By Gustavo Aimone Arredondo
El narcotráfico marítimo en el Océano Pacífico ha tenido un sostenido aumento en la última década, lo que ha afectado la seguridad portuaria y los índices de criminalidad a nivel regional y nacional.
Desde el año 2020 la Armada de Chile, a través de la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante y su policía marítima especializada, participa junto a otros países americanos y europeos en la campaña naval multinacional contra el narcotráfico “ORIÓN”.
In the last decade, maritime drug trafficking in the Pacific Ocean has had a steady increase, which has impacted port security and crime rates at regional and national levels. Since 2020, the Chilean Navy, through its Coast Guard (DIRECTEMAR) and maritime police, together with other American and European countries, participates in the multinational naval campaign “Orion” against drug trafficking.
En algunos países de la región sudamericana se concentran los más importantes centros mundiales de cultivo de hoja de coca y cannabis, componentes principales para la fabricación de la cocaína y marihuana respectivamente, drogas muy apreciadas y requeridas por los núcleos de consumo mundial, principalmente en América del Norte, Europa y Asia.
El límite norte de Chile, conformado por una amplia frontera marítima, sumado al límite terrestre con Perú y Bolivia, el cual posee innumerables pasos no habilitados con rutas alternativas, posibilitan el ingreso de droga a Chile desde dos de los principales países productores de cocaína1 en el mundo. Esta permeabilidad fronteriza junto a la cercanía a los puertos del norte chileno desde donde se exporta permanentemente carga hacia el exterior, aumenta el riesgo de que nuestros terminales sean usados como ruta de destino internacional por medio del narcotráfico marítimo.
Por otro lado, esta presencia de drogas en territorio nacional y el mayor poder adquisitivo registrado en los últimos años por la sociedad chilena representa una mayor exposición de nuestra población al tráfico y consumo interno.
La campaña naval multinacional “Orión”, liderada por la Armada de Colombia, tiene por propósito desarticular las redes transnacionales del narcotráfico y delitos asociados que impactan a la región de América, El Caribe y margen de Europa.
La confianza emergida entre los países participantes en la Campaña “Orión” ha logrado el fortalecimiento en la lucha contra las drogas ilícitas. Esta amalgama de sinergia y de esfuerzos humanos, materiales y tecnológicos en el cono sudamericano ha incrementado la integración de los sistemas de seguridad y la interoperabilidad regional.
El despliegue de medios navales y aeronavales persigue contrarrestar, con la mayor eficiencia posible, el narcotráfico y el crimen organizado que se realiza por vía marítima y en menor medida al potencial empleo de instalaciones portuarias para la reexportación de estupefacientes.
Particularmente, Chile, dada su condición insular, exporta más del 95% de sus productos por vía marítima. Además tiene un total de 30 Acuerdos de Libre Comercio (TLC) suscritos, principalmente con países de América del Norte, Europa y Asia.
Tal dinámica geográfica y económica ha sido impactada, durante los últimos años, por el hallazgo de más de 25 mil kilos2 de cocaína en terminales extranjeros al interior de contenedores embarcados en puertos nacionales, destinados mayoritariamente a países europeos y a Estados Unidos (EE.UU). Lo expuesto ha impulsado mayores esfuerzos de coordinación entre autoridades marítimas, policiales, empresas portuarias y el Servicio Nacional de aduanas para mitigar el negativo impacto sobre la imagen país que están generando este tráfico y contrabando de drogas hacia el extranjero.
El crimen transnacional en Chile y las redes del narcotráfico marítimo
En Latinoamérica y El Caribe sólo vive el 8% de la población mundial y se cometen el 50% de los homicidios3 del planeta, con 2.4 millones de casos en las últimas dos décadas.
Por su parte, Chile en el ámbito delictual ha evidenciado un sustancial aumento en la tasa de homicidios durante el año 2022, contabilizándose 908 a nivel nacional4, casi el doble de los 481 registrados el 2013. Ello evidencia una mayor presencia de bandas criminales ligadas al narcotráfico con uso indiscriminado de armas de fuego, aumentado casi al doble la cantidad de asesinatos por esta vía en comparación al año 2021, siendo algunas de estas armas internadas ilegalmente por vía marítima al país.
En este sentido, cabe destacar el hallazgo realizado por la aduana regional de Iquique, que gracias a modernos equipos scanner de rayos X, logró desbaratar en ese puerto una operación de tráfico de armas por vía marítima, al encontrar piezas para armar 30 rifles AM-155 al interior de compartimentos y dobles fondos de vehículos importados desde EE.UU.
