MONUMENTO EN EL CABO DE HORNOS AL "MARINO DESCONOCIDO"* Constituye para mí un alto honor dirigirme a Uds., como representante de la Cofradía de los Capitanes del Cabo de Hornos de Chile, para hacer entrega de un monumento simbólico que -con la valiosísima participación de la Armada de Chile- hemos levantado en este remoto lugar en homenaje y recuerdo permanente de aquellos hombres de mar que, superando las inclemencias de la naturaleza, fueron capaces de vencer al temido cabo de Hornos. Hernando de Magallanes descubrió en 1520 el estrecho que lleva su nombre. A principios del siglo XVII se creó en Holanda la Compañía de las Indias Orientales, destinada a establecer un comercio regular entre Europa y América. Dicha entidad, con el financiamiento de Isaac Le Maire, organizó una expedición integrada por las naves La Concorde y Le Horn, que bajo la conducción del navegante Guillermo van Schouten tenía como misión buscar una ruta de navegación más expedita entre los océanos Atlántico y Pacífico, los más extensos de la Tierra. Después de innumerables peripecias en la Patagonia atlántica, los holandeses descubrieron el estrecho que denominaron Le Maire, el 24 de enero de 1616. Allí encontraron los primeros albatros - el pájaro típico del extremo austral americano- para avistar una semana más tarde el imponente macizo que emerge en las proximidades de la latitud 56º sur y que señala el extremo austral del archipiélago fueguino. El prominente accidente geográfico, de 425 metros de altura, fue denominado Horn en homenaje a la ciudad holandesa del mismo nombre, donde se había organizado la expedición. Las primeras cartas de navegación del área fueron editadas en Saint Malo en 1714. Poco después Frezier publicó las instrucciones náuticas para cruzar el cabo. A mediados del siglo XIX fueron diseñados los famosos "clippers" y a principios del siglo XX aparecen los grandes veleros franceses y alemanes de 5 palos, 120 metros de eslora y mástiles de 60 metros de alto. Cruzar el cabo de Hornos -especialmente de este a oeste- era considerada una hazaña marinera y fue, por lo tanto, el leitmotiv que indujo a un grupo de capitanes franceses a fundar en 1937 la Association Amical lnternationale des Capitaines au Long Cours Cap-Horniers, una cofradía muy exclusiva a la cual podían ingresar sólo los capitanes que hubieran cumplido dicha travesía. En 1950 la organización se internacionalizó permitiendo el ingreso a ella de todos los hombres de mar que habían tenido el privilegio de vencer al temido cabo. Aunque su Capitanía General continúa en Saint Malo, tiene filiales en Alemania, Australia, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido y Suecia y sus cofrades se reúnen periódicamente en alguno de los principales puertos europeos. En Chile -país esencialmente marítimo y Estado soberano que ejerce el dominio sobre sus tierras y mares australes de América- se fundó la Cofradía de los Capitanes del Cabo de Hornos. el 17 de noviembre de 1987. Pertenecen a ella sólo aquellos navegantes que han cruzado el meridiano al sur del cabo al mando de naves de cualquier tipo. Integran la organización nacional alrededor de 50 miembros que -en su calidad de fundadores, honorarios, activos y extraordinarios- se han afiliado a la cofradía nacional, la que ha sido reconocida oficialmente por la de Saint Malo. * Discurso pronunciado el 22 de noviembre de 1989, por el Contraalmirante Sr. Roberto Benavente Mercado, en representación de la Cofradía de los Capitanes del cabo de Hornos de Chile, con motivo de la entrega del monumento erigido en el cabo de Hornos al marino desconocido, en presencia del Sr. Comandante en Jefe de la Armada de Chile, Almirante José T. Merino Castro. La cofradía chilena se propuso -a mediados de 1989- levantar en la isla Hornos, un monumento en memoria del "marino desconocido", como homenaje de nuestro país a los hombres de mar de todas las naciones que vencieron al cabo y a aquellos que perdieron la vida en el intento. Esta iniciativa es la primera etapa de un proyecto más ambicioso destinado a realzar la importancia del cabo de Hornos y la presencia de Chile ante la comunidad marítima internacional, todo lo cual contribuirá a consolidar la soberanía de Chile sobre estas remotas regiones de la tierra. Señores: El trabajo realizado no ha sido fácil. Es el resultado de la capacidad creadora de muchas personas anónimas y muy especialmente del personal de la Armada de Chile que levantó la obra con elevado espíritu de sacrificio y esfuerzo, todo lo cual ha permitido levantar un monumento que, además de su simbolismo, representa el influjo mágico de un pueblo orgulloso de su tradición marítima. El espíritu de Saint Malo también está presente en la obra realizada. Los viejos capitanes, fundadores de la Cofradía, nos han hecho llegar su saludo, su bandera y su insignia: el albatros de bronce. En representación de la Cofradía de los Capitanes del Cabo dé Hornos nacional hago entrega de este monumento al señor Comandante en Jefe de la Armada, Almirante don José Toribio Merino Castro, quien con su presencia realza esta sencilla ceremonia. Los Cap-Horniers estamos seguros que este monumento servirá para acrecentar la vocación marítima de nuestro pueblo y será la expresión material de un Estado soberano que -orgulloso de su pasado- mira el futuro marítimo de Chile en su proyección geográfica austral y antártica. ¡Así como rendimos un homenaje de honor y gloria a los héroes que han inmolado su vida por la patria, recordamos con admiración y respeto a los anónimos marinos de todo el mundo que entregaron sus vidas en la lucha contra los elementos de la naturaleza al sur del cabo de Hornos!
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1004
Enero - Febrero 2025
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