Revista de Marina
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  • Fecha de publicación: 29/05/2016. Visto 78 veces.
Después de mi paso y experiencias en el Alto Mando Naval por espacio de una década, no dejan de inquietarme algunas interrogantes respecto al apasionante tema del dimensionamiento de fuerzas y el rol que deben jugar las marinas de guerra, de tamaño medianas como la nuestra, habida consideración de los cada vez más restrictivos escenarios financieros, políticos y presupuestarios a que se ven sometidas las instituciones de la defensa, por diversas razones que no son del caso analizar en este ensayo. La manera que mejor me surge del cómo para plantearlas, de una forma más espontánea que ordenada, es sobre la base de preguntas (o inquietudes) y su consecuente respuesta (u opinión) al respecto; en una especie (y guardando modestamente las proporciones) de diálogo platónico. Consciente del hecho que se trata de una temática de suyo discutible, sensible y en perpetua revisión por parte de los respectivos estados mayores y analistas de defensa, me permito sugerir algunas ideas de mi * Almirante, ex CJA. Graduado del U.S. Naval War College (NCC-97). Magíster en Ciencias, mención Administración, de la Universidad Salve Regina, Newport, R.I.. Antiguo Colaborador de Revista de Marina desde 2014. REVISMAR 3 /2016 15 visión frente a cada una de las interrogantes que, no por ser auto planteadas, dejan de ser sencillas en su solución. Lo hago de la forma más objetiva, exigente, directa y simple posible; más que con el ánimo de entregar una receta infalible, provocar la discusión que enriquezca aún más y mejor los planteamientos aquí sugeridos. Siempre será bueno para una armada el hacer mucho y con muchos medios; lamentablemente ello en la realidad no es posible, ni siquiera para la U.S. Navy, la que si bien posee el inventario naval más grande y poderoso del orbe, se ve impedida y restringida de poder cumplir con todas sus áreas de misión vigentes. Ello es aún más restringido para marinas de menor tamaño y adquiere aún mayor validez. Veamos, entonces, cómo podemos contribuir en este complejo tema. Discusión ¿Cómo conjugamos o resolveremos la ecuación? Con una flota o fuerza balanceada y, preferentemente, multirol e interoperable. ¿Que logre qué? Subsistir y permanecer en el medio (mar) de múltiples amenazas, con capacidad de proyectar su poder sobre tierra. ¿ Y s i t u v i é s e m o s pocos recursos, en qué los invertimos? ¿Sólo en submarinos, buques anfibios o fragatas? El balance es el equilibrio y la respuesta. ¿Y dónde se encuentra ese equilibrio? La respuesta está en el pivote de la balanza, vale decir un medio o conjunto de éstos como fuerza, que logre cumplir o transitar por los tres roles fundamentales, de manera transversal. ¿Entonces la solución para un país como Chile son sólo unidades mayores de combate de superficie? No, pero algo de ello es rescatable. El núcleo central debiese ser sobre la base de fragatas multirol (FF/FFG), en un dimensionamiento (para Chile) que asegure al menos 6 de ellas operativas, dado su espacio oceánico; al respecto existen una serie de estudios que validan lo expuesto. Pero eso no basta, ya que este núcleo central es poco eficiente para el rol de policía marítima, por ejemplo. Lo importante es, al ser núcleo central, que recorre transversalmente todos los roles. Es, al igual que las aeronaves de Exploración Aeromarítima (EAM) y las Fuerzas Especiales (FF.EE.), multirol. Aquí debiera estar el pivote de nuestra balanza: FF/FFG, más aviación naval (EAM ala fija y rotatoria, armados) y versátiles FF.EE. ¿Y cómo se resuelve el tema de la eficacia y de la eficiencia? En el rol de defensa de nuestro territorio no cabe otro concepto que la eficacia, letal y contundente. Aquí no es un factor a ponderar el costo: solo la victoria nos sirve. En los otros dos roles, internacional y marítimo, se debe aplicar máxima ROL DE LA MARINA v/s DIMENSIONAMIENTO FUERZA ¿ROL DEFENSA DE LOS INTERESES NACIONALES? VECTOR DEFENSA VECTOR INTERNACIONAL VECTOR MARÍTIMO VIGILANCIA Y FISCALIZAR NUESTRAS AGUAS JURISDICCIONALES CONTRIBUIR A LA ESTABILIDAD Y LIBERTAD DE LOS MARES DEFENDER NUESTRO TERRITORIO “TENEMOS QUE HACER MUCHO CON POCO” ¿ROL DE APOYO A LA POLÍTICA EXTERIOR DEL ESTADO? OPAZ, EJERCICIOS Y OPERACIONES INTERNACIONALES CONTRIBUCIÓN A LO CONJUNTO POLICÍA MARÍTIMA TEMA DE PORTADA: Reflexiones sobre el dimensionamiento... n Gráfico 1. 