Por JUAN PABLO BRITO INFANTE
Se expone a una definición global de mando basada en mi experiencia personal en la Armada, la cual fue empleada para enseñar mando durante 11 años a brigadieres de la Escuela Naval y durante dos años liderazgo a aspirantes a oficiales mercantes. La teoría de mando se basa en una triada de 3 vectores: servir, proveer y exigir. Sus principios son exactamente los mismos del liderazgo el cual se ejerce en la vida civil.
INTRODUCCION:
Desde el año 2007 al 2017, me desempeñé como profesor de mando del 4° año ejecutivo de la Escuela Naval, usando como estructura de enseñanza una triada de mando, la cual desarrollé con base en mi experiencia de mando cultivada en mis 32 años de servicio.
Dicha triada contiene los principios del mando cuya característica principal es la de ser simples, globales y aplicables universalmente es decir son útiles a un cabo 2° quecomanda 5 marineros y a la vez aplicables al comandante de un buque o al mismo comandante en Jefe de la Armada.
La triada de tres vectores es la siguiente:
En las clases los brigadieres debían debatir un caso planteado por el profesor. Concebí casos orientados a un subteniente, con situaciones de mando didácticas que debían versar sobre las típicas vivencias que enfrentaría un subteniente en sus dos primeros meses a bordo de su primera unidad. Para resolverlos los brigadieres deberían aplicar la triada de mando. Evité diseñar casos complejos cuya solución final quizás debía pasar a manos de una alta autoridad naval.
Establecí que debía capacitar a un futuro subteniente para mandar correctamente durante los dos primeros meses en el grado y que dentro del ámbito de responsabilidad propio de un subteniente, fuera capaz de mandar en combate. En 11 años hice clases a 664 brigadieres de los cuales 58 eran mujeres.
Se basa en la capacidad de estudiar cada situación futura y apreciar la situación que se deberá enfrentar la cual se avecina ya sea en segundos, minutos, horas, días o semanas, objeto ser capaz de proveer todo lo que sea necesario al grupo (insumos), y a la vez, tener la capacidad de proveer toda la información que se requiere para el logro de la meta.
Con un excelente trato hacia los subordinados y con el convencimiento total de que cada persona del grupo subordinado es tan importante y valiosa como lo es uno mismo, quien manda debe en todo momento ya sea ante el éxito o bien en medio de un gran problema, ser un ejemplo poseedor de profundas virtudes humanas.
Conlleva la habilidad de exigir el máximo rendimiento al grupo de trabajo, basado en excelentes conocimientos profesionales, experiencia y estudio permanente de la situación que se vive y que se está enfrentando.
En resumen, las diferentes formas de mandar son proporcionales a la formación básica de las personas y congruentes al cariño recibido de niño y serán siempre diferentes en cada ser humano. No hay dos personas que manden de igual forma.
La primera obligación del vector proveer es entregar cada vez que sea pertinente, toda la información útil para que los subordinados logren ejecutar de buena forma la tarea dispuesta.
La información útil técnica necesaria para ejecutar cada tarea, debe también ir acompañada de aliento, de optimismo, de medio vaso lleno, de alegría, de buenas palabras, de confianza, etc., se entrelaza así, el vector servir con el vector proveer.
Importante es saber que muchas veces se requiere que para que sea posible entregar a los subordinados una completa información para una determinada tarea, será obligatorio estudiar, aprender nuevas materias, apreciar la situación, prever situaciones que podrían presentarse y en general preparase con gran esfuerzo para poder cumplir la primera obligación del vector proveer es decir, entregar con exactitud y en profundidad, toda la información útil necesaria para poder llevar a cabo cada tarea a desarrollar por mis subordinados.
Simultáneamente con la primera obligación, hay una segunda obligación en el vector proveer la cual consiste en entregar en forma oportuna y completa, todos los insumos necesarios para cumplir las tareas que se han dispuesto. Entre los insumos puede haber artículos de seguridad para que el personal lleve a cabo diversas acciones.
