Revista de Marina
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Ingeniería naval en la Academia Politécnica Naval. ¿Estamos actualizados?

  • Fecha de recepción: 17/08/2020
  • Fecha de publicación: 01/11/2020. Visto 777 veces.
  • Resumen:

    La acreditación internacional de la educación superior ha ido tomando cada vez mayor protagonismo como instrumento de certificación de las competencias de los egresados. ABET resalta como agencia acreditadora internacional de mayor relevancia para las ingenierías. Se realiza un análisis comparativo entre las mallas curriculares y los perfiles de egreso de especialidades de Ingeniería Naval y los requisitos para el aseguramiento de la calidad propuestos por ABET. Los resultados permiten afirmar que los programas evaluados apenas cumplen con estos requisitos.

  • Palabras clave: Acreditación internacional, ABET, Ingeniería Naval, Resultados de Aprendizaje, Currículum.
  • Abstract:

    International accreditation of higher education has been gaining increasing prominence as an instrument for certifying students’ outcomes or competencies. In the case of engineering degrees, ABET stands out as the most important international accrediting agency. In an exploratory way, a comparative analysis is carried out between the curriculum and the graduate profiles of Naval Engineering specialties and the ABET’s requirements for quality assurance. The results allow us to affirm that the programs evaluated barely meet these requirements.

  • Keywords: ABET, Naval Engineering, Learning Outcomes, Curriculum, International accreditation.

En los últimos años, se ha producido una profunda transformación de la educación superior: por una parte, se han ampliado los límites del contexto en el cual se encuentran inmersas las entidades de educación y, por otra, cambiando las exigencias a las que debe responder el sistema en su totalidad. Con el cambio de milenio, ha habido drásticos impactos derivados de la globalización económica, avances en las tecnologías de información, competencia de los mercados internacionales y un rápido incremento en las demandas políticas y sociales en casi todos los países; desafíos que han ocasionado una serie de reformas educacionales en todo el mundo (Valenzuela, 2010). Por otro lado, los nuevos modelos de desarrollo social, que permiten mayores posibilidades de acceso a la educación superior para un grupo cada vez grande de estudiantes, se traducen en un crecimiento significativo de la heterogeneidad en la oferta universitaria durante los últimos años (Müller et al., 2016)

Con la masificación de las prácticas de administración por calidad total y sus beneficios asociados, surge la necesidad de aplicar sus metodologías y prácticas – originalmente desarrolladas para la industria productiva y de servicios – adaptándolas al rubro académico con sus particularidades y especificidades claramente marcadas. Actualmente, muchos de los distintos tipos de acreditaciones de los sistemas de calidad, así como los premios de calidad nacional e internacionales, han incorporado al rubro de la educación como un tipo de organización específica y distinta a los demás. En estos procesos de certificación, se busca garantizar el cumplimiento de estándares mínimos de calidad para todos quienes se adscriben a un determinado currículo que se desea acreditar por una entidad externa, autorizada para cumplir con esta labor (Valenzuela, 2010).

En este escenario, se han desarrollado una serie de acciones y programas que aspiran a la mejora de la calidad de la educación superior, entre ellas, destaca la creación de agencias encargadas de la evaluación y acreditación de la educación superior, con una diversidad de modelos y niveles en su desarrollo. Argentina, Chile, Colombia y México corresponden a una muestra representativa de las diversas facetas del desarrollo en la región de los sistemas consolidados de evaluación y acreditación de las instituciones y programas (Müller et al., 2016).

No obstante, la diversificación de los mecanismos de acreditación llevó rápidamente a que se pudieran observar procesos y modelos evaluativos distintos, basados en criterios propios de cada nación o entidad acreditadora. Y, como consecuencia natural, se da origen a la acreditación internacional como nuevo paradigma de evaluación en la educación local, regional o internacional (Rama, 2009).

Para los programas de ingeniería, esto pasó, rápidamente, de ser una novedad a ser una necesidad (Duque et al., 2011): ya se puede ver que muchas universidades enfrentan seriamente el desafío de la internacionalización de sus programas (Müller et al., 2016). El objetivo de esto es demostrar que sus currículos poseen niveles similares a aquellos programas que, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, han cumplido con altos estándares en cuanto a la calidad de la formación impartida (Prados et al., 2005)

La Academia Politécnica Naval (APN) no está ajena a la obligación de acreditarse en Chile (Cáceres & Valenzuela, 2019). Del escenario globalizado en el que, por características propias de la especialidad, se desempeñan actualmente los ingenieros navales, surge la interrogante sobre qué tan preparados están los programas existentes para hacer frente a esta realidad (Lamb & Cooper, 2006). Cabe entonces preguntarse respecto de las competencias declaradas en los perfiles de egreso ¿Son estas, coherentes con los criterios de acreditación internacional predominantes? y respecto de las mallas curriculares ¿Están suficientemente actualizadas?

