Por ROSENKRANZ ROMERO, JENS .
En la actualidad, Estados Unidos y la OTAN consideran siete funciones conjuntas para desarrollar el proceso de planificación y conducción de las operaciones. La última función conjunta incluida en sus doctrinas corresponde a informaciones. Lo anterior responde a un constante avance tecnológico que requiere adaptar la forma de preparar, planificar y conducir las fuerzas para cumplir los objetivos estratégicos, operacionales y tácticos. Particularmente la información afecta transversalmente los cinco dominios del ambiente operacional y el dominio marítimo no es la excepción.
Today, the USA and NATO considers seven joint functions in the operation planning process. The last function included in their doctrine is Information. This function was introduced in response to the constant technological advancements that requires adapting the way for preparing, planning, and conducting forces to meet strategic, operational, and tactical objectives. Information specifically affects across all five domains at the operational level, and the maritime domain is not an exception.
El 25 de junio de 1961 el gobierno iraquí al mando del general Kassem, anunció por la radio de Bagdad su intención de anexar a Kuwait a su territorio, por lo que la respuesta inmediata de estos últimos fue solicitar ayuda a Gran Bretaña. Para el primero de julio el HMS Bulwark desembarcó 600 infantes de marina y tanques. Posteriormente Gran Bretaña posicionaría una flota de 45 buques que incluían dos portaaviones en las costas de Kuwait. Con el movimiento de fuerzas, Iraq fue disuadido de realizar el ataque y en 1963 reconocería la independencia de Kuwait (Cable, 1977).
La información ya sea a través de un comunicado o por una acción en particular, incide en las decisiones que se adoptan y afectan el comportamiento de las fuerzas en oposición entre muchos otros efectos que se pueden dar. La información y las tecnologías de la información han impactado de tal forma en los conflictos, que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y los Estados Unidos de Norteamérica han incorporado “Información” como la séptima función conjunta; sin embargo, la doctrina conjunta chilena aún no. La influencia de la información en todos los dominios, incluido el marítimo, hacen necesario buscar obtener la superioridad en este campo para lograr llegar al estado final deseado, por lo que demandará a las fuerzas navales incluirla, no solo en la conducción de las operaciones, sino que también a los procesos de preparación y planificación. En base a lo experimentado por parte de Estados Unidos desde la guerra de Vietnam y la OTAN en su participación en los conflictos de los últimos 25 años, al avance tecnológico y los cambios en la característica de los conflictos, la función conjunta Información afecta todos los dominios, por lo que es relevante para la guerra en el mar.
La evolución de la sociedad, la economía y la tecnología han llevado a cambiar constantemente la forma de planificar, conducir, combatir y ganar las guerras o conflictos. Es así como los conductores estratégicos y operacionales, que han sabido adaptarse a estos cambios, han logrado obtener una superioridad relativa sobre sus adversarios. “Los métodos de empleo de combate de las fuerzas navales cambiaron gradualmente debido a los efectos de los nuevos avances tecnológicos a mediados y finales del siglo XIX” (Vego, 2008). El cambio de la navegación a vela por la de vapor o la introducción de nuevas armas como los torpedos, permitieron generar nuevas ventajas y amenazas a los buques de combate.
Durante la primera guerra mundial, el uso de armamento de mayor letalidad y calibre, la construcción en serie, el empleo de nuevas estrategias de combate en virtud de la calidad y cantidad del armamento, el uso de la radio frecuencia y los adelantos en las comunicaciones cifradas, permitieron ventajas comparativas en el espacio de batalla terrestre, marítimo y aéreo (Rodrigo, 2012).
Tiempo después el mundo fue afectado por una nueva guerra mundial. Otra vez fue necesario emplear el ingenio e intelecto para cumplir con el estado final deseado. Por primera vez se utilizaría una computadora para poder quebrar el código de la máquina Enigma y así derrotar a los alemanes. Por otra parte, los Estados Unidos emplearían la bomba atómica para lograr la rendición de Japón. El empleo de estas nuevas tecnologías se debió a la necesidad de obtener una ventaja favorable por sobre los adversarios, quienes intentaron imponer su voluntad, con el esfuerzo necesario para lograr sus objetivos políticos. Sin embargo; los vencedores, al emplear correctamente y coordinar los instrumentos del poder nacional, en especial el instrumento militar, apalancados por la maniobra y los avances tecnológicos, quebraron la voluntad de lucha de sus enemigos para lograr la victoria. Hoy en día la situación no es diferente. La tecnología avanza más rápido que nunca y esto requiere de nuevas adaptaciones en la forma de prepararse, planificar y conducir las operaciones para vencer al adversario en todos los dominios. Se debe tener en consideración que estamos en la era de la información y tanto el adversario como las fuerzas amigas y propias se nutren de esta para la toma de decisiones.
