20
LAS CORBETAS PAMPERO QUE BURLARON LA
INTELIGENCIA ESPAÑOLA
Germán Bravo Valdivieso*
D
ada la precaria situación en que se encontraba
el poder naval chileno al verse amenazado
por la escuadra española en 1864, fue preciso
movilizarse para tratar de conseguir buques con
los que se pudiera aumentar nuestra famélica
flota de guerra.
Se vivían los días de la Guerra de Secesión en
Norteamérica y los Estados Confederados del Sur
se esforzaban por obtener
buques con los cuales pudieran
batir a sus enemigos del norte
que bloqueaban sus costas y
ríos navegables y, lo que era
primordial, poder atacar su
comercio con naves corsarias.
Al término del conflicto
norteamericano, Benjamín
Vicuña Mackenna fue
enviado a los Estados Unidos
para tratar de comprar
buques, donde adquirió la
cañonera “Poncas”, bautizada
como “Ñuble” y los vapores
“Isabella”, “ Cherokee” y “ Neshannock” que tomarían
los nombres de “Concepción”, “ Ancud” y “Arauco”. 1
Además se comisionó a nuestro ministro
plenipotenciario en Bélgica, Manuel Carvallo,
para que buscara uno o dos buques cuyo precio
no sobrepasara el monto de $500 000 autorizado
por el Congreso Nacional.
* Ingeniero Constructor Naval, T2º (R), Historiador e investigador, miembro de número de la Academia de Historia Naval y Marítima de Chile. Preclaro Colaborador
de la Revista de Marina desde 2012. (germanbravov@gmail.com).
1. El Arauco, el Concepción, el Ñuble y el Ancud, la improvisada escuadra de Vicuña Mackenna. Eduardo Rivera Silva, Actas de la IV Jornada de Historia Naval y
Marítima, 2006
Esta es la historia de dos buques de guerra mandados a construir a Gran Bretaña por los
Estados Confederados norteamericanos, incautados por el gobierno inglés y, una vez
terminado el conflicto, fueron comprados por Chile para enfrentar la guerra contra España.
Para burlar la inteligencia española, ambos fueron bautizados con el mismo nombre.
21
Durante la Guerra de Secesión, a comienzos
de 1862, el teniente de navío de la marina
confederada, George Sinclair, había sido enviado a
Gran Bretaña con el fin de encargar la construcción
de un crucero rápido, para lo cual se reunió en
Liverpool con el responsable de las compras
confederadas en la isla para determinar el tipo
de buque requerido, decidiendo que debería
parecerse al C.S.S. “Alabama” que estaba dando
magníficos resultados.
Se encargó la construcción de un casco de
acero de 1150 toneladas con cubierta de teca,
máquinas de 350 caballos de vapor y estructura
protegida. Se le denominó C.S.S. “Texas”. A partir
de entonces, los esfuerzos de Sinclair se centraron
en mantener en secreto la construcción y se le dio
el nombre falso de “Cantón” para despistar a la
inteligencia nordista, pero ésta se demoró poco en
enterarse y el embajador Charles Francis Adams
pidió al secretario de Estado, Lord John Russel,
que lo detuviera; pero recibió como respuesta
una negativa mientras no se presentaran pruebas
que la compra era ilegal. 2
Mientras los agentes norteamericanos del norte
buscaban las pruebas, la marina confederada
ideó traspasar el buque a Francia, pero para
su botadura, prevista para el 12 de octubre,
decidieron cambiarle nombre, bautizándolo
“Pampero”.
Entretanto los nordistas contactaron al jefe de
obra, ofreciéndole una gruesa coima para que
les facilitase pruebas concluyentes acerca del
destino que tendría la nave.
El 29 de octubre de 1863, fue finalmente botado,
terminándose su construcción a principios de
diciembre; momento en que los diplomáticos de
la Unión comenzaron a presionar a Gran Bretaña
por todos los medios disponibles.
Por un error administrativo, debido a que el buque
no había declarado su nacionalidad, ni se había
inscrito en el registro oficial de buques mercantes,
y la evidencia era que estaba siendo armado, hizo
que la autoridad lo confiscara el 10 de diciembre,
ordenándose que un buque de guerra británico
quedara amarrado frente a él, estableciendo una
estricta vigilancia durante las 24 horas.
