Por MARÍA XIMENA URBINA CARRASCO
Se explica el contexto y circunstancias de la primera expedición hidrográfica en el área magallánica y patagónica, que creó cartografía precisa para poner a la venta por el Almirantazgo. Identificamos los dos principales resultados del trabajo: las cartas publicadas y la descripción del área magallánica y fueguina. El comandante concluye que Magallanes es mejor paso interoceánico que el cabo de Hornos.
This article explains the context and instances of the first hydrographic expedition in the Magellan and Patagonian area, which produced precise mapping later offered for sale by the British Admiralty. The work identifies two main results: the nautical charts published by the Admiralty and a description of the Magellan and Fuegian area. Commander King concludes that the Strait of Magellan is a better inter-oceanic passage than rounding Cape Horn.
En 1795 George III creó la Oficina Hidrográfica británica, con el objetivo de producir información de utilidad náutica, sobre todo en costas desconocidas o poco conocidas, como era el caso de Australia, mediante el envío de expediciones equipadas para tal propósito. A pesar de estar las guerras napoleónicas de por medio, hacia 1825 -el año anterior a la partida de la expedición que presentamos-, el Admiralty Chart Catalogue ya ofrecía 736 cartas y coastals view, las que fueron aprovechadas por barcos mercantes (David, 2016), así como las otras formas en que se diseminaron las informaciones levantadas: las Sailing Directions o Derroteros, el Nautical Magazine (Barford, 2015), y las narraciones de los viajes editadas para todo tipo de público (Anderson, 2012).
Por entonces, el área magallánica era aún un área incógnita, excepto para sus habitantes originarios. En la segunda mitad del siglo XVIII habían tenido lugar importantes expediciones que atravesaron de un océano a otro para circunnavegar el globo: Bougainville, 1766-1769; Malaspina y Bustamante, 1789-1794; Byron, 1764-1766; Wallis, 1766-1768; y Carteret, 1766-1769. Estaban destinadas, en parte, a conocer mejor los pasos -estrecho de Magallanes y estrecho de Le Maire/cabo de Hornos- para la conexión con las islas del Pacífico, que era donde importaba llegar. El interés, por lo tanto, era práctico. En cambio, la expedición que concibió el Almirantazgo británico en 1826 tenía un objetivo diferente: el levantamiento de las multiplicadas costas, y no el estudio de un paso.
El mandato que recibió el comandante Phillip Parker King (isla de Norfolk, Australia, 1791-Sidney, 1856) fue hacer un “levantamiento exacto de las costas meridionales de la península de Sud América, desde la entrada sur del Río de la Plata hasta Chiloé, y Tierra del Fuego”. Esta empresa tuvo también un objetivo de Historia Natural: las instrucciones decían que debían aprovechar toda ocasión para recolectar y conservar objetos de historia natural “que sean nuevos, raros o interesantes”, y que los oficiales debían esmerarse “al máximo por aumentar las colecciones de cada navío” (King, 1839, Vol. I, pp. XV-XXVII).
El conocimiento geográfico y cartográfico sobre las costas de la Patagonia se había vuelto “inadecuado” para las necesidades de las crecientes relaciones marítimas (King, Stokes y Fitzroy, 1836). La caza de ballenas y de lobos marinos para beneficiarse de su aceite, por parte de compañías inglesas y norteamericanas, se había convertido en una industria importante desde las convenciones de Nutka (1790-1794), firmadas entre las coronas española y británica. Por eso, proporcionar información precisa para la navegación por los pasajes del sur que comunicaban el Atlántico y el Pacífico era importante para las naves balleneras y loberas, pero también para el comercio con las nacientes repúblicas hispanoamericanas del Pacífico.
En 1826, bajo la dirección del tercer Hidrógrafo, William E. Parry -quien había hecho tres exploraciones al Ártico buscando el pasaje del Noroeste-, se dispuso la expedición del H.M.S. Adventure, al mando de Phillip Parker King, junto al H.M.S. Beagle, con el capitán Pringle Stokes (1793-1828). Nueve expediciones hidrográficas estaban trabajando en diferentes lugares del mundo al mismo tiempo que en Magallanes.
