- Fecha de publicación: 01/12/1974.
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P·or
Andrés ANDES
"VID A DE A RTU R O P RAT "
Aulor: Rodrigo FUENZALIDA B. - Capitán de navío (R.) -l::ditorial
A n
drés Bollo - Santiago. 1974.
E AQUJ un li- _,-:;.-1 .-- bro útil. intere·
sante, oportu
no, destinado a
--- . d ,..--·--- mostrar, sin a - jctivos , por el solo y sólido peso de los
hechos, la ejemplar figura humana dd
héroe máximo de la Mar ina de Chile.
Esta
"Vida de Arturo Prat" cump le
su
noble objetivo en forma fehaciente y
.!enciHa, con acopio de docum e ntación y
abundante iconografía, mucha de la cudl
has ta ahora inédita .
Su autor es el capitán de navío en re
tiro Rod r igo F ucnzalída Bade, antiguo
colabo rador y ac tual director de la " Re
vista de Marina", historiógra fo experi
mentado y admi rado r entusiasta del co·
mandante de la gloriosa "Esmera lda",
como corresponde a todo oficia l de la Ar
mada de Chile. Sí
bien
el culto a Pral cala muy hondo
en e1 corazón de nuestro pueblo, su ima
gen r<:!ponde más que nada a la del va
leroso comandante de la débil corbe ta
que salta al abordaje del poderoso mo
nitor enemigo y a la inmortalidad - la
espada en alto, resuelto el ademán- en
un gesto audaz que despierta la emula
ción de sus su balternos, causa e l asombro
de sus adversarios y deja moralmente ga·
nada la guerra . Porqu e convien e r ec ordar
qu e el conflicto con Perú y Bolivia no era
popu lar en nuestro país y que el Com·
bate Naval de !quique fue el f actor de
te1minantc del fervor patriótlco nacio
nal , a cuyo impulso miles de volunta r ios
r:co nocicron cuartel y a cuyo estímulo el
pueblo en armas soportó todos los sac ri
ficios y se abrió cam ino hacia la victoria
final de Chile en la Guerra del Pacífíc:i.
De s de niños, l os chilenos hemos apren ·
dido a venerar al vale roso marino por Ja
700 REVISTA Dt= ; 1'fARlNA (NOVIE.6.1Bn&-DIC1EMBRE
epopeya del 21 de mayo de 1879, por
la hora estelar de su consagración épica,
sin reparar en que e) héroe no nace ni se
improvi sa, que se autogcne ra a fuerz.a de
virtud, de renunciamiento, de afán per
manente de superación, en un proceso
lento como el del carbón en devenir dia
mante.
Pero, como se encarga de enseñarnos
el comandante Fuenzalida, sin alard es pe·
dagógicos ni pretensiones literarias, Ar
turo Prat fue por sobre todo un ciud•
dano consciente de sus deberes, compe ..
netrado de sus responsabilidades, no só
lo como jefe militar frente a) enemigo en
el ins tante supremo, sino también como
hombre de hogar, como caba llero del
mar, como cristiano, durante cada d¡a,
a través de toda su existencia: hijo, es
poso y padr e cariñoso y preocupado:
amigo sincero y leal; cadete, oficial y je
fe correcto y pundonoroso: maestro de
dicado y entusiasta; abogado estudioso y
cabal. Puede decirse pues, sin ditirambos.
que así como la muerte heroica de Prat
constituye el más alto ejemplo de patrio
tismo. su vida entera es modelo de rec
titud, de hombría de bien, de civismo.
Vástago de una familia de noble estir
pe catalana aunque de escasos recursos
económicos, Prat tuvo que luchar cons
tantemente contra el fantasma de Ja po
breza. Sus esfuerzos por estudiar leyes
-y previamente humanidades- sin
descuidar en absoluto sus tareas cotidia·
nas a bordo, tenían como meta Hegar i
ejercer la profesión de abogado sólo pa
ra aumentar sus ingresos y mejorar la si ..
tuación de su familia . Esto es, nunca pen
só en retirarse de la Marina. por Ja cu;l
sentía entrañable cariño, lo que se apre
cia a simple vista a t-ravés de la nutrida
correspondencia particular que, gracias a
gentileza de los descendientes del héroe,
ha podido reproducir el autor. También
se valora en esas cartas íntimas el carác·
ter afable y la llaneza de su temperamen
to, ajeno por completo a la jactancia, así
como Ja preocupación continua que le
inspiraba su hogar.