El 18 de marzo de 1864 comenzó el juicio,
reconociendo el tribunal la propiedad de una
compañía sureña, no autorizándose su salida de
Glasgow hasta finalizada la guerra de secesión
el 9 de abril de 1865. 3
Entretanto el 20 de agosto de 1864, el almirante
Roberto Simpson tuvo conocimiento que en
la desembocadura del río Clyde, en los puertos
de Glasgow y Greenock, en Escocia, existían dos
buques recientemente construidos por los astilleros
de Denny Brothers, encargados secretamente
por los Estados Confederados y que habían sido
embargados por el gobierno británico con motivo
de la guerra civil norteamericana. Se trataba del
casco de 1150 toneladas, construido como C.S.S.
“Texas”, el que había sido rebautizado como “Cyclone”
y cuyo nombre de diversión había sido “Cantón” y
otro de 1600 toneladas, que desarrollaba 10 nudos
de velocidad que llevaba el nombre de “Tornado”.
El almirante Roberto Simpson viajó oficialmente
a Liverpool, para apresurar la construcción de las
corbetas “ O’Higgins” y “ Chacabuco”, pero aprovechó
de formalizar la adquisición de los dos buques
incautados, en condiciones absolutamente
secretas.
El Cónsul español en Glasgow, José S. Bazán,
sospechando de la transacción involucró a su
cancillería para reclamar ante el gobierno británico,
pero el “Cyclone” figuraba como propiedad de un
comerciante de esa ciudad y el “Tornado” carecía
de matricula y se desconocía su propietario, lo
cual impedía ejercer acción legal alguna.
El almirante Simpson reunió a ambos buques
en Glasgow y, con la ayuda del constructor de
ambos, Mr. Denny, considerado como uno de
los más influyentes constructores navales del
Clyde, logró desvirtuar las acusaciones españolas
y obtener el zarpe de ambos a Hamburgo el
21 de febrero de 1866, en calidad de buques
mercantes, sin armamento alguno, para reclutar las
tripulaciones. Viajaban en lastre para transferirlos
a Chile en ese puerto.
El cónsul español en el puerto hanseático
informó el 11 de julio, a su gobierno, que
ambos buques estaban bajo pabellón inglés
y se preparaban para zarpar con una dotación
2. Alejandro Anca Alamillo. El historial de la corbeta Tornado (1862-1940).
3. Ibid.
TEMA DE PORTADA: Las corbetas Pampero que burlaron la inteligencia...
REVISMAR 2 /2016
22
de 54 tripulantes, en su mayoría alemanes y un
gran cargamento de fusiles.
El “Tornado”, cuyo propietario era Mr. Saúl Issac
y su hijo, comerciantes de equipos militares
en Londres, se dirigió a Quaresand, en las islas
Faroe, donde se juntó con los vapores “Emperor” e
“Ivanhoe” que viajaban desde Londres con carbón,
pertrechos, armas y municiones, consignados
oficialmente a Gibraltar.
Con el fin de confundir a los agentes españoles,
ambos buques fueron bautizados como “ Pampero”,
aunque también al “Tornado” se le dio el nombre
en clave de “Cantón”.
El diseño de estos buques era ideal para la guerra
de corso debido a su velocidad y armamento y
ese había sido el objetivo con que los Estados
Confederados habían encargado su construcción,
lo cual justificaba la idea del gobierno chileno
de destinarlos a entorpecer el tráfico marítimo
español en el océano Atlántico.
Sigamos ahora la historia de ambos buques, para
los cuales los agentes españoles no cesaban en sus
esfuerzos por impedir que estos se incorporaran
a la marina chilena.
