Por Germán Otazo Casanova
Durante muchos años el boxeo fue parte de la formación del cadete naval, pero a mediados de la década de los 80´s se resolvió su retiro producto de las potenciales lesiones que, a raíz de esta actividad deportiva, se podían contraer. El presente trabajo pretende validar la actividad del boxeo, por su importante contribución a la formación del liderazgo.
For many years, boxing was part of the naval cadet’s training, but in the mid 80’s it was decided to eliminate it due to the potential injuries that could be contracted as a result of this sporting activity. This article intends to validate boxing for its important contribution to leadership training.
Por casi 70 años, el boxeo fue parte de la formación de los oficiales en la Escuela Naval “Arturo Prat”, por los beneficios físicos y cognitivos que entregaba a los nacientes líderes. Sin embargo, a mediados de la década de los 80´s, se toma la decisión de retirarla de la malla formativa, aludiendo a las posibles lesiones que a nivel cerebral podría provocar en los cadetes. Si bien, en ocasiones se ha reactivado momentáneamente, hoy no existe como una asignatura obligatoria. En este sentido, la pérdida de una actividad que permitía exponer al cadete a un escenario complejo, en donde aprendía a integrar el trabajo de cuerpo y mente, con el propósito de desarrollar el proceso de toma de decisiones bajo estrés, es un tema que se debe reconsiderar. Adicionalmente, con la práctica del boxeo se desarrollaban valores fundamentales que en la actualidad son la base del Modelo de Formación de Liderazgo de la Armada.
En el boxeo, al igual que en un enfrentamiento militar, debe existir una planificación previa al combate en donde esté incorporado el entrenamiento, así como también, las maniobras ofensivas y defensivas. No obstante, como en cualquier plan en ejecución, este se verá afectado por nuevos factores que complicarán el escenario inicial. Para el boxeador, el poder sobrellevar esta nueva situación, demandará del autocontrol y el buen uso del pensamiento racional e intuitivo, pilares fundamentales del proceso de toma de decisiones bajo estrés (Rosenthal, 2015). Del mismo modo, el cansancio físico y probablemente algunas lesiones derivadas de los innumerables golpes recibidos harán de esta situación aún más compleja que, de no poder controlar, dará como resultado la derrota. Estas características que se desarrollan con la práctica del boxeo son las mismas que necesita un líder para guiar a su gente en una situación militar compleja.
A través de esta simple analogía, la que es aplicable a la formación del líder naval. La Marina de los Estados Unidos justifica la incorporación del boxeo, como asignatura obligatoria en la formación de sus oficiales de la Academia Naval de Annapolis desde el año 1919, por considerar que con ella se desarrollan habilidades propias del líder como son el autocontrol y pensamiento decisivo en situaciones de emergencia. (U.S. Navy, 1944, pág. 8). Asimismo, pero 12 años antes, la Academia del Ejército de West Point también incluye esta actividad en la malla formativa del líder militar, a sugerencia del presidente Theodore Roosevelt, quien además de haber sido un líder y presidente de los EE.UU., fue un fanático boxeador (Rosenthal, 2015). Roosevelt veía al boxeo como un símbolo de patriotismo y de importancia para el entrenamiento militar, al desarrollar la actitud militar y subir la moral de sus tropas (Sammons, 1990, pág. 50).
Por otra parte, el Modelo de Formación de Liderazgo de la Institución, se sustenta en los valores fundamentales aprobados por el Ex -Consejo de Planificación Estratégica de la Armada (COPLES) a inicio del año 2018, identificándolos como el Honor, Valentía, Integridad, Deber y Lealtad (CENLID, 2019, pág. 9). Sobre estos valores se construye la base del liderazgo naval, los que deben ser consolidados desde el inicio de la formación del oficial. En este sentido, el boxeo permite desarrollar los valores de valentía y honor, a través de una enseñanza sistemática y comparativa del deporte, utilizando el combate en el ring como simulador de emociones.
