Recientemente, el gobierno boliviano ha desplegado una política de presión diplomática comunicacional tanto en el plano multilateral como bilateral, orientada a fortalecer su causa de reivindicación marítima mediante la publicidad en forma negativa de otros temas presentes en la relación bilateral. Es asi como Bolivia utiliza el caso del río Silala o la situación del río Lauca y los supuestos atropellos al régimen de libre tránsito por parte de nuestro país, para presentar a Chile ante la comunidad internacional como un país abusivo que usufructua de recursos naturales que pertenecerían exclusivamente a Bolivia, además de ser un Estado que no cumple con sus compromisos internacionales y que es contrario a la integración regional y al diálogo.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1001
Julio - Agosto 2024