- Fecha de publicación: 01/12/2005.
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Introducción.
H
oy finaliza mi larga carrera naval,
que ya suma 43 años desde que
ingresé como un joven cadete a
segundo año de la Escuela Naval, un 6
de febrero de 1962. Entre todas las tareas
profesionales que he desempeñado, sin
duda que conducir la Armada de Chile
ha sido la de mayor responsabilidad y la
más satisfactoria.
Mi gestión se materializó en momen -
tos de cambios institucionales muy
relevantes, algunos iniciados en adminis -
traciones anteriores, otros que se desa -
rrollaron por completo en mi período; y
dejo también algunas tareas en proceso
de concreción. Así es la Armada de
Chile, una Institución permanente de la
República, que trasciende a quienes tem -
poralmente la integramos, porque está
orientada por sus objetivos y encauzada
por sus tradiciones, valores y principios.
Éste, el momento de mi despedida,
lo estimo propicio para pasar una breve
revista a lo que fue mi período de cuatro
años al mando de la Armada de Chile.
Estrategia de los Tres Vectores.
En primer término, quisiera aclarar
que el poder Naval, particularmente en
el siglo XXI, es muchísimo más que las
capacidades necesarias para la guerra,
por cuanto la misión de la Armada no se
agota en el conflicto.
En efecto, además de resguardar
nuestra soberanía, debemos controlar
y fiscalizar los extensos espacios marí -
timos bajo la jurisdicción Nacional, y
contribuir a la proyección internacional
de Chile. En otras palabras, tenemos por
misión, proteger y promocionar los inte -
reses nacionales en el mar y a través del
mar, donde quiera que estos se encuen -
tren, desde la paz y para la paz. A esto
se suma que debemos estar preparados
para enfrentar amenazas no tradiciona -
les, como el terrorismo y el narco-tráfico
provenientes desde el mar.
Estas múltiples y variadas activida -
des que cumple la Armada, las hemos
agrupado en lo que denominamos la
“Estrategia de los Tres Vectores”: el
Vector Defensa, el Marítimo y el Inter -
nacional. Veremos resumidamente qué
hemos hecho en cada uno de ellos.
- Vector Defensa.
La Política de Defensa de Chile se
basa en dos pilares, la disuasión y la
cooperación, las que se complementan
y potencian mutuamente. En ambas
la Armada cumple un rol primordial, y
para ello requiere de buques oceánicos
capaces de disuadir y de interoperar efi -
cientemente con Marinas amigas. El prin -
cipal esfuerzo de mi gestión ha estado
centrado, precisamente, en contar con
unidades disuasivas y en condiciones de
Miguel Ángel Vergara Villalobos *
DISCURSO DE DESPEDIDA DEL
ALMIRANTE MIGUEL ÁNGEL
VERGARA VILLALOBOS
* Comandante en Jefe de la Armada (2001-2005). Oficial de Estado Mayor, Ingeniero Naval Electrónico, Master of Arts en Filosofía (The Catholic University of America, Washington DC, USA.) Preclaro Colaborador, desde 2003.
COMANDANCIA EN JEFE
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participar en ejercicios multinacionales,
en operaciones de paz y en el manejo
de crisis.
Inicié mi mando en un momento en
que la Armada enfrentaba el término de
la vida útil de todos los buques de su
Escuadra. Bajo el nombre de proyecto
“Tridente”, se había programado la cons -
trucción en Chile, de una primera etapa
de cuatro buques que, se estimaba, per -
mitirían sortear esta apremiante situa -
ción. Al ser descartada esta alternativa,
iniciamos, a fines del 2002, un programa
algo más modesto, que comprendía el
proyecto “Fragata” para la construcción
de tres buques; y el proyecto “Puente”,
para la adquisición de tres unidades de
segunda mano. Este último nos permitió
incorporar, en enero del 2004, la fragata
inglesa, tipo 22, Almirante Williams.
A fines del mismo año 2004, mien -
tras estábamos en el proceso de lici -
tación por buques nuevos, surgió una
conveniente oferta del Reino de Holanda
por cuatro fragatas de segunda mano,
lo que hizo aconsejable suspender el
proyecto de construcción y adquirir los
buques holandeses, los cuales arriba -
rán al país entre los años 2006 y 2007.