El presente trabajo –de carácter exploratorio– procura dar una primera aproximación para responder a las interrogantes planteadas, respecto de las cuatro especialidades de ingeniería naval de la APN, contrastando sus perfiles de egreso y currículum, con dos de los criterios de acreditación internacionalmente aceptados.

¿Para qué sirve la acreditación internacional?

En general la acreditación, entendida como un proceso en el que se mide si una institución o programa cumple con ciertos estándares especificados para una educación de calidad, es importante, porque otorga garantía pública de la competencia profesional de los egresados y facilita el reconocimiento de títulos y el intercambio de profesionales a nivel tanto nacional como internacional (Müller et al., 2016). Se trata de poder asegurar que los egresados de una determinada institución poseen un cierto grado de dominio de las competencias de la disciplina escogida.

La acreditación internacional, entonces, tiene validez fuera de los marcos nacionales donde fueron dados los títulos correspondientes. Una actividad de valorización superior que permite un mayor reconocimiento y movilidad internacional de los profesionales egresados de un determinado país. La evidencia recabada en torno a los beneficios asociados a la acreditación internacional señala que esta incentiva la demanda por las universidades que han alcanzado la certificación y aumenta el prestigio de estas (Ferreiro et al., 2019). Adicionalmente, se ha demostrado que los egresados de carreras acreditadas internacionalmente tienen mayores posibilidades de insertarse con éxito en el mercado laboral (Müller et al., 2016).

Además de beneficiar a los egresados, las propias instituciones se ven favorecidas al momento de acreditarse internacionalmente (Barragán Codina, 2009; Prados et al., 2005), destacándose una serie de beneficios tales como jerarquizar y poner en valor a las instituciones educativas en un marco comparativo global, el establecimiento de convenios internacionales para programas de intercambio de alumnos de pre y posgrado, convenios internacionales de investigación, estancias sabáticas de investigadores, apoyo para la asistencia a congresos internacionales, capacitación y proyección internacional de profesores, prestigio internacional de la institución de educación superior evaluada positivamente, entre otros (Müller et al., 2016).

ABET: prestigio en ingeniería y tecnología

ABET1 es la ONG de mayor prestigio para acreditación de programas de ciencias aplicadas, computación, ingeniería y tecnología en el escenario internacional. Este organismo, por medio de la Engineering Accreditation Commission, acredita programas de ingeniería dentro de Estados Unidos desde 1932 y en el contexto internacional desde 2006 (ABET, 2019; Duque et al., 2011; Prados et al., 2005; Rodríguez & Pinilla, 2013)

Como se explica en “Criteria for accrediting engineering programs”, el proceso de acreditación comprende cinco pasos: alistamiento, solicitud de evaluación, autoevaluación, evaluación externa y acreditación formal (Accreditation Step by Step | ABET, n.d.). En el mismo documento, el apartado “General Criteria for Baccalaureate Level Programs” contiene los criterios de evaluación cuyo cumplimiento debe ser demostrado.

De los ocho criterios listados, el tercero, “Student Outcomes”, se define como los resultados que describen lo que se espera que los estudiantes sepan y puedan hacer al momento de la graduación. Estos se relacionan con el conocimiento, las habilidades y los comportamientos que los estudiantes adquieren a medida que avanzan en el programa (ABET, 2019; Iqbal Khan et al., 2016). Para efectos del presente estudio, es lo que se conoce como competencias del perfil de egreso. Asimismo, se establece que “el programa debe tener resultados documentados de los estudiantes que respalden los objetivos educativos del programa. El logro de estos resultados prepara a los graduados para ingresar a la práctica profesional de la ingeniería” (ABET, 2019).