La expedición de Phillip Parker King, 1826-1830
En mayo de 1826 zarparon de Plymouth la Adventure y la Beagle. Después de ponerse bajo las órdenes del contralmirante Robert Otway al ancla en Río de Janeiro (la Royal Navy había establecido una base naval, la South America Station, al apoyar a la monarquía portuguesa allí radicada), se lanzaron hacia el sur, entrando a la boca oriental del estrecho de Magallanes el 19 de diciembre de ese año. Se eligió como base de operaciones Port Famine, por ser un lugar habitual en las navegaciones anteriores, según consta en el diario de viaje (Narratives…). Sin embargo, ese lugar escogido no era Port Famine, sino un poco más hacia el oeste, en la actual bahía Santa Juan de la Posesión1.
Se hicieron 4 campañas, en que ambas naves, más la chalupa Hope, y desde la segunda campaña también la Adelaide, fueron enviadas a reconocer los canales magallánicos y fueguinos. La primera fue desde diciembre de 1826 hasta que en marzo de 1827 las naves se retiraron a Río de Janeiro a pasar el invierno. La segunda, desde enero de 1828, cuando entraron al Estrecho, hasta agosto, en que volvieron otra vez hasta Río. La tercera campaña comenzó en Puerto del Hambre en abril de 1829, pasando el invierno la Beagle y Adelaide en Ancud (Chiloé) y la Adventure en Valparaíso. Llevaba a Fitzroy como comandante de la Beagle, luego de la muerte de su titular, Pringle Stokes. La cuarta fue desde noviembre de 1829.
Fondearon en Plymouth el 14 de octubre de 1830 con ingente información sobre mediciones de los instrumentos llevados (teodolito, cronómetro, barómetro, etc.), las observaciones de cada una de las cuatro naves, además de los botes balleneros que exploraron los cursos de agua menos profundos, nuevo conocimiento de índole etnográfico, muestras líticas, de flora y de fauna, y cuatro indígenas capturados por Fitzroy, sin el conocimiento ni consentimiento del comandante King. El Almirantazgo accedió al requerimiento de Fitzroy de regresar al archipiélago fueguino, para devolver a los capturados, que hizo en una sola nave, la Beagle, en 1832. King, en cambio, pidió volver a su Australia natal y en los años siguientes completó su reconocimiento hidrográfico de la isla, que había quedado en pausa durante sus cuatro años patagónicos.
Resultados de la expedición
La expedición de Fitzroy oscureció la original, de P.P. King, por la personalidad de su comandante, por la vuelta al mundo realizada, y por haber sido parte de ella Charles Darwin. Poco se ha estudiado historiográficamente esta expedición, y menos ha sido aún el estudio de la labor hecha por su comandante quien, además de componer el Tomo I de las Narratives (King, 1839, Vol. I), publicó el derrotero para la navegación (King, 1832), dibujó la cartografía, expuso ante las sociedades científicas sobre nuevas especies recolectadas y publicó en sus boletines o journals, depositó objetos en el British Museum, y llevó consigo a Australia sus dibujos y documentos. Todo ello es un material de gran valor para la historiografía. Asimismo, dejó “memorials” o “cápsulas del tiempo” en diferentes cerros magallánicos, como recuerdo de la titánica labor hecha en un clima siempre hostil (Urbina, 2023).
King comprendió que se trataba de un espacio marítimo o maritorio en sí mismo, no solo uno o más pasajes al Pacífico, sino un área singular de él (Urbina, 2025 en prensa). Era la primera vez en que se reconocía, describía y cartografiaba este inmenso y desconocido sistema bordemarino que hasta entonces había sido evitado -por la extrema dureza de sus condiciones-, reconociéndolo con meticulosidad y registrando información geográfica con considerable detalle, despejando al fin las muchas dudas sobre él, como, por ejemplo, que el estrecho de Magallanes era mejor paso interoceánico que el cabo de Hornos. En la práctica, la expedición distinguió dos áreas geográficas: mar patagónico (canales entre Chiloé y el cabo Deseado, es decir, la boca occidental del Estrecho) y mar fueguino (entre éste y la boca oriental del Estrecho -Punta Dungeness-, hacia el sur hasta las islas Diego Ramírez). Estos espacios se reconocieron como tales, se reprodujeron, explicándolos (geografía, ambiente) y nominándolos. Este nuevo saber fue rápidamente difundido y apreciado para la navegación y los intereses en las costas magallánicas.