El solo hecho que un cadete esté dispuesto a subirse a un cuadrilátero y entablar un combate, representa un acto de valentía1 que se debe valorar. El sentir miedo es propio del ser humano, y el ser valiente no es la ausencia de este, sino es estar dispuesto a ejecutar algo a pesar de la adversidad, lo que se práctica y demuestra con el ejemplo anterior. Asimismo, este valor fundamental se desarrolla con la creación de confianza y autoestima propio, y se representa cada vez que el cadete sea capaz de ir siempre al frente sin importar que se reciba tres o más golpes con tal de dar uno, pero también lo es aquel que elije como estrategia el contragolpe o el uso de la inteligencia para vencer a su oponente (Rodríguez, 2020). Sin embargo, para que el boxeador pueda desarrollar la valentía, no solo requiere de su talento natural, sino la práctica constante y disciplinada de la actividad, lo que permitirá vencer las adversidades y prepararlo para un combate real.
Del mismo modo, el estudio de la genealogía del boxeo ha demostrado que ésta se encuentra asociada a la noción del honor2, por estar arraigada desde su creación a los códigos y prácticas militares, relación que aún se mantiene vigente (Woodward, 2007, pág. 27). Esta cualidad moral se representa en el boxeo específicamente en dos condiciones. La primera hace hincapié que, a pesar de que un boxeador este perdiendo, mantiene el cumplimiento del reglamento y continúa su pelea hasta el final sin cometer algún tipo de ataque prohibido que lo deshonre. De igual forma, la segunda condición se presenta, cuando el boxeador que ha perdido una pelea y a pesar de todo se levanta y sigue entrenando para el próximo enfrentamiento, prestigia a su equipo de trabajo y se honra a sí mismo. No cabe duda, que el líder naval, debe ser capaz de luchar hasta el final por su patria y su equipo. Sin embargo, para el líder no sirve ganar una batalla, si esta se realiza en forma deshonrosa o fuera del reglamento internacional, porque de esta forma solo provocará la pérdida de su estimación propia y la de su gente, y en casos extremos, ser juzgado por un tribunal militar y/o internacional.
No obstante, y a pesar de los beneficios que entrega la práctica de boxeo en la formación de líderes, la Escuela Naval, decide retirarla de la malla formativa por las posibles lesiones que podrían sufrir los cadetes y las pérdidas de clases académicas y militares, debido a los periodos recuperativos de estas. De la misma forma, estas lesiones podrían ser de tal magnitud, que pudiesen provocar algún tipo de secuela que hagan incompatible la salud del cadete con el servicio. El Doctor Robert Cantu, quien es neurólogo líder especializado en las conmociones cerebrales de la Universidad de Boston y asesor del Ejercito de los Estados Unidos, menciona que efectivamente el boxeo produce conmociones cerebrales y que a pesar de que estas sean menores o no diagnosticables, pueden generar un daño permanente (Philipps, 2015). Del mismo modo, una investigación realizada por Juan Carlos Robles identifica que las lesiones más graves se producen en el sector de la cabeza, como son la falta de memoria, mareos y deficiencias cognitivas, las que se representan en el 10% de los boxeadores activos y las secuelas neuropsiquiátricas en un 20% (Robles, 2011).
Si bien, estos estudios confirman que la conmoción cerebral, es la lesión más común entre los boxeadores. También existen algunos que mencionan que el uso del casco, la reducción del tiempo de asaltos y la disminución de peleas totales en la vida del boxeador, ayudan significativamente en disminuir las probabilidades de sufrir algún tipo de lesiones neurológicas (Robles, 2011). Adicionalmente, es válido mencionar que la práctica del Boxeo en la formación del liderazgo es a nivel formativo y no profesional, siendo su propósito el inculcar la dureza mental y prepararlos para que sean capaces de enfrentar sus miedos y no para integrar alguna liga competitiva (Rosenthal, 2015). Lo anterior, permite efectuar todo tipo de modificaciones en los principios de enseñanza y su forma de entrenamiento, haciéndolo más seguro para los cadetes.
