El descubrimiento del estrecho de Magallanes, en 1520, constituyó uno de los grandes hitos en la historia universal al permitir efectuar la primera circunnavegación del planeta. España, consciente de la importancia estratégica de este nuevo paso, dispuso su colonización y defensa, resultando ser efímera. En 1843 un grupo de hombres y mujeres tomaron posesión del estrecho de Magallanes en nombre de la República de Chile, dando así inicio al proceso de colonización.
The discovery of the Strait of Magellan, in 1520, denoted one of history´s greatest milestones by enabling the first circumnavigation of the planet. Spain, mindful of the strategic importance of this new passage, arranged its colonization and defense, which turned out to be ephemeral. In 1843, a group of men and women, on behalf of the Republic of Chile, took possession of the Strait of Magellan, thus initiating the colonization process.
Para la incipiente República de Chile en sus primeros años de vida, la preocupación de su clase dirigente estuvo orientada en la organización interna y consolidación de su independencia luego de la decisiva victoria en la batalla de Maipú en 1818; pero la emancipación de la corona española no estaba completamente asegurada mientras sus tropas aún estuviesen tan cerca, por lo que se destinaron ingentes esfuerzos humanos y materiales para neutralizar aquella amenaza, disponiendo, entre otras acciones, la conformación de la Expedición Libertadora del Perú y la ejecución de las campañas de Chiloé, estas últimas hicieron posible la incorporación de aquella posición insular al territorio nacional, recién en el año 1826, tras la firma del tratado de Tantauco.
Pese a la preocupación que pudiera haber existido por parte de las autoridades respecto al estrecho Magallanes, lo verdaderamente importante era que para las principales potencias europeas de la época, especialmente Inglaterra y Francia, consideraban a la Patagonia como res nullius (expresión latina que significa cosa de nadie), navegando libremente su estrecho y canales aledaños o estableciendo importantes expediciones científicas como, las llevadas a cabo en nombre de la corona británica por Parker King y Pringles Stokes (1826-1830) y posteriormente Robert Fitz Roy (1832-1834), cuya expedición contó con la participación del famoso naturalista inglés Charles Darwin.
Fue en la Constitución Política del Estado de Chile de 1822, firmada por el director supremo Bernardo O’Higgins, donde se consigna que Chile se extiende al Sur hasta el cabo de Hornos; ante lo cual se requería asegurar la soberanía de los citados territorios mediante la presencia efectiva, consagrando lo refrendado en la carta magna; sin embargo, esta no era una tarea fácil de sustentar y aún estaba en el recuerdo colectivo la trágica experiencia del primer intento de colonización del estrecho de Magallanes por parte de la corona española de 1584.
Jura de la Independencia en la Plaza de Armas de Santiago, óleo sobre tela, Pedro Subercaseaux 1945
Descubierto el estrecho de Magallanes, se fue haciendo cada vez más evidente el interés de las principales potencias europeas de la época en este estratégico paso, esto llevó al rey Felipe II de España a disponer su colonización y defensa para, asegurar así, su efectiva presencia y control, encomendando esta compleja tarea al experimentado navegante español Pedro Sarmiento de Gamboa.
Pedro Sarmiento de Gamboa, gobernador y capitán general de las tierras del estrecho de Magallanes
Un 25 de septiembre de 1581, desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda, en España, zarpó la ambiciosa expedición que colonizaría el estrecho de Magallanes en nombre de la corona española; aquella flota estaba compuesta por 23 naves y cerca 3.000 almas a bordo, su misión era arribar al estrecho durante el verano y constituirse allí; pero lo que realmente sucedió es que el viaje tardó dos años y medio, solo cerca de 330 personas llegaron a destino luego de un viaje colmado por enfermedades, tragedias e infortunios. Los hombres y mujeres que desembarcaron en el estrecho, en 1584, eran verdaderos sobrevivientes de una tragedia que aún no terminaba.
Una vez arribado a su destino, Pedro Sarmiento de Gamboa fundó dos ciudades: Nombre de Jesús, en la actual punta Dungeness, boca oriental del estrecho de Magallanes y Rey Don Felipe, próximo a punta Santa Ana, lugar donde siglos después se estableciera el fuerte Bulnes. Al poco tiempo del establecimiento de ambos asentamientos, Sarmiento, consciente de las condiciones del lugar y de la necesidad cada vez más urgente de conseguir víveres y suministros para sus colonos, planificó e inició un viaje a España, el cual, desafortunadamente, no pudo finalizar al ser atacado y capturado por los ingleses. Pese a los reiterados intentos de volver y socorrer a aquellos hombres y mujeres que se encontraban en el estrecho de Magallanes, Sarmiento nunca pudo regresar con la ayuda necesaria.
Hacia 1587 era tal el estado de abandono, desolación y muerte en que se encontraban ambos emplazamientos españoles, que el corsario inglés Thomas Cavendish denominó a Rey Don Felipe como Port Famine o Puerto del Hambre. El que prometía ser el enclave más estratégico en el sur de América, sería parte del triste recuerdo del primer intento de colonización del estrecho de Magallanes.
Desde los primeros años de la República, la colonización del estrecho de Magallanes fue uno de los objetivos de Bernardo O’Higgins, su visión marítima y de gran estadista lo llevaron a estudiar y proponer notables planes de colonización, solicitando con insistencia su realización a las máximas autoridades, hasta que la muerte le sorprendiera durante su exilio en el Perú.