Actualmente, para completar la renova -
ción de los buques de la Escuadra, sólo
está pendiente el reemplazo de nuestras
viejas fragatas clase “Leander”.
En este escenario, no puedo sino
agradecer públicamente al Sr. Presidente
de la República que, comprendiendo el
destino marítimo de Chile y el rol de la
Marina en un mundo globalizado, ha
tomado la decisión de embarcarse en
un programa de renovación que ya com -
pleta cinco buques.
Este conjunto de adquisiciones,
complementadas con la construcción
en Francia y España de los submarinos,
clase Scorpene, O´Higgins y Carrera ,
proyecto iniciado en 1998 y ya próximo
a finalizar, constituye a mi juicio el paso
más trascendente dado por la Institución
en el último siglo, en cuanto a desarro -
llo del Poder Naval. El impacto que este
proceso está produciendo en la Armada
es inmenso, porque la incorporación
de estas unidades conlleva cambios en
el apoyo logístico, en la organización a
bordo y en el sistema educacional.
Pero el progreso de la Armada no se
limita a estas importantes adquisiciones,
ya que simultáneamente hemos avan -
zado en otros proyectos tecnológicos
muy relevantes, destinados a mejorar
especialmente el área de mando y con -
trol. También, hemos continuado con la
modernización y equipamiento de las
fuerzas de Infantería de Marina, de modo
de disponer de una eficiente herramienta
para la participación y cooperación inter -
nacional, tareas de creciente importancia
en el mundo globalizado en el cual Chile
está inserto.
- Vector Marítimo.
El vector marítimo dice relación
con el control del mar en tiempo de
paz. Además de la seguridad de la vida
humana, comprende la fiscalización y
apoyo a las actividades productivas en
el mar, tales como pesca, acuicultura,
transporte y recreación; actividades
todas de mucha significación econó -
mica, y que se han visto incrementadas
exponencialmente en los últimos años.
Desde la perspectiva de la Seguri -
dad, a contar del año 2002, como conse -
cuencia del ataque terrorista perpetrado
en Nueva York, se han agudizado las
exigencias de control y seguridad marí -
tima en todos los países desarrollados.
En este contexto, la Armada, a través de
la Dirección General del Territorio Marí -
timo (DIRECTEMAR), puso en ejecución
el Código ISPS - Código Internacional
para Seguridad de Naves y Puertos – pro -
mulgado por la Organización Marítima
Internacional de las Naciones Unidas.
Esto significó un esfuerzo especial para
la Marina, que fue resuelto adecuada
y oportunamente, en coordinación con
las empresas portuarias y navieras. Con
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satisfacción puedo decir que, en tiempo
record, se inspeccionaron y certificaron
62 instalaciones portuarias y 40 naves
de bandera nacional, lo que permitió
que nuestra carga siguiera accediendo a
los puertos norteamericanos y europeos
sin atrasos ni restricciones.
En lo referido a la protección de
nuestros recursos, la DIRECTEMAR ha
desarrollado un sistema para controlar
en tiempo real la actividad pesquera
en todo el litoral nacional, basado en
un equipo de posicionamiento satelital,
cuyo uso es obligatorio para todas las
naves de pesca industrial. Por su parte,
para el control del espacio marítimo
comprendido entre el Estrecho de Maga -
llanes y el cabo de Hornos, contamos
con sistemas de detección y comunica -
ciones estandarizados, para el control
del tráfico marítimo, de modo de ofrecer
mayor seguridad, no sólo a las personas
y sus actividades sino también para pro -
teger el ecosistema; este esfuerzo apunta
a contribuir a la explotación turística e
industrial de esa región.
Nuestro afán por optimizar la pro -
tección y salvaguardia de los intereses
marítimos nacionales en nuestra extensa
Zona Económica Exclusiva ha sido per -
manente. Para responder a estas exigen -
cias, en mí período se construyeron en
ASMAR (T), 10 lanchas clase PROTEC -
TOR, de 110 toneladas, completando así
16 unidades destinadas, principalmente,
a la vigilancia de las 12 millas de Mar
Territorial. A su turno, para incremen -
tar el control de áreas próximas a las
200 millas, recientemente iniciamos un
proyecto para la construcción en Chile
de dos Patrulleros de Zona Marítima, de
1.800 toneladas de desplazamiento, con
capacidad para trasportar un helicóptero
mediano, buques que deberían estar
operacionales a mediados del 2008 el
primero, y a fines del 2009 el segundo;
esperamos que este proyecto tenga un
favorable impacto en el ámbito laboral
de la VIII Región.
