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Medio siglo del Mes del Mar, un acierto para Chile

  • GUSTAVO AIMONE ARREDONDO

Por GUSTAVO AIMONE ARREDONDO

  • Fecha de recepción: 29/07/2024
  • Fecha de publicación: 26/12/2024. Visto 42 veces.
  • Resumen:

    Ya han transcurrido 50 años desde la inauguración del mes del mar, constituyéndose en la iniciativa más importante en pos del fortalecimiento de la conciencia marítima nacional y de transformar al país en una nación con preeminencia marítima que evidencia en el mar una gran oportunidad para alcanzar su pleno desarrollo. La hoja de ruta trazada continuará acercando a Chile al Océano Pacífico y al Mar Austral en la Antártica y con ello a la grandeza de nuestra patria.

  • Palabras clave: conciencia marítima, Mes del Mar.

Introducción

El año 1974, el país se encontraba viviendo una compleja situación política y socioeconómica, pese a ello en el ámbito marítimo, la Armada de Chile junto a otras altas autoridades nacionales vinculadas al desarrollo marítimo y lacustre nacional efectuaron un acertado diagnóstico del escenario oceánico, portuario y de conexión insular del país, evidenciando cuales eran las carencias que impedían proyectar a una nación con una extensa costa en un acto preponderante a nivel de los océanos y de las actividad marítima en el concierto internacional. ello, permitió cuantificar las brechas a cubrir y más que eso orientó a vislumbrar los desafíos que requería nuestra patria para aproximar a los chilenos hacia sus costas, lagos, canales patagónicos y extensos espacios oceánicos casi inexplorados hasta ese entonces.

La instauración del mes del mar fusionado a la celebración de la gesta heroica de los combates navales de Iquique y Punta Gruesa selló a perpetuidad el destino de Chile como una nación con preeminencia marítima. A contar de esa fecha, periódicamente se crearon nuevos museos navales y marítimos, establecidas carreras universitarias y organismos estatales vinculados a la regulación marítima, diseñados puertos estatales y comerciales, clubes de yates, caletas de pescadores, desaladoras públicas y privadas. También fueron impulsadas múltiples iniciativas legales dirigidas a fortalecer la conciencia marítima nacional y a robustecer las medidas de protección del medio ambiente acuático junto a regular con mayor tutela las actividades náuticas, pesqueras, portuarias, deportivas y de acuicultura que se realizaban progresivamente cada vez con mayor frecuencia en aguas de jurisdicción nacional.

El mes del mar creó una institucionalidad que contribuyó a valorar nuestra historia naval y cultura marítima nacional, también fue un aporte para hacer brotar la vocación y visión del uso responsable de las aguas que bañan el litoral chileno entre nuestros compatriotas. Su objetivo permanente posibilitó ampliar la óptica de la conciencia nacional en cuanto a sentenciar que Chileno es solo una larga y angosta franja de tierra, cuenta con una Zona Económica Exclusiva (ZEE) de aproximadamente 3,5 millones de kilómetros cuadrados, que equivale a más de cinco veces la superficie de su territorio continental. Su desarrollo en el tiempo ha aportado para otorgarle al país un rol preponderante en el Océano Pacífico y en su proyección hacia el Territorio Chileno Antártico (TCHA), transformándolo en un actor relevante a nivel internacional en ambos ámbitos.

La realidad marítima de Chile en 1974

Chile era una potencia pesquera de 2° orden a nivel internacional, su flota mercante no superaba las 450.000 toneladas1, los deportes náuticos, los museos y la educación marítima, el desarrollo de la acuicultura sumado a la protección de la biodiversidad del mar y las Áreas Marinas Protegidas (AMP) eran materias casi desconocidas para nuestros habitantes.

La convención del Mar de las Naciones Unidas de 1982 aún estaba muy lejos de promulgarse y el Protocolo de Madrid al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente de 1991 no se divisaba en el horizonte cercano.

La construcción naval era escuálida y los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR)  solo había construido y armado pequeños buques como el buque BMD Cirujano Videla, los patrulleros Cabo Odger y Marinero Fuentealba la LSM Elicura en la década de los años 60 y el PC Papudo el año 1971 y la realización de la primera EXPONAVAL todavía no se divisaba en el horizonte.

En forma paralela, ese mismo año de 1974 en el ámbito privado se estaba creando la Empresa de Astilleros Navales de Valdivia (ASENAV).

