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MISCELANEA PROTECCION CON ARAPAHO A BUQUES MERCANTES EN TIE MPO DE GUERRA Once años atrás, la creciente p1·eocupación de la Armada de Estados Unidos por la protección de los cr)nvoyes y las I íneas de comunicaciones marítimas en tiempo de guerra, le hi zo concebir un proyecto de investigación y desarrollo destinado a probar la factibilidad de convertir rápidamente los buques mercantes en una fuerza de defensa naval de fácil despliegue. La hipótesis era que los buques portacontenedores grandes y rápidos podían ser equipados para operar heli - cópteros que desarrollaran misiones especiales, adaptando en sus cubiertas una instalación de apoyo a la aviac ión, más o menos de la misma forma en que se cargan los contenedores en las operaciones comerciales. Sus defensores sostenían que si esta teoría resultaba ser correcta, una parte considerab le del comprom iso que significa la protección de convoyes y I íneas de comunicaciones marítimas en tiempo de guerra podría ser asumida por estos buqL:es, los cuales estarían tripulados por oficiales de reserva naval. Conforme con un programa denominado Arapaho, Estados Unidos está probando es ta teoría mediante un Modelo de Desarrollo Primario (MD P l, en un lugar de la costa de Nueva Jersey. La cubierta principal de un típico buque mercante portacontenedo res ha sido reproducida en una pista de aterrizaje sin uso en la ex Base Nava l Aérea de Lakehurst, N.J. Las pruebas incluirán no sólo el despegue y aterriza je ae helicópteros , sino tambi én un a demostración de la capacidad de los hangares y suficiencia para efectuar reparaciones, insta laciones para almacenar repuestos y equipos, energía eléc-, trica, iluminación, aire acondicionado y otras instalaciones de servicio. Las pruebas que se realizarán en una próxima etapa exigen que toda la insta lación móv il, transportada aproxi - madamente en unos cincuenta tractores-remolque o unos veinticinco vagones abiertos , sea ll evada a un puerto de la costa este y cargada a bordo de un moderno buque mercante portacontenedores. El Ministerio de Defensa británico ha acordado proporcionar el buque mercante para realizar las pruebas a bordo. Esta prueba, rea li zada al costado de un muelle, demostrará la compatibilidad física y mecánica del MDP con un buque mercante representativo. No se efectuarán vuelos ni pruebas funcional es, pero se ve rificarán detal les del material de las estruc - turas y de los accesorios y se probará si el MDP es factible en esa clase particular de buque . Tambi én se programarán eje rcicios de carga inicial , determinándose con cierta exactitud el tiempo real necesario para cargar con eficiencia y seguridad toda la instalación, módulo por módulo, en la cub ierta principal del buque. NOTICIARI O 229 La parte fina I de las pruebas autorizadas hasta el momento incluye el transporte de la instalación Arapaho a un puerto comercial regular, para luego ser cargada a bordo de un segun - do buque portacontenedores de diferente clase, a fin de realizar verificaciones durante la navegación frente a la costa de l Atlántico, emp leando para ello un buque facilitado por la Marina Real británica. Esta parte ha sido programada para marzo de 1981, y tam - bién incluirá pruebas con helicópteros de la Armada. Un destacamento simulado de despliegue naval estará compuesto principalmente por oficiales y personal del Centro de Ingeniería Na - val Aérea de Lakehurst y del Centro de Pruebas Aéreas de Patuxent River, Md . Ambos son centros de desarrollo naval especializados en investigación y evaluación de nuevos sistemas de aviación naval. T ambién participarán helicópteros Sikorsky SH -3 de la Armada y Sea Kings de la Marina Rea l; ambos son aeronaves de guerra antisubmarina de 20 mil libras . El reducido ámbito de pruebas planificado no probará la efi cac ia del sistema Arapaho como un moderno método de defensa de convoyes, facti - ble de ser desplegado. Muchas pregun - tas quedarán sin respuesta, y más adelante tendrá que efectuarse una eva - luación operacional para determinar su verdadero valor. Sin embargo, de hecho esto representa un primer paso importante y demostrará que es posi - ble operar y mantener los actuales he licópteros navales en otros buques, además de los de guerra. Esa capaci - dad puede tener un enorme significado en tiempo de guerra. Por el momento, las pruebas de factibilidad del sistema Arapaho estarán limitadas a los he li cópteros, por una serie de razones operacionales, económicas y de poi ítica. Sin embargo, algunos militares norteamericanos y británicos concibe n la posible aplicación, en el sistema, de aviones v / STO L, tales como el Aerospace Harrier británico. El Harrier necesita una plataforma de operaciones de sólo 40 pies de ancho y unos 160 pies de largo para el despegue y aterri zaje con la ayuda de una