- Vector Internacional.
La mayor participación de Chile en
asuntos internacionales de todo orden,
comerciales, políticos y de seguridad,
ha planteado nuevos e interesantes
desafíos a las FF. AA. en general, y a la
Armada en particular.
En lo relacionado con la seguridad y
cooperación internacional, estamos pre -
sentes en Operaciones de Paz en Haití y
en Chipre, con fuerzas de Infantería de
Marina. Además, como parte de nuestro
entrenamiento, participamos regularmente
en importantes ejercicios navales multina -
cionales, los cuales nos han permitido
interoperar con marinas más modernas
y con altas capacidades operativas, entre
ellas: EE.UU., Inglaterra, Francia, Canadá,
Australia, Japón, Corea, etc. En el ámbito
regional participamos con Fuerzas Nava -
les de Perú, Ecuador, Colombia y otros,
en los ejercicios Unitas, Unitas Anfibio y
Panamax; este último para una eventual
defensa del canal de Panamá.
Estas operaciones multinacionales,
junto con señalarnos que avanzamos
en la dirección correcta en cuanto al
necesario entrenamiento en el manejo
de crisis internacionales, también nos
muestran la conveniencia de modernizar
el actual equipamiento si queremos inte -
roperar más eficientemente. El avance
de la tecnología y de la táctica no tiene
pausa; estamos conformes y orgullosos
con nuestro desempeño, pero debemos
trabajar intensamente para no quedar -
nos atrás. De allí la preocupación por
renovar nuestros viejos buques, situa -
ción que, como vimos, el Gobierno ha
comprendido y apoyado a cabalidad.
- Relaciones vecinales.
Como parte del Vector Internacional,
no podría dejar de referirme a la interac -
ción con las Marinas de los países limí -
trofes. Con la Armada Argentina hemos
logrado un nivel de confianza que nunca
antes tuvimos. Periódicamente reali -
zamos ejercicios Navales y marítimos;
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anualmente conformamos una Patrulla
Naval Combinada, en la Antártica; y
tenemos un fluido intercambio de ofi -
ciales, en áreas operativas y académi -
cas. Quizás lo más significativo es que
Guardiamarinas de la Armada Argentina
están efectuando su viaje de instrucción
a bordo de nuestro Buque Escuela Esme -
ralda . Creemos que la relación de amis -
tad y compañerismo que se forjará entre
estos jóvenes, futuros Almirantes, será
una contribución poderosa a la inten -
sificación de las medidas de confianza
mutua que hemos estado construyendo.
Con la Marina de Guerra del Perú
también hemos avanzado en forma
sustantiva. Normalmente programamos
ejercicios durante el tránsito de buques
de un país por las aguas del otro. Tene -
mos intercambios académicos de Oficia -
les en el ámbito de Academias de Guerra;
frecuentemente realizamos reuniones de
trabajo entre Altos Mandos; e intercam -
biamos visitas protocolares y deportivas.
No obstante, circunstancias externas a
las Instituciones han dificultado este pro -
ceso; pero nunca, hemos dejado de man -
tener una relación respetuosa, abierta y
franca. Superadas las dificultades esta -
mos prestos a continuar avanzando en
la consolidación de la confianza mutua.
También está en nuestro ánimo
acercarnos a la Armada boliviana. En
el último año he tenido gratas conver -
saciones con el Jefe Naval de ese país;
nos visitó una delegación encabezada
por un Almirante para la EXPONAVAL,
en diciembre pasado; y en abril de este
año recibimos la visita de otro Almirante,
esta vez el Director de Inteligencia Naval.
Nuestra voluntad está dispuesta, y espe -
ramos sinceramente que estos esfuerzos
a la larga fructifiquen.
- Gestión Institucional.