La Revista Vigía aún le restaba más de una década por nacer para difundir e informar el acontecer diario de la Marina a su dotación y familiares.

En el ámbito institucional, la Armada a ese entonces solo contaba con3 Zonas Navales y una sola Base en el Territorio Chileno Antártico.

En el Plano operativo, el año 1974 habían arribado los destructores norteamericanos clase SUMMER Portales y Zenteno al país y la Armada estaban modernizando los destructores clase ALMIRANTE Riveros y Williams y se encontraban en plena fase de construcción de las fragatas clase LEANDER Condell y Lynch y los submarinos clase OBERON Hyatt y O´Brien en el Reino Unido, por lo que gran parte de su recurso humano operacional estaba comisionado en ese país de Europa.

A su vez, en las playas del litoral durante los periodos estivales los rescates marítimos eran efectuados por salvavidas comunales auxiliados en ocasiones por helicópteros de Carabineros de Chile, en fin una Marina en pleno proceso de modernización de sus unidades que a esa fecha aún no se involucraba a plenitud con su brazo marítimo, pero con el correr del tiempo sus tareas y funciones fueron convergiendo hasta su actual misión vinculada a la soberanía del país y a contar con un servicio marítimo de excelencia.

La proyección internacional de la Armada era reducida y no participaba habitualmente en ejercicios navales fuera de las aguas jurisdiccionales.

Los puertos nacionales carecían de infraestructura adecuada, contando algunos terminales con vetustas grúas de limitada capacidad que se enchufaban a través de cables eléctricos en distintas posiciones del muelle para su operación.

Desde la perspectiva legal, Chile, pese a contar con más de 43.000 islas2  y poseer una línea de costa de aproximadamente 83.850 km, considerando el perímetro de todos sus territorios insulares y oceánicos no contaba con una Política Oceánica y con normativa suficiente que regulara el uso y la protección de los distintos espacios marítimos de jurisdicción nacional.

Radiografía de la situación nacional que reflejaba la imperiosa necesidad de reorientar el rumbo de las últimas décadas del acontecer nacional en demanda de promover una activa interacción de la ciudadanía con actividades relacionadas a los intereses marítimos del país.

Hitos más relevantes del ámbito naval y marítimo de estas 5 décadas

Ámbito Legal y Normativo

Desde la inauguración del mes del mar se ha ido generando una dinámica constante en la actividad pesquera, portuaria, turística y de los deportes náuticos en los distintos espacios marítimos del país, situación que ha requerido la promulgación y actualización de diversas leyes y políticas que han ido regulando el desarrollo de la actividad marítima desde la óptica económica junto a la protección de su biodiversidad en aguas de jurisdicción nacional, enunciando las normativas más relevantes publicadas a continuación: Ley de Navegación de 1978, Ley de Fomento a la Marina Mercante de 1979, Ley que Aprueba sobre Bases Generales del Medio Ambiente de 1994, Ley que promulga el Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS) de 2005, Ley que promulga el Acuerdo de Nueva York sobre Especies Migratorias de las medidas del Estado Rector del Puerto, ambas de 2016 y por último la Política de Uso del Borde Costero de 1995 y la Política Oceánica Nacional de 2018, más los decretos que declararon Área Marinas Protegidas a Isla de Pascua - Rapa Nui e Isla Salas y Gómez el 2010, aparte de Islas Desventuradas de 2016 y el Archipiélago de Juan Fernández el 2017, logrando obtener algún tipo de protección para el 43% de nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE).

Ámbito Económico y Turístico

Desde el inicio de las celebraciones del mes del mar, la actividad marítima ha sostenido un continuo incremento en variados aspectos del quehacer nacional, por ejemplo, en el ámbito económico, ya supera el 2% del Producto Interno Bruto (PIB), brindando empleo directo a casi 60.000 personas con exportaciones superiores a los US $6.200.000, en contraste a los solo 27 millonesde dólares que se exportaban a fines de la década de los años 60 del siglo pasado.

Desde la perspectiva portuaria nacional, los incipientes puertos de Arica, Iquique, Coquimbo, Antofagasta, Valparaíso, San Antonio, Talcahuano, San Vicente, Lirquén, Coronel, Corral, Puerto Montt, Puerto Natales, Punta Arenas y Puerto Williams, muchos de ellos estatales y con instalaciones básicas, a lo largo de este medio siglo la mayoría de ellos pasaron a administraciones compartidas con empresas privadas, modernizando sus terminales y permitiendo dar soporte a más del 95% de nuestras exportaciones, lo que ha llegado a contabilizar 56 puertos en la actualidad: 10 estatales de uso público, 14 privados de uso público y 32 privados de uso privado.