Bajo la óptica del narcotráfico marítimo, cabe mencionar que la Policía Marítima durante los últimos 5 años ha decomisado más de 17.5 toneladas de drogas en distintos puertos nacionales con un total de 7466 detenidos. Para ello ha sido apoyada con información de la inteligencia marítima y en otros casos, a través de operaciones interagenciales con carabineros, la policía de investigaciones (PDI) y el Servicio Nacional de aduanas, además de las correspondientes fiscalías. Entre ellos, se destaca la incautación de 1.5 toneladas de droga ocurrida en el puerto de Valparaíso7 en el mes de septiembre del año pasado.
Asimismo, en el plano regional, antecedentes proporcionados por autoridades marítimas y policiales de otros países sudamericanos han permitido neutralizar redes del crimen transnacional, a través de las cuales se hace circular la droga por vía marítima hasta su destino final hacia las principales urbes del consumo mundial.
Los ilícitos enunciados pueden llegar a convertirse en una real amenaza para el desarrollo económico de Chile, toda vez que puertos nacionales corren el riesgo de ser mal evaluados por parte de las principales economías mundiales.
El ingreso de droga a Chile por vía marítima
El incremento de hallazgos de drogas en aguas territoriales o en los puertos nacionales durante el último tiempo ha evidenciado que el “modus-operandi” para su internación ilegal se realiza a través de naves, embarcaciones menores y mini submarinos, tal como se visualiza en el gráfico a continuación.
Para la situación del narcotráfico marítimo a nivel nacional, generalmente los casos se concentran en embarcaciones menores (pesqueros en el área norte del país) y por medio de naves comerciales, las cuales, ya sea en su casco o en los contenedores que transportan la carga, ingresan la droga a territorio nacional.
En virtud de la modalidad de contrabando de ilícitos evidenciada, la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (DIRECTEMAR), que en su rol policial marítimo8 cuenta con las facultades legales para actuar, tanto como órgano fiscalizador como también bajo mandato del Ministerio Público, y deberá continuar realizando periódicas operaciones policiales marítimas en puertos y bahías junto a la vigilancia en aguas de jurisdicción nacional, en orden a prevenir y reducir este tipo de delitos.
De la dinámica expuesta resulta fundamental la labor de información recabada de la red de inteligencia marítima nacional e internacional, así como la policial, dirigida a poder vislumbrar los escenarios del delito en el mar junto a sus respectivas hipótesis de riesgo. Bajo esa perspectiva, destaca la “operación azteca” de la PDI9, por medio de la cual en el mes de junio del año pasado fue desbaratada una red de tráfico de drogas con envíos provenientes de puertos mexicanos, lográndose incautar estupefacientes al interior de un contenedor con casi 900 kilos en el puerto de San Antonio de nuestro país.
Esfuerzo interagencial que permite actuar en forma coordinada con el resto de las policías y Aduanas sobre la columna vertebral de estas organizaciones criminales transnacionales que han visto en la extensión y amplitud de las fronteras y espacios marítimos una oportunidad para llevar a cabo su espiral delictiva multinacional vía marítima.
Otro aspecto importante para aumentar la efectividad de las detecciones de este tipo de ilícito corresponde a analizar los puertos de procedencia de la carga, en la cual vienen ocultos o mimetizados los estupefacientes.
Las estadísticas en relación a la droga incautada en terminales nacionales revelan que gran parte de los hallazgos han correspondido a cargamentos provenientes de los países sudamericanos del Océano Pacífico, como México, Colombia, Ecuador y Perú. La tendencia descrita orienta a reforzar los esfuerzos de control y fiscalización sobre las naves provenientes de esos países, sin descartar naves de otras banderas, ya que el flagelo de la droga y también de la internación ilegal de armas asociadas al narcotráfico es transversal a nivel mundial. En el caso nacional impactan negativamente en la sociedad chilena, generando carencias sociales, culturales y sanitarias, además de todos los problemas delictuales derivados de su comercialización por medio del microtráfico.
En razón a los datos obtenidos, respecto a la procedencia de las drogas ingresadas por vía marítima al país, se debe estructurar una estrategia nacional vinculada al refuerzo del control sobre las fronteras marítimas y aguas de jurisdicción nacional, particularmente frente a las costas de Tarapacá.