No podría finalizar esta suerte de
cuenta pública sin decir unas palabras
respecto de nuestra preocupación por
optimizar la gestión de los recursos.
• Recursos Monetarios.
Queremos saber en qué se invierte
cada peso y cuánto contribuye al cum -
plimiento de nuestras tareas. Para eso,
disponemos de planificación de largo,
mediano y corto plazo, y hemos incor -
porado las técnicas de gestión estraté -
gica más modernas disponibles en el
mercado, de modo de lograr el mejor
empleo de los recursos que Chile pone
a disposición de la Marina. Nuestro
empeño se orienta a la centralización,
normalización, y desagregación de toda
la información disponible en las distintas
áreas de la administración institucional.
En concreto, el actual sistema de
gestión de los recursos nos permite con -
trolar el cumplimiento de cada actividad,
su valorización y su contribución al cum -
plimiento de los objetivos de la Armada.
Es destacable que desde hace tres años
estamos elaborando el Estado Financiero
consolidado de toda la Marina, lo que es
inédito en una Institución de la Defensa.
• Recurso Humano.
En lo referido a la gestión del recurso
humano, somos conscientes que el capi -
tal más importante de la Armada de Chile
es su personal, y a ellos hemos dedicado
importantes esfuerzos. Estamos constru -
yendo un nuevo Hospital de las FF.AA.
en Punta Arenas; se han ampliado y
mejorado las áreas de recreación; y se
ha incrementado considerablemente el
número de soluciones habitacionales para
el personal que deba trasladarse a zonas
extremas, donde la oferta de arriendo de
casas es baja y de alto costo.
Asimismo, hemos construido buenas
y dignas instalaciones para la habitabili -
dad y trabajo de los marinos que cubren
guardias en islas y faros, ubicados en
lugares en extremo inhóspitos y aisla -
dos, donde deben llevar a sus familias
a vivir por períodos que se prolongan
hasta por un año.
Independientemente de los aspec -
tos de infraestructura, también hemos
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logrado mejoras en la administración del
recurso humano. Por ejemplo, el avance
en los estudios para la nueva carrera del
personal; la revisión y actualización de
las mallas curriculares; la incorporación
de la mujer con uniforme en la Armada;
y la concentración de todo el sistema de
administración del personal y de educa -
ción naval, en Las Salinas, en Viña del
Mar, con la consiguiente racionalización
de funciones y ahorro de costos.
- Tarea Pendiente.
En fin, las realizaciones son muchas
y debemos sentirnos satisfechos. Lamen -
tablemente, dejaremos en herencia una
tarea que nos gustaría haber comple -
tado. Se trata del acto de reencuentro
a bordo de la Esmeralda , que debimos
postergar ante exigencias de la contra -
parte que, aunque entendibles, honesta -
mente no estábamos en condiciones de
cumplir por no contar con los anteceden -
tes requeridos. A este respecto, quisiera
reiterar que, en el único proceso incoado,
hemos entregado todo lo que la justicia
nos ha solicitado, teniendo en cuenta que
el buque fue centro de detención por un
plazo que hemos estimado no superior a
dos semanas, inmediatamente después
del 11 de septiembre de 1973.
Aprovecho la oportunidad para decir
que la presencia de la Esmeralda en
puertos extranjeros es inmensamente
beneficiosa para el país, comparativa -
mente con las eventuales manifestacio -
nes en contra que, cuando ocurren, son
reducidas, pacíficas y de muy corta dura -
ción; no obstante, su masiva difusión es
tan efectiva, que induce a apreciaciones
erróneas incluso a personas supuesta -
mente informadas.
- Bienvenida al nuevo C.J.A.
Esta Marina que gruesamente
hemos esbozado es la que conducirá
a partir de hoy el Almirante Rodolfo
Codina Díaz, quien no sólo está absolu -
tamente interiorizado de lo que hemos
hecho, sino que ha sido parte importante
en los logros alcanzados. Logros que no
solamente se limitan a los ámbitos del
material y de la gestión de los recursos,
pues también se evidencian importantes
avances en la cercanía de la Armada con
la sociedad toda, tarea esta última que es
vital en los tiempos actuales.