Éstos, junto con recibir la noticia que el “Cyclone”
había zarpado al sur, presumiblemente hacia Río
de Janeiro, calculando que recalaría a algún puerto
inglés para reaprovisionarse, alertó a todos sus
cónsules. Efectivamente la nave tocó en Yarmouth
el 1º de agosto de 1866 y el representante español
logró infiltrar dos agentes en su dotación, con lo
que pudo saber que transportaba cañones de 10
pulgadas y otros pertrechos de guerra escondidos
bajo unas 300 toneladas de carbón y que su
objetivo era reunirse con otro buque sospechoso,
llamado “Graetham Hall”, en el cual viajaban marinos
extranjeros, contratados por el almirante Simpson
y a cargo del capitán de navío retirado de la marina
inglesa Mr. Mc Killop, cuya misión sería tripular una
escuadrilla para hostilizar al comercio español, pero
el rendez vous no se produjo, pues el “Graetham
Hall” fue capturado por el acorazado británico
H.M.S. “Caledonia” y llevado a Portland.
La tripulación del “Cyclone” la conformaban
en su mayoría alemanes, todos experimentados
marinos. Hubo un pequeño motín, pues la dotación
se quejaba que habían sido contratados para
un buque de guerra y no un mercante, pero los
revoltosos fueron desembarcados en un bote
que los llevó de regreso a Gravesend.
A pesar de las gestiones hispanas para obtener
su incautación, ellas fueron infructuosas, pues
navegaba con pabellón inglés, por lo que zarpó a
Falmouth sin alcanzar a desembarcar a los espías,
los que habían sido descubiertos y posteriormente
liberados en Folkestone.
Finalmente, en vista de haber fracasado el rendez
vous con “Graetham Hall” y no haberse encontrado
con el “Tornado”, puso proa a Chile, donde
llegó en noviembre de 1866, y fue incorporado
a la escuadra con el nombre de “Abtao” e n
homenaje al combate naval que se había librado
recientemente contra los españoles en dicho
lugar nombrándose como su comandante al
capitán de fragata Enrique Simpson Baeza.
La corbeta “Abtao”
En 1868 fue destinada a buque de instrucción de
guardiamarinas, al mando del capitán de fragata
Galvarino Riveros, pero muy pronto, ese mismo
año, debió dirigirse a Mejillones para permanecer
allí como buque estación en resguardo de las
pretensiones limítrofes de Bolivia, nuestro ex
aliado en el conflicto por el que el buque había
sido adquirido. Pero luego debió acudir en auxilio
del Perú, nuestro otro aliado en la guerra, llevando
ayuda a los damnificados, pues el 13 de agosto
se produjo un gran terremoto en Arica, seguido
de un maremoto, en el cual se perdió la corbeta
“América” de esa nacionalidad.
En muchas oportunidades la Armada quiso
deshacerse de la “ Abtao”, siendo la primera
vez cuando llevaba poco más de dos años de
servicio, en febrero de 1869, en que se la dejó
en desarme por economías, pero en junio de ese
año se le activó incorporándose a la escuadra y
al año siguiente fue sometida a reparaciones y
se le modificó la artillería.
Fue destinada posteriormente a trabajos
hidrográficos, pero al complicarse nuevamente
las relaciones con Bolivia, en 1876, junto a la
fragata blindada “Blanco Encalada”, tuvo que
volver a Mejillones en previsión de conflictos.
A su regreso a Valparaíso fue mantenida casi
en calidad de pontón, sirviendo de sede de la
Escuela de Aprendices de Marineros, la cual
23
a contar del 16 de noviembre de 1876 pasó a
denominarse Escuela de Grumetes.
Al año siguiente se dispuso su venta en subasta
pública, junto al vapor “Ancud”. Este último se
vendió en 1878, pero no hubo interesados por
la “Abtao”. Entonces fue comisionada para llevar
ayuda a los damnificados de un terremoto en
Antofagasta y a su regreso se efectuó una segunda
subasta con los mismos resultados negativos,
por lo que el buque permaneció fondeado en
Valparaíso.
Finalmente, a fines de 1878 fue vendido
en $ 18 000; pero al iniciarse la Guerra del
Pacífico, fue preciso deshacer la operación,
recomprándose en $ 25 000. Se le recuperó,
sometiéndola a las reparaciones más urgentes en
el casco y la maquinaria y se le artilló con 4 cañones
de 150 lbs y 4 de 40 lbs, comprados en EE.UU.
