- Fecha de publicación: 01/06/2003.
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LA O NU DESPUÉS DE L A INVASIÓN DE IR AK
L u i s M o ral e s O r ti z *
Sin contar con el apoyo del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unida s, el Presidente d e los EE.U U., Georg e W. Bush
desató una “Guerra Preventiva” contra Irak. Lo anterior no sólo
atenta contra la legalidad internacional, sino que abre una era de
profunda desestabil ización.
El President e de Francia Jacques Chirac sostuvo que “sin
tener en cu enta la dura ción d el con flicto, estará pleno de
consecuencias para el futuro”.
Introducción.
l conf licto en Irak h a agudizado el d ebate m undial entre p acif is tas y quien es acep tan la
gu erra. No siem pre sus ar gumen tos son an alíticos ; en m uchos casos prev alece s in
contr apesos la emotiv idad. S e h a r eflejado eso en el Cons ejo de Segurid ad de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), instancia que, en teoría, debió haber dirimido el
conflicto actual, p ero fue incapaz d e hacer lo. Sólo lo gró ir poster gándo lo, h as ta que llegó el
momento en que EE.UU. decidió actuar, invocando una resolución de la misma ONU que, en
rigor, permite variadas interpretaciones.
En es e or ganism o, com o en el mundo, mucho s s e pr egun tan por qu é el Pres iden te Bush se
m antuvo inflexible en em prender un a gu erra que todo anticip aba muy compleja. En r ealidad,
fuera de EE. UU. es dif ícil apreciar en todo su alcance lo s ef ecto s ps ico lógicos de los ataqu es del
11 de septiembre de 2001, que hicieron comprender a ese país que ahora no está libre de ser
atacado en su prop io terr itorio.
Lo anterior implica consecuencias no sólo en el ámbito militar, sino que en todo el
sistema internacional, gener ándos e una s er ie de in terro gan tes. ¿Sigu e v igen te el sistema
intern acion al cr eado en la Carta d e la Or gan ización de la O NU? ¿ Ha cum plido la ON U con las
e xpe c ta t iva s de qu i ene s l a cre aron en 1945? ¿S i gu en vi gen tes los pos tul ados de la Car ta d e la
ONU basados en la solución pacífica de las controversias y en la prohibición de la amenaza o uso
de la fu erza? ¿Ha cum plido el Cons ejo d e Segur idad con su p apel fundam ental d e m antener la
paz y seguridad internacionales? ¿Es la ONU una organización eficiente para enfrentar las
amen azas del siglo XXI? ... la ev idencia histór ica sugier e qu e no. En consecu encia, la cr isis
iraqu í ha pu esto de man if iesto la n ecesid ad de reform ar a la O NU, pero sin r enunciar al marco
legal con stru ido en torno a ella.
La administración Bush optó por lanzar una Gu er ra Preventiva, ju stif icando su accionar
en las resolu ciones d e la O NU, pero sin su apo yo. Al actuar de esta man era, EE.UU. term inó con
medio siglo de esfuerzos diplomáticos para persuadir a los gobiernos que coloquen su política
exter ior den tro de un m arco d e ley internacion al y d e trab ajar den tro de ins titu cion es
intern acion ales.
El pr esen te tr ab ajo tien e por ob jeto rev isar, los anteceden tes relacion ados con el actuar del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en el conflicto de Irak, y el consecuente proceder
de la co alición liderad a por EE. UU., analizando el futuro prob able par a la O NU, lo s m uy
neces ar ios cambios es tructurales a que deb e s er sometid a y al concepto de unilater alidad ejer cido
por la ún ica po tencia m undial d e la actualidad, EE. UU. de Norteamér ica.
E
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Algo de historia.
La Carta de las Naciones Unidas es categórica. "A fin de asegurar una acción rápida y
eficaz por part e de las Naciones Unidas"; confiere al Consejo de Seguridad "la responsabilidad
primordial de mantener la paz y la seguridad int ernacional es”.