Gracias a la prensa, la percepción de acontecimientos puede verse afectada en mayor o menor medida, dependiendo si se le saca provecho o no. Esta percepción puede cambiar rápidamente ya que la influencia de los medios se lleva a cabo en escalas de tiempo, espacio e intencionalidad nunca antes vista. “Vietnam fue la primera guerra con cobertura televisiva y un cambio monumental en las relaciones entre la prensa y las fuerzas armadas de Estados Unidos” (Belknap, 2001). Quince años después, la operación Tormenta del Desierto, “sería la guerra con mayor cobertura en la historia” (Hudson & Stainer, 1998). Las nuevas tecnologías como la televisión satelital transmitida las 24 horas y siete días de la semana, han permitido a la audiencia tener una idea de lo que ocurre en los conflictos armados. Para el caso de la guerra de Vietnam, la transmisión de imágenes sin censura, fue utilizada por los vietnamitas del norte para lograr quebrar la voluntad del pueblo estadounidense, degradando uno de los pilares de la trilogía del general Clausewitz y obligándolos a retirarse de la guerra. En cuanto a la primera intervención en Iraq, Estados Unidos comprendió que la prensa jugaba un papel importante en el desarrollo del conflicto. Las fuerzas de la coalición estuvieron bajo la mirada de un ojo que no pestañea, por lo que vieron en esto, tanto una oportunidad como una amenaza. Es cierto que el flujo de información no puede ser controlado por ninguna de las partes con toda libertad, pero puede administrarse mediante la emisión cuidadosa y sincronizada de comunicados diseñados para dar forma al entorno de información. El hecho de que los canales de televisión como CNN transmitieran prácticamente en vivo, fue un factor tomado en cuenta por parte de las fuerzas armadas de Estados Unidos y sus aliados, para poder entregar un mensaje a su adversario y a la audiencia, ellos estaban ahí para liberar a Kuwait de un pueblo opresor como Iraq, el que no repararía en ocupar armas químicas como ya lo había hecho durante la guerra contra Irán y el pueblo Kurdo.
Ahora bien, durante este conflicto, las fuerzas de la coalición no solo emplearon la prensa para producir un efecto y lograr un cambio en el comportamiento, también se apoyaron en las Operaciones Psicológicas (PSYOPS). Un claro ejemplo de lo anterior fue el empleo de panfletos para hacer pensar a las fuerzas iraquíes que el comienzo de la invasión vendría por medio de una operación naval a través de un asalto anfibio, lo cual era un engaño. “La ola, como se la llamó, fue una misión poco convencional pero crítica, en la que los panfletos se metían en botellas y se dejaban a la deriva por las costas de Kuwait” (4th Psychological Operations Group (Airborne), 2008). La comprensión de como la información puede jugar un rol importante en el desarrollo de los conflictos, da a entender de que merece ser considerada como un factor relevante en el proceso de planificación. Esto, sumado al masivo uso de dispositivos electrónicos como celulares y computadores por gran parte de la población, hace necesario tomar en cuenta como se debe integrar con las otras funciones conjuntas, para lograr los efectos suficientes y obtener una ventaja significativa sobre el enemigo.