Cocaína incautada en puertos extranjeros proveniente de Chile
Tal como se visualiza en el cuadro10 siguiente, se presentan los registros de droga (mayoritariamente cocaína) incautada en terminales marítimos extranjeros, principalmente en Europa y EE.UU. procedentes de puertos nacionales.
Si bien a la fecha no existe una clara evidencia en relación a que los embarques de estupefacientes se hicieron en Chile, aunque las naves zarparon del país, lo cierto es que todos los casos tienen conexión con cargas y/o contenedores despachados desde terminales chilenos. Ello afecta la credibilidad internacional de Chile en cuanto a sus capacidades judiciales, de inteligencia y operativas para controlar y reducir este tipo de ilícitos, los cuales en el tiempo están haciendo reconocer a Chile como un país proveedor o de tránsito de la droga a Europa y América del Norte, principalmente.
De la tabla expuesta, se desprende que los puertos elegidos por las organizaciones criminales transnacionales son Rotterdam en los Países Bajos; Giola en Italia y terminales en España
Otro puerto europeo que ha aumentado en forma considerable las incautaciones de droga corresponde a Amberes en Bélgica, que pasó de 5 toneladas el año 201311 a más de 100 incautadas el año 2022, lo que ha obligado a contratar más personal y adquirir más equipos scanner a fin de poder revisar el mayor número de contenedores posible.
Lo importante es que las distintas Agencias del Estado, tanto fiscalizadores como persecutoras, aúnen esfuerzos de coordinación y complementación frente al combate contra este síndrome social y humano que corrompe distintas capas de la juventud y sociedad nacional, además de otras comunidades a nivel global.
Para la Armada de Chile, el control de las rutas de tráfico marítimo en aguas de responsabilidad jurisdiccional, a través de las cuales la droga accede por vía marítima a los principales terminales del país, debe acrecentarse, ocupándose todos los medios navales, aeronavales, satelitales y marítimos, además del uso de drones y de elementos caninos que la disponibilidad presupuestaria permita. En el plano del entrenamiento relacionado al Grupo de Abordaje y Registro de la Armada (GARA) a cargo de las fiscalizaciones de ilícitos en el mar y del Grupo de Respuesta Inmediata (GRI) para el control de drogas e internación ilegal de especies en los terminales nacionales debe incrementarse, dotándolas de elementos tecnológicos de última generación que logren detectar la droga oculta en el caso, contenedores o disfrazada al interior de otros cargamentos.
La participación de Chile en la Campaña “Orión”
La campaña “Orión” está destinada al combate contra el narcotráfico en las rutas de tráfico marítimo en la región y también apoya colateralmente al control de las instalaciones portuarias de los principales puertos exportadores.
La proyección de su fortaleza se sustenta en base al incremento de la interoperabilidad regional de los buques y aeronaves de sus Armadas y de nivel policial, junto al robustecimiento de las confianzas entre los países comprometidos en la lucha contra las drogas ilícitas en el mar y que le reportan beneficios a la salud pública mundial al reducir su consumo.
Bajo el prisma del aspecto sanitario mencionado, señalar que en base a estudios efectuados por el gobierno de Estados Unidos, “en torno a 1 tonelada de droga emergen 500 nuevos consumidores12, 1025 urgencias médicas, 10 fallecidos y 650.000 dólares” en gastos en salud por sobre consumo.
Lo anterior resalta el aporte de esta campaña naval a la salud regional y de cada uno de los países participantes.
Sus objetivos estratégicos son:
o Fortalecimiento de la cooperación internacional contra las drogas ilícitas.
o Control de aguas jurisdiccionales negándoles su uso a las organizaciones criminales transnacionales.
o Reducir la cadena de valor del narcotráfico, ampliando la cobertura regional contra las drogas ilícitas en el mar.
Su ámbito de aplicación contempla las siguientes áreas marítimas del continente americano:
o Área Pacífico Sur y Norte.
o Área Atlántico Sur.
o Área Pacífico y Atlántico Central, además del Mar Caribe.
La Armada de Chile, a través de la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (DIRECTEMAR), participó en las campañas “Orión” V y “Orión” VI desarrolladas el año 2020, resaltando la sinergia combinada alcanzada entre el departamento de Inteligencia e Investigaciones Marítimas de la DIRECTEMAR y el Centro de Mando y Control de la Armada colombiana, lo que permitió el intercambio recíproco de información de tráfico marítimo en el Pacífico, especialmente de naves y embarcaciones pesqueras con cargas con perfil de riesgo, eventualmente involucradas con este tipo de ilícitos.