Asimismo, el arribo de naves de pasajeros ha aumentado sostenidamente, teniendo por ejemplo Puerto Williams para la temporada 2024-2025 considerando el arribo de 39 crucerosa su muelle multipropósito recientemente construido.

Por su parte, en Punta Arenas, la Empresa Portuaria Austral (EPA), indicó que durante la última temporada fueron recibidos más de 86.000 pasajeros5, contabilizando un total de 182 naves atendidas (129 cruceros internacionales y 53 nacionales), muchos de ellos con destina a la Antártica, estimando para esta próxima temporada poder alcanzar los 100.000 pasajeros movilizados.

En el ámbito pesquero, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Alimentación y la Agricultura (FAO), nuestro país es la décima potencia pesquera a nivel mundial y la empresa del salmón y su desarrollo en las regiones de los Lagos, Aysén y Magallanes erigieron a Chile como el 2° productor del mundo, después de Noruega.

Ámbito Cultural, Científico, Educacional y Deportivo

La Armada de Chile en su permanente afán de fortalecer la conciencia marítima nacional desde la inauguración del mes del mar ha impulsado la creación y el potenciamiento de museos institucionales, de igual forma, la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile, que es una entidad privada sin fines de lucro, apoya distintos proyectos e iniciativas en pro al Patrimonio Marítimo, administrando, por ejemplo, un Museo réplica de la corbeta Esmeralda de Iquique. Algunas de las estadísticas se muestran en el siguiente cuadro:

Por su parte el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), desde el punto de vista científico, en su calidad de articulador de la investigación científica marina nacional ha continuado con la realización de los cruceros CIMAR, a bordo del AGS “Cabo de Hornos”,  labor que se realiza al amparo del Comité Oceanográfico Nacional.

Los campeonatos Glorias Navales en las distintas disciplinas deportivas junto a las regatas de embarcaciones a vela y remo, sumado a las maratones mes del mar, año a año, convocan a miles de chilenos de todas las ciudades costeras del país.

En el ámbito Institucional y de la Construcción Naval

En el plano institucional, pasamos de 3 Zonas Navales (ZZ.NN.) a 5, fortaleciendo la presencia de personal institucional en las distintas ciudades costeras y lacustres del país.

Fue creado el escalafón de oficiales litoral a contar de la década de los 80 del siglo pasado, especialidad que producto del incremento de la actividad marítima a nivel nacional en forma reciente ha debido aumentar su planta para el accionar de la Policía Marítima.

En el aspecto marítimo, en 1978, con la entrada en vigencia de la "Ley de Navegación", se dispuso el reemplazo de la Dirección del Litoral por la actual Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (DIRECTEMAR), reconociendo a la Autoridad Marítima chilena y a su director general, a los 16 Gobernadores Marítimos y 64 Capitanes de Puerto; asignándole la representación oficial del Estado en asuntos marítimos e incorporando funciones para la preservación de la ecología del mar. Además, en 1990 fue inaugurada la Gobernación Marítima Bahía Fildes en el TCHA.

Por su parte, la Escuadra Nacional, ahora dependiente del Comando de Operaciones Navales, que tuvo una destacada participación en la crisis con Argentina en 1978, ya ha sido renovada en más de una ocasión desde el año 1974, contando actualmente con buques equipados con sensores y propulsión de última tecnología y con armamento similar al que se encuentra disponible en muchas plataformas de Armadas pertenecientes a la Organización del Atlántico Norte (OTAN). Unidades que regularmente participan en ejercicios internacionales como RIMPAC, PANAMAX y UNITAS. La Fuerza de Submarinos se trasladó desde Valparaíso a Talcahuano, construyendo una moderna Base desde la cual operan 4 submarinos de primer nivel, alcanzando incluso latitudes del hemisferio norte como integrantes de los ejercicios DESI con la US Navy. A su vez, la Aviación Naval, junto a su traslado desde el Belloto a la Base Aeronaval “Viña del Mar” en Concón ha renovado su flota de aviones de exploración aeromarítima, cuenta con modernos aviones de vigilancia costera y posee un poderoso escuadrón de helicópteros de ataque (HA-1) y una vasta a flota de helicópteros multipropósito que ayudan tanto a las tareas de rescate en periodos estivales como al traslado de personal y apoyo logístico al TCHA y a las distintas ZZ.NN. donde se encuentran emplazados.