Tuvo gran participación durante la Guerra del
Pacifico, llegando a Iquique el 10 de mayo de 1879
al mando del capitán de corbeta Carlos Condell.
Al día siguiente tomó su mando el capitán de
fragata Manuel Thomson para el plan de ataque
a la escuadra peruana en el Callao, concebido por el almirante Williams, donde iba a hacer el
papel de brulote, para atacar al “Huáscar”; pero
dicho plan fracasó, porque los buques enemigos
habían abandonado el puerto.
En la noche del 10 de julio de 1879, el monitor
“
Huáscar” penetró a Iquique con el propósito
de atacar a la “Abtao ” que se encontraba en
reparaciones, pero ésta, había salido del puerto.
Al no encontrar a su víctima, el blindado peruano
atacó al “Matías Cousiño”, pero se interpuso la
cañonera “Magallanes” al mando del capitán
de fragata Juan José Latorre, quien se trabó en
combate con el monitor y eludió tres espolonazos
que el comandante Grau le intentó efectuar.
Posteriormente el 28 de agosto, el “Huáscar”
entró a Antofagasta con el propósito de cortar
el cable submarino. La “Abtao”, a pesar de que
se encontraba inmovilizada, le disparó dos
cañonazos de 150 libras y lo obligó a suspender
esa faena. Se produjo un combate del monitor
contra la “Magallanes”, la “Abtao” y una batería
de tierra. Un proyectil de 150 lbs. impactó en
el “Huáscar” produciendo graves daños, pero la
“Abtao ” recibió uno de 300 libras, que le destrozó
nCorbeta “Abtao” (hacia 1868).
TEMA DE PORTADA: Las corbetas Pampero que burlaron la inteligencia...
REVISMAR 2 /2016
24
el piso, barandas y escalas del puente, atravesó
de parte a parte la chimenea, rompió la amurada
de babor en seis metros, quebró las bitas y se
produjo un incendio que fue controlado. Este
impacto mató a cinco hombres, e hirió a otros
siete. Una segunda granada del monitor impactó
por estribor del palo mayor, atravesándolo, e
hizo explosión sobre la cubierta del combés
internándose en las carboneras. Las esquirlas
produjeron muchos daños, mataron a cinco
hombres e hirieron de gravedad a otros cinco.
Después del combate de Angamos, participó
en los desembarcos de Pisagua, Junín, Curayaco
y Jaguay, y una vez tomada la plaza del Callao,
fue destinada a la Isla San Lorenzo para custodiar
a los prisioneros peruanos.
En 1882 se mantuvo en Valparaíso en
reparaciones con dotación reducida; pero todavía
le restaban más años de vida y en 1883 zarpó
en un viaje de instrucción de 21 guardiamarinas
hasta Punta Arenas.
En 1884 fue puesta en venta nuevamente, pero
no se adjudicó a ningún proponente, debido
a lo exiguo de las ofertas, siendo destinada,
nuevamente a trabajos hidrográficos en
Magallanes.En 1886, efectuó un nuevo viaje de instrucción
con los guardiamarinas, tocando puertos del
Perú, Ecuador, Panamá que entonces pertenecía
a Colombia, Costa Rica, California, Tahiti e Isla de
Pascua.
En 1888, efectuó un significativo viaje de
instrucción al Mar de la China. Al recalar en
las Islas Filipinas, la corbeta fue agasajada con
gran magnificencia y afecto por las autoridades
españolas de Manila. En Japón, donde Chile no
tenía representación oficial, el Ministro español
ofreció sus servicios e interpuso sus influencias
para que el comandante fuera recibido por los
Ministros del Imperio del Sol Naciente. Regresó
a Valparaíso en octubre del mismo año.En 1890 tomó el mando el capitán de fragata
Alberto Silva Palma y el buque efectuó un viaje
de instrucción al Mediterráneo. En su itinerario
recorrió los canales patagónicos, Punta Arenas,
Isla Santa Elena, Isla de Madera, Cádiz, donde
encontró como pontón a la corbeta “Tornado”,
buque que debería haberla acompañado durante
la Guerra contra España en 1866. Luego siguió
a Gilbraltar, Nápoles, Catania, Messina, Palermo,
Isla de Malta, San Vicente y recalando a Punta
Arenas a principios de enero de 1891, cuando ya
se había declarado la Guerra Civil. La tripulación
se unió al bando congresista y el buque fue
llevado al norte del país.
