Revista de Marina
Última edición
Última edición

El loco de Dios en el fin del mundo

  • MIGUEL A. VERGARA VILLALOBOS

Por MIGUEL A. VERGARA VILLALOBOS

  • Fecha de publicación: 31/08/2025. Visto 246 veces.

Javier Cercas (1962) es un escritor español galardonado con numerosos premios a su variada obra. En este libro trata la visita a Mongolia del Papa Francisco en septiembre de 2023. El autor fue invitado por el Dicasterio de la Cultura y la Educación de la Santa Sede para escribir acerca del viaje a este remoto país budista, con no más de 1.500 católicos.

Su sorpresa fue mayúscula dado que, pese a proceder de una familia católica, siempre había sido crítico de la Iglesia Católica. Su ateísmo se enraizaba en algunas lecturas de Unamuno y, fundamentalmente, de Nietzsche. Lo que lo motivó a aceptar este desafío fue su interés por preguntarle al Papa sobre la resurrección de la carne y la vida eterna, para así satisfacer la inquietud de su anciana y devota madre, en cuanto a si se reencontraría con su fallecido esposo, como se lo indicaba su fe.

En los primeros capítulos relata lo que investigó respecto de este Papa jesuita y argentino, más las opiniones recogidas en el Vaticano, previo al viaje, en entrevistas con personeros de la curia que le aportaron antecedentes sobre la organización vaticana y también de la intimidad del Papa. A todos les planteó la interrogante sobre la vida eterna, que a decir de San Pablo es el centro del cristianismo (1Co 15,14). Además, inquiría sobre el clericalismo y cómo a través del discernimiento se podía alcanzar la “verdad de Dios”, según postulan los jesuitas. Asimismo, criticaba el anticuado lenguaje de la Iglesia para difundir la fe. De estos diálogos surgen importantes aportes para cualquier cristiano.

En la visita misma a Mongolia, se incluye el tradicional saludo que en el avión el Papa ofrece a la gran cantidad de periodistas especializados que lo acompañan. Destaca la audiencia personal que durante el vuelo Cercas tiene con el Papa, al cual le formula la pregunta sobre la vida eterna. Los detalles de la entrevista y la respuesta los da a conocer en el último capítulo, y no daré más luces para incentivar la lectura de este apasionante libro.

En Mongolia el autor relata sus vivencias con los misioneros, que allí dan testimonio de su fe. A todos les formula sus consabidas preguntas sobre la vida eterna, el clericalismo, el discernimiento y otras. Muchas respuestas son luminosas para cualquier católico. En la misma línea del Papa, concluye que el futuro del catolicismo está en una Iglesia misionera. Esta visita, en principio pastoral, se habría visto contaminada por la mirada geopolítica hacia China, a lo que contribuyó el propio Papa.

En los últimos capítulos, ya de regreso en el Vaticano, se relatan nuevas entrevistas, principalmente con quienes tienen a cargo las comunicaciones vaticanas. Si bien al término de este viaje el autor reafirma su ateísmo, me queda la impresión de que no es más que una pose intelectual.

En estas páginas, junto con criticar ciertas actitudes del Iglesia, también se desmitifican muchos prejuicios. Sobre todo, se realiza una aguda semblanza de Francisco, con sus virtudes y falencias. Independientemente de las críticas que se puedan hacer a su pontificado, no cabe duda de su humanidad y consecuencia entre el hacer y el decir; su apuesta por la misericordia y por la periferia las vivía intensamente. El autor lo retrata genialmente: Bergoglio es un hombre que lucha intensamente consigo mismo para ser Francisco.


Javier Cercas (1962) es un escritor español galardonado con numerosos premios a su variada obra. En este libro trata la visita a Mongolia del Papa Francisco en septiembre de 2023. El autor fue invitado por el Dicasterio de la Cultura y la Educación de la Santa Sede para escribir acerca del viaje a este remoto país budista, con no más de 1.500 católicos.

Su sorpresa fue mayúscula dado que, pese a proceder de una familia católica, siempre había sido crítico de la Iglesia Católica. Su ateísmo se enraizaba en algunas lecturas de Unamuno y, fundamentalmente, de Nietzsche. Lo que lo motivó a aceptar este desafío fue su interés por preguntarle al Papa sobre la resurrección de la carne y la vida eterna, para así satisfacer la inquietud de su anciana y devota madre, en cuanto a si se reencontraría con su fallecido esposo, como se lo indicaba su fe.

En los primeros capítulos relata lo que investigó respecto de este Papa jesuita y argentino, más las opiniones recogidas en el Vaticano, previo al viaje, en entrevistas con personeros de la curia que le aportaron antecedentes sobre la organización vaticana y también de la intimidad del Papa. A todos les planteó la interrogante sobre la vida eterna, que a decir de San Pablo es el centro del cristianismo (1Co 15,14). Además, inquiría sobre el clericalismo y cómo a través del discernimiento se podía alcanzar la “verdad de Dios”, según postulan los jesuitas. Asimismo, criticaba el anticuado lenguaje de la Iglesia para difundir la fe. De estos diálogos surgen importantes aportes para cualquier cristiano.

En la visita misma a Mongolia, se incluye el tradicional saludo que en el avión el Papa ofrece a la gran cantidad de periodistas especializados que lo acompañan. Destaca la audiencia personal que durante el vuelo Cercas tiene con el Papa, al cual le formula la pregunta sobre la vida eterna. Los detalles de la entrevista y la respuesta los da a conocer en el último capítulo, y no daré más luces para incentivar la lectura de este apasionante libro.

En Mongolia el autor relata sus vivencias con los misioneros, que allí dan testimonio de su fe. A todos les formula sus consabidas preguntas sobre la vida eterna, el clericalismo, el discernimiento y otras. Muchas respuestas son luminosas para cualquier católico. En la misma línea del Papa, concluye que el futuro del catolicismo está en una Iglesia misionera. Esta visita, en principio pastoral, se habría visto contaminada por la mirada geopolítica hacia China, a lo que contribuyó el propio Papa.

En los últimos capítulos, ya de regreso en el Vaticano, se relatan nuevas entrevistas, principalmente con quienes tienen a cargo las comunicaciones vaticanas. Si bien al término de este viaje el autor reafirma su ateísmo, me queda la impresión de que no es más que una pose intelectual.

En estas páginas, junto con criticar ciertas actitudes del Iglesia, también se desmitifican muchos prejuicios. Sobre todo, se realiza una aguda semblanza de Francisco, con sus virtudes y falencias. Independientemente de las críticas que se puedan hacer a su pontificado, no cabe duda de su humanidad y consecuencia entre el hacer y el decir; su apuesta por la misericordia y por la periferia las vivía intensamente. El autor lo retrata genialmente: Bergoglio es un hombre que lucha intensamente consigo mismo para ser Francisco.


Inicie sesión con su cuenta de suscriptor para comentar.-

Comentarios