La Infantería de Marina, además de tener presencia en Isla de Pascua-Rapa Nui, al contar con una Guarnición IM desde 1992, gran parte de su personal fue desplegado a una Operación de Paz (MINUSTAH) en Haití entre el 2004 y el 2017, lo que aportó a la homologación de su equipamiento a estándares ONU, sumado al cúmulo de experiencias adquiridas en operaciones internacionales. Su contribución al orden interno también ha destacado en situación de desastres naturales y periodos de conmoción interna, como lo es actualmente en la provincia de Arauco.

En el ámbito de la construcción naval, partir del año 1974, en forma secuencial con la incorporación de una grada de lanzamiento y una infraestructura de construcción naval con un taller de acero en la planta de Astilleros de la Armada de Talcahuano, la construcción naval a nivel nacional experimentó un sostenido crecimiento hasta estos días con la reciente entrega del Rompehielos “Almirante Viel” a la Armada de Chile.

Durante estos años se han construido naves comerciales como especialmente a requerimiento de la Armada de Chile, las que se indician a continuación:

Por último, la Comandancia en Jefe de la Armada con apoyo de las más altas autoridades del país ha podido impulsar el Plan Nacional Continuo de Construcción Naval (PNCCN), el cual pretende utilizar en forma permanente la grada de la Planta de Astilleros de la Armada de Talcahuano, dado los beneficios que conlleva para la capacidad estratégica nacional y los intereses marítimos del país, sumado al rédito que tiene para la economía de la 8° Región y lo más importante, el valor agregado que representa la inversión en capital humano en beneficio del personal del astillero.

Conclusiones

La instauración del mes del mar por parte la Armada de Chile hace ya medio siglo fue un importante impulso estratégico dirigido a promover cada mes de mayo la implementación de múltiples actividades de índole cultural, deportiva, cívica y de seguridad marítima, las cuales en conjunto con la fecha de la conmoración anual de la gesta heroica de Iquique ha venido a incrementar la sensibilidad de nuestra población respecto a la importancia que debe revestir el Mar de Chile para el desarrollo de nuestro país.

El empeño e interés de la institución por realzar durante todo un mes la importancia de las actividades que se realizan en torno a los espacios marítimos nacionales ha representado un efecto multiplicador en torno al conocimiento de nuestros compatriotas sobre los desafíos y oportunidades que emergen del mar, pero condicionado hacia una explotación sostenible en el tiempo que proteja su biodiversidad y al mismo sea parte del motor económico de Chile.

La contribución cultural junto a la educación marítima que aportan las innumerables visitas que establecimientos educacionales realizan durante el mes de mayo a los museos institucionales, buques, reparticiones navales y a distintas actividades económicas (EXPONAVAL) y deportivas en el mar, aporta a la generación de un escenario favorable proyectado a que nuestros estudiantes, docentes y jóvenes perciban que el futuro y progreso de su país está estrechamente vinculado al Océano Pacífico y al TCHA.

La promulgación del mes del mar ha tenido un rol innegable en estos 50 años de singladura, su realización anual es parte de la estrategia nacional orientada a fortalecer la conciencia marítima de nuestros ciudadanos. Además de ello, ha permitido a la Armada contar con el apoyo de las más altas autoridades de la nación para desarrollar el PNCCN, que representa un claro ejemplo de cómo la fusión del desarrollo económico asociado a la construcción y modernización de nuestra fuerza naval y marítima le otorga un valor agregado a la estatura estratégica de Chile en la región.

Referencias

  1. Política Oceánica Nacional de Chile 2018, página 9.
  2. Entrevista con el director del Museo Marítimo Nacional, CA Andrés Rodrigo Ramírez.
  3. El Museo Huáscar inicio su funcionamiento con anterioridad, pero a contar de 1974 entró en varias fases de reestructuración hasta como se encuentra en la actualidad.
  4. El Museo Naval de Iquique funciona temporalmente en Museo Militar Tarapacá.
  5. El Museo Marítimo Nacional inicio su funcionamiento a bordo del Huáscar en 1915.

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