Asim ism o, la Carta es tablece con cretamen te la proh ibición d el uso o amen aza del uso de
la fu erza, disponiendo en el artículo 2, párr afo 4: “Los M iembros de la Organización, en sus
relaciones internacionales, se abst endrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra
la integridad t erritorial o la independencia pol ítica de cualquier Estado, o en cualquier otra
forma incompatibl e con los propósitos de las Naciones Unidas”.
La redacción d el artículo 2. 4 h a s ido mu y cr iticad a por su amb igüed ad y escas a clarid ad,
adem ás de la ineficien cia del fun cionam ien to del s is tem a co lectivo es tablecido en la Car ta,
permitiendo a los estados aprovechar estas circunstancias para encontrar justificaciones para el
uso de la fu erza.
Luego de la embriagadora victoria aliada de la II Guerra Mundial, la esperanza de que la
segur idad podía ser hecha en form a colectiv a fue en carnad a en el Con sejo de Seguridad de las
Naciones Unid as. Sin embar go, dur an te la Guerra Fría, el Consejo es tuvo p aralizado casi sin
esperanzas; el único caso de acción de la ONU durante dicho período, fue el uso de la fuerza para
evitar una invasión en Corea del Sur y eso fue posible sólo porque los soviéticos no estaban para
vetar esa resolución. No volvieron a cometer el mismo error.
En 1945, cuando se formó la Organización de las Naciones Unidas, el mundo se dividió
entre victoriosos y perdedores. El producto fue Oriente y Occidente, colonizadores y colonias,
Nor te y Sur. El idear io fu e tener un a entid ad internacional a la que p erten ecieran todas las
naciones y donde se solucionaran las diferencias en el interés de la paz.
Detrás de estas divisiones, existía una aún m ás profunda, basada en dos sistemas
difer entes de cr eación de la riqueza; una era el s is tem a de agr icultura de los cam pes inos, en el
cual se encontraban la gran mayoría de los países; m ientras, los poderes dominantes, se basaban
en la industria. Se dedicaban a la fabricación de baja tecnología, denominándose países
“desarro llado s” o “modern izado s”.
A cinco países se les dio un lugar permanente y el poder de veto en el Consejo de
Segur idad. De és tos, EE.UU., Gr an Bretaña y Fr an cia eran pod eres indu striales. La URSS,
es tab a sem i-indus tr ializad a. Sólo uno, Taiwán (más tarde reemplazado por Chin a), era
predominantemente agrario, por supuesto que en el sistema de votación, también quedaron los
indus triales sobr e lo s agrar ios.
El principal camb io geopolítico d e nues tra épo ca no h a s ido el f in d e la Guerr a Fría;
tampoco lo fu e el as cen so del is lam ismo o el sur gim iento d e EE. UU. como la ún ica
superpo tenc ia. Según Alvin Toffl er,
1 h a s ido el as cen so de un a nu eva civ ilización o forma d e v ida
que no se basa ni en la agricultura de campesinos ni en el industrialismo, sino en nuevas formas
de ap licar el conocimiento par a la cr eación de riqu eza. Esta nuev a forma de econom ía tuvo su
origen en EE. UU.
Posterior a la creación de la ON U, mien tras lo s estados par ticip antes lu chab an por su
reconstrucción, EE.UU. tomó una dirección diferente, desarrollando un revolucionario sistema de
creación de r iqueza, basado en el conocim ien to.
En las décadas posteriores, EE.UU. dio un salto hacia la tecnología, investigación
cien tífica, cr ecimiento económico, poder m ilitar, inf luen cia d e los med ios y de la cultura.
Simultáneam en te, los avan ces económ icos fu eron par alelos a los camb ios igu almente profundos
en la es tructura d e la f amilia, relacion es étnicas y raciales, derechos civ iles y v alor es s exuales. El
resu ltado fu e un v iraje de un a so cied ad d e m asas de la edad indus tr ial, a un ord en social m ás
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indiv idu al qu e opera a velocid ades cad a vez m ayores y r equier e cada vez m ás d ato s, información
y conocimientos para m ás personas.
