4-00
Logistics for Joint Operations al referirse al tema
de los principios logísticos se indica que debido
a que RU es parte de la OTAN, para efectos de
n Figura 1. Principios logísticos en Chile.
10.DNC “Doctrina para la acción conjunta de las FF.AA.” Considerando de orden ministerial que aprueba DNC, pp. 3
11.DNC “Doctrina para la acción conjunta de las FF.AA.” pp. 13
12.Estos principios logísticos están definidos en la Doctrina Marítima, pp. 129 por cuanto en el Manual de Logística se definen como tales otros diferentes. Se
privilegia la Doctrina Marítima por cuanto es de edición más reciente pero se hace presente el Manual de Logística está vigente.
13.Responsiveness, simplicity, flexibility, economy, attainability, sustainability, and survivability, JP 4 Joint Logistics, 2013, pp I-9. La publicación Naval Doctrine
Publication NDP4 Naval Logistics en su página 20 define los principios logísticos, los cuales son los mismos que lo indicado en la JP 4.
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facilitar la interoperación, el RU se alinea entonces
por la doctrina de la OTAN y se adoptan en
consecuencia sus principios: Autoridad, Primacía
de lo operacional, Coordinación y cooperación,
Suficiencia, Eficiencia, Simplicidad, Flexibilidad
y Visibilidad.14
Como puede inferirse de lo anterior, para
potencias como EE.UU. y RU, lo conjunto prima
sobre lo institucional, seguramente porque
consideran seriamente y llevan a la práctica
el hecho de que la guerra es conjunta y las
instituciones se encargan de proveer y apoyar
fuerzas que se emplean de manera conjunta,
con mandos conjuntos más empoderados.
n Codificación
Los equipos constituyen la piedra angular de
la logística del material y el desglose en ambos
sentidos –componentes y repuestos o sistemas
y unidades– cubre totalmente el espectro de
ítems que materializan el apoyo requerido por
las fuerzas en operaciones. Un sistema que
permita identificar un repuesto, componente o
lo que sea deba ser proveído, es básico y esencial
para gestionar el apoyo correcto y oportuno a
las fuerzas en combate. Desde el año 2014 el
ministerio de defensa dispuso el uso obligatorio
del número OTAN de catalogamiento (NCS)15
para las FF.AA., Estado Mayor Conjunto (EMC)
e industria de la defensa. La catalogación es un
procedimiento internacional y estandarizado
para la denominación, clasificación, descripción
y numeración de los artículos que se gestionan
en los sistemas de abastecimiento logístico de
las FF. AA. Ahora bien, el NCS pretende permitir
el trabajo interinstitucional y multilingual que
facilita el apoyo logístico y la interoperación,
evitando duplicados, permitiendo el intercambio y
maximizar el apoyo logístico desde una perspectiva
de gestión económica en un ámbito nacional e
internacional.
Contar con un sistema de codificación común
para todas las instituciones es básico, ya vimos
que a nivel mundial los países han migrado al
sistema de codificación OTAN por lo que no
es aceptable que las instituciones no estén
totalmente alineadas en este aspecto. Esta
herramienta permitiría avanzar hacia un sistema
logístico nacional, permitiendo que las bases
institucionales puedan compartir información y
de esta forma poder disminuir stocks y aumentar
la disponibilidad de los sistemas y equipos.
n Clases de Abastecimiento
Asociado al sistema de catalogamiento de la
OTAN existen las clases de abastecimiento, las
cuales sirven para la planificación y transporte. La
DNC 4.0 establece seis clases de abastecimiento:
I Subsistencia, II Equipo y vestuario, III Combustible
y lubricantes, IV Repuestos, V Munición y explosivos
y VI Material de Sanidad.16
Nuevamente acá existe una situación poco
clara, dado que tanto la Armada como la Fuerza
Aérea consideran cinco clases, para éstas, el
material de sanidad está incluido en la clase I
Subsistencia y el Ejército por su parte considera
diez clases:17 I Subsistencia, II Vestuario y equipo,
III Combustible y lubricantes, IV Materiales
de construcción y fortificación, V Munición y
explosivos, VI Artículos de uso personal,
VII Artículos mayores completos, VIII Material
de sanidad, IX Repuestos, piezas y componentes
y X Material no militar.18 La OTAN, por otra
parte, que es un referente en lo concerniente a
planificación,19 considera cinco clases.