16 eficiencia. Por lo primero, nadie nos cuestionará si somos victoriosos; en lo segundo y tercero, lo harán permanentemente, así cumplamos a cabalidad con las tareas dispuestas. ¿Cuál es el mejor ejemplo de la eficacia en el rol de Defensa? Sin lugar a dudas el submarino (SS), arma costosa, pero letal y mono-rol. Sólo es útil para esto, pero obliga a los buques de superficie y aeronaves a emplear mucho esfuerzo y tiempo en su neutralización. Para Chile, en mi opinión, al menos dos en operación es lo que se requiere. ¿Y de eficiencia? En el otro extremo de la balanza se encuentra el Patrullero de Alta Mar (O.P.V.), buque de costo moderado que es muy eficiente en los roles marítimos e internacional, pero que estrictamente es limitado en el empleo del combate naval, por muy artillados que se encuentren. ¿Qué rol juegan en esta balanza las lanchas misileras (LL.MM.)? Con el dolor de mi alma misilera, debo expresar que en la ecuación de las marinas del siglo XXI están un tanto fuera de ella. Su rol fundamental lo encuentran en el rol de defensa, como el SS, el que ejecutan de manera sobresaliente, pero no con la letalidad de este último. Además, carecen de ciertos atributos del poder naval importantes para formar parte del concepto de una fuerza balanceada, que lamentablemente en mi opinión las dejan fuera de esta ecuación. ¿Y… cuáles serían entonces estos atributos de una fuerza balanceada? Todos los especialistas en Estado Mayor sabemos y conocemos los atributos clásicos del poder naval, pero no me extenderé en ellos por bien sabidos que son; pese a que reiteraré algunas variaciones de los mismos, por parecerme fundamentales al momento de dimensionar fuerzas para una marina mediana y oceánica como la nuestra. ¿Cómo, entonces, visualizo estos atributos para una fuerza naval balanceada, del tamaño mediano, en los escenarios marítimos actuales? Trataré de expresarlos en orden de importancia, a juicio de equivocarme: – Capacidad de proyectar poder sobre tierra, de manera contundente y decisiva. Es, por lejos en mi opinión, la mejor contribución a lo conjunto y la mejor disuasión en operaciones internacionales. Así nadie se podrá hacer la pregunta: ¿En qué está la Marina? ¿Gravitando o controlando el mar? Esa pregunta debemos evitarla, porque ni el político, ni el militar, ni menos el aviador tienen una respuesta clara para ello. Sí entienden que la marina es capaz de destruir objetivos terrestres de manera letal, tras, por supuesto, haber controlado el mar y el aire, local y temporalmente, en el área marítima desde la cual lanzará sus vectores. Así, la conducción política y nuestros pares verán una contribución a la maniobra conjunta clara y efectiva, ya que el Poder Naval lo puede realizar a un muy bajo riesgo para sus plataformas y personal. – Capacidad de subsistir en su medio marítimo y cumplir su misión ante amenazas múltiples sobre, en y bajo la superficie del mar; en otras palabras: dueños del océano o, como dice Mahan o Julian Corbett, ejerciendo el conocido “control del mar.” – Interoperables en todo ambiente y escenario. Para Chile, en el caso nacional, con nuestro Ejército y FACH. En el plano internacional, siendo capaces de interoperar bajo estándares OTAN. – Persistencia Logística. Capaces de operar en cualquier escenario, distante o cercano, nacional o internacional, con buen seakeeping y autonomía. – Plataformas de combate de superficie y aéreas con capacidad multirol. – Bajos costos de operación y mantenimiento, lo políticamente aceptable y correcto. La única excepción la debe constituir el SS, por lo letal de su ataque en el rol defensa. Como se puede apreciar, en el caso particular de las LL.MM., estas carecen de la mayoría de estos atributos, lo que las hace quedar fuera de la ecuación al compararlas, por ejemplo, con un O.P.V. artillado, que reúne si no todos, al menos un número mayor de ellos, pese a sus limitaciones en el rol de defensa. ¿Qué