Par a Toff ler, el antiguo sis tem a de pod er mundial es tá siendo reemplazado por un sistem a
de tres niveles: las econom ías de campesinos abajo, las economías industriales tradicionales, y
los países con economías intensivas en conocimientos arriba.
Una corriente de pensamiento expresa que, producto de la aceleración de la historia,
veremos meno s alianzas e ins titu cion es perman entes como la ON U, y m ás agrupaciones “ad
hoc”. El Secretario de Defensa nor team ericano, Donald Rumsf eld las denomin a “coal iciones de
l o s resu el to s”.
En consecuencia, pareciera ser que la ONU no fue diseñada para el mundo real en que
vivimos, lo cual nos lleva a entender el papel que pretende asumir EE.UU., puesto que no será
ésta la prim era ni la última intervención de países o alianzas sin el mandato de la ONU; EE.UU.
interv ino en Panam á s in n in gún m andato; en la era Clin ton, lo hizo en Somalia; la OT AN
tamb ién intervino en Kosovo.
El mundo de ho y y la ONU.
El mundo de hoy es diferente al de la Guerra Fría donde los consensos eran necesarios;
hoy exis te una superpo tencia militar, EE.UU., que ad emás se en cu entr a en guerr a contr a el
terrorismo. Esta situación no siempre es bien comprendida por el resto de la naciones.
La O NU, h a exper imen tado, por estos d ías, la m ayor amen aza desde su creación, d ado
que el m undo h a camb iado drásticam ente. Esto exp lica el ataqu e d e un a n ación miembro d e la
Organización qu e ya no cab e en la es tructura ord enad a d e poder d e los ú ltim os dos siglos.
EE. UU. ya no pu ede ser clas ificado como un país agr ícola o indu str ial trad icion al.
EE. UU. queda fuera de la ONU, siendo criticado por muchos que desconfían de su poder. Otros
sugieren que, a falta de un serio contrapeso a la hegemonía global de Washington, la ONU
debería desempeñar ese papel. Sin embargo, a parte de que EE. UU. aporta el 22% del
presupuesto de la organización y más del 30% del dinero para proyectos especiales, es difícil que
la O NU pued a cum p lir d icha tarea.
La ineficacia de la ONU, recuerda la Liga de las Naciones, predecesora de la primera, la
cual desapareció cuando no pudo detener la invasión de Japón a China ni la invasión del Norte de
África por Mussolini, tampoco tomó una resolución para prevenir el ascenso de Hitler, arm ado al
igual qu e Irak, con arm as proh ibidas por tr atados internacion ales.
En medio de rápidos cambios y nuevas tecnologías, las conversaciones de la ONU están
des incron izadas con el mundo. En r ealidad, d emorar las resoluciones en su seno ha llegado a ser
una forma de vida.
La aceleración de los cambios acorta los ciclos de vida del producto. Sin embargo,
también cambia las configuraciones de poder a un ritmo cada vez más rápido, acortando la vida
de las instituciones. En este ambiente, sólo sobreviven las organizaciones flexibles o las que
poseen la fuerza. La ONU está estructuralmente congelada.
La crisis en Irak no se produce en el vacío. Lo que suceda allí tendrá repercusiones
profundas en o tras cuestiones d e sum a impor tancia. Cuan to m ás am plio sea el cons enso acerca de
qué hacer en Irak, mayores serán las posibilidades de que las naciones se pongan de acuerdo y
resu elvan con ef icacia o tros conf lictos canden tes en el m undo, emp ezando con el conf licto en tre
israelíes y pales tino s.
Más allá del Or ien te Medio, el éxito o el fracaso que ten ga la comun idad intern acional en
el caso d e Ir ak inf luirá en form a crucial en su cap acidad para ocup ars e de la s ituación no menos
preocupante en la península de Corea.