El 21 de agosto de 1891 participó en el
desembarco del ejército congresista en Quintero.
En 1894 y 1895, efectuó viajes de instrucción
por el litoral e Islas Juan Fernández y en 1896, el
buque permaneció en Valparaíso en espera de
la determinación si era conveniente cambiarle
sus calderas y mientras tanto fue dejado como
pontón carbonero y anexo al Depósito General
de Marineros.
En 1900 fue destinado a Coquimbo como Escuela
de Pilotines y desde 1905 a 1921 se desempeñó
como Escuela de Grumetes. En 1921 volvió a ser
sede de la Escuela de Pilotines.
En 1922 fue subastada esta corbeta de largos
y valiosos servicios al país y a la Armada. Su
destino final fue el desguace.
Así termina su vida la corbeta “Cyclone- Pampero-
Abtao” después de 60 años de servicios. Veamos
ahora que había sucedido con la “Tornado-
Pampero”, el otro buque comprado por Chile
en Gran Bretaña para la guerra contra España.
La corbeta “Tornado”
Volviendo a 1866, los agentes ibéricos no
cesaban en sus esfuerzos para impedir que los
buques se incorporaran a la marina chilena y
junto con recibir la noticia que el “Cyclone” había
zarpado, el armador del “Tornado”, Mr. Issac,
sufrió la fractura de una pierna, por lo que la
nave debió recalar a Leith, en Edimburgo, para
desembarcarlo el 28 de julio.
Mientras el buque permanecía en este puerto,
aprovechó de hacer un cambio de su tripulación,
recibiendo a bordo al personal de maquinistas,
fogoneros y paleros contratados por el tercer
piloto John Mac Pherson, inglés al servicio de
Chile. Fue nombrado capitán Mr. Eduardo Collier,
oficial retirado de la marina británica.
Con fecha 7 de agosto el “Tornado” se hizo a la
mar con un destino declarado de Río de Janeiro,
25
pero dirigiéndose a Fuchal en la isla de Madeira,
donde arribó el día 21.
Entretanto, el Perú se había unido a Chile
en la guerra contra España y ambas escuadras
se encontraban reunidas en los archipiélagos
australes en espera de la llegada de los dos colosos
que construían nuestros aliados en Inglaterra: la
fragata blindada “Independencia” y el acorazado
“Huáscar”.
La inquietud empezó a apoderarse de las
autoridades hispanas, pues se afirmaba que
ambos poderosos buques se dirigían hacia
Cádiz para bombardearlo y cobrar venganza a
lo que había hecho el almirante Méndez Núñez
en Valparaíso y Callao.
En igual forma temían las hostilidades contra
sus buques mercantes en aguas internacionales,
por lo que mandó al Atlántico a la fragata “Gerona”,
topándose el 22 de agosto de 1866, en la isla Madeira
con el “Tornado”, que continuaba navegando con
bandera inglesa y sin artillería de ningún tipo.A diferencia de la actitud que había tenido el
gobierno británico ante los reclamos españoles,
que en alguna forma favorecieron a nuestro
país, los portugueses en Madeira se entregaron
totalmente a las exigencias hispanas. Al sospechar el capitán Collier, que el buque
de guerra que había recalado podía ser español,
decidió arrancarse del puerto sin informar a las
autoridades locales.
El “Gerona” zarpó inmediatamente en su
persecución y, después de muchas horas logró
detenerlo con su artillería debido a que el
“Tornado” no tenía armamento y una falla que
reparaba antes de zarpar le había reducido su
andar y procedió a capturarlo.
Entretanto los nuevos blindados peruanos
interceptaban y capturaban tres transportes
españoles cerca de las costas del Brasil y nuestro
país enviaba al “Maipú” al estrecho de Magallanes
para interceptar los transportes españoles “
Odessa”
y “Vascongadas”.
