COLOMBIA CONDECORA AL COMANDANTE EN JEFE DE LA ARMADA DE Cl-llLE El Gobierno de Colombia condecoró al almirante Raúl Montero Cornejo, Co­ mandante en Jefe de la Armada de Chi· le, con la "Orden Naval Almirante Padi­ lla", en el grado de Gran Oficial. Impuso esta distinción el Embajador de Colombia en nuestro país, Excelentí­ ~imo Sr. Alvaro García Herrera, en cere­ monia efectuada el día viernes 19 de enero próximo pasado. "E n la ya tradicional y profunda vinculación entre Colombia y Chile, hay hechos especialmente positivos de alta significación. Entre ellos las estrechas relaciones que desde muchos años atrás lograron establecer las re3pectivas Fuer­ zas Armadas de los dos países. Pero esas relaciones nunca han obedecido, como pudiera pensarse, a objetivos estratégi­ cos que entrañaran entendimientos ofen· si vos o defensivos. Han estado siempre fundadas en sentimientos de fraternidad y mutua cooperación, reflejando la co· munidad de espíritu que, desde los pri· meros días de la empresa emancipadora, ha guiado y fortalecido el contacto entre nuestros dos pueblos. Podrían señalarse varios hitos que marcan los vínculos entre las institucio­ nes militares colombo-chilenas. Entre ellos están las diversas misiones que Chile ha enviado a Colombia en diferen­ tes épocas y que han prestado valiosos servicios a las Fuerzas Armadas colom­ bianas, destacándose entre otras la mi- En la misma oportunidad, el diplomá­ tico impuso la condecoración de la "Or­ den Naval Almirante Padilla", en el gra­ do de Comendador, al capitán de fra­ gata Ernesto Huber von Appen. A continuación reproducimo3 el dis­ so pronunciado en esta oportunidad por el Embajador Alvaro García: s1on naval que dejó recuerdo imperece­ dero en la Armada de mi país. Los buques-escuelas de Chile y de Colombia, "Esmeralda" y "Gloria", han realizado inolvidables visitas a puertos de uno y otro país y en sus tripulaciones han convivido colombianos y chilenos. Este entendimiento, amplio y diáfano, se explica fácilmente por la tradición republicana y democrática de nuestros institutos armados, guardianes de la Constitución y de la Ley, factores de equilibrio y orden en las pugnas políti· cas y garantes de las libertades públicas, de los derechos fundamentales de la persona humana y de la vocación civil y jurídica de nuestras naciones. Cuantas veces se confunden los uni· formes de los soldados colombianos y chilenos, es fácil observar la comprensión y la solidaridad que existen entre la patria de Santander y la patria de O' Higgins, comprensión y solidaridad que en muchos otros órdenes de activi- 120 RE VI STA DE lIARI~ A dad se manifiestan y que deben dar fru­ to generoso en la integración andina. Señor almirante Montero: Vuestra brillante carrera en la Arma· da de Chile, vuestras virtudes persona· les, vuestro concepto de las relaciones internacionales bastarían para haceros acreedor a las más altas distinciones; pe­ ro tratándose de Colombia a todo ello se agrega la amistad y la cooperación que hacia ella habéis demostrado en di­ versas ocasiones, especialmente durante la reciente visita a Chile del almirante Jaime Parra Ramírez, Comandante en Jefe de la Armada colombiana, que lle­ vó de ella el más grato y provechoso re· cuerdo. Tengo de él un mensaje de pro­ funda simpatía y especial gratitud. La Orden Naval "Almirante Padilla", que lleva el nombre del glorioso héroe de la Independencia colombiana, fue instituida para premiar los méritos de nacionales y extranjeros que hayan prea­ tado servicios distinguidos a la Armada de Colombia. Os habéis hecho acreedor a ella, señor almirante, por cuanto ya he expresado y porque sois leal amigo de mi patria, de su Armada y de J;::i. fraternidad colombo-chilena. Por ello, el Presidente de la República, por De­ creto 1.732 del mes de julio de 1972 , os ha conferido en el grado de Gran Oficial la mencionada Orden. En nombre de él tengo el honor de imponeros la insignia correspondiente y entregaros el diploma que os acredita como Gran Oficial de la Orden Naval "Almirante Padilla". Señor capitán de fragata Ernesto Hu· her von Appen: Durante la visita del almirante Jai · me Parra Ramírez, Comandante en Je­ fe de la Armada colombiana, fuisteis su especial acompañante y colaborador pa­ ra hacer aún más grata y fructífera esa visita. Habéis demostrado, en vuestra ya larga y meritoria carrera naval, que sois partícipe leal de los sentimientos que unen a las Armadas de Colombia y de Chile. En prueba de reconocimiento y apr.'.!­ cio por vuestros distinguidos servicios, el Presidente de Colombia os ha confe· rido en el grado de Comendador la Orden Naval "Almirante Padilla .. , cu· yas insignias y diploma me complace entregaros ...