En un mundo en acelerada evolución y constante crecimiento poblacional, nuestro país debe concentrar su esfuerzo colectivo en objetivos que le permitan desarrollarse en un ambiente de paz a nivel vecinal, regional y continental.
Introducción
Importantes profesores y académicos de reconocido prestigio en materias de relaciones internacionales, como por ejemplo John J. Mearsheimer de la Universidad de Chicago, postulan que las relaciones entre los Estados corresponden a un sistema anárquico, toda vez que por sobre ellos, en especial las grandes potencias, no existe autoridad ante la cual las partes puedan recurrir para dirimir sus disputas.
La historia nos confirma esta cruda realidad, ya que a lo largo de los siglos se han sucedido los conflictos armados entre Estados o grupos de Estados, de distinta índole y extensión, en diferentes partes del planeta, e independientemente del tipo de gobierno que exista entre los contendientes.
Así las cosas, resulta entonces imperioso para cada Estado disponer de un Poder Nacional que le permita proteger sus intereses y alcanzar sus objetivos en el marco de la convivencia vecinal, regional, continental y mundial.
Situación de Chile
La ubicación geográfica de Chile en el extremo SW del continente americano, unida a las características morfológicas de nuestra realidad territorial, determinan que seamos una nación eminentemente marítima, con amplio acceso al océano Pacifico y con el control de accesos al Atlántico sur y a la Antártica.
El reconocimiento de esta condición esencial fue ratificado, tras el quiebre institucional de 1973, con la decisión política de optar por un sistema económico basado en el libre comercio con el resto del mundo.
Luego de alcanzado un nivel de estabilidad después del profundo cambio de rumbo adoptado, los últimos cuatro decenios muestran la siguiente variabilidad del promedio de nuestra tasa anual de crecimiento, según datos disponibles del Banco Mundial:
Ellos revelan una importante consistencia en el crecimiento hasta el primer decenio del presente siglo, ciclo que se disipó lamentablemente en el último, en que la tasa cayó a más de un tercio de la alcanzada en los 30 años anteriores.
El país fue capaz de mantener una elevada tasa de crecimiento en forma sostenida porque durante ese período se privilegiaron en otros aspectos, los siguientes:
Mantener institucionalidad nacional existente al regreso al sistema democrático, introduciendo cambios graduales para acomodarla a las nuevas realidades sociales.
Mejorar cobertura del sistema de educación.
Mejorar acceso a la vivienda y a la salud, para compartir frutos del crecimiento con sectores rezagados.
Mejorar infraestructura en carreteras, puertos y aeropuertos.
Potenciar el mercado del trabajo, incentivando una mayor participación de las mujeres en todos los niveles.
Mejorar matriz energética para disminuir dependencia de fuentes contaminantes.
Mejorar y mantener el Poderío Militar (Militar, Naval y Aéreo) en una condición de liderazgo en el Cono Sur sudamericano, incrementando presencia e influencia en el Pacífico Oriental y Antártica.
El resultado comparativo de lo hecho respecto de nuestros países vecinos se puede resumir en la variación que ha tenido el PIB per cápita, medido en US$ actualizados, según datos del Banco Mundial:
A pesar de la desaceleración observada en el último decenio, claramente se observa un importante diferencial a favor de nuestro país, ventaja que creo es importante potenciar y mejorar en el futuro, para asegurar un desarrollo ajeno a crisis vecinales que lo puedan mitigar.
Mirando hacia el futuro
Para mantener la ventaja alcanzada en el ámbito vecinal y regional es menester lograr un consenso entre quienes dirigen las principales instituciones, sobre la real importancia de retomar la senda de crecimiento sostenido que nos caracterizó hasta el año 2010.
Para este efecto, bueno es recordar los aspectos que han posibilitado a otros estados alcanzar un nivel de crecimiento sostenido destacable, de manera que pueda servirnos de guía sobre qué asuntos priorizar en nuestra situación:
Teniendo presente nuestra realidad geopolítica, postulo que el futuro crecimiento sostenido debiera basarse en mejorar en forma sustancial la calidad del capital humano del país, mediante un impulso decidido y perseverante al proceso educativo de las nuevas generaciones, basado en la disciplina, el respeto y la honradez, como conceptos fundamentales sobre los cuales cimentar la formación valórica, los conocimientos específicos y el desarrollo de las habilidades individuales.
Esta materia es vital para el devenir del país, en un mundo en que los cambios se suceden con increíble rapidez, y en donde la tecnología y la inteligencia artificial tienen cada vez un rol más decisivo.
Potenciando nuestro Poder Nacional
Para enfrentar lo que queda del presente siglo y proyectar nuestro país hacia el futuro en un ambiente de paz y prosperidad, es clave entender que la llave maestra está en el potenciamiento y promoción de la libertad de emprender y crear riqueza, con un Estado eficiente al servicio de los ciudadanos.
Así, nuestra hoja de ruta como sociedad organizada debiera plantearse como objetivos de Estado para los próximos decenios los siguientes:
Priorizar el crecimiento y generación de riqueza en forma sostenida y sustentable, a tasas superiores que países vecinos.
Mejorar calidad y cobertura del sistema de educación, incentivando la formación integral de medios humanos de primer nivel, y así contener y disminuir brechas de ingresos generada por rápido crecimiento.
Potenciar y flexibilizar el mercado del trabajo, incentivando una mayor participación de las mujeres en todos los niveles y en igualdad de oportunidades y condiciones.
Mejorar institucionalidad nacional, para contener y minimizar corrupción, delincuencia y terrorismo.
Controlar y regular el flujo de inmigrantes, fomentando su asentamiento en zonas extremas, especialmente la austral.
Mejorar acceso a la salud, vivienda y previsión social, para compartir frutos del crecimiento con sectores rezagados.
Mejorar infraestructura y conectividad de zonas extremas, especialmente la austral, fomentando su desarrollo y poblamiento.
Generar y potenciar fuertes vínculos políticos y comerciales internacionales fuera del ámbito vecinal, para asegurar suministro de materias primas vitales, no disponibles en territorio nacional.
Potenciar y fomentar el esfuerzo intelectual en investigación y desarrollo, focalizándolos en nuevas tecnologías e Inteligencia Artificial.
Referencias:
Se bosquejan los hechos y circunstancias que modulaban las relaciones entre EE.UU. y Japón, los objetivos que los enfrentaban y la gestión política, diplomática y resoluciones militares que condujeron a la sorpresa.
La estrategia se vincula fundamentalmente con el concepto de opción. Es una elección que se hace respecto de distintas a...
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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