Durante la captura del “Tornado”, el tercer piloto
Mac-Pherson, envolvió en su propio pañuelo, que
tenía bordadas sus iniciales, los papeles, cartas
y documentos, que involucraban a la dotación
del buque con el gobierno chileno y los entregó
a un fogonero para que los guardara en el pañol
de máquinas y procediera a destruirlos en el
caso que el buque fuese apresado, pero éste,
sospechando lo valiosos que podían ser estos
documentos, procedió a ocultarlos en el fondo
de un barril que contenía jabón blando.
TEMA DE PORTADA: Las corbetas Pampero que burlaron la inteligencia...
nCorbeta “Tornado” (hacia 1870).
REVISMAR 2 /2016
26
Los españoles trataron de interrogar al
capitán británico y buscar antecedentes que
los incriminara, pero no encontraban nada que
probase una relación entre el buque y nuestro
país, por lo que ordenaron cesar la búsqueda,
cuando uno de los hombres, durante sus pesquisas
en las máquinas, se ensució las manos, vio el
barril, pidió permiso a un superior para lavárselas
con un poco de jabón y como notó algo raro al
tomarlo, lo examinó con atención, encontrando
la documentación comprometedora.
El “Tornado” fue despachado a Cádiz y el
“Gerona” se dedicó a buscar al “Cyclone”, cruzando
infructuosamente sucesivas veces las aguas que
rodeaban a la isla de Madeira, debiendo regresar
a España donde se impuso que ya se encontraba
incorporado a la escuadra chilena.
El “Tornado” conservó su nombre y quedó
amarrado en el puerto de Cádiz a la espera del
juicio que enfrentaba a españoles e ingleses
por la apropiación indebida de una nave con
bandera, tripulación y registro británicos.
Entre los antecedentes exhibidos por el tribunal
español, había una noticia publicada en el diario
El Nacional de Lima del 28 de agosto de 1866,
el cual hablaba de la compra de los buques,
haciendo ver erróneamente, que la hacía el Perú,
pero que, además, es un interesante antecedente
de las malas relaciones entre los países aliados:
“Buques para Chile. Vamos a dar a nuestros
lectores una noticia que les será agradable en
la actualidad, cuando todos ven con rabia los
buques que han comprado para Chile en Estados
Unidos, 4 y con los que el Ministro de Hacienda
tiene la pretensión de echar a pique toda la
escuadra española reunida, sin necesidad de
los buques peruanos. Nuestros agentes en la
Gran Bretaña han adquirido los buques Pampero
(Tornado) y Cyclone, naves que se habían ofrecido
en venta a nuestro Gobierno desde el principio de
la guerra. Son dos hermosas corbetas de hélice,
de 1100 toneladas la primera y algo mayor la
segunda, de una construcción muy fuerte (...).
Son buques construidos expresamente para la
guerra y pueden cargar cañones hasta de 150.
Entendemos que ya vienen en camino para
nuestros puertos”.
El 18 de septiembre de 1868 el general Topete
dio un golpe de Estado en España, usando
los buques de guerra “Zaragoza” y “ Tornado”,
derrocando a Isabel II, hecho que llevó a proclamar,
en la Real Orden del 7 de septiembre de 1869, al
“Tornado” como unidad de la marina de guerra
española.
El 27 de octubre del año siguiente fue destinado
a La Habana como buque base de la colonia de
Cuba, donde los independentistas ya buscaban
la forma de cortar los lazos coloniales que unían
a la isla con España.
En estas circunstancias le correspondió vivir
otro conflicto internacional, esta vez con el vapor
norteamericano “Virginius”.
Se trataba de otro buque construido por el
mismo astillero escocés del Río Clyde según
un encargo de los Estados Confederados del
Sur, cuyo nombre original había sido “Virgin”, y
su objeto era romper los bloqueos establecidos
por los estados del norte durante la guerra civil.
Era un vapor de ruedas de 491 toneladas con
poderosas máquinas que le permitían alcanzar
una considerable velocidad, con lo cual pudo
atravesar repetidamente el bloqueo cargado de
algodón, principal producto de exportación de
los estados sureños.
