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Condecoración a altos jefes navales ecuatorianos

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  • Fecha de publicación: 01/06/1971. Visto 33 veces.
CONDECORACION A ALTOS JEFES NAVALES ECUATORIANOS En ceremonia llevada a efecto a bordo del B. E . "Esme­ raIda" el día 25 de junio ppdo. fueron condecorados por el Co­ mandante en Jefe de la Armada de Chile, Almirante Sr. Raúl Montero Cornejo, el Jefe del Comando Conjunto de las fuerzas Armadas del Ecuador, Viceal mirante Sr. Jorge Cruz Polanco , y el Comandante General de la Marina de Guerra del Ecuador, Contraalmirante Sr. Aurelio Maldonado Miño, con las condeco­ raciones "Gran Cruz al Mérito Militar" y "Gran Estrella al Mé­ rito Militar", respectivamente. Al recibir su condecoración, el Vicealmirante Sr . Cruz ex­ presó: "Para quien tuvo la suerte de conocer Chile en la dimensión exacta de su historia y de su geografía, para quien tuvo la suerte de conocer su ancestro , vivir dentro de su mismo corazón, reci­ bir su protección y abrigo en diversas ocasiones, para qui en tie­ ne la t-uerte de avizorar su destino iluminado en el confín d el Universo por la misma Estrella Solitaria de su tricolor bandera , para quien comparte los mismos ideales de sus hijos arraiga dos en la historia por la rebeldía indómita de Caupoli cán en su sa­ crificio supremo como máximo símbolo de grandeza y de O'Hi­ ggins en la concepción libertaria y democrática, para quien co­ noce y comprende toda la grandeza del jirón de Améri ca Sep· tentrional arrimado al Pa cífico en eterno abrazo de mar y tierra, en perenne conjunción de arena y niev e, de elevación de monta• ña en alcance de cielo y serenidad de playa besándose con el in­ finito mar, para quien durante su permanencia en la hermosa patria chilena, solamente recibió continuas muestras de cordia· !idad, amabilidad , comprensión y simpatías, para quien solamen­ te observó rostros agradables y sonrientes a su paso, que obliga· ron mi promesa de recipro cidad eterna en las oportunidades di- versas de la vida, y en la perennización del recuerdo mío y de toda mi familia , este acto, este homenaje, esta cita con mi desti­ no , sen cillam ente reviste caracteres solemnes en mi· ex istencia mi sma y conlleva en sí el más grande significado humano y sen· timental que pueda concebirse y que pueda recibirse. Y es que el hab er recibido este homenaje del Gobierno chi­ leno que tan b ondadosamente me confiere esta conde cora ción , imperativamente , obl iga a volcar mi espíritu, mi actitud y toda la sencillez y plenitud de mi alma a flor de palabra agradecida para manife staros siquiera en parte la inmensa satisfacción que embarga toda mi conciencia , que baña mi espíritu, que acari cia mi vida; para manifestaros que solamente aislados hechos de mi vida merecen compararse a éste, tan lleno de significación y de bondad que en la peregrinación del recuerdo evocará permanen· temente la nobleza de vuestra patria y la sinceridad y amabili­ dad del he1oico pueblo chileno que siempre me ha distinguido con sus más caras y sublimes manifestaciones. OONDECORACION A ALTOS JEFES 325 Distinguido señor, os agradezco profundamente el que ha­ ya1s tenido la bondad de a nombre de vuestro Gobierno colocar sobre mi pecho esta hermosa y significativa condecoración, que obliga mi eterno reconocimiento y la sincera promesa de que en mi actitud presente y futura, igual que lo fue ayer, seré digno de llevarla siempre con altivez, dignidad y orgullo y que al final del breve paso por la vida, al que por ley natural debemos llegar, será éste uno de los mejores legados que orgullosamente deje para mis descendientes. Gracias··. Por su parte, el Contraalmirante Sr. Maldonado expresó: "lntimamente conmovido por la emoción que me causa la especial deferencia y el altísimo honor de que soy objeto sólo puedo expresar mi profundo agradecimiento al Gobierno de Chi­ le, a su gloriosa Armada y en particular al gestor de esta distin­ ción, mi querido amigo y distinguido jefe, el señor Almirante Don Raúl Montero Cornejo. Nada hice yo que me acreditara tan singular homenaje, y por ello creo no merecer tan alto honor. Solamente vuestra bon­ dad y vuestro amplio espíritu de confraternidad pudo guiaros a tan magnífica discriminación. En todo caso, al recibir esta con­ decoración, lo hago convencido de que es la Armada a quien represento la que una vez más, ha sido exaltada y distinguida por la cabalierosidad, por la grandeza de su espíritu y por la hidalguía tan característica de su fraterna: la Armada de Chile. No me cansaré de recalcar y de pregonar a los cuatro vien­ tos que las relaciones de hermandad, comprensión y afecto entre marinos chilenos y ecuatorianos han sido llevadas sin la más leve mancha a través de siglo y medio de vida rapublicana y consti­ tuye un ejemplo para las naciones del mundo, empeñadas hoy más que nunca en esa fatal tendencia separatista, que inspira los bajos intereses materialistas, menospreciando aquellos valores del espíritu, únicos vínculos, capaces de unificar y engrandecer a las sociedades: de esta categoría son felizmente los que unen entra­ ñablemente a Chile y Ecuador. Y puedo deciros que si algo he hecho yo durante mi vida naval tan relacionada con la Armada de Chile, es procurar que estos lazos afectivos, estos nexos espirituales que nos unen, se afiancen más cada vez, pues estoy convencido que ni pactos re­ gionales, ni acuerdos comerciales, ni relación alguna que involu­ cre intereses materia!es podrán obrar mejor el efecto de la unión real y efectiva de los pueblos que aquellos en que intervienen la amistad sincera, el afán de progreso y la unidad de aspiraciones. Estoy muy orgulloso de llevar sobre mi pecho tan alta pre­ sea, pero mi felicidad es .completa cuando siento que más aden­ tro y en el fondo de mi corazón reposa delicadamente ese men­ saje de afecto sincero y fraterno que mis amigos marinos chile­ nos me envían en forma tan espléndida. Os agradezco, señor Almirante Montero, por la finura de vuestro gesto y os ruego que digáis a nuestros amigos allá en Chile que hemos recibido su mensaje con gran júbilo y que estén seguros que hoy como ayer y siempre, en un lugar de privilegio de nuestros espíñtus viven las glorias de la Armada de Chile y, el afecto sin par que os profesamos".

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