“La transformación es un proceso, no un evento.” Con esta frase de John Kotter, el Comandante General del USMC, general David Berger, da inicio a su publicación Force Design 2030, la que resume las disposiciones para la reorganización y modernización del Cuerpo de Infantería de Marina.

El USMC es una organización proclive a la innovación, consecuencia de su flexibilidad, creatividad y, por qué no decirlo, su esencia anfibia. Anterior a  su desempeño en el bosque de Belleau, su tratamiento se relacionaba más bien a una organización de seguridad para la marina. La Segunda Guerra Mundial trajo la oportunidad de diferenciación como LF1 en la campaña del Pacífico, tal como lo predijo el mayor USMC Earl Ellis dos décadas antes (Operations Plan 712: Advanced Base Operations in Micronesia). La secuencial captura de islas que permitirían la concentración de fuerzas y logística para la derrota de Japón, evidentemente no fue fácil. Tampoco convencer a la Marina de la necesidad de contar con conectores tácticos de superficie y anfibios. La necesidad los vincularía con Andrew Higgins, quien sería el padre de las lanchas de desembarco americanas, “el hombre que gano la guerra” dicho por el mismísimo Eisenhower (los diseños fueron observados en 1938 por el entonces teniente USMC Victor Krulak, durante el desembarco japonés en Shanghái). La bomba atómica descartaba una operación anfibia de las características observadas en 1944. La integración del helicóptero, en lo que fueron vanguardistas, permitía la aproximación OTH,2 disminuyendo la concentración cercana a costa. La historia posterior se encargaría de demostrar su valía con hechos.

El cambio actual suena a un superficial: “los Marines desactivaron sus unidades de tanques.” La hondura es mayor, obedeciendo a demandas de las políticas de defensa. Robert Coram, en su obra Brute, nos ilustra sobre la voluntad y perseverancia no solo para innovar, sino para sobrevivir al apetito presupuestario de otros servicios hermanos. De lo anterior, se extrae que una vuelta a su naturaleza es beneficiosa obligación.

El presente artículo describe y analiza el diseño de fuerza emitido por el comandante general del USMC para el año 2030. Su propósito: migrar de la guerra contra el terrorismo en medio oriente a competir contra niveles de fuerza similares, con énfasis en el área Indo-Pacífico.

Ejecución del proceso

La obtención de datos respecto al diseño de fuerza fue materializado en cuatro fases, basado en el MCPP:3 identificación del problema, conformación de grupos integrados de trabajo, juegos de guerra y una fase final de validación e implementación mediante el proceso PPBES.4 Según las directrices del escalón de mando, los equipos se dividieron en los siguientes temas:

Reconfiguración de las MEU5

Regimiento litoral

Reconfiguración de la fuerza preposicionada

Aviación

Logística

Capacidades anti superficie

Defensa antiaérea de mediano alcance

Reorganización de batallones de infantería

Balance entre medios tripulados y no tripulados

Redes de comunicación

Educación y entrenamiento

Reservistas

¿Cuál fue la guía de trabajo?

Capacidades disuasivas conven-cionales que permitan golpear primero desde una posición favorable, enmarcados en EABO6 y LOCE,7 dictando el lugar y tiempo de acción, integrando a la variable la cooperación aliada. Para lo anterior el despliegue debe ser rápido y escalable.

Generar una ventaja competitiva en la zona gris a nivel global.

Emplear la virtud de masa, minimizando la concentración y huella de detección. Es decir, producir efectos de fuerza en objetivos mediante la integración de distintos vectores de convergencia, sin exponerse a una destrucción por agrupación. Lo anterior requiere velocidad sostenible, por lo que conectores y fuerza deben optimizar la demanda logística.

Minimizar las asignaciones de fuerza: la cohesión y comunicación directa se entienden como fundamentales.

Englobar todas las dimensiones: aire, superficie, submarino, espacio y ciberespacio.