plataforma t ipo salto de esquí . También se pu eden lograr despegues y aterrizajes verticales, similares a la forma en que opera un helicóptero. Se han comp letado los estudios iniciales que demuestran que en los grandes buques portacontenedores podría construirse un salto de esquí sim ilar al emp leado en el programa Arapaho , utilizando el material militar con vencional y portátil para la cons - trucción de puentes. Una plataforma de lanzamiento tipo esqu í añad iría por lo menos 2 mil libras al peso de despegue operaciona l del Harrier, lo cua l permitiría una capacidad exterior para ca rgas de armamento de más de 5 mil libras, junto con dos caño nes de 30 mm. Los Harrier fueron probados a mediados de la década de 1970, junto con los SH -3, a bordo de l porta hel icópteros USS. "Guam", durante las pruebas de este tipo de buque diseñado para misiones de Control del Mar. Debido a que ni Estados Uni dos ni Gran Bretaña poseen una f lota de portaaviones moderna para escoltar a 230 REVISTA DE MARINA 2/81 los convoyes, los grandes buques rnercantes portacontenedores, a los cuales podría adaptarse el sistema Arapaho, son extremadamente vulnerables en tiempo de guerra. Con el empleo de helicópteros para vigilanc ia y defensa antisubmarina y de aviones v /STO L, tales como el Harrier, para la vigilancia y defensa aérea y de superficie, el sistema Arapaho podría proporcionar la protección esencial para estos grandes buques, manteniendo de esta forma Ilustración cortesia de: abiertas las I íneas de comunicaciones marítimas Britis h Aerospace ln c. Ouarterly y el flujo de materiül bélico vital. El concepto básico del sistema Arapaho presupone la disponibilidad, en los registros comerciales de los países miembros de la OTAN, de varios cientos de buques mercantes porta - contenedores. Estos buques, rápidos y grandes y generalmente con menos de diez años de antigüedad, normalmente transportan entre 1.500 y 3.000 contenedores de tamaño estándar en sitios sobre su cubierta principal y bajo e lla , estibados de 3 a 5 en corridas superpuestas. El sistema Arapaho supone que si se puede diseñar y construir una instalación de N OT IC I A R IO 231 aviación naval que reproduzca los tamaños y accesorios de estos con - tenedores, en ti empo de guerra la carga que normalmente transporta el buque sobre cubierta podri'a ser substituida por ella. Cualquier buque capa z de trans - portar contenedores que se ajusten a léis normas de la Organi zació n Internacional de Normalización (ISO l es un candidato para el sistema Arapaho. Al diseñar las cubiertas de vue lo y los compartimientos de hanga1· y habitabilidad en forma modu lar, las unidades individuales del sistema Arapaho podri'an ser trasladadas con rap idez y eficiencia 232 REVISTA DE MARINA 2/81 a cualquiera instalación de manipula - ción de contenedores en cua lesquier parte del mundo. El transporte aéreo, ferroviario o por carretera de los módulos es factible, depend iendo de su tamaño y peso. Las secciones de cubierta, cada una de las cuales puede soportar av iones con un peso bruto de unas 50 mil libras, se instalarían directamente sobre las tapas de las escotillas del buque o encima de corri - das de contenedores corrientes. Las separaciones entre las escoti llas serían unidas mediante placas de adaptación especiales, ajustables, a fin de acomodarse a los diferentes espacios existentes (3 -7 pies). Todo esto soportará el peso de l carreteo y aterriza je de aviones. Para construir los demás componentes de la instalación se utilizan técnicas similares. El MDP Arapaho, que act ua lmente se encuentra en un 85% de avance, pesa aprox imadamente unas 900 toneladas y necesita unos 23 mi l pies cuadrados de la cubierta principa l de un buque para su tota l instalac ión. El MDP cuenta con cinco elementos principales: Hangar: 40 x 100 x 18 pies de altura . Cubierta de vue lo: 13 mil pies cuadrados, divididos en un par de sitios · para el aterrizaje de helicópte ros. Depósito de combustible: estanques modulares, bombas, carreteles de mangueras y equ ipo auxi - liar. Módulos de acomodaciones: habitab il idad, ranc ho e insta lac iones sanitarias. Subsistemas: calefacción, ventilación, aire acondic ion ado, iluminación, energía, control de averías, control de incendios y comunicaciones. E I hangar está compuesto por 18 módulos separados, cada uno de los cuales t iene dimensiones similares, ya sea a los contenedores 1so de 20 pies o a los de 40 pies. Estos están diseñados y fabricados específicamente con una 1·esistencia excepcional para soportar la acción de las olas y la atmósfera corrosiva existente en e l mar. Los módulos del hangar, izados a la cubierta mediante grúa de pórtico, son estibados en varias hil eras y constituyen los muros de la instalac ión . Estos conti enen las áreas de l taller de aviación, santabárbara, repuestos, sala de apresto, centro