Las crónicas personales presentan un desafío: en el relato no debe predominar una mirada del autor que opaque la propia riqueza de los hechos. Consciente de esa dificultad, he procurado que la apasionante vida naval fuese siempre el protagonista de este libro.

Estas crónicas son salobres porque añaden a la lectura las peculiaridades de una cultura marinera que tiene su propia jerga. Ellas dan a conocer hechos típicos en la vida de un oficial, los cuales se caracterizan por el dinamismo y los frecuentes cambios de escenario.

Quienes hayan servido en la Armada podrán descubrir facetas desconocidas de situaciones similares vividas durante su carrera. Los civiles podrán navegar con los buques de la Escuadra Nacional o independientes y palpar el quehacer de reparticiones navales.

Los relatos de la vida a bordo recogen días vividos durante aprestos bélicos, emergencias en puerto y fondeaderos de guerra. También aspectos del régimen diario, así como coyunturas distintas a las de una comisión rutinaria. Estas últimas son atractivas por ser únicas.

En tierra los transbordos están asociados a la formación profesional de los oficiales y gente de mar. Se describe un quehacer educacional afincado en valores tradicionales, ciencia y tecnología, amén de un entrenamiento psicofísico adecuado a exigencias militares.

El libro puede ser leído en el orden cronológico habitual. No obstante, dada su estructura de numerosos capítulos, el lector puede escoger cuál leer. Ya sea por su afinidad con cierto tema o por la curiosidad que le provoque un título, aparentemente fuera de contexto.

Los personajes que se mencionan en cada capítulo son verdaderos, pero se alteraron los nombres para respetar su privacidad o la de sus descendientes. Con excepción del BE Esmeralda, los buques mencionados han sido reemplazados o convertidos en chatarra.

Lo que nunca podrá ser convertido en material reciclable es el espíritu de cuerpo de quienes dan vida a las “Crónicas Salobres 1970-1994”. Ellos conservan el fervor que infundió Cochrane, el mismo amor a la Patria de Prat y de tantos otros héroes. Espero que estas crónicas sean un aporte naval para los lectores civiles y quienes han servido en las FFAA.