El principal producto práctico de la expedición fueron las cartas náuticas a la venta por el Almirantazgo desde 1839, desde la Nº554 a la 561. Se trata de 3 cartas generales, siendo una de ellas del Estrecho y otras dos que componen la costa occidental de la Patagonia hasta el golfo de Penas y, además, 25 cartas de puertos:
o 554. Strait of Magalhaens, commonly called Magellan. Capt. P.P. King R.N. [sin fecha]
o 555. Ports in the Straits of Magalhaens. Nº1, Gregory Bay, Oazy Harbour, Peckett Harbour, Port Famine. Capt. P.P. King R.N. 1826, 1830.
o 556. Ports in the Straits of Magalhaens. Nº2, Coast from Glascott Point to C. San Isidro, Port San Antonio, Port Gallant, Cordes bay and Port San Miguel, Labyrinth Islands. Capt. P.P. King R.N. 1826, 1830.
o 557. Ports in the Straits of Magalhaens. Nº3 Deep Harbour, Playa Parda Cove, Harbour of Mercy, Valentine Harbour, Port Tamar. Captain Pringle Stokes, 1828.
o 558. Ports of the Western Side of Santa Ines Island, Dislocation Harbour, Laura Harbour, Latitude Bay, Noir Road. Com. R. Fitzroy, 1830.
o 559. Ports of the Southe-West Side of Tierra del Fuego. Townsend Harbour, Doris Cove, Stewart Harbour, March Harbour, Orange Bay, Adventure Cove. Com. R. Fitzroy, 1830.
o 560. West Coast of South America. Sheet 1, from the Strait of Magalhaens to the Gulf of Trinidad. Capt. P.P. King R.N. 1826, 1830.
o 561 West Coast of South America. Sheet 2, from Gulf of Trinidad to Gulf of Peñas. Capt. P.P. King R.N. 1826, 1830.
Ninguno de estos originales se encuentran en Chile, sino solo algunas ediciones posteriores con las correcciones y añadiduras de expediciones inglesas siguientes. Ejemplares de estas cartas ofrecidas a la venta en ese catálogo de 1839 se hallan en el United Kingdom Hydrographic Office. Reproducimos, a continuación, las cartas 554 y 557, así como otra carta importante; se trata de la hecha para ser publicada en el primer número de The Journal of the Royal Geographical Society of London, por Phillip P. King, titulado “Some Observations upon the Geography of the Southern Extremity of South America, Tierra del Fuego, and the Strait of Magalhaens”, de 1831.
Conclusiones
La creación de la Oficina Hidrográfica británica en 1795 marcó un hito en la producción de información náutica. La expedición liderada por Phillip Parker King entre 1826 y 1830 tuvo un enfoque innovador, centrado en el levantamiento detallado de las costas meridionales de Sudamérica, en lugar de simplemente buscar rutas de navegación. Este esfuerzo no solo contribuyó a la cartografía precisa de la región, sino que también se alineó con el creciente interés en la historia natural, reflejando un enfoque multidisciplinario en la exploración.
A través de cuatro campañas, la expedición recopiló una vasta cantidad de datos geográficos, etnográficos y biológicos, que resultaron en la producción de cartas náuticas fundamentales para la navegación en el estrecho de Magallanes y sus alrededores. La labor de King y su equipo no solo despejó dudas sobre la viabilidad de las rutas marítimas, sino que también estableció un nuevo entendimiento del mar patagónico y fueguino como espacios geográficos significativos.
A pesar de que la expedición siguiente, de Fitzroy, que incluyó a Charles Darwin, ha recibido más atención historiográfica, el trabajo de King es esencial para comprender el desarrollo de la cartografía y la exploración en la región. Su legado perdura en las cartas náuticas que aún son referencia para la navegación, así como en los valiosos aportes a la historia natural y la geografía de la Patagonia. En resumen, la expedición de King no solo fue un avance en la exploración marítima, sino también un paso crucial hacia el entendimiento científico y cultural de una de las regiones más remotas del mundo.
Lista de referencias
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Año CXXXX, Volumen 143, Número 1008
Septiembre - Octubre 2025
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