A medida que los grupos elaboraban sus productos, el diseño fue sometido a un proceso de prueba, mediante juegos de guerra en ambientes EABO/LOCE. La experimentación no fue ejecutada en forma aislada por el USMC. Además, de los resultados del Marine Corps Warfighting Laboratory, se buscaron soluciones en INDOPACOM8 y en el Joint Satff Globally Integrated Wargame. De las conclusiones emitidas se destacan las siguientes:

La fuerza que ataque primero tendrá una decisiva ventaja.

Las fuerzas que pueden operar y persistir en un ambiente WEZ,9 son operacionalmente relevantes, en consecuencia la movilidad es una ventaja imperativa.

El radio de acción y alcance operacional de las fuerzas es relevante en el área Indo-Pacífico.

Las misiones de reconocimiento y contra reconocimiento son imperativas para el éxito de las operaciones. Encontrar y esconder será una dinámica en el teatro.

Las bases fijas representan una vulnerabilidad crítica.

El sostenimiento es una capacidad vital como una vulnerabilidad crítica.

La resiliencia de la fuerza es crítica. No será un ambiente fácil.

El desempeño empírico no se ha comprobado, requiriendo ejercicios a escala completa y constante evaluación que determinen conclusiones más realistas y detalladas. El proceso, por cierto, no es nutrido unilateralmente dado que la amenaza se encuentra en constante evolución y probablemente en el mismo proceso adaptativo.

Capacidades requeridas

No es natural pensar en una infantería de marina sin la marina, por lo cual los cambios propuestos obedecen a un proceso integrado. Pelear en el mar, desde el mar y de tierra a mar, buscando la virtud de masa, evitando la concentración (como diría Napoleón: “marchar separados, combatir juntos”) son fundamentos trazados por el USMC para el 2030. El escenario mutó, el ambiente futuro preocupa a la organización, dada la presencia de fuegos de precisión de largo alcance, minas y otras armas inteligentes. Consecuentemente la construcción y capacidades navales son parte esencial de la discusión.

Para las operaciones HA/DR10 y NEO11 la declaración es clara: son consecuencia de una fuerza lista para actuar, pero en ningún caso la identidad del USMC. En este sentido creo en la transversalidad de la declaración para cualquier cuerpo de infantería de marina.

El general Berger describe la disminución de magnitud como una forma de obtener las capacidades que apoyen las conclusiones obtenidas, entendiendo que la condición presupuestaria no admite mantención y aumento. Otra arista es el requerimiento de despliegue ágil e inmediato, generando MAGTF12 más livianas y, por ende, con una velocidad operacional mayor, otorgada por la Marina.

¿Qué capacidades se verán disminuidas o eliminadas? Lo que más se comenta son las unidades de tanques, ya que se desactivaron completamente. Esto obedece al ambiente en disputa, potenciando el concepto ligero en cuanto a su velocidad operacional, reduciendo el estrés logístico. De requerirse capacidades de blindaje el US Army las proveerá, según las demandas del ambiente operacional.

La magnitud se reducirá en 12.000 hombres, resaltando la disminución de tres batallones de infantería y restándole 200 Marines a cada uno de los 19 remanentes. La adecuación permite reducir la aviación tripulada (helicópteros, aeronaves de rotores basculantes, escoltas, aviación de combate y sus servicios asociados) artillería, unidades de transporte anfibio, sostenimiento y otros servicios. Relacionado con la aviación, un pequeño comentario, el USMC es probablemente más poderoso que la mayoría de las fuerzas aéreas del mundo, contando, presumiblemente, con 180 aviones de combate incluyendo F-35. Respecto a estos últimos, el plan también contempla su análisis, dado que existen dudas sobre su eficiencia en estos ambientes (logística y terreno debe tener mucho que ver), así como para mantener una dotación adecuada de pilotos.

La disminución de magnitud pretende rescatar USD$ 12B necesarios para la modernización y procesos educativos. Las nuevas capacidades apuntan al desarrollo de fuegos de precisión de largo alcance, sistemas de defensa anti aéreos, medios no tripulados ISR,13 guerra electrónica y sistemas menos letales, como eventual método de contrarrestar a los desafíos  planteados por la zona gris.