Finalmente, podemos reafirmar que el boxeo es una perfecta analogía para la enseñanza del liderazgo naval, al permitir desarrollar y practicar el proceso de toma de decisiones en situaciones complejas, la cual se materializa al exponer al futuro líder a una condición similar a la de un enfrentamiento militar. Además, se inculca el honor y la valentía que son parte fundamental del Modelo de Formación de Liderazgo de la Armada. Si bien, esta actividad puede traer algún tipo de lesiones a nivel cerebral, estas se pueden mitigar con modificaciones en la enseñanza y práctica del boxeo, lo que, sumado al correcto uso de elementos de protección personal, permitirán generar un ambiente más seguro para los cadetes. En conclusión, y teniendo en consideración que actualmente en la Escuela Naval no existe ninguna actividad que entregue tales beneficios, es recomendable que el boxeo sea reincorporado como una asignatura obligatoria en la formación de los futuros oficiales de marina, los futuros líderes de la Institución.
Bibliografía
CENLID. (2019). Modelos de Formación de Liderazgo. Armada de Chile, Dirección General del Personal , Viña del Mar.
Maxwell, J. (2012). Liderazgo 101. Nashville, Tennessee, EE.UU.
Merlet, E. (2013). La Escuela Naval de Chile (Segunda ed.). Valparaiso, Valparaiso, Chile: Escuela Naval “Arturo Prat”.
Philipps, D. (29 de septiembre de 2015). Concussions in a Required Class: Boxing al Military Academies. The New Times, pág. A1. https://www.nytimes.com/2015/09/30/us/despite-concussions-boxing-is-still-required-for-military-cadets.html?searchResultPosition=2
Robles, J. C. (octubre de 2011). Revisión de las lesiones en el boxeo profesional, sus concecuencias y sus posibles prevenciones. EFDeportes.com(161). https://www.efdeportes.com/efd161/las-lesiones-en-el-boxeo-profesional.htm
Rodriguez, S. (10 de abril de 2020). Los diez mandamientos para construir un peleador de élite en el boxeo. (E. digital, Ed.) https://www.espn.cl/boxeo/nota/_/id/6841005/los-10-mandamientos-para-construir-un-peleador-de-elite-en-el-boxeo
Rosenthal, M. (01 de octubre de 2015). The case to keep boxing in the service academies. The Ring. https://www.ringtv.com/400591-the-case-to-keep-boxing-in-the-service-academies/
Sammons, J. T. (1990). Beyond The Ring, The Role of Boxing in American Society. Chicago, United States of America: Illini Books .
U.S. Navy. (15 de febrero de 1944). Boxing: For Physical Fitness. Bureau of Naval Personnel Trainnig(14915). https://play.google.com/books/reader?id=wpTuxJs9HBwC&pg=GBS.RA14-PA28&hl=es
USNA. (s.f.). U.S. Naval Academy. https://www.usna.edu/NavyBoxing/History.php
Woodward, K. (2007). Boxing, Masculinity and Identity. New York, United State of America: Routledge.
No puedo estar más en desacuerdo con lo expresado en este artículo. El box no puede ser catalogado como un deporte, pues los deportes son una competencia de capacidades, pero ganar cuando se deja al contrincante aturdido, es un signo de barbarie. Es como en la época de los gladiadores.
Ahora, decir que el box ayuda al liderazgo es absurdo, pues significaría que el líder se forma dejando a sus subalternos aturdidos o inconscientes. Los efectos de ello se aprecian años después con alzeimer, locura, parkinson etc.
En mis años, en la Escuela Naval, teníamos un profesor de box, que enseñaba las técnicas, aún así, se evitaba la actividad, porque por mucho que se llamara deporte, el resentimiento entre los contrincantes continuaba aún peor y normalmente era utilizado el ring para resolver disputas de otro carácter que tenían que ver con el deporte o el liderazgo.
Germán Bravo Valdivieso
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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