Como podemos ver, nuevamente se dispone
una doctrina conjunta, sin embargo, dado que
subsisten las doctrinas institucionales, lejos de
uniformar, simplificar y hacer más interoperativo
el sistema, el resultado es justamente lo contrario,
lo hace más confuso y más complejo. En este
caso, dado que actualmente la logística es
materializada por las instituciones, no advierto
la necesidad, por ahora, de hacer coincidir a
las instituciones en una forma única en cómo
administrar sus materiales, porque no hace
ninguna diferencia en el tratamiento de estos
asuntos a nivel conjunto ya que la gestión la
realizan directamente las componentes con sus
respectivas instituciones y el JFC no interviene.
14.Authority, primacy of operational requirements, coordination and cooperation, assured provision, sufficiency, efficiency, simplicity, flexibility andvisibility,JDP
4, pp 5
15.NCS: OTAN Codification System
16.DNC 4.0, Anexo “A”, pp 95
17.Al igual que el ejército de Estados Unidos
18.Reglamento de Logística del Ejército, pp. 87
19.DNC 5-0, Introducción, pp. 13
MONOGRAFÍAS Y ENSAYOS: Logística conjunta. Reflexiones
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n Áreas funcionales logísticas
Los medios logísticos son de una tremenda
diversidad y definen las actividades que se deben
realizar. La doctrina conjunta ha definido varias Áreas
Funcionales Logísticas (AFL), que son la agrupación
de actividades logísticas técnicas que tienen una
función básica común, las cuales representan la
materia o los medios sobre los que actúa la logística
operativa y que en las instituciones son conocidas
como Funciones logísticas, Elementos funcionales
logísticos y Rubros logísticos.
En la Figura 2 podemos ver cuáles son éstos
en las respectivas instituciones, destacándose
que varias de ellas son comunes y tienen el
mismo nombre, aun cuando no necesariamente
significan o implican lo mismo, como ocurre
con la obtención en el Ejército, personal en la
Armada y construcciones en la Fuerza Aérea;
algunas actividades logísticas se dan sólo en
una institución. En rigor, estas últimas de alguna
manera están incluidas en otra área o actividad
logística; como por ejemplo la Obtención, que
es una fase del ciclo logístico para el Ejército o
el Personal que la Armada lo considera parte
de la logística en su sentido más amplio (…
proveer recursos… entendiendo como tales a
recursos humanos, materiales y servicios) que
las otras instituciones lo tienen considerado
conceptualmente fuera de la logística y por
último, el AFL Construcción de la Fuerza Aérea
es parte de Infraestructura en la Armada.
Como está establecido, la logística en su
mayor parte es proveída por las instituciones
y los mandos conjuntos no ejercen control
alguno sobre éste, en consecuencia, nos parece
que normarles a las instituciones, por ejemplo,
cómo administrar sus actividades, escapa al
interés y competencia de los JFC. Sin perjuicio
de lo anterior, se rescata que la denominación
de las actividades logísticas, que es diferente
en todas las instituciones, se estandarice como
“Áreas funcionales logísticas” me parece acertado
porque la palabra Rubros que utiliza la Fuerza
Aérea es distinto de la acepción que existe en el
Ejército en que se la usa para referirse a los ítems
en el material, lo cual dificulta el entendimiento
en lo conjunto.
n Ciclos logísticos
En la parte pertinente, la doctrina conjunta
establece un ciclo logístico, pero lo aborda dentro
del ámbito conjunto, lo cual es una sutileza, pero
no es tan taxativo como en los casos anteriores,
que normaba el comportamiento conjunto.
Dado que en este caso los mandos conjuntos
sí participan, puede en este caso existir una
justificación para establecerlo a nivel conjunto,
debiendo tener presente, eso sí, que los ciclos
logísticos institucionales son diferentes por
lo que debiera esperarse algún problema en
su implementación. Nuevamente entonces se
nos presenta la situación de que observamos
que existen definiciones diferentes en cada
n Figura 2. Actividades logísticas por institución.
20.Los nombres completos de los AFL en la Doctrina Conjunta son: Abastecimiento, Mantenimiento, reparaciones y salvataje, Transporte, Infraestructura, Sanidad,
Servicios externalizados y Presupuesto y finanzas
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institución, a las cuales ahora hay que agregar
una del ámbito conjunto que no las reemplaza
como sería lo lógico.
El ciclo logístico en el Ejército considera:
Obtención, Acumulación, Distribución, Mantención
y recuperación y Preparación. Por su parte, la
Armada define como etapas del ciclo logístico
a la Determinación de Necesidades, Obtención
y Distribución (aun cuando no está todavía en
la reglamentación, existe bastante consenso en
que la Exclusión sería la última fase). En la Fuerza
Aérea, muy parecido a la Armada, las etapas son
la Determinación de Necesidades, Obtención,
Distribución, Mantenimiento y Exclusión.