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EE. UU. operó s iem pre bajo la ló gica de la “cont ención”, en la cual hay un enem igo
claramente definido y mediante alianzas se detiene su expansión. Contra el terrorismo no existe
un lu gar fís ico def in ido donde atacar, por lo tan to, la teoría de la conten ción es r eemp lazada por
la d e la “prevención”.
La le g ít ima de f e nsa p re ve nt iva.
La Carta de las Nacion es Unid as cons ider a expresam ente do s excepciones a la proh ibición
del uso o amenaza del uso de la fuerza. Ellas son la legítima defensa, establecida en el artículo 51
y las medidas coercitivas coordinadas o autorizadas por el Consejo de Seguridad, en virtud de lo
dispuesto en el Capitulo VII.
El concepto de Legítima Defensa Preventiva, ha sido largam ente debatido en el Derecho
Internacional contemporáneo; sin embargo, y a raíz de la redacción del artículo 51 de la Carta, el
autor esp año l Berm ejo d ice:
“En un mundo en el que los ataques armados se caract erizan por su eficacia y rapidez,
exigir a un estado que se encuentre frent e a un peligro inminent e de ataque que espere que éste
se produzca, parece un asunto de ciencia-ficción. Siempre que el peligro sea lo suficientemente
grave, es decir, siempre que haya una necesidad inmediata y siempre que se respete el principio
de proporcionalidad, el Derecho Internacional no puede prohibir la legít ima defensa
prevent iva”.
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A partir de 1920, la práctica internacional limita el concepto de legítima defensa al de una
reacción de fuer za con tra un uso actu al o inminente de la fuer za. Es decir, lo relaciona con un
acto ilícito y en par ticu lar con el uso de la fu er za. S e tr ata de un con cepto d e legítim a d efen sa
m uy am plio, cu yo objetivo es en definitiva la pro tección de los inter es es v itales. Por ello no sería
necesaria una agresión directa o am enaza de agresión, sino que basta con que la seguridad
pres ente o futura d el estado se encu en tre en peligro, en tal sentido, la legítim a def ensa preven tiva
tien e plena cab ida.
3 Com o se pued e apreciar, este es el fund amen to de la acción militar
estadounidense.
El Consejo de Seguridad en e l conf licto de Ira k.
Si se analiza la actuación del Consejo de Seguridad respecto del uso de las facultades que
le ha otorgado la Carta y al cumplimiento de su función primordial de mantener la paz y
seguridad internacionales, estaremos de acuerdo que ella no ha sido la esperada por sus
redactores. Las causas son v ariad as, pero m uchos au tores co inciden en qu e el ejercicio del
derecho a veto ha s ido la m ás im portante. En especial s i s e con sidera que son precis amente los
m iem bros p erm an ente s, todos pot en ci as mundi ales con al gún grado de int er és, aqu el los que
disfru tan de dicho d erecho en form a exclu siv a.
En la intervención militar en Irak, no existe legítima defensa, pues ella sólo procede ante
una agr es ión actual. Su jus tificación resid e, enton ces, en la exis tencia d e un a v iolación o am en aza
a la paz mundial, declar ada por el Con sejo de Segurid ad de la ONU. El arm amen tismo del
régim en de Saddam Hussein, que ha incluido armas de destrucción masiva, y su persistente
des afío a las resolu ciones del Cons ejo de Segurid ad, conf iguran d icha am en aza.
Su declaración por el Consejo y la autorización por el mismo del uso de la fuerza no están
formalmente presentes. Algunos juristas se preguntan sobre si la resolución 1441 sería suficiente
para tales efectos; sin embargo, su texto no es claro, hay fundadas opiniones en contrario y se
buscó, s in é xito, un a s e gunda y m ás e xpl í ci ta resoluc ión del Cons ejo de Se gurid ad.
El prof esor Anthon y Aust,
4 opina que las resoluciones previas le permitían a Estados
Unidos y al Reino Unido lanzar una operación militar para restaurar la paz y la seguridad en la
región: “Exist en argumentos legales fuert es para demostrar que el Consejo de Seguridad
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autorizó el uso de la fuerza”. “Una segunda resolución habría sido muy deseable en t érminos
políticos pero la resolución 1441 es suficient e para una acción militar".