El Almirante Codina asume la gran
responsabilidad de conducir a la Armada
por la senda de la modernidad en este
Chile Republicano, respetando a la vez
las tradiciones, valores y principios que
siempre la han caracterizado. Queremos
seguir siendo apreciados como la Marina
de todos los chilenos. La tarea no es fácil,
pero el Almirante Codina tiene los méritos
y las capacidades para lograrlo. Desde ya,
su hermosa familia con siete hijos, habla
de generosidad, de fe y de amor, cuali -
dades básicas en cualquier conductor de
hombres. A Rodolfo y a Gloria, su esposa,
les deseo mucho éxito.
- Agradecimientos y despedida.
Finalizo estas palabras con sinceros
agradecimientos a muchas personas que
hicieron posible mi gestión al mando de
la Armada, y que me prestaron invalua -
bles servicios, la más de las veces en
forma anónima y absolutamente desin -
teresada.
En primer lugar agradezco a todos
los Almirantes que sirvieron conmigo
en distintas etapas, porque fueron ellos
quienes lideraron y se comprometieron
con los proyectos en que estábamos
empeñados, única forma de que fuera
posible materializarlos.
Doy las gracias, también, al per -
sonal de Oficiales y Gente de Mar, en
todos los grados, sin cuya comprensión
y cooperación nada habría sido posi -
ble, porque una organización como la
Armada no podría progresar sin la parti -
cipación y compromiso de su gente. En
particular vayan mis agradecimientos a
quienes más estrechamente compartie -
ron día a día mis alegrías y vicisitudes,
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me refiero al personal de cámaras, de
seguridad y de secretaría; gracias por
vuestra paciencia.
Asimismo, agradezco a las autori -
dades civiles que desde distintos cargos
han contribuido al éxito de nuestros
proyectos; a los Oficiales de la Reserva
Naval que se han comprometido con los
objetivos de la Armada; a los medios de
comunicación social que han difundido
con objetividad el amplio espectro de
actividades a que estamos abocados.
Una vez más, doy gracias al señor
Presidente de la República que corrió el
riesgo de confiar en este Almirante de
relativamente bajo perfil mediático, pero
honesto y franco en sus planteamientos,
y muy comprometido con el progreso de
Chile y de su Marina. Gracias Su Exce -
lencia, por el apoyo que hemos recibido
en el proceso de renovación de buques
más grande de la historia de Chile,
desde la presidencia del Almirante don
Jorge Montt.
En otro plano, a quienes más debo es
a mi familia, mis hijos y mi esposa Maxi,
que siempre estuvieron a mi lado, en las
buenas y en las malas. Ella en particular,
tuvo un destacado papel en la organiza -
ción y puesta en marcha de la fundación
“Blanca Estela”, cuyo objetivo es ayudar
al personal Naval que pasa por dificulta -
des socio-económicas. Además, siempre
estuvo disponible para acompañarme
en las variadas actividades sociales que
demanda el cargo de Comandante en
Jefe, algunas de las cuales son progra -
madas con breve aviso. Ahora puedo
decirlo, mi esposa muchas veces fue un
estímulo para mi presencia en activida -
des protocolares, que yo por principio
trataba de eludir o de postergar.
Gracias también a mis padres que
me dieron una sólida educación moral
y me enseñaron a vivir en la austeridad
y a luchar por todo aquello que estima -
mos justo. Con orgullo puedo decir que
pertenezco a una familia de clase media
típica chilena, que supo surgir con perse -
verancia y esfuerzo, sin jamás esperar la
ayuda de nadie.
Finalmente, y por sobre todas las
cosas, doy gracias a Dios por todos los
bienes que ha derramado sobre este
indigno hijo suyo. Hace cuatro años,
cuando para mi sorpresa fui notifi -
cado que asumiría como Comandante
en Jefe de la Armada, lo primero que
hice después de comunicarlo telefóni -
camente a mi familia, fue concurrir a
una iglesia a rezar para pedir la ayuda
de Dios, ante la responsabilidad que
estaba próximo a asumir. Hoy, quizás
con un inevitable dejo de soberbia, no
puedo sino decir: Gracias Dios mío por
haberme escuchado.
MIGUEL ÁNGEL VERGARA VILLALOBOS
He dicho.
Valparaíso, 18 de junio de 2005.
* * *
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