Nuevamente podemos apreciar que las
definiciones aportadas por la doctrina conjunta, no
apuntan a hacer más interoperativa a la logística
y en mi opinión, dado el nivel de lo conjunto y
operacional, en vez de centrarse en el ciclo logístico
tradicional, que de hecho es realizado por las
instituciones, debería considerarse el ciclo logístico
del teatro, es decir, la reposición de niveles de las
componentes, el refill del teatro, que le provean la
capacidad de realizar operaciones por el tiempo y
ritmo que se requiera, sin la limitación de operar
solo con los recursos existentes en un determinado
momento en el teatro. Asociado al refill del teatro,
debiera existir una preocupación similar para la
materialización del transporte estratégico que
le va a otorgar a un JFC los recursos, acopios y
medios para un alcance operacional deseado.
Una situación del todo similar al ciclo logístico
la constituyen los niveles logísticos, que tienen
denominaciones diferentes en todas las
instituciones y los conceptos de operación
son también disímiles. ¿Debe normarse esta
materia de manera distinta a lo que hacen las
instituciones? Estaríamos entonces en que más
allá del nombre, el concepto de lo que es un
nivel de seguridad por ejemplo, es diferente en
las instituciones y en lo conjunto.
n Sanidad
Esta es una área interesante, ya que es una
actividad común a todas las instituciones y
salvo dos áreas de ámbitos muy específicos,
medicina de aviación y medicina de sumersión,
desarrolladas con preferencia en la Fuerza Aérea
y en la Armada, pero que de todas maneras
existen en todas las instituciones, pareciera
que esta función puede constituir una buena
manera de profundizar lo conjunto, partiendo
por establecer y consensuar algunos conceptos
como niveles de atención por ejemplo, que
actualmente difieren entre las instituciones.
Tenemos aquí entonces, una actividad que es
común en su ejecución y propósitos pero que
en lo doctrinario es diferente.
Consideraciones finales
Es conveniente contar con una definición
doctrinaria para la logística conjunta y en este
sentido como una adaptación de la definición
norteamericana a nuestra realidad, propongo
la siguiente:
Logística conjunta es la suma coordinada de
las capacidades logísticas institucionales que
tiene como propósito posibilitar la ejecución
de operaciones militares conjuntas.
Las instituciones son responsables por la
logística de apoyo de sistemas, plataformas, del
n Figura 3. Ciclos logísticos por institución.
MONOGRAFÍAS Y ENSAYOS: Logística conjunta. Reflexiones
48
mantenimiento de éstos durante el ciclo de vida y
de la ejecución del apoyo a las fuerzas asignadas
a los mandos conjuntos. Con un planteamiento
más genérico, las instituciones son responsables
de apoyar logísticamente a estas fuerzas para
materializar las operaciones deseadas y sus
obligaciones permanentes son el desarrollo de
fuerza, entrenar, equipar y sostener.
La conducción de la logística conjunta debe
considerar y materializar en su planificación y
ejecución tres elementos o imperativos que la
hacen efectiva: Foco en la misión, visibilidad de
los medios disponibles y rapidez y precisión en
la satisfacción de los requerimientos.
Una breve descripción de estos elementos
o imperativos de una logística conjunta. Por
logística focalizada se debe entender un esfuerzo
conjunto, orientado a satisfacer la misión en un
contexto de momento, cantidad, lugar, calidad y
costo correctos. La misión establece la situación
y contexto para la cual se establece una solución
logística, es decir, esta solución es particular para
esta situación, adaptándose a los cambios de la
situación operacional, que pueden modificar o
generar nuevas necesidades.
La visibilidad logística permite contar con
la información de los recursos disponibles de
todas las fuerzas subordinadas, en cantidad y
ubicación, lo cual le entrega al comandante la
situación logística, ojalá en tiempo real, lo que
le permite apoyar conveniente y oportunamente
a sus fuerzas, acorde a las tareas dispuestas que
sostienen la misión de la fuerza conjunta. Esta
visibilidad le permite al JFC, estado mayor y mandos
subordinados contar con un panorama común,
parte fundamental de la situación operacional
de la fuerza conjunta.
La rapidez para satisfacer las necesidades se
logra al contar con visibilidad logística, pudiendo
adelantarse a los requerimientos y con un sistema
de informaciones y mando y control eficiente.
Contar con los recursos necesarios a tiempo, es
fundamental para el éxito de las operaciones y
ello se logra con una organización y medios que
permiten materializar la distribución de ellos de
manera oportuna.