5
¿Qu é se necesita enton ces p ara qu e una gu err a sea legal?
Par a que un a guerr a s ea con sider ada legal, es neces ario qu e s ea una op eración militar
ordenad a por el Conse jo d e Se gur idad o, en su def ecto, si fa ll a el Con se jo d e S e gur idad en asumir
sus obligacion es en m ater ia d e m anten imiento de la paz y s egurid ad internacion al, bajo el
Capítulo VII d e la Carta d e las Nacion es Unid as, tendría qu e ser aprob ada por la As amblea
General. Sólo en 1990, a raíz de la Guerra del Golfo, el Consejo de Seguridad autorizó el uso de
la fu erza, d e acu erdo a las f acu ltad es que le conf iere el Capítu lo VII de la Carta.
Una vez finalizada la Guerra del Golfo, la Comunidad Internacional tuvo la esperanza de
que el Consejo de Seguridad por fin tomara el papel que le corresponde en su función de
m antener la p az y s egurid ad internacion ales. S in embar go, sus actuaciones pos terior es
dem ues tr an una vez m ás su in ef iciencia y f alta de oper ativ idad. Un claro ejemplo fue Kosovo,
donde fue sobrepasado por los acontecimientos y por la acción de la OTAN.
Las nobles intenciones de quienes buscan proscribir absolutamente la guerra olvidan que
la agres ivid ad s iem pre es tá laten te en la n atur aleza hum ana. La so cied ad ob liga a que esa
agresividad tenga contrapesos, como la religión, la ética, el derecho, pero ninguno de ellos ha
impedido que las guerras jalonen la historia de la humanidad. Lo que sí ha variado es el intento
de codificar sus procedimientos, mediante normas que tratan de reducir su número y regular su
desarrollo.
Pero, l a prohib ic ión de la guerra e st ab le c ida en la cart a de l a O NU es, en gran m ed ida,
sólo un a buena intención, por car ecer esa en tid ad de un ins trumen to par a dar le coer citivid ad a
aquélla. En el pr es en te grado d e desarrollo cu ltural d e la esp ecie hum ana, el corr egir esa anom alía
no interesa, en realidad, a ningún país, y tanto menos a las potencias mundiales. Incluso aquellas
que están es tructur adas como dem ocr acias avan zad as y sólidas ar gum en tan que los regímen es
dem ocr áticos son respetados só lo cuando son fu ertes, tan to en sus v alores com o en su capacidad
y voluntad de defenderse, dentro o fuera de sus fronteras.
No cabe duda que el Consejo de Seguridad se vio perjudicado por su ineficacia en la
imposición d e sus Resoluciones al Presid ente Saddam Huss ein 12 años atrás y por su in capacidad
para llegar a un acuerdo ef iciente y opor tuno en la pr es ente cris is. Hubo cu lpas compartidas, fue
negativo no proveer soluciones equitativas y de compromiso oportunas.
Lo que procede ahora es legitimar a posteriori lo obrado, difícil tarea, que en todo caso
dará cumplimiento a las resoluciones del Consejo de Seguridad no respetadas tras 12 años. La
reconstrucción de Irak es una inmejorable oportunidad para solucionar el problema de
legitim idad, r econocer la función v ital qu e le cab e a la O NU y consid er ar un a reform a lar gamente
postergada del Consejo de Seguridad.
Es de esperar que esta guerra sacuda al Consejo de Seguridad de un modo útil, detectando
sus fallas y s i es viable segu ir entr egándole a cinco países el d er echo a v eto.
Qué ha logrado EE.UU.
En Bagdad ha comenzado un cuestionamiento a la hegemonía de EE. UU. en el mundo,
proclamada hace 12 años por Bush padre: “Un nuevo Orden Mundial” con lo s color es
americanos. De este nuevo orden mundial deriva su implacable lógica, después de relegar a Irak
a un es tado pre- indus tr ial, qu e vendrá, quizás el som etimiento de S iria, Ir án, en d efin itiv a ¿qué
busca EE.UU.?
