Revista de Marina
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  • Fecha de publicación: 01/02/2006. Visto 2 veces.
REVISMAR 1/2006 7 L a edición de la Revista de Marina del 31 de enero de 1897, señalaba: “No basta tener buques, cañones y elementos de combate; es necesario que ellos estén en el estudio de eficiencia más satisfactorio para sacar todo el provecho en el momento del conflicto”. Con esas palabras concluían los sóli - dos argumentos de un artículo que resal - taba la imperiosa necesidad de contar con un Estado Mayor para la Armada y, pre - viamente, con un organismo que capaci - tara a sus integrantes. La idea se transformó en proyecto y muy pronto se puso en ejecución, lo que permitió el nacimiento de la Academia de Guerra Naval, el 9 de octubre de 1911, con el propósito de capacitar a los Oficiales, para asesorar apropiadamente al Mando frente a las exigencias de empleo y rendi - miento del nuevo material naval que sería recibido y que incorporaba los avances tecnológicos propios de esa época. Nace así una antigua tradición, de la cual año a año damos testimonio, al graduar una nueva promoción de Oficia - les Especialistas en Estado Mayor, para quienes, en esta ocasión y al igual que antaño, se hacen evidentes los desafíos y responsabilidades que la modernización institucional les demandará en el futuro cercano, frente al avance tecnológico que ese proceso conlleva y frente a la amplia - ción de los roles tradicionales que la Armada de Chile está llamada a asumir, como aporte imprescindible al progreso y desarrollo de nuestra patria. Así, con la solemnidad que otorga la presencia del Señor Ministro de Defensa Nacional, del Señor Comandante en Jefe de la Armada y de importantes autorida - des civiles y militares de nuestro país, con particular orgullo entregamos al Servicio Naval 19 Oficiales Especialistas en Estado Mayor. Asimismo, tenemos el honor de graduar a un Oficial de Ejército y un Ofi - cial de nuestra Fuerza Aérea, junto a un selecto grupo de alumnos extranjeros representando a las Armadas amigas de Argentina, Brasil, Corea, España y Esta - dos Unidos de Norteamérica. El camino recorrido no ha sido fácil. El proceso formativo ha sido exigente y severo. Los conocimientos adquiridos en largas jornadas de clases y estudio, les han proporcionado a los alumnos una sólida base profesional y cultural que les permitirá afrontar los problemas con un criterio analítico, pudiendo así definir enfoques personales y creativos, asu - miendo la responsabilidad de sus ideas y elaborando un pensamiento propio. En ese contexto, todas las discipli - nas que se impartieron durante el curso y todas las actividades relacionadas estu - vieron siempre inspiradas por lo que constituye la esencia de nuestra profe - sión, ganar la guerra en el mar, y con ello, contribuir al logro de la victoria final para nuestra Patria, cuando sea menester. Ese es y continuará siendo el rol tradi - cional que orienta nuestro quehacer, ya que los cambios en el escenario mundial donde la preeminencia económica y de derecho, que parecen sustentar la relación entre los estados, lamentablemente no son capaces de asegurar la paz, como los hechos cruda - mente lo comprueban cada cierto tiempo, Enrique Larrañaga Martin ** GRADUACIÓN DE OFICIALES DE ESTADO MAYOR AÑO 2005 * * Discurso pronunciado el 22 de diciembre de 2005, con motivo de la Graduación del Curso de Estado Mayor-2005. ** Capitán de Navío. Oficial de Estado Mayor. N. Director de la Academia de Guerra Naval. Licenciado en Ciencias Navales y Marítimas. Profesor Militar de Academia. Graduado del Curso de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Francia. GRADUACIÓN CURSO DE ESTADO MAYOR REVISMAR 1/2006 8 ENRIQUE LARRAÑAGA MARTIN cuando aparecen actores internacionales que artificialmente hacen aflorar intereses contrapuestos ya superados.Nuestros esfuerzos académicos no desconocen que Chile es un país con vocación de paz. Sin embargo, también estamos concientes que la mantención de la Paz, tan deseada por todos, requiere de una capacidad integral de los