Las instituciones son responsables de proveer
el apoyo a las fuerzas dependientes de un
mando conjunto, dejándole a este último
la responsabilidad de coordinar, integrar
y sincronizar los recursos de sus fuerzas,
considerando, además de las instituciones
a todas las otras fuentes de recursos, sean
nacionales, gubernamentales o locales que
puedan serle de utilidad y estén consideradas
en su planificación. Un sistema de información
que provea visibilidad logística es necesario para
una mayor optimización, eficiencia y eficacia
en el empleo de recursos necesarios.
El empleo de los CUL es una útil y estupenda
herramienta de conducción logística, que le otorga
al JFC atribuciones específicas para asegurar el
éxito de su misión a través de la conducción
directa de un ítem particular, fundamental en
la ejecución de su maniobra.
Respecto a la pregunta de cuan conjunto
deberíamos ser, la respuesta es: lo necesario
para obtener un mejor apoyo a las operaciones,
evitando el voluntarismo por llevar lo conjunto
más allá de lo que se requiere. Mientras como país
no tengamos una organización que adquiera y
provea de manera centralizada la satisfacción de
las necesidades de las fuerzas, es inconveniente
que la logística avance hacia lo conjunto más
allá que lo doctrinario, se requiere contar con
vocabulario y procesos de planificación comunes,
pero sin intervenir en el quehacer cotidiano de los
procesos logísticos, que son de responsabilidad
y ejecutados por las instituciones que cuentan
con toda una organización, experiencia y cultura
para llevarlos a cabo. De ahí que normar los ciclos
logísticos o las funciones logísticas –excepción
sea dicha para esto último en lo que se refiere
al nombre de las actividades, áreas funcionales
logísticas– no aporta nada el establecer algo
diferente para el accionar conjunto ya que sólo
introduce confusión al incorporar y definir nuevos
procesos, que finalmente no son ejecutados por
las instituciones.
En lo que sí debiera existir una actitud más
resolutiva es aquello en lo que sí puede ser común,
y por ende ayuda a la interoperación, como por
ejemplo en los principios logísticos y sobre todo
en lo que se refiere al catalogamiento. Respecto
a lo primero, definirlo con las instituciones y
una vez establecidos, las instituciones deberían
hacerlos suyos. El catalogamiento OTAN es una
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herramienta usada por la mayoría de las naciones
desarrolladas y, definitivamente, por nuestros
aliados y amigos, por lo que no hay razón para
no incorporarlo totalmente y permitir, como
primer paso, contar con la posibilidad de que
los sistemas logísticos institucionales puedan
conectarse e intercambiar informaciones respecto
a ítems comunes. Respecto de las clases logísticas
de abastecimiento, si la OTAN, que es nuestro
modelo utiliza cinco clases, no resiste análisis que
en la DNC se establezcan seis clases y que por
otra parte no todas las instituciones lo hagan de
igual manera; la planificación indudablemente
que se ve dificultada.
Debemos profundizar lo conjunto por
tres razones, economías de escala, es decir
mejorar la gestión de los recursos; mayor y
mejor interoperatividad entre las instituciones,
para ello hay que favorecer la normalización y
estandarización del material y equipos e incorporar
más áreas en que ello sea posible, por ejemplo,
menciono los procesos de adquisición, que es
un área factible de continuar desarrollando a
futuro porque en esta área han habido avances
y retrocesos. Lo mismo es válido para la Sanidad,
un área que existe en todas las instituciones pero
que es administrada y conducida con criterios
diferentes aun cuando existe un propósito común,
siendo ésta un área en que es posible mejorar
nuestro quehacer y efectividad.
Lo último, la doctrina, en que si bien se
está avanzando, existen áreas en que no hay
publicaciones que lo aborden, por ejemplo lo
referido a personal, entre otros y una reflexión
final en el sentido de que está muy bien que se
quieran normar los procesos y procedimientos
de las FF.AA., con la precaución de hacerlo sólo
en aquellas áreas en que efectivamente es
conveniente para no caer en el voluntarismo
de creer que todo debiera ser conjunto, una
buena receta para ello es hacerlo cuando un
JFC necesite intervenir en algún proceso, que no
signifique una carga administrativa que lo aleje
de su preocupación fundamental que es operar.
En aquellas materias o áreas en que sí es atinente
lo conjunto, las instituciones deben hacerlas suyas
e internalizar estas disposiciones, de no ser así,
sólo se estaría aumentando el cuerpo doctrinario,
complejizándolo y restándole eficacia.
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