Además, durante el desarrollo de las campañas marítimas de los últimos años, cada una de las instituciones navales participantes puso a disposición medios y capacidades, que en conjunto “sumaron 126 buques, 148 botes interceptores marítimos13, 30 patrulleros marítimos o aeronaves y 5 drones”, integrados bajo la coordinación de múltiples centros de operaciones, salas de crisis y centros de fusión de inteligencia.
En forma particular, a nivel país, la campaña “Orión” ha efectuado actividades vinculadas a capturas de embarcaciones, información de revistas de fondeo con inspección de 115 contenedores en los puertos de Valparaíso, San Antonio y Antofagasta, procedimiento policial costero, inspecciones subacuáticas e incautaciones de droga en playas y embarcaciones, además de difusiones de alertas internacionales por cargas chilenas con perfil de riesgo. A ello también se sumó la incorporación de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) del Ministerio Público al desarrollo de esta campaña en nuestro país.
Por último, mencionar que fruto del esfuerzo mancomunado y al compromiso contraído por los casi 40 países participantes en las 10 campañas Orión realizadas hasta la fecha14, “se incautaron 1723 toneladas de estupefacientes, evitando la generación de casi 450.00 nuevos consumidores y el fallecimiento de casi 9000 personas por su consumo”.
Conclusiones
Los fenómenos delictuales relacionados con estupefacientes que se evidencian en el concierto latinoamericano están impactando cada vez con mayor fuerza al país.
El aumento del tamaño de los buques portacontenedores junto a la masificación del contenedor para el traslado de mercancías a nivel global durante las dos últimas décadas ha facilitado el trabajo del crimen organizado transnacional.
Mucha de la droga ingresada a Chile durante el último lustro ha correspondido a contrabando asociado al narcotráfico marítimo, el cual ha utilizado principalmente rutas marítimas provenientes de países latinoamericanos para su accionar, por lo que la autoridad marítima en coordinación con las demás autoridades atingentes a la materia debe poner especial atención al arribo de naves de esa procedencia.
En relación a la situación descrita, varios países latinoamericanos han resuelto atacar el problema del crimen transnacional sin una visión fragmentada, fortaleciendo el traspaso de información de inteligencia, además de integrar el trabajo de sus policías junto al empleo de las FF.AA. y especialmente de sus armadas para el control del narcotráfico marítimo.
Pese a que no existen antecedentes que los últimos cargamentos de droga incautados en Estados Unidos y Europa provenientes de puertos chilenos hayan sido efectivamente embarcados en terminales portuarios nacionales, se deben analizar las vulnerabilidades existentes, extremando los controles de seguridad con equipamiento de alta tecnología (scanner) a nivel local.
Sumado a lo anterior, resulta de primer orden poder concretar el aumento de la dotación de personal especialista en litoral de la armada, de manera de fortalecer la presencia del Estado en todos los puertos, bahías y caletas de Chile, cuya mayor persistencia en el control cooperará a incrementar la fiscalización e incautación de estos ilícitos.
En el marco de las circunstancias descritas, la campaña “Orión” ha aportado a disminuir los índices de violencia ligados al narcotráfico marítimo los cuales están mermando tanto la seguridad nacional de cada uno de sus participantes como la paz regional.
La participación de medios navales y marítimos institucionales a partir del año 2020 en esta campaña ha demostrado ser un instrumento eficaz en la lucha para reducir el narcotráfico marítimo que está afectando a Chile y a su sociedad.
La coordinación interagencial nacional y con entidades gubernamentales de los otros países presentes durante la Campaña “Orión” ha fortalecido la sinergia regional relacionada a la detección de narcotráfico marítimo en aguas del Pacífico Sur.
Su ejecución ha revitalizado el rol de la policía marítima y de la polivalencia de los medios navales y aeronavales junto a la polifuncionalidad de su personal, en orden a que la Armada de Chile ponga a disposición todas sus capacidades operacionales destinado a evitar que nuestro país pueda consolidarse a futuro como un punto de arribo y lanzamiento de drogas a los mayores mercados de consumo a nivel global.
La presencia de la Armada de Chile en la campaña “Orión” refleja el permanente apoyo de la armada a la política exterior del Estado, al adherir con su participación al cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Estado de Chile en múltiples instrumentos internacionales, entre ellos los contemplados en la convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988.
Bibliografía
Versión PDF
Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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