Como se ha mencionado, la tecnología cumple un factor primordial en el ambiente de la información. De acuerdo con el informe anual de The Mobile Economic, “cerca del 49% de la población mundial está conectada a través de un teléfono inteligente, lo que equivale a 3,8 billones de personas” (GSM Association, 2020). Lo que representan estas cifras, es que existe un mayor número de público objetivo el cual puede ser objeto de un mensaje para cambiar su percepción mediante la información que se le suministra. El empleo de internet y redes sociales es de uso frecuente y muchas veces la información que se recibe puede no ser cierta (noticias falsas), de fuentes de las que muchas veces no se puede corroborar su veracidad. De acuerdo con Rand Waltzman (2012), en 2006 durante la segunda intervención en Iraq, un batallón de fuerzas especiales (FF.EE.) de Estados Unidos se enfrentó a fuerzas de Jaish al-Mahdi dando de baja a 16 o 17 adversarios, tomando prisionero a otros 17, destruyendo un acopio de armas y rescatando un rehén que se encontraba mal herido. En el intertanto, en que la unidad volvía a su base, los adversarios restantes volvieron al lugar de los hechos para arreglar la escena, moviendo los cuerpos de tal forma que parecía que estaban rezando cuando fueron abatidos. Tomaron fotografías, las subieron a internet y las filtraron a la prensa alegando el accionar de las FF.EE. de Estados Unidos. La unidad grabó su accionar por lo que pudo demostrar la realidad de lo ocurrido; sin embargo, el daño ya estaba hecho, ya que tardaron tres días en refutar lo sucedido. Debido a lo anterior, el Ejército ordenó realizar una investigación que duró 30 días, tiempo en el cual el batallón no pudo operar, dándole libertad de acción al grupo Jaish al-Mahdi en su área de responsabilidad. La información falsa generada por los beligerantes, a través de un dispositivo móvil, es de un costo relativamente bajo si se compara con el empleo de fuerza quinética1 para producir un efecto sobre un objetivo. Es por lo anterior que hoy en día la información resalta de mayor forma, ya que puede influir en las percepciones de los hechos y afectan directamente al proceso de toma de decisiones y con ello, las acciones a realizar por una determinada fuerza.
En base a los hechos históricos antes expuestos, la OTAN incluye Información como función conjunta a contar del 2011 en el AJP 3 (B) Allied Joint Operations; sin embargo, la nombra operaciones de información y la emplea para “asesorar y coordinar actividades de información militar para producir efectos en la voluntad, en el entendimiento del enemigo o posibles adversarios.” Por otra parte, Estados Unidos incluye la función conjunta Información para:
...administrar el manejo y la aplicación de la información y su integración deliberada con otras funciones conjuntas para influir en las percepciones, el comportamiento, la acción o la inacción de los actores relevantes, y la toma de decisiones humana y automatizada (Department of Defense, 2017).
El hecho de incluir Información como una función conjunta es producto de muchas razones. Primero, el contexto y la naturaleza de los nuevos conflictos armados cambia rápidamente y el empleo de la información, por parte del adversario, ha sido utilizada para legitimar su acción o desinformar, a través del empleo del internet, redes sociales, ciberataques, entre otros. Segundo, el ambiente de información (IE) también ha cambiado; la dimensión física evoluciona con la tecnología afectando la dimensión de la información y la cognitiva. Tercero, la manipulación de la información, por parte del adversario, afecta los procesos de toma de decisión. Cuarto, cada acción realizada por fuerzas propias es un mensaje que tiene una reacción por parte del oponente, por ejemplo, el desplegar una fuerza naval limitada frente a las costas de un país adversario producirá movimientos de tropa o se iniciarán procesos de negociación para evitar el conflicto. Finalmente, la victoria se logra cuando el adversario es derrotado, es decir, cuando ya no tiene voluntad para seguir luchando, en otras palabras, cuando sus emociones, percepciones, juicios, cohesión y actitud son tendientes a no seguir combatiendo, ya que entiende que ha llegado a su punto de culminación.
Ahora bien, si en el pasado se efectuaban operaciones de información y psicológicas, se tomaban las medidas de protección para la fuerza y los sistemas de mando y control cuentan con las medidas para proteger la información, ¿cuál es la necesidad de elevar Información a una función conjunta y cuál es su relevancia? “Algunos pueden argumentar que la incorporación de la función de Información es una carga institucional innecesaria. Hacer un cambio de esta naturaleza tiene implicaciones complejas en la doctrina, organización, capacitación, material, liderazgo y educación, personal e instalaciones” (Kelly, 2020). Como se evidencia en lo mencionado anteriormente, la evolución de las tecnologías de la información avanza constantemente, por lo que es poco prudente mantenerse en el statu quo, la adaptación es necesaria, así como la generación de nueva doctrina, inversión en nuevas capacidades y entrenamiento del personal, los hechos, a lo largo de la historia, así lo demuestran. “Como era de la información militar, cada función de combate y área de misión depende completamente de la información y la rápida toma de decisiones a lo largo de todo el conflicto” (Navy, 2020). Como se menciona en el JP 1 del 2017, la función conjunta información es complementaria a las otras. En cuanto a mando y control la recepción y transmisión de data (información) es vital para un entendimiento compartido de lo que se requiere realizar para unificar los esfuerzos y evitar la duplicidad de tareas. Inteligencia cumple un rol importante y comienza su trabajo en forma anticipada para lograr obtener información tanto del ambiente operacional como el de la información; el trabajo anticipado de inteligencia es fundamental para asesorar de forma correcta de cuáles son los objetivos y efectos que se deben lograr a través de las operaciones de información, decepción, psicológicas u otras. La función conjunta informaciones, a través de sus operaciones, puede influir a actores claves previo al movimiento de unidades para la realización de acciones y que estas sean realizadas con una menor fricción. Fuegos e información tienen una estrecha relación, debido a que ambas buscan lograr efectos, los cuales pueden ser producto de una acción quinética o no quinética, letal o no letal. La relación con protección está dada por la necesidad de proteger la información propia y negársela al enemigo a través de Operaciones de Seguridad (OPSEC). Finalmente, el sostenimiento que debe proveer de logística y personal para regenerar las fuerzas, puede ser un objetivo del enemigo para obtener la información sobre qué recursos cuenta el adversario, por lo que se debe integrar OPSEC a sostenimiento al igual que cuando se planifica para otros aspectos de las operaciones. La función conjunta informaciones abarca todos los dominios, eso incluye el marítimo y la fuerza naval puede cumplir una tarea importante en este sentido.