Las competencias demostrables son:

  1. La capacidad de identificar, formular y resolver problemas complejos de ingeniería aplicando principios de ingeniería, ciencias y matemáticas.
  2. La capacidad de aplicar el diseño de ingeniería, para producir soluciones que satisfagan necesidades específicas con consideración en la salud pública, seguridad y bienestar, así como factores globales, culturales, sociales, ambientales y económicos.
  3. La capacidad de comunicarse efectivamente con una variedad de audiencias.
  4. La capacidad de reconocer las responsabilidades éticas y profesionales en situaciones de ingeniería y hacer juicios informados, que deben considerar el impacto de las soluciones de ingeniería en contextos globales, económicos, ambientales y sociales.
  5. La capacidad de funcionar de manera efectiva en un equipo cuyos miembros juntos brindan liderazgo, crean un entorno colaborativo e inclusivo, establecen metas, planifican tareas y cumplen objetivos
  6. La capacidad de desarrollar y llevar a cabo la experimentación adecuada, analizar e interpretar datos, y utilizar el juicio de ingeniería para sacar conclusiones.
  7. La capacidad de adquirir y aplicar nuevos conocimientos según sea necesario, utilizando el aprendizaje adecuado

El quinto de los ocho criterios es “Currículum”, establece los requisitos que debe cumplir el plan de estudios especificados por áreas temáticas apropiadas para la ingeniería, pero no prescribe cursos específicos. El plan de estudios debe proporcionar contenido adecuado para cada área, para garantizar que los estudiantes estén preparados para ingresar a la práctica de la ingeniería (ABET, 2019) y debe incluir a lo menos:

  1. Un mínimo de 30 horas-créditos semestrales2 (o equivalentes) de una combinación de matemáticas y ciencias básicas de nivel universitario con experiencia experimental apropiada para el programa.
  2. Un mínimo de 45 horas-créditos semestrales (o equivalentes) de temas de ingeniería apropiados para el programa, que consisten en ingeniería y ciencias de la computación y diseño de ingeniería, y que utilizan herramientas de ingeniería modernas.
  3. Un componente educativo amplio que complementa el contenido técnico del plan de estudios y es coherente con los objetivos educativos del programa.
  4. Una experiencia culminante de diseño de ingeniería que 1) incorpora estándares de ingeniería apropiados y restricciones múltiples, y 2) se basa en el conocimiento y las habilidades adquiridas en el trabajo del curso anterior.
    Adicionalmente, para los programas que incluyan los términos arquitectura naval, ingeniería marina, ingeniería naval, ingeniería marítima, ingeniería oceánica o títulos similares, el currículum debe cumplir además, con los siguientes criterios específicos (ABET, 2019):
  5. La estructura del plan de estudios debe proporcionar amplitud y profundidad en toda la gama de temas de ingeniería que implica el título del programa.
  6. El plan de estudios debe incluir aplicaciones de probabilidad y estadística, mecánica de fluidos, dinámica y diseño de ingeniería a nivel de sistema.
  7. El plan de estudios para programas con títulos que contienen los términos arquitectura naval, también debe incluir hidrostática, mecánica estructural, propiedades de los materiales, sistemas de energía/propulsión e instrumentación apropiada para la arquitectura naval.
  8. El plan de estudios para programas con títulos que contienen los términos ingeniería marina, ingeniería naval, ingeniería marítima o similares, también debe incluir sistemas de energía/propulsión, propiedades de materiales e instrumentación apropiada para la ingeniería naval.
  9. El plan de estudios para programas con títulos que contienen los términos ingeniería oceánica o similares, también debe incluir mecánica de sólidos, hidrostática, oceanografía, mecánica de olas y acústica submarina.

Metodología de estudio

Considerando la creciente relevancia que ha ido adquiriendo la acreditación internacional y considerando los motivos y beneficios asociados que han sido enunciados previamente, y que ABET es una de las organizaciones con mayor prestigio en la acreditación de carreras de ingeniería a nivel mundial; es pertinente la realización de un análisis comparativo que permita determinar el nivel de concordancia actual entre las competencias declaradas en los perfiles de egreso y los currículums de las especialidades de ingeniería naval de la APN con los criterios tercero y quinto de ABET; ello permitirá arrojar luces sobre las preguntas de investigación formuladas.

Se consideraron, las cuatro especialidades de ingeniería naval que se imparten actualmente en la APN: Ingeniería Naval Mecánica, Eléctrica, Electrónica e Ingeniería Naval en Hidrografía y Oceanografía.