La acción norteamericana también ha perjudicado a la ONU de diversas maneras,
partiendo por sus propios intereses, pues sigue necesitando de la cooperación internacional en
vario s frentes, como es la lu ch a con tr a el terror ism o.
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Para el gobierno estadounidense, las “coaliciones independientes” son la mejor esperanza
para el nuevo orden mundial y una verdadera alternativa ante las falencias que manifiesta la ONU
EE. UU. ha s entado un preced ente par a la acción hostil y prev entiv a en au sen cia de una
amen aza directa, qu e d esearía qu e otros país es no copiaran. Lu ego, el an tiam ericanismo qu e ha
resurgido en el mundo y el resquebrajamiento de la unidad de la ONU se deben
fundamentalmen te al temor de aqu ello s que es tán quedando atr ás en la estructur a global de poder
que sur ge.
Al in stalarse en Mesopotam ia, el cor azón de la Euras ia, EE. UU. ya ha logrado inquietar a
sus principales componentes geopolíticos: Europa, Rusia, China e India, para qué hablar del
m undo árab e.
Se d ice qu e h emos entrado a la IV Guerr a Mundial.
6 Más que un a gu erra contr a el
terror ism o, “esta es una guerra por extender la democracia hacia aquellas partes del mundo
árabe y musulmán que amenazan la civilización liberal que nos esforzamos por construir y
defender durante todo el siglo XX en la Primera y Segunda Guerra Mundial, y la Guerra fría, la
Ter cera Gu erra Mundial”.
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En 1917, cuando EE. UU. en tró en la I Gu erra Mundi a l, hab ían alr ededor de 10
democracias en el mundo. Actualmente 120 de 192 países en el mundo son democracias. Todas
tien en elecciones par lam en tar ias libres y avan ces en el im per io de la ley.
En el m undo m usulmán, fuer a de los 22 estados árabes que no tien en dem ocr acias, h ay
algunos países razonablemente bien gobernados. De los 24 estados no árabes mayoritariamente
m usulm anes, casi la mitad son dem ocracias.
Sin embargo, en el Medio Or iente h ay un prob lem a esp ecial, s alvo Isr ael y Turquía, no
hay democracias. “La guerra contra el terrorismo no t erminará hasta que cambiemos el rostro
del Medio Oriente, lo cual estamos empezando a hacer con Irak”.
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Par a EE. UU. todav ía qued a un cam b io que realizar en es a par te del m undo, la cual
históricamen te no ha ten ido dem ocr acia, r eaccion ando con ir a en contr a d e la in tromisión
exterior. EE.UU. debe convencer al pueblo del Medio Oriente que está de su lado.
Sin embargo, cuando comienza a centr ars e la aten ción d e la com unidad internacion al en la
reconstrucción de Irak, aparece en el horizonte de EE.UU. un nuevo problema...los cambios
dentro de la OTAN.
El fin de la Guerra Fría y d e una amen aza común h a deter iorado, gradu alm en te, aquellos
principios que mantuvieron a la alianza atlántica en pie por muchos años.
Los dos aliado s más fuer tes d e EE.UU. en Europ a, Fran cia y Alem an ia, s e vo lvieron en
contra de la iniciativa norteamericana. El levantamiento diplomático ha dividido a Europa entre
los estados que buscan la identidad europea a través de la confrontación con EE.UU. y los
encab ezados por Gran Bretaña, qu e buscan un ins trum en to para la coop eración.
