Revista de Marina
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  • Fecha de publicación: 01/08/2001. Visto 235 veces.
PRESENTACIÓN “Misión Argentina en Chile” (1970-1973). Los Registros Secretos de una difícil Gestión Diplomática. Juan Bautista Yofré. 1 Editorial Sudamericana, año 2000, 467 pp. Omar Gutiérrez Valdebenito * El libro Misión Argentina en Chile es el resultado de las investigaciones de Juan Bautista Yofré y de la amistad que le unió al embajador Gallac y a su actual viuda, quien le facilitó el diario personal e inédito de su esposo. El libro, hasta el capítulo decimocuarto recoge, en su mayoría, las notas reservadas e informes que hace el Embajador Gallac a su país sobre la situación chilena; los dos últimos capítulos, luego que Gallac retorna a su país, recogen informes y notas emanadas desde la Embajada argentina de otras fuentes como son el Encargado de Negocios, el Cónsul de Valparaíso, el Agregado Naval, entre otros. Los hechos que se relatan contemplan los acontecimientos sucedidos en los años 1970 a 1973, donde se informa sobre sondeos hechos a figuras del acontecer político y social, además de hechos puntuales que acontecen en el país durante el mandato de Salvador Allende, mientras Gallac es Embajador de Argentina en Chile; y después de su marcha se transcriben notas que refieren los hechos pre y pos intervención Militar. Yofré narra el ascenso y caída del gobierno de Salvador Allende Gossens en Chile, a partir de la documentación diplomática producida por la Embajada argentina en Santiago. Cuenta que Javier Teodoro Gallac era un diplomático que había iniciado su carrera en el año 1938. Llegó a Chile como embajador de Argentina en diciembre de 1969. El autor nos introduce en la intrincada trama de un proceso político cuyo propósito era instaurar en Chile el socialismo. Yofré nos sorprende con algunos hechos como el acaecido en el marco del encuentro entre Eduardo Frei y Juan Carlos Onganía (enero de 1970), Gallac oyó con escepticismo el ofrecimiento del canciller chileno Gabriel Valdés, quien proponía una reunión tripartita entre ambos países y Gran Bretaña donde Chile se asignaba el papel de “mediador” o “gestor útil” ante el gobierno de Su Majestad. Nos recuerda que, pocos meses después, Radomiro Tomic, el candidato de la Democracia Cristiana, era derrotado. También lo sería la derecha política chilena, cuyo candidato, Jorge Alessandri, le había confiado al embajador Gallac que Frei y su partido “han destrozado el país”, dejándolo en una “profunda crisis espiritual y material”. Las elecciones del 4 de septiembre de 1970 llevaron a Salvador Allende a la presidencia de Chile, con el 36 por ciento de los votos. Dice Yofré que, el embajador Gallac transformaría la residencia de la calle Vicuña Mackenna 45 en un lugar preeminente de la vida política y social de Chile. En muy poco tiempo, Gallac logró que Allende aceptase la propuesta de llevar el conflicto del Beagle a una corte arbitral en vez de que el arbitro fuese la Corona Británica, como había pretendido el gobierno anterior. Allende mantuvo su posición, pese a que el Partido Nacional lo acuso de ser “entreguista frente a la Argentina”. Gallac sigue minuciosamente los acontecimientos que se informan a la cancillería: “se estaba produciendo una aceleración del proceso socializante en Chile”, nacionalización del cobre, estatización de los bancos, de la industria del acero, empresas textiles, los campesinos toman fundos, la televisión cae en la órbita estatal, miles de chilenos emigran. En medio de esta crisis, el canciller argentino De Pablo Pardo y el embajador Carlos Muñiz ofrecerían al Secretario de Estado, William Rogers, la “mediación” de la Argentina. Desconocían, quizás, que los Estados Unidos no tenían confianza en el gobierno de Alejandro Agustín Lanusse, ya acosado por la guerrilla y la oposición a su proyecto político. La mediación era una ambición imposible. Gallac conocía los hechos en profundidad y lo sabía. El memorándum Plank, producido a pedido del Consejo de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos, incluía la opinión clara de Henry Kissinger: “La Argentina y la América Latina no son importantes para los Estados Unidos”. El 11 de mayo de 1971, el Presidente Nixon le dijo al General Haig, el que fue Secretario de Estado en ocasión de la guerra de la Malvinas: “La Argentina es una m...”. Esto lo testimonian las cintas grabadas que luego se hicieron públicas. Narra que, el embajador Javier Gallac acompañó a Salvador Allende en el avión en el que lo llevó a presenciar la ceremonia de asunción de Héctor Cámpora a la presidencia de la Nación, el 25 de mayo de 1973. Una intriga de su propio gobierno lo obligará a volver en avión de línea comercial. Una vez más se repetirá la práctica, que será una doctrina, de menoscabar a los diplomáticos profesionales. Como dice Juan B. Yofré “cada uno llegado al poder, tomaba el Palacio San Martín con aires de botín, venganza y recompensa por servicios prestados”, Javier Gallac fue otra de las víctimas. La inédita experiencia socialista en América Latina moría acosada, quizás por errores, disidencias y defecciones. El libro de Juan Bautista Yofré es sin lugar a dudas una crónica histórica, caracterizada por la fidelidad documentada de los hechos, el método más riguroso para conocer las intenciones y acción de los protagonistas. En esta Misión Argentina en Chile, cada capítulo es una revelación. Queda en evidencia su amplio conocimiento de la política de Chile y Argentina. * Capitán de Navío. Licenciado en Física, Universidad de Chile. Master of Arts in Military Sociology, Universidad de Maryland, EE.UU. Preclaro Colaborador, desde 1996. 1. Juan Bautista Yofré nació el año 1946, trabajó en la Cancillería argentina entre 1969 y 1972. Se desempeñó como periodista en las radios Municipal, América y El Mundo, de Buenos Aires. Además colaboró con el diario “Los Principios” de Córdoba e integró las redacciones de los medios “La Opinión”, “Clarín”, “Carta Política”, “Noticias Argentinas” y “Ámbito Financiero” de Buenos Aires. Entre 1980 y 1982 residió en Washington, trabajando para el BID y en la OEA. En Argentina se desempeñó como secretario del SIDE (Servicio de Informaciones del Estado), durante los seis primeros años del Gobierno de Menem. Luego es designado embajador en Panamá y en Portugal. Durante los años 1993 y 1997 es asesor presidencial del Gobierno argentino.

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