- Fecha de publicación: 01/06/2016.
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Pocas veces tenemos el tiempo para reflexionar en forma individual respecto a la razón que nos motivó a elegir esta forma de vida, la de ser Marino…, menos aún el entorno adecuado para hacer esta reflexión, en el seno de una cámara de oficiales.
Los tránsitos para regresar al país después de haber cumplido con éxito la comisión RIMPAC, es uno de esos momentos únicos, en que un buque y los integrantes de su cámara de oficiales pueden contar con la disponibilidad de tiempo, con el ambiente de tranquilidad y desconexión del mundo exterior, que les permite reunirse y hablar de temas profundos, de valores, de liderazgo y reflexionar sobre cada uno de ellos.
Después de haber completadotres despliegues a lo largo de mi carrera para participar en este ejercicio multinacional, puedo aseverar que además de adquirir experiencias profesionales y operativas, es la ocasión también para enriquecerse personalmente. Tanto en la relación con las personas, como en el crecimiento espiritual, que es uno de los aspectos que el hombre de armas debe cultivar y reforzar permanentemente.
Durante el tránsito entre el puerto de Pearl Harbor y Papeete, tuvimos esta combinación mágica de situaciones que permitieron a la cámara de oficiales de la Fragata “Blanco Encalada”, tocar este tema que muchas veces, ni siquiera pasa por nuestras mentes por el sinnúmero de actividades en que estamos inmersos.
En esta oportunidad, y en el marco de la presentación de un video relacionado con estrategias comunicacionales y liderazgo, del inglés Simón Sinek, titulado “Start with Why, How great Leaders inspire Everyone to take action”, pudimos abordar esta nueva perspectiva para ejercer el mando e influir sobre nuestra gente.
En él se plantea la forma en que está diseñado nuestro cerebro, separándolo en una parte racional que se preocupa del qué hacer (What) y del cómo hacerlo (How) y otra parte que tiene que ver con lo espiritual, con los sentimientos; esa parte se preocupa del por qué hacer las cosas (Why).
A medida que va avanzando en la explicación, él demuestra que después de un estudio realizado a grandes líderes como: Martin Luther King, la Empresa APPLE, los famosos hermanos Wright, existe un patrón que se repite en la forma de comunicación de cada uno de ellos, y en el que radicaría el éxito en sus proyectos y la aceptación de la masa a sus productos.
La gran diferencia en su forma de plantear las cosas, estaría en que siempre, además de dar el “What” y el “How”, tuvieron la claridad para dar el “Why”, inspirando a los que los rodeaban y enfocando esa parte no racional de nuestro cerebro, que actúa por motivaciones no tangibles cuando está convencido de algo, haciéndolo superar barreras, sacrificios y dificultades que otros no son capaces de sobrepasar, ya la parte racional de sus cerebros no encuentra un motivo justificado para continuar insistiendo en ello.
Estoy convencido que esa teoría es absolutamente válida, y a lo largo de nuestra historia ha sido comprobada por nuestros héroes, los que supieron inspirar a su gente y voluntariamente hacerlos entregar sus vidas por valores superiores. Ejemplo de ello son: el Combate Naval de Iquique y el Combate de la Concepción, en que el “Why” estaba claro para todos y les permitió unirse y afrontar la muerte sin claudicar en sus creencias.
Hoy, en una sociedad globalizada, cada vez más materialista y anti valórica, debemos preocuparnos especialmente de cultivar los valores, las virtudes cardinales, y el espíritu de las nuevas generaciones que se forman en las escuelas matrices de la Armada, de modo que aquellos hombres de mar egresados de la Escuela Naval y de la Escuela de Grumetes, tengan claro el por qué fueron marinos, el “WHy”, eso les permitirá enfrentar cualquier desafío, cultivar la autodisciplina y la resiliencia, tan necesaria en un soldado de la Patria y más aún en un medio como el mar que siempre nos obliga a estar preparados para enfrentar lo inesperado. La formación del carácter de guerrero, es fundamental para tener la fortaleza en los momentos más difíciles para seguir adelante, en que lo único que da la inspiración necesaria, es el convencimiento del origen de las cosas, el por qué.
Hagámosnos la pregunta del por qué elegimos esta carrera: ¿por vocación de servicio, por los principios y valores que iluminan a la Armada, por tradición familiar, por defender a nuestros compatriotas?
Sólo después de responder estas preguntas tendremos las respuestas para entender lo que nos motiva a ser marinos, a aquello que nos hace aceptar los sacrificios que demanda esta carrera, como la lejanía de nuestros seres queridos y nos permite enfrentar sin temor los riesgos de nuestra profesión.
Como oficiales, debemos preocuparnos siempre de entregar a nuestros subordinados el “Why” de las órdenes, sólo así lograremos la sinergia y espíritu que siempre ha caracterizado a nuestra Marina y que no debemos perder a pesar del paso de los años.
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