Chile debería convertirse una potencia Antártica en el siglo XXII, desarrollando una política de muy largo plazo, convirtiendo a Puerto Williams y Punta Arenas como las principales “puertas de entrada” sudamericanas hacia la península antártica.
Chile should become an Antarctic power in the 22nd century, developing a long-term policy, making Puerto Williams and Punta Arenas the main South American gateways to the Antarctic Peninsula.
En 1843 la Armada tomó posesión de Magallanes y casi un siglo después, en 1940, el Gobierno delimitó nuestro territorio antártico, aumentando la superficie de Chile en un 165% (a los 756.959 km2 originales de territorio agregamos 1.250.000 adicionales ubicados en la Antártica). En 1947 la Marina instaló la primera base en el continente helado.
Contrario a la creencia popular, Chile no tiene 4.200, sino 8.056 km de largo, que van desde el límite norte con Perú hasta el Polo Sur.
El valor de la Antártica está dado por su triple importancia: geopolítica, estratégica y económica. Geopolíticamente, su posición favorece el control de los vuelos transpolares y el acceso al espacio extraterrestre; el valor estratégico de la península Antártica está dado por su posición que permite controlar el tráfico marítimo del Drake; y su valor económico está determinado por sus recursos minerales, vivos, el turismo y las reservas mundiales de agua que posee.
Somos el país más cercano a la Antártica, factor geográfico que nos convierte, naturalmente, en una de las principales puertas de acceso hacia este continente.
El año 2013, una comisión investigadora de la Cámara de Diputados propuso una serie de medidas de políticas antárticas, entre ellas:
Recientemente fue aprobada la ley del Estatuto Antártico cuyos objetivos son defender nuestros derechos y mantener a este continente como una zona de paz, establecer los principios de nuestra política antártica, potenciar las actividades en ese continente con pleno respeto al Sistema del Tratado Antártico y promover el desarrollo de Magallanes.
Cumpliendo este Estatuto se formularán, a nivel del Estado, los planes estratégicos antárticos futuros de Chile, regulando las actividades científicas, tecnológicas, deportivas, turísticas y pesqueras en nuestro territorio en el continente helado.
Los países que actualmente adhieren al Sistema del Tratado Antártico son 53, representando el 86 % del PIB mundial. Su futuro estará determinado por los temas no resueltos a la fecha, que son de soberanía y la creciente necesidad de explotar sus recursos económicos.
A las superposiciones territoriales de Chile, Argentina y Reino Unido, deben sumarse los reclamos de la plataforma continental extendida más allá de las 200 millas que efectuaron estos dos últimos países.
También se deberán considerar los intereses de las potencias antárticas emergentes como son China e India, junto con las aspiraciones territoriales de Estados Unidos, Brasil y Rusia.
El aumento de la población mundial, el cambio climático y los intereses de las grandes potencias podrían ser la causa de diversas crisis en la Antártica en los siglos venideros.
Rompehielos Viel ingresando a la isla Decepción, Antártica, 2008 (Fuente: Armada de Chile)
Desde hace aproximadamente 12.000 años el nivel medio del mar ha subido más de 125 m. Si todo el hielo del mundo se derritiera, el nivel del mar subiría otros 66 m adicionales, inundando 13 millones de km2 cuadrados (Johnston, 2005) y afectando a más de 700 millones de personas. Estudios norteamericanos indican que al año 2100 el nivel del mar podría aumentar entre 0,3 y 2,5 m y para el año 2200 en hasta 9,7 m (NOAA, s.f.).
De persistir estas tendencias, la Antártica podría ser habitable hacia el año 2100, como lo es hoy Groenlandia, donde hoy viven cerca de 60.000 personas.
El mes de julio del 2019 fue el mes más caluroso del mundo desde que existen registros confiables (Planelles, 2019). Groenlandia perdió en un solo día 10.000 millones de toneladas de hielo, correspondiendo a un aumento de 0,28 mm del nivel medio del mar (El Mercurio, 2019).
Si no se efectuara nada para contrarrestar estos efectos, la temperatura promedio global podría aumentar entre 3 °C y 10 °C hacia el año 2200 (The Economist, 2015).
Por otra parte, el cambio climático tiene el potencial de aumentar los conflictos entre y dentro de los Estados, junto con generar tanto efectos positivos como negativos sobre la naturaleza y la pesca.
En 1959, al firmarse el Tratado Antártico, la población mundial era de 2.850 millones de personas; el 2019 eran 7.700 millones y para el 2100 crecerá a aproximadamente 11.000 millones.
La demanda mundial de agua potable está creciendo a un ritmo de un 1 % anual (UN-Water, 2018), representando la agricultura el 70 % del consumo global de agua.