de control de vuelo, generadores y control de la ene rg ía eléctrica requerida para la instalación. Una vez que éstos se enc uentran en posición, se colocan módulos que sirven de techo y se insta lan grandes compuertas de corredera en cualquiera de los extremos. Sistemas rociadores automáticos contra incendios, y el acceso a las tuberías principales de incend io de l buque, ga rantizan una reacción adecuada fre nte a un incendio provocado por los aviones u otro accidente simi lar. La cub ierta hangar de 4 mil pies cuadrados, totalmente cerrada, puede conte ner en forma simultánea a cuatro helicópteros SH - 3H (con sus rotores y estructura de cola plegados), más un número limitado de vehículos (camio nes de remo lque, tractores, carros, etc. ). Todas las superfic ies de la cubie rta está n eq ui padas con accesorios adecuados para trincar los aviones. NOT ICI ARIO 233 Cua nd o estén en serv icio, el hangar y talleres de l Arapaho podrán proporcionar un mantenimiento propo rcional a la agrupació n de helicópteros embarcados y tendrán capac idad para efectuar repa raci ones a los aviones asi gna - dos a bordo. A pesar de que el hangar alberga cuatro helicópteros, hay suficie nte espac io para cua tro aviones ad icionales en una de las áreas de la cubierta. Las operaciones de vuelo de los aviones tendrían lugar en la otra área . En consecuencia, podrían ser asigna - das hasta ocho aeronaves por cada buque. La cubierta de vuelo, dividida como se exp li có anterio rme nte, ofre - ce aproximadame nte la misma aérea que un tra nsporte anfibio de la Armada (LPD ). Está equ ipada para se r ut ili - zada tanto de día como de noche. Las secciones individuales de la cubi e rta consisten en marcos de acero de 8 por 40 pies, de unos 2 pies de altura, las qu e están configuradas para ser mani - pul adas mediante grúa de pórti co. Cada unidad de la cubierta de vuelo lleva soldada una superficie de gri lla de acero. Al emp learse este diseño con ca lados de 2 pulgadas cuadradas, es posible ec har esp uma en el área y en el espac io bajo la cubi erta de vuelo en caso de que ocu rra un accide nte en la cubierta. La grill a, que aún está en su fas e expe rime nta l y en es pera de los res u Ita dos de I as pruebas, proporciona una resistencia adecuada con un m ínimo de peso, y se estima qu e es absolu - tamente capaz de recepcionar los helicó pteros lag ísticos más gra ndes que actual mente se encuentran en serv icio en la Armada . Las secciones de la cubierta, colo cadas en su luga r con grúas, están fijadas mediante accesorios estánda res de los buques. Los módu los más grandes, fijados de la misma forma, tambi én estarán trinca - dos co n cables para garantizar su segu - ridad bajo condiciones de mar gruesa. Debi do al tamaño t ípi co del bu - que portacontenedores, 20 mil a 40 mil to neladas de peso muerto (dwt) y a su estabi li dad inherente, no es necesario in stalar los sistemas especiales de fij ació n de helicópteros empleados a bordo de los destructores y fragatas de 3 mi I a 5 mi I tone ladas. La eleva - c ión típica de la cubierta de los buques portacontenedores (entre 30 y 35 pies hasta la cubi erta de vue lo in stalada), debería proteger a los aviones y eq uipos que se encuentran sobre cubierta, de gran parte de l roda y turbu - lencia que normalmente acompaña a las operaciones aéreas de los destructores. Basándose en los ritmos de ma - nipulación, med iante grúa de pórti co, en los puertos internacio na les de con - tenedores, las secciones de la cubierta serán ca rgadas aprox imadame nte en 60 a 100 seg un dos cada una . Las cañerías y c iertos sistemas auxi lia res está n in sta lados prev iamente y sólo es necesario conectarlos y verificarlos una vez que toda la supe rfi cie de la cub ierta está a bordo de l buque. La superfi cie de grilla debería proporcionar a los av iones coe fi c ien tes de fr icción más qu e adecuados para resistir el desliza - mi ento durante co ndiciones de mar gruesa. Según las actuales estima ciones, ser ía fac tibl e realizar operaciones en una condición de mar 5, si bien esto será co nfi rmado mediante pr ueba s en la mar programadas para más adela nte. El tamaño y capacidad del depósito de combustible pueden ser adaptados dentro de un amplio margen. 