Una vez concluida la guerra civil, el gobierno
norteamericano se deshizo de él, adquiriéndolo,
en 1870, John Patterson, que era un agente de
la Junta Cubana de New York para atender a
los insurrectos de la isla y rebautizándolo como
“Virginius”, dedicándolo a transportar armas y
hombres para ayudar a las revoluciones contra
España en Cuba y Venezuela.
El buque navegaba bajo el pabellón de los
Estados Unidos y consiguió desembarcar gran
cantidad de pertrechos y armas en la isla para
ayudar a los rebeldes, pero los españoles conocían
perfectamente su identidad y sus actividades
por lo que intentaron capturarlo en aguas
colombianas, frente a la actual ciudad de Colón
en Panamá, pero fue protegido por el crucero
norteamericano USS “Kansas”.
El 23 de octubre de 1873 zarpó de New York
a Jamaica para embarcar más de un centenar
de hombres que buscaban la emancipación,
4. Refiriéndose, seguramente, a los buques que había comprado Vicuña Mackenna en los Estados Unidos.
27
quinientos fusiles y gran cantidad de revólveres
y municiones con destino a Cuba, pero antes
de alcanzar su destino fue interceptado por la
corbeta “Tornado” y después de una persecución
de ocho horas, en que todo el armamento y
equipaje debió ser arrojado al mar para aligerar
el buque, debió rendirse cuando se encontraba
en las aguas territoriales británicas de Jamaica.
En el “Virginius” se arrió el pabellón norteamericano
y se izó el español, siendo después remolcado por
la “Tornado” a Santiago de Cuba, donde entró el
1º de noviembre, siendo detenidas 165 personas
entre tripulantes y pasajeros.
Los Estados Unidos reclamaron por el
apresamiento, pero el gobernador militar de
Santiago de Cuba ordenó constituir un Consejo de
Guerra para los tripulantes y el ejército otro para los
pasajeros, pero al ver la insistencia norteamericana
por los hechos, procedieron a fusilar a los inculpados
antes que se dictara la sentencia.Ante las protestas y la presión internacional
las autoridades hispanas aparecían inmunes,
pero fue el comandante del vapor inglés “Niobe ”,
Lambton Lorraine, que si bien no alcanzó a evitar
la ejecución de dieciséis súbditos británicos que
viajaban en el “Virginius”, amenazó con hundir al
buque español si éstas continuaban, a pesar que
su inferioridad de fuerza era manifiesta, pues se
encontraban en el puerto, además de la “Tornado”,
los buques de guerra “Isabel la Católica”, “Juan de
Austria” y cuatro cañoneras.
Después de la amenaza, los españoles se
avinieron a un acuerdo diplomático con los
Estados Unidos y el “Virginius”, fue remolcado
por la “Tornado” y el “ Isabel la Católica” fuera
del puerto y entregado al buque de guerra
norteamericano USS “Despatch ”, naufragando
cerca del cabo Hatteras cuando era llevado por
este último.
La corbeta “Tornado” continuó en el Caribe
hasta agosto de 1877 en que regresó a Europa,
debiendo cumplir varias funciones de paz.
En 1883 dejó de navegar y se le destinó a
pontón asignado a la escuela de torpedistas,
permaneciendo allí hasta su baja definitiva el 25
de octubre de 1888, quedando arrumbado en
el puerto. En 1896 fue remolcada a Barcelona,
destinándosele a Asilo Naval para amparar a
huérfanos, hijos de marinos españoles.
Pero aún no se quedaría tranquila, pues
se encontraba en el puerto catalán el 28 de
noviembre de 1938, durante la Guerra Civil
española, cuando aviones del bando nacional,
basados en Mallorca, bombardearon el sector
industrial de la ciudad donde se encontraba
fondeada, hundiéndola.
El “Pampero”, “ Cantón” o “Tornado” que había
nacido para combatir en una guerra civil fue
hundido en otra 75 años después y ante la
imposibilidad de rescatarla sus restos fueron
vendidos como chatarra.
TEMA DE PORTADA: Las corbetas Pampero que burlaron la inteligencia...
* * *
REVISMAR 2 /2016
Inicie sesión con su cuenta de suscriptor para comentar.-