Al desarrollar planes que requieren de la libertad de navegación, control temporal y espacial del mar para poder explotarlo, se hace necesario utilizar todos los recursos para lograrlo y esto incluye el empleo de acciones ofensivas, defensivas y de apoyo. La guerra en el mar no se refiere exclusivamente a emplear acciones quinéticas sobre objetivos. La guerra en el mar se gana logrando los objetivos estratégicos u operacionales mediante la selección adecuada del método del empleo de la fuerza. “Un plan para una operación naval mayor debe ser apoyada por un plan operacional de operaciones de información” (Vego, 2008).
La disponibilidad de información oportuna, precisa y completa sobre todos los aspectos del espacio de batalla es un elemento clave en el éxito de la misión del comandante. La información, entonces, puede considerarse como un motor crítico e influirá significativamente en cómo se llevará a cabo la guerra” (Naval Studies Board; National Research Council, 1997).
En este sentido, la fuerza naval posee características únicas en cuanto a sus diversas capacidades de mando y control, sostenimiento y siempre listas al arribo. Los buques son excelentes plataformas de inserción para unidades de operaciones psicológicas, CIMIC o de guerra electrónica, además, se puede realizar recopilación de información inalámbrica por medio de sus sensores. Los buques pueden proporcionar el espacio para un equipo de PSYOPS embarcado. También, como parte de las operaciones psicológicas, se puede transmitir desde plataformas navales mensajes a través de frecuencia de radio AM/FM dirigidas hacia el público objetivo para cambiar su percepción y comportamiento. En ese mismo sentido, se pueden producir a bordo documentos, carteles, panfletos y otros materiales. Para la guerra en el mar, la planificación debe incluir también operaciones de decepción para sobrecargar la recolección de inteligencia y afectar el análisis del enemigo o negarle información vital y que tenga un entendimiento imperfecto y poco oportuno de la situación operativa. La información proporcionada o la que se le niega a través de la guerra electrónica le produce mayor fricción y lo ciega con la niebla de la guerra. Pero lo más importante es que la fuerza naval tiene el rol de negarle el espacio marítimo al adversario para la realización de todo tipo de operaciones, incluida la de información. Se deduce entonces que la función conjunta información es relevante para la guerra en el mar.
Finalmente, se puede concluir que los avances tecnológicos a lo largo de la historia han servido para adaptar las formas de prepararse, planificar, conducir y ganar las guerras y conflictos. En esta era de la información, la relevancia de este aspecto llevó a Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte a incorporar Información como la séptima función conjunta. La información es hoy, más que nunca, un factor que puede multiplicar los logros obtenidos en combate y, de esta forma, lograr alcanzar los objetivos estratégicos y llegar al estado final deseado. La información afecta a todos los dominios y es relevante para la guerra en el mar, es por lo anterior que para las fuerzas navales, con sus características únicas, es fundamental que integren la función conjunta información con las otras seis en el proceso de planificación, para que en forma coordinada se logren los efectos necesarios para influir en la percepción de la realidad del enemigo, entregándole información errónea o negándosela; afectar su proceso de toma de decisiones, llevándolo al error y, finalmente, quebrar su voluntad de lucha para lograr la victoria.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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