Revista de Marina
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  • Fecha de publicación: 01/08/2010. Visto 51 veces.
revismAr 4/2010 393 - Introducción. E l año 1973 en Escocia, Reino Unido, se encontraban en construcción dos fragatas ( “Condell” y “Lynch” ) y dos submarinos ( “O´Brien” y “Hyatt” ), los dos primeros en las cercanías de Glas - gow y los otros en Greenock, distante uno del otro 40 minutos en automóvil. Para las festividades del 21 de mayo de ese año, como de costumbre, los inte- grantes de las dotaciones de dichas uni- dades concurrieron a ceremonias en su respectivo astillero. Para la celebración nocturna de este aniversario ambas dotaciones se coordi- naron para una cena conjunta, acompa- ñados con sus esposas, en algún lugar apropiado en la vecindad de Glasgow, donde residían la mayoría de los oficia- les. Consecuentemente se designó una comisión para coordinar los detalles. La comisión organizadora, después de consultar con algunos expertos locales, resol - vió que dicha cena sería en un castillo en los suburbios de Glasgow y se encargaron mali - ciosamente de ser poco claros al explicar el desarrollo del evento que contrataron. Esa noche cada uno llegó a la hora convenida, elegantemente vestido y acompañado de su distinguida esposa. El ingreso al castillo estaba brillantemente iluminado, con amplios estacionamientos para los automóviles. Todo parecía per - fecto para pasar una preciosa velada en compañía de la muy amada esposa. Al ingreso del castillo, fuimos recibi- dos por unas preciosas damas vestidas con ropa del siglo XIV que resaltaban su belleza y lucían un escote profundo que albergaba unos generosos pechos debidamente aprisionados y que eran difíciles de ignorar. Estas damas nos saludaron efusivamente con un beso y condujeron a una gran guardarropía donde debíamos dejar nuestros abrigos y colocarnos una túnica de la época. Terminada esta faena, continuamos nuestro viaje hacia un gran salón para reunir - nos con el resto de nuestros compañeros. En el pórtico del salón, un apuesto heraldo vestido con ropa escocesa nos preguntaba nuestro nombre e informaba con un golpe de su lanza en el piso el arribo de “Lord and Lady -------“, acto seguido un personaje que representaba al rey escocés Robert Bruce con su Reina, ambos con ropas de la época nos agradecían haber concurrido a su llamada y nos felicitaban por nuestro brillante desem - peño durante la gloriosa batalla de Bannoc - kburn 1 y el magnífico caballo de batalla que * Capitán de Navío. Oficial de Estado Mayor. 1.- Batalla de Bannockburn (1314 d.C.). Combate librado el 24 de junio de 1314, cerca de la ciudad de Bannockburn (Escocia), entre los ejércitos ingleses y los escoceses. La batalla tuvo lugar cuando las tropas escocesas, que en un número cercano a los 40.000 hombres estaban lideradas por el rey de Escocia Roberto I Bruce, interceptaron a un ejército, de unos 60.000 componentes, a cuya cabeza se encontraba el monarca inglés Eduardo II. Éste pretendía levantar el asedio a que estaba sometido el castillo de Stirling, y para ello dispuso el ataque de su caballería sobre las posiciones escocesas, que repelieron la acometida valiéndose de fosos camuflados. Las tropas inglesas fueron obligadas a dirigirse hacia los pantanos próximos, donde tuvo lugar el verdadero combate, que supuso la incontestable victoria escocesa sobre unas tropas que cosecharon 10.000 bajas. La victoria de Bannockburn es con - siderada el nacimiento de la independencia escocesa respecto de Inglaterra, aunque ésta no la reconoció hasta 1328 Peter Furniss Hodgkinson* LORD POR UNA NOCHE PÁGINA DE MARINA AUTOR ARTÍCULO 394 revismAr 4/2010 PETER FURnIss HOdGkInsOn habíamos montado. A continuación proce - dían de forma similar con el próximo invitado que llegaba mientras nos dirigíamos al fondo del salón donde se encontraban nuestros compañeros, quienes habían llegado con anterioridad y que observaban a un grupo de doncellas de características similares a las antes descrita que servían tragos y coque - teaban con estos nuevos Lores. Un grupo de músicos vestidos con túnicas apropiadas tocaban música mientras dos bufones hacían sus gracias. Estas “damas” durante todo este primer evento desa - fortunadamente atra - jeron las miradas de estos Lores, lo que a nuestras “Ladies” no les pareció simpático en absoluto, por lo que comenzaron a alargar sus caras y llamar al orden a sus maridos, los cuales ya habían perdido toda compostura. En esta etapa fuimos descubriendo que esta cena representaba una recep- ción que ofrecía el rey de Escocia a sus señores feudales, quienes lo habían apo- yado y combatido a su lado en la Batalla de Bannockburn en 1314, cuando había derrotado a los ingleses logrando la independencia de Escocia ese año. Una vez reunidos todos los invitados, su majestad pidió a sus Lores y Ladies acompañarlo al comedor para una cena que tenía preparada. En el comedor, en el cual había varias mesas largas paralelas que consistían en una serie de tablas rústi - cas y bancas similares a las mesas. Sobre ellas había unos platos hondos de madera y copones más bien toscos. El rey con su reina tomaron asiento en una mesa sobre