pueblos, donde cada entidad tiene sus responsabi - lidades, obligaciones y deberes, las que se inician con la misión de sus gobernantes para apreciar y resolver en beneficio de los intereses del estado nación y, finalizan con la capacidad de los hombres de armas; para respaldar las decisiones adoptadas por el conductor político, ya sea ejerciendo la disuasión que evita el conflicto, o bien, usando la capacidad militar cuando los entendimientos pacíficos son superados por discrepancias ineluctables. La renovación de los elementos a flote de nuestro poder naval constituye, una muestra de la visión de las autori - dades, quienes percibieron, que en este momento histórico, -en el que las carac - terísticas del escenario internacional inci - den en un marcado aumento en los roles para la Armada de Chile-, resulta impres - cindible contar con un Poder Naval efec - tivo y eficiente, cuya presencia contribuya a mantener la seguridad y estabilidad en las áreas de interés y que, como factor principal, asegure su contribución vital a la defensa de la patria, ya sea como ins - trumento de nuestra política exterior o como protector directo del amplio patri - monio nacional en el ámbito marítimo. Consecuentemente, nuestra partici - pación en este proceso se orienta a cerrar el ciclo ya mencionado, al aumentar las capacidades profesionales de aquellos que tendrán la responsabilidad de con - ducir o de asesorar en la optimización del rendimiento del binomio que confor - man los hombres de armas y el complejo material que operan. En ese contexto, siendo la defensa de nuestra soberanía e integridad terri - torial la función de mayor relevancia que cumple la Armada, y al desarrollarse en conjunto con el resto de las institucio - nes de las Fuerzas Armadas, los nuevos especialistas tuvieron la oportunidad de participar, junto a los alumnos de las Aca - demias de Guerra del Ejército y la Fuerza Aérea, en un extenso período de instruc - ción conjunta, el cual consideró -además del aprendizaje teórico característico de las operaciones inherentes a cada institu - ción y de la participación en ejercicios de simulación y adiestramiento en la toma de decisiones- un completo conocimiento del territorio nacional y sus principa - les particularidades bajo el prisma de la geopolítica y la seguridad nacional. Sin perjuicio de la importancia cen - tral otorgada al accionar conjunto y a la responsabilidad naval en ese ámbito, los alumnos también tuvieron la oportunidad de analizar en profundidad los importan - tes aportes que la Institución cumple en apoyo a la Política Exterior Chilena y del desarrollo económico y social del país. En este sentido, la ampliación de los roles tradicionales acentuados por las características que actualmente presenta la inserción comercial de Chile, sumado a nuestra condición primordialmente marítima, evidencia al Poder Naval como uno de los instrumentos del ámbito de la seguridad que en mejor forma se ajusta a los requerimientos de participación en las estrategias de cooperación con los países amigos y socios comerciales, en especial cuando éstas se orientan a mantener las condiciones de seguridad que permiten la competitividad de nuestros productos. La visita de nuestros alumnos a algunas Marinas amigas durante su viaje de estu - dios, así como las diferentes conferencias y seminarios realizados contribuyeron significativamente a la profundización de esta temática. Con esta visión amplia del queha - cer institucional, nuestros graduados de Estado Mayor regresan al servicio naval, con una mayor disposición mental para enfrentar y aceptar los cambios, capaci - dad crítica y analítica para diferenciar - los de las simples modas y una superior capacidad de trabajo conjunto. Además poseen mayor habilidad para incorporar dimensiones internacionales, jurídicas, económicas y sociales en sus acciones y proposiciones. REVISMAR 1/2006 9 Esta capacidad para analizar, razo - nar y resolver con solidez, creatividad y amplio criterio, es tal vez, el principal y el más importante sello distintivo que la Academia de