Esta segunda obligación del vector proveer, al igual que la primera obligación, también puede conllevar que el líder deba previamente estudiar una situación nueva o desconocida hasta la fecha y en consecuencia deba apreciar la situación que se le presentará, ya que la tarea que se ejecutará puede ser inédita para quien debe comandarla.
Exigir, (al igual que servir), también es de aplicación permanente, pues la Armada siempre está en acción y el buen mando siempre supervigila la acción que va en avance o cualquier proceso que está siendo ejecutado.
El éxito de exigir es totalmente dependiente de los dos vectores antes descritos, es decir, si se aplica en todo momento en forma adecuada el servir, los liderados estarán motivados a dar el máximo de sí y si se estudió y analizó bien lo que debía hacerse y la información e incentivo por parte del líder fue acertada, ello es muestra de que el vector proveer fue adecuadamente aplicado. Si así fue, quien manda podrá exigir el máximo que su criterio le indique.
Exigir se relaciona directamente con el criterio y con los conocimientos de quien Manda, pues de ambos factores criterio y conocimiento fijarán el nivel de exigencia a los subordinados.
El vector exigir debe ser aplicado siempre al máximo que le indique el criterio de quien ejerce el mando, pues sólo de esa forma se obtendrá el éxito. A raíz del éxito se generan beneficios para todos y aunque parezca a ojos del mando principiante que los beneficios no llegan pronto, estos se verán reflejados en la carrera del buen marino mucho más temprano que tarde. Los éxitos del mando exigente pero sabio (que aplica bien proveer) y es amable y empático con sus subordinados (que aplica bien servir) se traducirán en una curva ascendente en todos los aspectos profesionales durante su carrera naval gracias a que sabrá exigir.
El mando que sepa exigir refleja al marino bien preparado, auto exigente, que siempre conoce el detalle de lo que se está ejecutando y por lo tanto con una observación rápida descubrirá como obtener mejor provecho de su gente, alterando lo que planificó y estudió previamente. Solo si estudió y planificó bien, podrá alterar en forma oportuna y sabia el plan trazado.
Para un oficial de marina, para un suboficial y para un sargento y para todo marino, es especialmente útil entender que aunque la norma de exigir el máximo es con apellido, es decir “la exigencia es máxima de acuerdo a lo que su criterio y conocimientos le indiquen”, existe una clara excepción al respecto: si se está en combate la exigencia simplemente será máxima, sin límites y hasta rendir la vida si fuese necesario, pues a la hora de combatir, tal como lo exigió Prat en su arenga, la exigencia simplemente es máxima y sin bemoles.
Si el cumplimiento de los tres vectores de la triada de mando se ha logrado, será decididamente más fácil conducir gente, y llegar a exigirles el máximo posible, (vector exigir), basado en una relación humana de excelencia (vector servir), y guiados por un mando de sólidos conocimientos, (vector proveer)1.
La experiencia en operaciones, tanto en el país como en el extranjero, hace evidente la necesidad de recuperar el verdadero significado del arte de mado y control. La Academia de Guerra Naval ha tomado el liderazgo en el desafío de mejorar las competencias de planificación y conducción operacional, para lo cual se ha creado el Departamento de Planificación y Conducción Operacional, el cual estará a cargo de apoyar la creación de la doctrina y el procedimiento de planificación y conducción.
Durante la batalla de Inglaterra la naciente tecnología del radar permitió detectar en forma prematura los bombarderos que se acercaban desde el continente; la difusión de esta información era realizada por reportes de voz. El avance de la tecnología aeronáutica permitió que los aviones volaran a una mayor velocidad y la capacidad de difundir esta información de manera oportuna se convirtió en una necesidad. Fue así, como en 1950 EE.UU. aprovechó el desarrollo de la informática para crear la red de información táctica TADIL. Las redes de Data Link Táctico (TDL) nos proveen un medio para difundir información procesada por los diferentes sensores, IFF, MAE, reportes de vigía, etc., lo que permite tomar decisiones acertadas como también la interoperabilidad de las fuerzas.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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