Por IVO ABOSALEH FIGUEROA
En octubre se cumplen 50 años de la guerra del Yom Kippur (1973), la mayor y más equilibrada contienda entre árabes y judíos de la historia contemporánea entre ambos pueblos, y que acabó con la creencia en que la supremacía militar resolvería los problemas con el mundo árabe, poniendo de manifiesto la vulnerabilidad del estado judío. Aún no se logra la paz en la frontera entre Siria e Israel, dejando vestigios y secuelas en la región hasta el día de hoy.
October marks the 50th anniversary of the Yom Kippur War. This conflict, fought during the Jewish Holy Day in 1973 is the largest Arab-Israeli conflict in contemporary history. It ended the belief that military supremacy would solve the problems with the Arab world, revealing the vulnerability of the Jewish State. On the Syrian/Israeli border, peace has not yet been achieved, leaving to this day remnants and aftermaths in the region.
La cuarta guerra árabe-israelí de 1973, conocida por el nombre de la festividad religiosa judía como guerra del Yom Kippur y por musulmanes como guerra del Ramadán, enfrentó a Israel contra Egipto y Siria tras el fracaso en la resolución de los problemas surgidos de la guerra de los Seis Días (1967). Esto tras la negativa israelí a devolver los territorios sirios de los Altos del Golán y la península del Sinaí a Egipto. Israel gozaba de una gran seguridad en materia de defensa producto de la aplastante y veloz victoria en la guerra de 1967, lo que a la postre se convertiría en una vulnerabilidad aprovechada por sus vecinos árabes sedientos de recuperar su honra en el combate.
La Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU básicamente pedía la retirada de Israel de los territorios ocupados desde 1967. Siendo Israel consciente de su superioridad militar, se negaría a cualquier cesión de territorios, lo que a su vez permitiría que el ataque árabe de 1973 fuera una sorpresa para la cual no estaba preparado.
El conflicto
El ataque árabe se inició explotando la sorpresa el 6 de octubre de 1973 (día del Yom Kippur, la festividad religiosa judía más importante). Los avances egipcio y sirio fueron fulgurantes. Los egipcios cruzaron el Canal de Suez y los sirios tomaron algunas posiciones en las Alturas del Golán. Sin embargo, a partir del 10 de octubre se inició el contraataque israelí. Tanto la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) como EE.UU. organizaron puentes aéreos masivos llevando armas a sus aliados árabes y judíos respectivamente.
En la guerra de los Seis Días (1967), Israel había arrasado a los ejércitos árabes con una rápida y certera ofensiva aérea, ocupando la península del Sinaí egipcia, Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental palestino y el Golán sirio. Estos hechos dieron un sentimiento de supremacía al ejército israelí, asumiendo erróneamente que la nueva profundidad territorial garantizaría su existencia, lo que a la postre se convertiría en su vulnerabilidad, explotada por un ejército árabe combinado que emplearía de buena forma el terreno a través de una planificación basada en una inteligencia detallada del terreno y del enemigo.
Asesorados y abastecidos por la Unión Soviética, egipcios y sirios aplicaron en 1973 tácticas y estrategias irreconocibles hasta entonces en la historia militar árabe, y una capacidad ofensiva que desconcertó incluso a las superpotencias en el inicio de las acciones. Sin embargo, los intereses propios de los países árabes romperían su centro de gravedad basado en una estrategia combinada que hacía converger un ataque sinérgico en diferentes frentes, lo que el ejército israelí sería incapaz de frenar durante las primeras acciones árabes.
La zona estratégica del Golán había sido un escenario de fricción durante la guerra de 1967. Asesorados por el ejército soviético, sirios habrían minado todas las avenidas de aproximación israelíes, aprovechado las alturas para dominar los puntos que le daban ventaja en el terreno con posiciones defensivas robustas y ocupado todas las posibles posiciones para sus tanques y artillería desde esta meseta volcánica en altura que dominaba la frontera entre Siria e Israel. La frontera natural era generada por el rio Jordán, hasta donde había ocupado Israel el territorio palestino en la guerra árabe-israelí o guerra de Independencia para los judíos (1948-1949). Estos hechos habrían desencadenado la ejecución de un plan de defensa sirio con apoyo soviético de esta zona estratégica. Sin embargo, la información obtenida por el famoso héroe y espía israelí Eli Cohen, junto con la intromisión del Partido Baaz Árabe Socialista en el gobierno sirio, determinaron por un lado el conocimiento de las posiciones defensivas sirias y por otro, cambios por influencias políticas de la cadena de mando del ejército sirio, mermando los liderazgos dentro de su defensa. Estos hechos desencadenaron en un exacerbado triunfo israelí en 1967.
Para 1973, el terreno era conocido por los sirios, lo que aprovecharon para explotar la sorpresa en su avance, mientras egipcios sorprendían penetrando las barreras artificiales israelíes a través del ingenio explotado por sus agencias de inteligencia para cruzar de la forma menos pensada el Canal de Suez, con brechas generadas con descargas de agua sobre una barrera artificial de arena israelí que estos pensaban impenetrable.