“De mantenerse la actual tendencia, Europa se dividirá en dos grupos definidos por su
actitud hacia EE.UU. La OTAN cambiará su caráct er y se convertirá en un vehículo para
aquellos que continúan afirmando la relación transatlántica. La ONU, se vol verá un foro entre
los aliados, implementarán teorías de cómo producir un contrapeso para el hiper poder de
EE.UU. El debate sobre la administración de Irak en la posguerra ilustra estos peligros. Luego
de un período de restaurar la seguridad y buscar armas para la destrucción masiva, EE.UU. no
debiera insistir en un papel exclusivo en el corazón del mundo islámico e invitar a otras naciones
a compartir el gobierno, primero los países miembros de la coalición, luego a otras naciones así
como también a la ONU. Ha llegado la hora de poner fin al debat e sobre el unilateral ismo
contra el multilateralismo y de concentrarnos en la sustancia. Nuestros adversarios europeos
deben dejar de alentar a sus medios a describir a la administración americana con la figura de
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Rambo, sedienta por la guerra y a EE.UU. como si fuera como un obstáculo para los propósitos
de Europa, en lugar de un socio para lograr metas comunes”.
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Un pape l pa ra la ONU en Ira k.
El S ecr etar io gener al d e la Or ganización de las Nacion es Unidas, Kof i Ann an, ins tó al
Cons ejo de S egurid ad a sup er ar l as "profundas divisiones" en su seno y a reenfocar su s objetivos
en resolver la crisis humanitaria en Irak. Annan empujó a los miembros del Consejo para que
superarán sus diferencias respecto a la reactivación del programa de Petróleo por Alimentos, el
cual había sido suspendido luego de la evacuación de todo el personal de la ONU desde Irak.
“Estamos pasando por un momento de profundas divisiones, las cuales, si no salvamos,
pueden acarrear graves consecuencias para el sistema internacional y las relaciones entre los
estados”.
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Rus ia, Alem an ia y Fr ancia, reafirm aron su exigen cia para que la O NU ten ga un rol
preponderante en la administración y reconstrucción de Irak. La campaña militar de Irak “ha
sacud ido los pil ares del de recho int ernac ional ”,
11 el cual deberá ser recuperado bajo el liderazgo
de la ONU.
“Se debe promover la democracia que la ONU ha proporcionado al mundo, pero es
preciso hacerlo dentro de cada país y no mediant e presiones desde fuera”.
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Conc lusiones.
La prohibición de la guerra establecida en la carta de la ONU, no pasa de ser sólo una
buena in ten ción, por carecer esa entidad de un ins trum en to p ara d ar le co ercitiv idad a aquélla
iniciativa.
El mundo de hoy es diferente al de la Guerra Fría donde los consensos eran necesarios
para man ten er el equilibr io ; ho y existe una superpo ten cia militar, qu e ad emás s e en cuen tr a en
guerra contra el terrorismo producto de los ataques del 11 de septiembre de 2001, que hicieron
com prender a EE. UU. que ahora no es tá libre de s er atacado en su prop io territorio.
El Consejo de Seguridad ha sido incapaz de asum ir plenam ente su función de
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, fundamentalmente debido a su composición
actu al, en que sus m iembros p erman entes, tienen el exclus ivo der echo a veto. Lo anter ior ha
transformado al Consejo en un órgano eminentemente político que, de acuerdo a la evidencia, ha
reaccion ado en form a poco clar a y am bigu a en los acontecim ien tos relacion ados con la invasión
de EE.UU. a Ir ak.
Existe una necesidad imperiosa de modificar la actual composición del Consejo de
Segur idad d e m aner a de h acer la m ás repr esentativa de la comunid ad de es tado s, sin o lvid ar que
representan a las Naciones Unidas y no los intereses de las grandes potencias. Se le debe dotar de
atribuciones especiales para dar respuestas rápidas y eficientes ante los conflictos que afecten la
paz y se gur id ad int erna c ional es.
El d erecho internacion al no proh íbe la “Legítim a Def ens a Pr even tiva”, s iem pr e que el
peligro sea lo suficientemente grave y haya una necesidad inmediata, respetando el principio de
proporcionalidad. S in embargo, EE. UU. h a s entado un pr eced en te p ara la acción hostil pr even tiva
en au sen cia d e una am enaza dir ecta, que d esearía qu e otro s país es no cop iar an.