El agua será uno de los principales recursos demandados en el siglo XXI y la Antártica almacena más del 90 % de las reservas de agua dulce del mundo. Desde hace décadas se han estado analizando alternativas para remolcar icebergs a los países más necesitados de agua dulce. Esto es técnicamente factible y dependerá del costo alternativo de obtener agua dulce desalinizando agua de mar.
El aumento constante en la demanda de recursos mundiales, originará una tensión creciente entre los países y en algún momento el valor del poder nacional de cada nación será relevante en la explotación económica de la Antártica.
A medida que el continente helado se descongele y aumente la población mundial, la ecuación económica de la explotación de sus recursos irá mejorando sostenidamente en el tiempo. Los recursos vivos explotables son las ballenas, focas, aves, peces, krill, calamares y pulpos (Orrego, 1983).
El krill es una de las especies marinas más abundantes del planeta. Su stock aproximado es entre 125 y 750 millones de toneladas según la FAO (FAO, 2019), estando autorizada su captura anual de 5.600.000 t en total (Comisión para la conservación, s.f.).
Entre 2014 y 2017, las capturas anuales de krill oscilaron entre 317.000 y 252.000 t (FAO, 2019), quedando 5.300.000 t disponibles sin ser capturadas. De esta manera el krill es uno de los recursos pesqueros más inexplotado a nivel mundial (Abdel-Motaal, s.f). Respecto de los calamares y pulpos, se estima un stock de 50 millones de toneladas en los mares antárticos (Martínez, 2018).
En la Antártica existen vastos recursos minerales (molibdeno, oro, plata, níquel, platino, cobalto, cromo, manganeso, etc.). También se estima que existen grandes reservas de petróleo y gas, especialmente en su plataforma continental, pero los desafíos de su explotación son enormes.
Para la explotación de los recursos minerales existentes, habrá que esperar las resoluciones que se adopten después del año 2048 (término de la moratoria para explotar estas riquezas).
Por otra parte, 51.707 turistas visitaron la Antártica el 2018 (41.996 de ellos vía marítima), de los cuales el 81 % zarpó en buques tipo cruceros desde Ushuaia (Martínez, 2018). La población de esta ciudad creció de 5.677 habitantes (en 1970) a 74.752 (el 2019), demostrando el efecto de las políticas públicas para aumentar su población.
Con el incremento previsto de las capacidades portuarias y aeroportuarias de Punta Arenas, Puerto Williams y de la base antártica Presidente Frei, aumentará naturalmente el turismo antártico operando desde el territorio nacional.
La logística antártica representa un gran desafío, de hecho, casi todo lo que se consume en la Antártica (excepto el agua que debe ser descongelada) tiene que ser transportado desde otros continentes (víveres, combustibles, materiales, etc.), en uno de los climas más hostiles del mundo.
Las demandas logísticas aumentarán a futuro al mismo ritmo que se incremente la actividad en la Antártica, y el transporte marítimo hacia y desde el continente helado cobrará cada vez mayor importancia.
Cinco ciudades en el mundo compiten por ser las puertas de entrada a la Antártica: Cape Town (Sudáfrica), Christchurch (Nueva Zelanda), Hobart (Australia), Punta Arenas (Chile) y Ushuaia (Argentina). Todas poseen puertos, aeropuertos y servicios logísticos antárticos.
Las más cercanas son Ushuaia y Punta Arenas (ubicadas a 1.100 km y 1.371 km de distancia, respectivamente, del continente helado), siendo Punta Arenas escogida por 17 países como el punto de partida de sus expediciones y principal punto de partida de los turistas que viajan vía aérea a la Antártica. Hobart, Christchurch y Cape Town están ubicadas a 2.609, 2.852 y 3.811 km, respectivamente, del continente helado.
Actualmente operan desde la pista aérea de la base Frei aviones militares de Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Rusia, y vuelos comerciales basados en Punta Arenas. Este aeropuerto debería ser ampliado y se debería construir un puerto en esta base para facilitar el desembarque/embarque de carga de los buques que recalen a esta base.
Con la ampliación del puerto y la construcción de un Centro Antártico, Punta Arenas será capaz de recibir a futuro buques de gran tonelaje, proveyendo de mejores servicios logísticos a todas las actividades antárticas, tanto nacionales como de otros países.
Puerto Williams, la ciudad más cercana del mundo a la Antártica, no se considera hoy como puerta de entrada al continente helado, por carecer de un puerto con capacidades de recibir buques mayores, su aeropuerto no permite la operación de aviones comerciales de gran tamaño y no posee suficientes capacidades de apoyo logístico antártico.
Para que alcance esa condición, Puerto Williams deberá ampliar su aeropuerto para efectuar vuelos internacionales hacia y desde la Antártica, junto con construir un nuevo puerto para recibir buques tipo cruceros, lo cual debería ser complementado con adecuados servicios logísticos antárticos.