medios pueden materializar las mencionadas operaciones de proyección, que se han establecido como primera prioridad? REVISMAR 3 /2016 17 – Unidades de superficie (misiles, rockets y artillería de largo alcance). – Infantería de Marina, proyectada desde buques anfibios, por vectores aéreos y anfibios. – Aviación naval de combate, proyectada desde Portaviones (C.V.), medio si bien deseable, aún fuera de nuestra realidad presupuestaria. – Fuerzas Especiales, proyectadas por aeronaves, SS. o embarcaciones rápidas. ¿Estima que la Estrategia de los 3 Vectores, sostenida por años por la institución, sigue vigente? Sí, creo que fue una excelente simplificación de nuestras complejas Áreas de Misión, logrando explicarlas al interior tanto como al exterior de la marina, particularmente al mundo político. Han habido iniciativas como la de crear un cuarto vector, bajo innumerables conceptos, tales como Responsabilidad Social, Apoyo a Catástrofes, Comunicacional, etc. Creo que todos estos últimos pertenecen, de una u otra forma, a los 3 vectores ya existentes. Sin ánimo de exagerar, creo que su diseño e implementación fue genial, ya que sintetizó didácticamente las complejas tareas que debe realizar una marina del tamaño mediano. Es más, durante mis diferentes visitas a marinas extranjeras, pude apreciar conceptualizaciones similares y, en algunos casos, hasta plagios de la nuestra. ¿Si tenemos que hacer mucho con pocos medios y recursos, dónde racionalizo? Esta es la pregunta del millón de dólares. A todo marino nos encantaría tener un poder naval robusto y que tenga todos los medios posibles; es el sueño de todo profesional que ama lo que hace. En el futuro inmediato esta será una temática imposible de soslayar, si es que no lo está siendo ya. Por eso he propuesto como sexto atributo los bajos costos de operación y mantenimiento. Aquí hay varias preguntas que hacerse, pero, cuando me pierdo, trato de buscar analogías que me ayuden. En el libre mercado (al cual adhiero), existe el concepto del Principio de la Subsidiaridad del Estado, el que en lo personal encuentro uno de los pilares fundamentales de nuestra Constitución. Creo que este principio nos puede ayudar, o al menos orientar, a la temática del dimensionamiento de nuestra fuerza. Este análisis puede hoy parecer una irracionalidad, pero en los tiempos que vienen se tendrán que tomar decisiones difíciles, a veces dolorosas, con recursos escasos y altas demandas de querer hacer más y más cosas. El Poder Político estará feliz que su marina cumpla con más tareas, pero con el mismo presupuesto. La pregunta es ¿cómo? Ha habido intentos anteriores fracasados, como la famosa reducción de personal de hace algún tiempo, en la que el Poder Ejecutivo prometió traspasar los ahorros de personal al sostenimiento del material. Al final, nos quedamos con menos personal del necesario y no nos traspasaron los recursos para el material. Sólo un ejemplo; hay más. Por ello, su evaluación no es una tarea fácil. Así todo, estimo que hay plataformas que, ante una estrechez presupuestaria, son factibles de evaluar en su pertinencia. Tengo la experiencia personal de haber sido Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval por 3 años y no había buque TEMA DE PORTADA: Reflexiones sobre el dimensionamiento... n Aviación Naval. (Foto de Cristóbal Soto Pino). 18 que me gustara más que mis dos remolcadores de alta mar (ATF), que cumplían una serie de tareas de rescate, reabastecimiento y mantención de la señalización marítima pesada. La pregunta es: ¿Puede esa tarea ser ejecutada por un remolcador arrendado, con una partida naval entrenada a bordo, que cumpla la misma tarea específica? Si uno suma los costos de operación y mantenimiento del ATF naval en un año de operación (combustible, lubricantes, mantenimiento, sostenimiento y las remuneraciones de su dotación), amén del costo de adquisición de la embarcación misma, de seguro sobrará para agenciar muchos remolcadores civiles que hagan esa tarea y mucho más. Sé que en un tema complejo, pero insoslayable en el futuro cercano. Lo mismo se podría aplicar para los transportes navales (AP, medianas y pequeñas barcazas tipo LST/LSM que no