En lo s hechos, la ev entualidad d e tener qu e r ecurr ir a la fu er za m ilitar es, actualm ente, una
neces id ad que casi nin gún país pu ed e descu idar. Son m uy escasos los qu e se en cuen tr an en la
excepcional situación de poder prescindir de ella, si bien el acento contemporáneo está puesto
m ucho m ás en la disuasión que en la in iciativ a. La r ealidad m ues tra qu e la guerr a es un paso que,
auque lamen table, en situacion es extrem as se deb e d ar. De allí que, la d ispon ibilidad de Fuer zas
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Arm adas bien organizadas sea aún un componente no prescindible de la voluntad política de un
Estado que quier a m an tener su plen a soberan ía en la escena in ternacion al.
La resultante de la actual crisis de Irak tendrá repercusiones profundas en otras cuestiones
d e s u m a im p or t anc i a. Cu an to m ás am p l io se a el con s en s o a c er c a d e q u é h a cer en Ir ak , m ayo r es
serán las posibilidades de que las naciones se pongan de acuerdo y resuelvan con eficacia otros
conflicto s cand entes en el mundo, tales como el conflicto p alestino- isr aelí y la s ituación no
menos preocupante en la península de Corea.
Con escasa o nin gun a trad ición democrática, el fu turo político d e Bagd ad es el verdad ero
des afío que enfr enta Wash ington. El p anor am a no lu ce au spicioso. La d emocr acia, en el m ejor de
los casos, es algo qu e o currirá len tamente, si es qu e ocurr e algún día y s e mantiene en el tiempo.
El gobierno y reconstrucción de Irak pueden dar ocasión para solucionar el problema de
legitimidad de la acción unilateral de EE.UU., reconociendo el papel fundamental que la
coalición debe asignar a la ONU, considerando una reforma largamente postergada del Consejo
de Seguridad.
BIBLIOG RAFÍ A
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− Coh en, Eliot, Profesor del John s Hopk ins Ins titute. En tr evista del diario “El Mer cur io”.
− Woolsey, James, ex director de la CIA, Global Viewpoint.
− Kissinger, Henry, ex secretario de Estado norteamericano y Premio Nobel de la Paz 1973.
Tribune Media Services International.
− Ann an, Kof i, S ecretario Gener al d e la Or ganización d e Naciones Unidas. Discur sos.
− Putin, Vladim ir, Presid en te de Rusia, duran te conf eren cia de pren sa en cumbre d e San
Petersburgo, Rusia.
− Schro eder, Gerh ard, Canc i ll er alem án, dur ant e Cumbre d e S an P e ter sbur go, Rus ia.
9
* Capitán de Corbeta. Oficial de Estado Mayor. Especialista en submarinos.
1. Alv in Toffler; “La Tercera Ola”.
2. Márquez Carrasco. Op cit. p. 106.
3. Ibid .
4. Anthony Aust, profesor, fue hasta hace poco uno de los principales consejeros
legales de la cancillería británica.
5. Anthon y Au st, d eclaracion es a med ios de pren sa.
6. Eliot Cohen, Profesor del Johns Hopkins Institute.
7. James Woolsey, ex dir ector d e la CI A, cons ider ado p ar a integr ar un alto cargo en
la administración de posguerra de Irak, encabezada por EE.UU. Parte del discurso
en la UC LA. (Glob al Viewpoin t).
8. Ibid .
9. Hen r y Ki ss in ger ; Ex secretario de Estado nort eamericano y Premio Nobel de la
Paz 1973. (Tribune Media Services International).
10. Kofi Annan, Secretario General de la Organización de Naciones Unidas.
Discurso ante el Consejo.
11. Vladim ir Putin ; Pr esid ente de Rus ia, durante con fer encia de pr ensa en cumbr e de
San Pet ersburgo, Rusia.
12. Gerhard Schroeder; Canciller alemán, durant e Cumbre de San Petersburgo.
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