Últimamente, el sistema NMESIS14 ha llamado la atención en el marco del armamento anti superficie; no solo por sus exitosas pruebas operacionales o sus 100 MN de alcance, sino, además, por estar montado en un JLTV15 no tripulado. El A2/AD16 ya es parte de la estrategia en el Indo-Pacífico. El USMC no solo conforma fuerzas de proyección, sino que es parte activa del poder naval. Producida la captura de un determinado terreno, se complementa el control de las líneas de comunicaciones marítimas mediante el empleo de la aviación y armas de larga distancia.

Respecto a los medios ISR y relativos a la aviación, los esfuerzos parecen ir encaminados en duplicar la capacidad de UAS,17 desplegables desde tierra y mar, idóneos para la obtención de información, tareas de combate e incluso en funciones de distribución logística. Todo esto, al igual que los tanques, contribuye a la movilidad de la futura organización, haciéndola logísticamente menos robusta y demandante.

El core bussines, la infantería, está siendo sujeto de estudio. Ya se evidencian cambios en la malla curricular para obtener el MOS 0311, donde se ha optado por incrementar las habilidades iniciales requeridas. Estas capacidades tienden a generar un concepto de soldado multidisciplinario, inyectándole un abanico más amplio de conocimientos y habilidades, desde el concepto de armas hasta la profundización en procesos de planificación y conducción. Fundamental para quienes representan la piedra angular de la organización y en los que recae la mayor responsabilidad, en cuanto a la materialización de los objetivos de una maniobra operacional desde el mar.

Comentarios finales

Lo primero, es destacar la innovación y adaptabilidad a los cambios. John Boyd menciona que si la doctrina no está en constante cambio tendrá el mismo destino que los dinosaurios: la extinción ¿Quién la rescata? como diría Darwin, la adaptación. Dado que el cambio es seguro y constante, me parece lógico apegarse a la innovación.

El USMC se prepara, según la política de defensa de Estados Unidos, para los escenarios venideros, potenciando su desempeño anfibio y, en consecuencia, expedicionario. Tal como fue en el pasado, capturar y asegurar terrenos que sirvan como bases de proyección, negando su obtención al enemigo será la tónica de las posibles futuras operaciones en el área Indo-Pacifico.

¿Volveremos a ver el binomio blue-green de la campaña del Pacífico? Sí, pero no de la misma forma. El USMC, además de poseer un status muy distinto al de la Segunda Guerra Mundial, ha vivido reformas en cuanto a su forma de combatir. ¿Qué forma? La exitosa: guerra de maniobra. Enfrentamientos cortos y enérgicos, aplicando los fundamentos de surface and gaps, reconnaissance pull, schwerpunkt y mission command; además de virtudes, donde la iniciativa y confianza cobran vital importancia. Todas puestas en práctica con éxito en ambas Guerras del Golfo.

Los Marines hacen su tarea: pelean, estudian, entrenan y debaten. Transversal para quienes, en cualquier parte del mundo, buscamos vivir como guerreros anfibios. Robert Coram, en su libro Boyd, los define como elitistas y primitivos, me parece acertado. Pocos y exigentes, primitivos dado que no tienen otro foco que la guerra misma. Definitivamente no veremos formaciones lineales, ni concentración masiva de fuerzas en una playa (probablemente no usen ninguna, STOM).18 Presenciaremos masa por aceleración desde las direcciones más inciertas, sin perder la concentración: caos controlado.

¿Nos influyen en algo estos cambios? Más que influir nos hacen mirar al pasado. La captura de la isla de San Lorenzo frente a Callao el año 1819, es ejemplo de la materialización de una base expedicionaria adelantada por parte de la naciente Infantería de Marina, en apoyo al bloqueo del Callao. Las incursiones y los asaltos desde el mar en ningún caso son ajenos a nuestra historia militar y no recurrir a ellos seria renunciar al mayor espacio de maniobra: el mar. Nuestra configuración territorial y área de influencia en el Pacifico, alientan el desarrollo anfibio generando ventajas competitivas en cuanto a la destrucción de objetivos cercanos a costa, captura de terreno que contribuya a la proyección e integrar, en forma activa, el poder naval bajo el concepto A2/AD.