una tarima perpendicular al del resto y lo acompañaban los Lores más distinguidos que en este caso fueron los comandantes de los buques en construcción, con sus Ladies. Acto seguido el rey hizo un brindis con motivo del evento y agradeció una vez más a los feroces Lores por su brillante desempeño contra el enemigo. El brindis fue con un trago de “Mead” que es un brebaje de la época consistente, según mi parecer, en un vino dulce con miel y algu - nas especies aromáticas. Acto seguido ingresan unas hermo - sas jóvenes sirvientas con unos baldes de madera y voltean la sopa que contenían en los platos que cada uno tenía al frente y uno se lo tomaba sin cuchara (no como se enseñó en la Escuela Naval). Mientras lo anterior se llevaba a cabo, unos jugla - res y equilibristas vestidos con ropa de la época hacían sus gracias y los bufones del rey hacían otro tanto. Terminada la sopa, el rey llamó a su luchador a realizar una demostración de sus habilidades contra el luchador de otro Lord que lo había desafiado. Ingresaron los luchadores en ropa bastante escasa y con unas brazadas despejaron la mesa central, donde se encontraban senta - dos algunos de nuestros compañeros, se subieron a la mesa y después de algunos gritos procedieron a trenzarse en una feroz lucha, mientras los asistentes de esa mesa aclararon aceleradamente el lugar con sus Ladies del brazo. Está demás mencionar que el victorioso fue el luchador del rey. Es así que el rey felicita a su luchador y manifiesta que con la ferocidad de su pueblo siempre vencerán a los ingleses. Uno de los invitados desde atrás dijo: “y que me cuenta de Wembly” 2, lo que pro - dujo una gran risotada y el rey fingiendo estar indignado, reta a este impertinente Lord a medirse contra su luchador, lo que no se lleva a cabo, por lo que el rey ordena a su luchador que se lleve a la Lady de este señor en castigo, ante lo cual el luchador la toma y se la echa al hombro mientras el Rey Robert I Bruce 2.- Aquí debo manifestar que el fin de semana anterior a esta cena, en el estadio de Wembly, en Londres, se había desarrollado el tradicional partido de futbol de Inglaterra contra Escocia en que Inglaterra venció dos a cero a su rival después de un muy disputado encuentro. TÍTULO revismAr 4/2010 395 LORd POR UnA nOCHE valiente marido le grita: “no te olvides de las píldoras, mi amor”. Continúa la cena y las mismas chiqui - llas traen el segundo plato consistente en un pescado entero al vapor con grandes ojos que colocan en el mismo recipiente de la sopa y reparten cuchillos en cuyo extremo hay una esfera para evitar que el Lord se entretenga enterrándoselo en las costillas al Lord a su lado. Una vez comida la trucha con la mano y cuchillo, bastante embetunada la cara y manos, nos procedemos a limpiar con unas toa - llas de mano que estaban en la mesa. Antes de levan- tar la cena, el rey obsequia a la esposa del oficial más antiguo un ramo de flores y una de las bellas damas sirvientas se lo entrega y le obsequia un apa- sionado beso en la boca a su marido en medio de los aplausos, pero esto no impide la molestia de su Lady, la que procede a vista de todos a limpiarle la boca a su Lord con un pañuelo. Terminada la cena, el rey invita a sus Lores y Ladies a pasar al salón para degustar un whiskey de su bodega pri- vada antes de emprender su retirada, dando así término a la cena. Ahora corresponderá que cada uno de los invitados vaya a recuperar sus ropas y pertenencias a las respectivas guardarro - pías en que estas coquetas damas en forma muy servicial cooperan. Afortunadamente, mi ropa estaba muy cerca de la entrada, de manera que no tuve problema en recupe -rarla. Algunos compañeros no corrieron la misma suerte y con la alegría reinante no recordaron el lugar exacto donde tenían las prendas; por lo que se tuvieron que internar al fondo de la guardarropía con las damas de la guardarropía, y según cuentan, algu - nos tuvieron que abrazar a estas chiquillas para mantener el equilibrio y alcanzar sus ropas, lo que por supuesto fue mal inter - pretado por sus Ladies, las que demostra - ron su molestia ante esta situación. Unos Lores que se demoraron más de lo nece - sario, efusivamente agradecían la coopera - ción recibida por las preciosuras que les ayudaban a encon - trar sus prendas. Esta situación no fue comprendida por las Ladies y fueron cruelmente amones - tados en camino a casa donde no se les dirigió la palabra por algunas semanas. Al día siguiente en las oficinas del astillero felicitamos a los organizadores del evento por su decisión y elección del lugar. Propusimos que para la cele- bración de Fiestas Patrias podríamos compartir nuestras celebraciones de independencia con los escoceses y repe- tir esta agradable experiencia. Lamentablemente nuestras ex Ladies, ahora transformadas en queridas esposas, nos aclararon que no estaban dispuestas a repetir esta experiencia que no les produjo ninguna satisfacción. El 18 y 19 de septiem - bre lo celebramos en la forma tradicional con alocuciones patrióticas, empanadas y vino tinto, sin compartir nuevamente con el rey Robert Bruce y su coqueta corte. * * *

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