El análisis se efectuó en cuatro fases: en la primera se realizó el levantamiento de información y estudio de las competencias del perfil de egreso de cada especialidad. En la segunda, habiendo comprendido el alcance de las competencias declaradas, se verificó si para cada habilidad contenida en el criterio de ABET, existe un equivalente en el perfil de egreso de cada especialidad. La tercera fase consistió en la verificación del cumplimiento de los nueve requisitos del quinto criterio, mediante la revisión de las mallas curriculares correspondientes. La cuarta fase y final correspondió al análisis de los resultados obtenidos y a la explicitación de conclusiones que emergen del mismo.

Resultados

Para sintetizar los resultados obtenidos tras la aplicación de la metodología descrita, se han elaborado las siguientes tablas que muestran cuáles competencias de egreso y requisitos curriculares son abordados por cada programa.

El análisis de la información entregada por cada tabla sirve como punto de partida para identificar debilidades y fortalezas de cada especialidad.

Observando la tabla 1, se percibe que a modo general las cuatro especialidades de ingeniería naval cumplen con la mayoría de las competencias requeridas por el tercer criterio de ABET.

“Student Outcomes” de ABET Ingeniería Naval Mecánica Ingeniería
Naval
Eléctrica
Ingeniería
Naval
Electrónica
Ingeniería
Naval en
Hidrografía y
Oceanografía
1) La capacidad de identificar, formular y resolver problemas complejos de ingeniería aplicando principios de ingeniería, ciencias y matemáticas.
Declarada Declarada Declarada Declarada
2) La capacidad de aplicar el diseño de ingeniería, para producir soluciones que satisfagan necesidades específicas con consideración en la salud pública, seguridad y bienestar, así como factores globales, culturales, sociales, ambientales y económicos Inexistente Inexistente Inexistente Inexistente
3) La capacidad de comunicarse efectivamente con una variedad de audiencias. Declarada Declarada Declarada Declarada
4) La capacidad de reconocer las responsabilidades éticas y profesionales en situaciones de ingeniería y hacer juicios informados, que deben considerar el impacto de las soluciones de ingeniería en contextos globales, económicos, ambientales y sociales. Declarada Declarada Declarada Declarada
5) La capacidad de funcionar de manera efectiva en un equipo cuyos miembros juntos brindan
liderazgo, crean un entorno colaborativo e inclusivo, establecen metas, planifican tareas y cumplen objetivos
Declarada Declarada Declarada Declarada
6) La capacidad de desarrollar y llevar a cabo la experimentación adecuada, analizar e interpretar
datos, y utilizar el juicio de ingeniería para sacar conclusiones.
Declarada Declarada Declarada Declarada
7) La capacidad de adquirir y aplicar nuevos conocimientos según sea necesario, utilizando el aprendizaje adecuado. Inexistente Inexistente Inexistente Inexistente
Tabla 1: Comparación entre las competencias del perfil de egreso de las especialidades de ingeniería naval y los requerimientos de ABET.

La presencia de las competencias 1), 3), 4), 5) y 6) en las cuatro especialidades permite concluir que la forma en que se imparten los conocimientos y se entregan las herramientas es adecuada.

Por el contrario, las dos competencias inexistentes plantean la necesidad de reformular la forma en que los contenidos son seleccionados para su posterior enseñanza a los estudiantes.

En la tabla 2, se puede ver que las dos especialidades que más se ajustan a los requisitos del quinto criterio, son ingeniería naval mecánica y eléctrica (4+ requisitos).

Lo más relevante es la falta de los criterios 2 y 4, que refleja una desactualización profunda de los contenidos que tienen que ver con la aplicación de herramientas modernas de uso común en ingeniería y diseño. Este hallazgo es coherente con la falta de la competencia 2, que se ve en la Tabla 1. Los criterios 3 y 6, que son cumplidos en distinto grado por las cuatro especialidades, son concordantes con la falta de actualización de los contenidos de los programas.