234 REVISTA DE MARINA 2/81 Los componentes básicos son un solo módulo bomba/carretel de 40 pies, que contiene el equipo necesario para control y monitoreo del combustible, además de estanques para aprovisionamiento de combustible de aviación JP - 5. Para las pocas pruebas planificadas en la Fase I sólo se transportarán tres estanques de 5 mil galones. Sin embargo, podrían transportarse hasta 100 mil galones de combustible, si la situación táctica lo justificara. Los estanques de carga I íquida estándares son cilíndricos, están apoyados en marcos de contenedores abiertos y son manipulados mediante grúas comunes y camiones. Para las pruebas planificadas se han arrendado estanques comerciales a fin de reducir los costos y demostrar las ventajas de un material que se encuentra disponible con rapidez. En el programa Arapaho se han hecho todos los esfuerzos para utilizar material y componentes que han sido descartados de otros usos. El resultado de esto es una serie de módulos desplegables más baratos y menos escasos. Para un despliegue real en la mar se requerirán instalaciones para acomodar un destacamento naval a bordo (pilotos, tripulantes, personal de mantención). Los buques portacontenedores modernos llevan tripulaciones compuestas por 28 a 34 personas; cada una de ellas vive generalmente en un camarote individual con baño privado. Las instalaciones de cocina y refrigeración, adecuadas para esta tripulación, tendrían que incrementarse en forma substancial para el personal naval estimado en unas 60 a 80 personas. A fin de conservar los recursos y dar énfasis a los aspectos funda - mentales del sistema Arapaho, el aspecto alojamiento fue pospuesto en esta fase del desarrollo. Durante las verificaciones en la mar se utilizarán acomodaciones transitorias, dada la duración limitada del período de pruebas. En su configuración final, cada módulo del sistema Arapaho tendrá calefacción, ventilación y aire acondi - cionado. El M DP incluye un par de generadores diese! de 250 kW para proporcionar una fuente de energía independiente a toda la instalación. Estas unidades proporcionan energía para la iluminación, calefacción y aire acondicionado y para el servicio y encendido de los aviones. Para las pruebas sólo se transportarán equipos elementales de comunicaciones, que son adecuados para la comunicación básica entre el buque y los aviones aerotransportados. Al mantener la instalación como un depósito o garage, con aviones adicionales y repuestos, las funciones de mando y control de más importancia pueden ser traspasadas a buques escolta. Aproximadamente 50 buques portacontenedores norteamericanos podrían instalar el sistema Arapaho de inmediato con su actual configuración. Con ciertas adaptaciones, ese número podría duplicarse. Por ejemplo, el segundo sitio de cubierta requiere, él solo, 100 pies de superficie. Muchos otros buques podrían embarcar el sistema Arapaho si esa área fuera eliminada o se redujera su tamaño. Agré - guese a esto el número substancial de , buques portacontenedores de la OTAN y de buques controlados por ella con NOTICIAR I O 235 bandera de conve nie ncia , y el nú mero de potenciales receptores aumen ta en varios cientos. Actualmente hay más buques mercantes compatibles con el sistema Arapaho, y bajo el firme control de EE.UU. y la OT A N , que medios aéreos disponibles para equiparlos. Nuevas ideas creativas, tales como adaptar helicópteros civiles para que desempeñ en tareas de de fensa marítima ad hoc, podrían contribuir a aumentar este número. El hecho de embarcar el sistema Arapaho significa una pérdida de espacio pa ra carga. Sin embargo, uno de los puntos fuertes de este concepto lo constituye el hecho de que ofrece la alternativa de llevarlo o no a la mar. Una típica unidad Arapaho, totalmente instalada y desplegada a bordo de un moderno buque portacontenedores de 25 mil dwt, probablemente desplazaría un 30% de la carga útil de ese buque. Si ello significara una defensa adecuada para otros nueve buques mercantes en un pequeño convoy (además de una escolta apropiada de destructores y fragatas), la pérdida neta de carga útil se reduciría a un 3%, lo cual significa una baja prima por este nivel de seguridad adicional . Existen aproximadamente 8 mil a 10 mil buques mercantes de todo tipo que pasarían al control de la O TAN si se inicia ran las hostilidades en este momento. Su defensa en rutas largas, distantes y aisladas impone una enorme ca rga sobre los recursos y capacidades de las fuerzas navales existentes. En tiempo de guerra, estos buques se encontrarán en alta mar, en aguas que están en disputa y sometidas a un desafío por parte del enemigo. Cada uno de el los constituye un blanco de alto valor, costoso e imposible de reemplazar en un conflicto de corta duración, transportando además carga crítica para el esfuerzo de guerra. No están armados con cañones, sonar ni blindaje y poseen poca capacidad de alerta por medio de radar. Si estos buques no fueran protegidos en forma adecuada, las consecuencias serían trágicas. El potencial del sistema Arapaho se encuentra en el hecho de proporcionar esta protección a un costo mínimo y dentro de un tiempo de ejecución muy corto. (Traducido de Wartime commercia/ ship protection with Arapaho , by James J. Mulquin, publicado en British Aerospace I ne. Ouarterly, november 1980, p. 16- 21).
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1005
Marzo - Abril 2025
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