En el mar, Israel recupera la supremacía en las operaciones marítimas tras el duro revés sufrido durante la guerra de 1967 que los llevó a perder su destructor Eilat a manos de lanchas misileras egipcias en la bahía de Puerto Said. Por el contrario, en 1973 destacan la batalla de Latakia en las costas sirias y la batalla de Baltim y Dabieta en las costas egipcias, que enfrentaron a los buques sirios de origen soviético (clase Komar y Osa) y egipcios (clase Osa) respectivamente contra las misileras israelíes, logrando estos últimos la supremacía y eficiente explotación de la sorpresa a través de nuevas técnicas y tácticas que emplearon por primera vez en la historia misiles superficie-superficie antibuque del tipo semiactivos (Gabriel) desde plataformas marítimas, el empleo efectivo de la guerra electrónica antimisil (softkill) y eficientes maniobras evasivas en formación, todo esto pese a que los misiles de las lanchas sirias y buques egipcios doblaban en rango a las israelíes. Algunas de las veteranas lanchas misileras de Israel clase Sa´ar serían adquiridas por la Armada de Chile, destacando la unidad INS KESHET rebautizada como LM CHIPANA desde 1980 y la INS RESHEF rebautizada como LM ANGAMOS desde 1997.
Los esfuerzos árabes que se iniciaron con un factor relevante de la sorpresa serían en vano, ya que la estrategia combinada egipcia-siria fracasaría por intereses egipcios y una buena estrategia política y militar israelí, negociando con Egipto en el frente sur y enfocando su esfuerzo principal en el norte, manteniendo el control del Golán hasta nuestros días. Tras 50 años de la guerra del Yom Kippur, no se logra apreciar una posible solución, y aún los pueblos sirios apátridas del Golán ocupado por Israel conviven entre los vestigios de las guerras, que van desde tanques y búnkeres abandonados hasta cientos de campos minados activos.
Secuelas del conflicto
La guerra del Yom Kippur tuvo un estimado de casi 15.000 muertos entre árabes e israelíes, y sus repercusiones son variadas, destacando las siguientes:
O El alineamiento de algunos países árabes con la URSS se hizo más estrecho, polarizando aún más la región.
O La imagen de ejército invencible israelí fue destruida, volviendo a Israel más dependiente de EE.UU. Al mismo tiempo incentivó a Israel a lograr un mayor desarrollo militar y tecnológico (incluyendo el nuclear) y una mejora en sus sistemas de inteligencia.
O La guerra propició que la OPEP, donde los estados árabes tenían un peso decisivo, decidiera una brusca subida del precio del petróleo que desencadenó un espiral inflacionista que llevaría a una gran crisis económica y futuros conflictos en la región.
La guerra generó una sensación negativa en Israel pese a su victoria final en el campo de batalla, contrastando con la sensación de orgullo que la contienda dejó en Siria y Egipto, con lo que de alguna forma lograron resarcirse del desastre de 1967.
Así como la guerra de los Seis Días (1967) reconfiguró el territorio de Medio Oriente y demostró la superioridad militar judía sobre la de sus vecinos árabes, la guerra del Yom Kippur de la mano de importantes pérdidas de vidas y material bélico israelí, lo convencieron de tomar la vía diplomática, que acabó en 1979 con el primer acuerdo de paz con un país árabe, Egipto. Los combates navales durante la guerra del Yom Kippur revelaron al mundo un nuevo concepto en la lucha por el control del mar, a través del empleo de flotillas de misileras como principales fuerzas organizadas de los actores beligerantes.
El 14 de diciembre de 1981, Israel anexó bajo sus leyes el territorio de Las Alturas del Golán, integrando la región en su sistema administrativo, lo cual no es aceptado por Siria, el mundo árabe y las Naciones Unidas (Resolución 497, 17 de diciembre de 1981), quienes lo consideran una anexión de facto, volviendo más delicada la situación de los habitantes árabes del Golán, territorio que actualmente incluye más de treinta asentamientos judíos entre Kibutz y Moshav, cifra que está en aumento según las autoridades judías. En el Golán, cinco pueblos árabes, cuatro de religión Drusa y uno de religión Alauita, quedaron varados en el territorio ocupado desde la guerra de 1967, generando una crisis que perdura hasta nuestros tiempos con alrededor de 20.000 drusos en condición de apátridas. A esto se suma una pequeña parte de los Altos del Golán, las Granjas de Shebaa, que es reclamada por el Líbano, aceptado por Siria, mientras que Israel y la ONU la rechazan.
El 25 de marzo de 2019, EE.UU. se convirtió en el primer país del mundo en reconocer oficialmente la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, mediante un decreto firmado por el presidente estadounidense Donald Trump.
La disputa por el Golán perdura hasta nuestros tiempos tras 50 años de la guerra del Yom Kippur y es muy difícil visualizar una posible solución entre Israel y Siria.
Bibliografía
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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