La misilera iniciaba su entrenamiento anual y, siendo el único subteniente, debía aprobar un zarpe de emergencia utilizando un solo motor. Para mayor dificultad, el Comandante ordenó utilizar el motor exterior, el más cercano al muelle.
Luego de pensar un momento, di instrucciones para cambiar de posición la espía de toldilla, haciéndola firme en la bita de la banda exterior, objeto mejorar el torque. Acto seguido, se soltaron el resto de las espías y ordené: “Estribor cierra la caña, motor 1 avante despacio”. La proa se abrió sin problemas, por lo que continué con la maniobra: “Larga la espía 6, caña al medio”.
La misilera se alejaba del muelle con rumbo estable, el zarpe era un éxito. Me sentí un marino de antaño que seguía los pasos del Almirante Nelson. Orgulloso, miré al Comandante, pero cuál sería mi sorpresa cuando me dijo: “Buen zarpe subteniente, pero no retiró el asta de popa y la espía 6 la cortó y se fue al fondo, volvamos a recuperarla."
Mientras me colocaba el traje de buceo, me di cuenta que claramente no era el Almirante Nelson y, pese a mi buena maniobra, me quedaba mucho por aprender.
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