El camino que se está construyendo en Tierra del Fuego, para unir el estrecho de Magallanes con el canal Beagle, se debería constituir en otro eje del desarrollo Punta Arenas-Puerto Williams, fortaleciendo a este último puerto como la puerta de entrada más austral del mundo al continente helado.
La densidad demográfica de Chile es hoy de 24,06 habitantes por km2; la de la región de Magallanes de 1,24; la de la provincia de Cabo Hornos (capital Puerto Williams, con solo 2.063 habitantes), es de solo 0,16 (la segunda más baja de Chile).
En este ámbito, se aprecia imprescindible colonizar nuevamente nuestro territorio austral, para aumentar su población y sus capacidades logísticas antárticas, transformando en una realidad que ambas ciudades puerto: Punta Arenas y Puerto Williams sean las puertas de entrada más importantes hacia la península Antártica.
Complementando lo anterior, a futuro la provincia de Cabo de Hornos debería ser una de las áreas turísticas más atractivas a nivel mundial, con la posible creación de un museo en el mismo cabo, el cual debería ser visitado por cientos de miles de turistas al año, como asimismo, utilizar la navegación de los canales australes como una experiencia turística única, por estar entre las áreas más descontaminados del mundo.
Puerto Williams y Punta Arenas deberían convertirse en los puntos de inicio y término de la mayoría de los viajes turísticos a la Antártica a bordo de cruceros.
La industria pesquera regional también debería ser una potente herramienta de desarrollo económico del área austral.
La Antártica tiene una importancia geopolítica, estratégica, económica y climática relevante y creciente que marcará el devenir de Chile en los siglos venideros.
Somos el país del mundo más cercano a ese continente, poseemos una ventaja geográfica que debe ser explotada en todas sus dimensiones.
Las recomendaciones de la Cámara de Diputados del año 2013, para el desarrollo de los territorios australes y antárticos, deberán ser ejecutadas en su globalidad mediante el nuevo Estatuto Chileno Antártico.
Se aprecia fundamental desarrollar una nueva política de colonización del extremo austral chileno, que permita aumentar en, al menos, un 5.000 % las personas que residan en esta área hacia dentro del próximo siglo (año 2120), llegando a contar Puerto Williams con más de 100.000 habitantes, un moderno aeropuerto internacional y un puerto para buques de gran tamaño, transformándose en un segundo polo logístico de desarrollo antártico, después de Punta Arenas, y ambos puertos en unas de las principales puertas de entrada a ese continente, asumiendo Chile un liderazgo mundial en el turismo de cruceros hacia el continente helado, en el cabo de Hornos y en los canales australes.
Las posibilidades de explotación económica del continente helado están vinculadas con las investigaciones científicas y el apoyo logístico que se pueda brindar a su explotación desde las puertas de entrada a la Antártica, que son de una alta complejidad y costo.
El krill antártico podría satisfacer la creciente demanda global de proteínas y constituir una oportunidad para que Chile vuelva a ser una potencia pesquera mundial.
El calentamiento global facilitará la vida en la Antártica en el largo plazo, pero, simultáneamente, puede generar graves desastres naturales.
No debe descartarse que en los próximos siglos ocurran nuevas guerras mundiales, cobrando los territorios antárticos y australes, un incalculable valor como posiciones estratégicas.
La Armada ha sido esencial, y lo seguirá siendo a futuro, en el esfuerzo nacional para el desarrollo de los territorios australes y la Antártica.
El centro del desarrollo de Chile en el año 2120, debería haberse desplazado hacia el área austral, existiendo una creciente explotación de los recursos antárticos, donde Chile debería tener un papel central obteniendo los beneficios de ser una de las principales puertas de entrada a la Antártica.
Nuestro futuro como país está ineludiblemente unido al desarrollo, poblamiento y explotación del continente antártico, para esto tenemos que tener una visión de muy largo plazo.
Chile tiene el imperativo histórico de desarrollar una política de Estado para convertir a nuestro país en una potencia antártica (turística, pesquera, logística y económica) en el siglo XXII y desarrollar a Punta Arenas y Puerto Williams como dos de las relevantes puertas de acceso al continente Antártico.
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Esta relación comienza en 1985 y se retoma en 2008 hasta nuestros días, con cortas visitas intermedias a su protagonista...
El año 1961 entró en vigor el Tratado Antártico al que Chile adhirió libre y soberanamente, consintiendo, así, en limita...
El Club Escuela Deportes Náuticos Puerto Williams (CEDENAPW), es una fundación sin fines de lucro que tiene como misión colaborar en la formación de niños y jóvenes a través del deporte náutico, hoy la escuela náutica más austral del mundo y más cercana al mítico Cabo de Hornos.
Motivado por la importancia que representa ejercer soberanía en las tierras australes del territorio y del maritorio de ...
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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