Requisitos de “Curriculum” de ABET Ingeniería
Naval
Mecánica
Ingeniería
Naval
Eléctrica
Ingeniería
Naval
Electrónica
Ingeniería
Naval en
Hidrografía y
Oceanografía
1) Un mínimo de 30 horas-créditos semestrales (o
equivalentes) de una combinación de matemáticas y ciencias básicas de nivel universitario con experiencia experimental apropiada para el programa.
Cumple Cumple Cumple Cumple
2) Un mínimo de 45 horas-créditos semestrales (o
equivalentes) de temas de ingeniería apropiados para el programa, que consisten en ingeniería y ciencias de la computación y diseño de ingeniería, y que utilizan herramientas de ingeniería modernas.
No cumple No cumple No cumple No cumple
3) Un componente educativo amplio que complementa el contenido técnico del plan de estudios y es coherente con los objetivos educativos del programa. Solo
contenidos
técnicos
Solo
contenidos
técnicos
Solo
contenidos
técnicos
Solo
contenidos
técnicos
4) Una experiencia culminante de diseño de ingeniería que 1) incorpora estándares de ingeniería apropiados y restricciones múltiples, y 2) se basa en el conocimiento y las habilidades adquiridas en el trabajo del curso anterior. No cumple No cumple No cumple No cumple
5) La estructura del plan de estudios debe proporcionar amplitud y profundidad en toda la gama de temas de ingeniería que implica el título del programa. Cumple Cumple Cumple Cumple
6) El plan de estudios debe incluir aplicaciones de
probabilidad y estadística, mecánica de fluidos,
dinámica y diseño de ingeniería a nivel de sistema.
Falta
Diseño
Falta
Diseño
Falta
Diseño
Falta
Diseño
7) El plan de estudios para programas con títulos que contienen los términos “arquitectura naval”, también debe incluir hidrostática, mecánica estructural, propiedades de los materiales, sistemas de energía/propulsión e instrumentación apropiada para la arquitectura naval. Cumple,
a pesar
de que no
aplica
Cumple,
a pesar
de que no
aplica
Cumple,
a pesar
de que no
aplica
Cumple,
a pesar
de que no
aplica
8) El plan de estudios para programas con títulos que contienen los términos “ingeniería marina”, “ingeniería naval”, “ingeniería marítima” o similares también debe incluir sistemas de energía/propulsión, propiedades de materiales e instrumentación apropiada para la ingeniería marina. Cumple Cumple Cumple Cumple
9) El plan de estudios para programas con títulos que contienen los términos “ingeniería oceánica” o similares también debe incluir mecánica de sólidos, hidrostática, oceanografía, mecánica de olas y acústica submarina. No aplica No aplica No aplica No aplica
Tabla 2: Estudio comparativo de las mallas curriculares y los requerimientos de ABET

Conclusiones

La búsqueda de acreditación internacional en la educación superior es una tendencia que crece día a día como mecanismo estandarizado de aseguramiento de la calidad y de certificación del alcance de ciertas habilidades mínimas en los egresados de un determinado programa. Entre las agencias u organismos evaluadores y acreditadores de carreras de ingeniería, el que más destaca en el ámbito internacional es ABET y es, por esta razón, que sus requerimientos y criterios han sido utilizados como atributos de referencia para evaluar el estado de preparación y actualización de los programas de ingeniería naval de la APN.

A pesar de que este estudio tiene carácter de exploratorio, los resultados parecen indicar que los ingenieros navales que egresan, se enfrentan en desventaja respecto de sus pares civiles en una especialidad que es eminentemente de desempeño de carácter internacional.

Siendo la principal desventaja, la pérdida de vigencia del conocimiento entregado, se debe poner especial atención en la contenidos y herramientas que se entregan, pues, independiente de los esfuerzos que se realicen para la transmisión y aprendizaje de estos, si no están vigentes, lo entregado pierde su valor.

La razón por la que los conocimientos pierden vigencia es que la información hoy en día es totalmente dinámica, siendo necesario, entonces, que los contenidos y herramientas de las asignaturas que se imparten en cada especialidad contemplen aquel dinamismo, actualizándose continuamente, poniendo especial atención en mejorar las competencias relacionadas al pensamiento crítico y a la capacidad de auto aprendizaje a lo largo de la vida.

Los resultados del análisis efectuado permiten afirmar que las carreras de ingeniería naval de la APN, se encuentran apenas preparadas en términos de logro de resultados de aprendizaje y requisitos curriculares para enfrentarse a un hipotético proceso de acreditación internacional con ABET, como organismo de evaluación. No obstante, resulta pertinente que en cada disciplina se trabajen aquellos aspectos que se deben mejorar y se verifique la correcta preparación y cumplimiento de los criterios restantes que no se han incluido en este estudio.

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BIBLIOGRAFÍA

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