La biografía transcribe íntegramente
los textos de dos notables intervenciones
ante el Consejo de Guerra, que revelan
tanto la pericia legal del futuro abogado
como su sentido innato de la justicia y la
valentía moral que siempre lo caracteri-
zó. La primera actuación corresponde al
alegato que, siendo teniente segundo, hi
ciera en 1868 en favor del ingeniero se•
gundo don Ricardo Owen , acusado por
su eomandante de omisión en el cumpli
miento de sus deberes y de insubordina
ción , cargos gravís imos de los c.uales fue
absuelto de inmediato. La segunda, •e
refiere a la excepcional defensa que en
1875 e l entonces capitán de corbeta plan
teara de su compañero y amigo de toda
la vida, teniente primero Luis Uribe Orre·
go, dado de baja de la Armada por el
delito de desobediencia y desacato a sus
superiores. a ralz de un ingrato incidente
que tuviera con e l almirante Coñi en In·
glaterra, por asuntos ajenos al servicio y
cuando ambos vestían de civil. La preci
sión, la firmeza y la elocuencia de la de
fensa convencieron al Consejo de Cuerra,
que por unanimidad restituyó al teniente
Uribe su grado, sus derechos y sus emo
lumentos retroactivos. Como anota el co
mandante Fuen%alida, "se necesitaba co
raje para afrontar la posible reacción del
irascible y colérico almirante Jo.sé Ana ..
c!eto Goñi, famoso por su dureza de carácter ...
Int eresantes son, además, los discursos
pronunciados por el capitán Pral para
despedir en repre .sentación de la Arma
da los restos mortales del almirante don
Manuel Blanco Encalada ( 1876) y de l
vicealmirante don Roberto Slmpson
( 1877). En ambas oportunidades. según
lo haee resaltar su biógrafo, el héroe en
cierne exalta las virtudes de esos ilus
tres jefes navales, tal vez porque. sin sa~
berlo, admiraba en ellos las cualidades y
atributos que él mismo posela y cultivaba.
Vale la pena leer con detenimiento rl
capítulo que habla de la misión coníi
dencial cumplida por el capitán Pral en
tre noviembre de 1878 y enero de 1879
en Montevideo, cuando se cernía. la ame
naz.a de guerra con Ar gentina, porque
esa exitosa gestión evidencia documenta
damente el tino diplomático, la sagaci
dad y la certera visión politica de que
era capaz el culto hombre de armas y de
leyes .
Obviamente, la obra que comentamos
abunda en pormenores sobre la gesta del
21 de mayo de 1879 y sus consecuencias.
a la vez que reproduce por extenso las
múltiples y elogiosas impresiones acerca
1970 C0~1ENT ARIOS DE LIBROS 701
del combate hom érico que vertieran en
su oportunidad oficiales e xt ranjeros con·
temporáneos y la prensa de los principa·
les países del mundo. Aunque esa sea la
parte más conoci:la de la Historia de las
Glorias de Chile en el mar, si e mpre emo·
clona el recuento de la hazaña épica y
Jevanta la mora 1 rememorar la grandeza
de alma de sus protagonistas.
En suma, el libro del comandante
Fue nzalida aportará no pocas novedades,
aun a los cadetes, oficiale s y gente de
mar. que están dt: suyo familiarizados con
la biografía y la ejecutoria moral del hé·
roe naval po r exce lencia. A la vez, su
lectura servirá de edifican te fuente de
inspiraci6n a todos los chilenos , de cual
quier oficio, profesión. actividad o con ..
dici6n. para estimular la práctica de l as
virtudes cardinales que orientaron la
ejemplar existencia de Pral: el cumpli
miento de l deber, el amo r a la familia, el
patriotismo a t oda prueba.
Por supuesto que al decir "todos los
chilenos'', incluim os a las mujeres de
Chile , a qui enes está dedicada esta obra
instructiva y const ructiva, que deja una
grata sensación de chileni :lad y el enno·
blecedor anhel o de hacernos dignos del
legado maravilloso de los héroes.
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