Guerra Naval entrega a sus egresados. Al dejar nuestras rigurosas aulas lle - vando en el pecho la medalla minerva, quiero señalarles que la Academia siente la satisfacción de haberlos preparado adecuadamente para integrar el selecto grupo de analistas sensibles, planificado - res hábiles y comunicadores eficaces que nuestra institución requiere. Para ello han recibido una esforzada entrega de conocimientos y experiencias por parte de todos vuestros profesores, a quienes rindo hoy un merecido reconoci - miento de gratitud, ya que con toda pro - piedad conforman el marco que acrisola nuestra tradicional excelencia académica. Al iniciar estas palabras señalaba que el camino recorrido no ha sido fácil. Han debido enfrentar una dedicación casi per - manente para satisfacer vuestras metas académicas, lo que en múltiples oportu - nidades les ha obligado a postergar vues - tras familias y delegar en vuestras esposas las responsabilidades propias del Jefe del Hogar. A ellas, me permito dirigirme en este día especial, que estoy seguro, les representa un profundo orgullo y un espe - cial significado. Lo demandante que ha sido este período para vuestros esposos exigió de ustedes, una vez más, entrega y comprensión, cooperación y tolerancia. Por ello, les ofrezco mi admiración y reco - nocimiento más sincero. Por otra parte, al finalizar el Curso de Estado Mayor–2005, y al despedirnos de los Oficiales de las Armadas amigas que nos acompañaron entregándonos la oportunidad de compartir otros puntos de vista acuñados por experiencias dis - tintas y por un bagaje cultural de matiz diferente, queremos pedirles que lleven a sus respectivos países el mensaje de amistad de los marinos chilenos y que transmitan el ideario de paz, libertad y fraternidad internacional que caracteriza a nuestra patria. Esperamos que obten - gan el mayor de los éxitos en sus futuras carreras, las que seguiremos con interés, afecto y orgullo, ya que seguirán siendo parte de nuestra Academia e Institución. Señor Ministro de Defensa Nacional, Señor Comandante en Jefe de la Armada, distinguidas autoridades e invitados especiales que hoy nos acompañan: vuestra presencia honra esta jornada aca - démica en la que se reconoce el esfuerzo y la dedicación de este grupo de Oficia - les jefes. Puedo asegurarles que estamos entregando al servicio naval un grupo de Oficiales con pensamiento propio, con doctrina clara, con sólidos conocimientos de Estado Mayor y prestos a integrarse a sus nuevas tareas, continuando con la senda del profesionalismo, seriedad y honestidad que ha caracterizado siempre a nuestros especialistas en Estado Mayor. Señores Oficiales que hoy egresan: como cada año, una vez más se ha izado la señal de zarpe que indica que la tarea emprendida está terminada y que han completado una nueva etapa en su forma - ción profesional. Pueden estar seguros de que la preparación obtenida y las capaci - dades adquiridas les permitirán desarrollar una capacidad de pensamiento y un crite - rio profesional amplio que podrán aplicar sin sesgos durante toda su carrera naval. Al desearles “Viento a un largo” y una fructífera navegación en vuestros nuevos rumbos, los insto a recordar siempre, que más allá de conocer y estudiar nuestro escenario geográfico y sus proyeccio - nes; más allá de entregar distintos cono - cimientos aplicables al arte de la guerra; más allá de posibilitar la obtención de un perfil privilegiado en valores espiri - tuales y morales; más allá de incentivar la inquietud por analizar críticamente el entorno y buscar las mejores soluciones para los distintos problemas militares; más allá de todo ello, la Academia tiene la certeza de que ustedes sabrán mantener el derrotero trazado, el que les obliga a adaptarse a los escenarios del futuro, sin claudicar jamás en la incesante búsqueda que ha caracterizado desde siempre a la Marina de Chile: servir mejor a nuestra patria, venciendo en la guerra y engran - deciéndola en la paz. * * * GRADUACIÓN DE OFICIALES DE ESTADO MAYOR AÑO 2005

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