cumplan un rol anfibio mayor y transbordadores), rompehielos, buques científicos y todos aquellos que no pertenecen al Core Business de los tres vectores de la Estrategia Marítima. Como para meditar y discutir. ¿Bajo esa premisa, entonces debiésemos tercerizar o entregar la función de Autoridad Marítima que ejerce la DGTM y MM y, por ende, todos sus medios? Yo creo que este es un caso diferente y mi respuesta a esta interrogante es no. De hecho lo que se pretende principalmente es una mayor eficiencia del uso de los recursos fiscales entregados a la Armada, para el cumplimiento de sus tareas; pero no debe olvidarse que siguen siendo recursos fiscales. El separar el Servicio del Litoral de la Armada implicaría la creación de un nuevo Servicio de Guardacostas independiente, con su propio personal, medios, presupuesto e infraestructura. Ha habido experiencias cercanas que lo han hecho y que, a la larga, casi han duplicado los recursos fiscales (tanto material como de personal) para cumplir las mismas tareas que antes ejecutaba solo la Armada. El concepto que se privilegia aquí, al mantener el Servicio del Litoral como parte integral de la Marina, es la sinergia de sus medios y personal, ya que muchos de los medios y gente de la Armada ejercen roles tanto marítimos, de defensa, como en el vector internacional. Estimo, definitivamente, como no conveniente para una marina de tamaño mediano y oceánica como la nuestra, el separar la dependencia de este servicio. Distinto puede ser para marinas mayores, que requieren de sus armadas un rol más expedicionario que de defensa del territorio nacional. ¿Este balance y equilibrio en el dimensionamiento de fuerza lo graficaríamos entonces con una balanza? Mi tendencia inicial, por la sentencia de fuerzas balanceadas, sería a graficar este concepto en una balanza. Pero creo sería también poco gráfico y demostrativo. Estimo que lo más representativo podrían ser los círculos concéntricos, de manera de demostrar qué unidades de esta fuerza balanceada representan el pivote y qué medios están en los extremos de los roles, tales como el SS en el rol defensa, nuestro buque escuela en el rol internacional y las unidades marítimas menores en su rol. SS BE. “ES” LSG - LPC - PM AO IM-BAE L.S.D.H. HELOS O.P.V. HELOS IM/DC HELOS Y AVIONES FF/FFG P-3/C-295 HELOS COUGAR FF.EE. ROL DEFENSA ROL INTER N A C OI NAL ROL MARÍTIMO n Gráfico 2. REVISMAR 3 /2016 19 Con estos anillos concéntricos se puede observar (sin ser un gráfico definitivo y completo), para el caso nacional, las intersecciones que abarcan dos y hasta tres roles por unidad, como asimismo nos muestra las monorol. Conclusiones n Una flota o fuerza balanceada y, preferentemente, multirol e interoperable, que logre subsistir y permanecer en un medio marítimo de múltiples amenazas y con capacidad de proyectar su poder sobre tierra, pareciera ser la respuesta más atingente a la materia tratada. n La proyección de este poder sobre tierra es, sin dudas, la mejor contribución del Poder Naval a lo Conjunto y Combinado. n Una flota balanceada se logra con el equilibrio de sus medios, vale decir un medio o conjunto de éstos como fuerza, que logre cumplir o transitar por los tres vectores de la Estrategia Marítima, de manera transversal. n El núcleo central debiese ser sobre la base de fragatas multirol (FF/FFG), con el apoyo de EAM de ala fija y rotatoria armados y fuerzas especiales, capaces de participar en los tres vectores mencionados. n El grado de importancia del medio se irá degradando en la medida que se aleja de este núcleo central, siendo capaz de cumplir dos vectores o tan solo uno. Allí es entonces cuando se debe evaluar su prescindencia o necesidad. n En el rol de defensa de nuestro territorio no cabe otro concepto que la eficacia, letal y contundente. En los roles internacional y marítimo, se debe aplicar máxima eficiencia. “A lo principal…lo máximo; a lo secundario… lo necesario”, pareciera ser la frase rectora. n Los atributos clásicos del Poder Naval debiesen ser revisados a la luz de lo expuesto, siendo un punto de partida de la discusión las variaciones aquí propuestas.

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