En 1823 y previo a su abdicación, el Director Supremo conoció en Valparaíso al caballero irlandés John Thomas Nowland, el cual había sido amigo de su padre y con quien mantuvo una intensa y prolongada relación de amistad y epistolar, que testifican la activa preocupación del prócer sobre los aspectos de colonización y progreso de su tierra natal durante su permanencia en el Perú.
A partir de 1830 Bernardo O´Higgins tuvo distintos acercamientos con oficiales ingleses que recalaban en el Callao, pudiendo interiorizarse acerca de la ocupación de las islas Malvinas y de las exploraciones de Phillip Parker King y Robert Fitz Roy en el extremo sur de América. Ante el evidente interés de otras naciones por la zona austral, el 24 octubre 1830, O’Higgins dirige su primera carta al general Joaquín Prieto, en cuya misiva trataba respecto a los habitantes de la Patagonia y Tierra del Fuego y sobre la necesidad de su incorporación a la vida civilizada de la República; constituyendo esta carta un hito inicial de la abundante documentación que, por más de una década, envió a las autoridades nacionales hasta el ocaso de su vida.
El 20 de agosto de 1831 escribió al capitán Coghlan de la marina británica una carta donde adjunta un documento que, si bien el libertador general señala que la autoría es de un amigo, esta refleja fielmente su pensamiento y visión marítima; en esta se analiza la situación chilena frente a otros países del mundo y concluye que en toda América no existía una sola posición que permitiera ser la llave que conecte a los mayores océanos del planeta y cuya proyección se extendía hasta el polo antártico, agregaba que la existencia de recursos, la abundancia de buenos puertos y las enormes posibilidades del comercio e industria, daba a Chile una ventaja comparativa sobre otras grandes naciones.
Monumento a Bernardo O`Higgins en Punta Arenas (Su mano derecha señala la ubicación del estrecho de Magallanes, en una clara alusión a quien fuese el más importante promotor de su toma de posesión y colonización).
En 1836 fue el mismo Bernardo O´Higgins quien preparó dos proyectos respecto al estrecho de Magallanes, teniendo en consideración el gran desarrollo que iba adquiriendo la navegación a vapor en Europa y señalados continuación:
O’Higgins presentó sendos proyectos a la consideración de su amigo el capitán John Smith, marino británico que por su conocimiento del lugar y experiencia en la materia, lo hacían la persona más idónea para revisarlo y pronunciarse respecto a su factibilidad. En 1837 Smith le respondió a O’Higgins expresándole su aprobación y factibilidad de llevar a cabo en los términos señalados. Lamentablemente, ambos proyectos no pudieron ser puestos en conocimiento de las autoridades chilenas oportunamente, debido a que el país se encontraba sumido en un conflicto internacional contra la Confederación Perú-Boliviana, en donde la atención estaba puesta en el esfuerzo bélico.
Pero durante ese conflicto hubo un hecho muy particular que tal vez haya influido, significativamente, en quien fuera el próximo presidente de Chile; estando las tropas chilenas en tierra peruana, el jefe del ejército expedicionario general Manuel Bulnes Prieto, visitó al libertador general y tuvo la oportunidad de interiorizarse respecto de los proyectos e inquietudes de O´Higgins, compenetrándose de la importancia y la urgencia para la República de llevarlos a cabo. Entre ellos, el más importante, era la toma de posesión del estrecho de Magallanes y la colonización del extremo austral de Chile.
En 1840, los vapores Chile y Perú, de la compañía inglesa Pacific Steam Navigation Company, daban inicio a la ruta de navegación para el servicio postal a través del estrecho de Magallanes y ponían de manifiesto lo señalado, años antes, por el prócer y que lo llevó a solicitar a Smith, en carta fechada el 3 mayo de 1841, le enviara un presupuesto para la adquisición de tres remolcadores junto a sus respectivos costos de operación y mantenimiento.
En 1841, surgió otra iniciativa que empujó al Gobierno hacia el estrecho de Magallanes; ella nació de un lobero estadounidense que operaba en esta región, Jorge Mabon, quien solicitó a fines de ese año una concesión por diez años para explotar el servicio de remolcadores en el estrecho, por lo cual el gobierno sometió la petición a una comisión cuyo informe fue favorable al proyecto, pero se hizo presente que, previamente, debía tomarse posesión efectiva de este.
La salud de O’Higgins estaba seriamente debilitada y, advirtiendo que su vida se extinguía, su antigua preocupación por el estrecho se convertiría en una verdadera obsesión; con ansiedad casi febril redobló su insistencia ante los gobernantes chilenos, prueba de ello fueron las siete cartas escritas en 1842 dirigidas al presidente don Manuel Bulnes Prieto y al ministro del Interior y Relaciones Exteriores, Ramón Luis Irarrázaval, en las que reiteraba sus planteamientos conocidos sobre la navegación y colonización en Magallanes y entre las cuales incluía la correspondencia intercambiada con el capitán Smith así como sus dos proyectos elaborados en 1836, apremiándolos a proceder en su concreción.
La última carta del libertador general, fue enviada con fecha 9 de septiembre de 1842, al ministro Irarrázaval, sería el último de sus memorables escritos donde hacia un compendio de su pensamiento acerca de nuestro país y, en especial, del estrecho de Magallanes, después de aquella misiva no vendrían más, su vida se extinguiría un 24 de octubre 1842, no sin antes pronunciar las palabras “Magallanes, Magallanes.”
A comienzos de 1842 el gobierno de Chile encomendó al intendente de Chiloé, Domingo Espiñeira Riesco, la misión de organizar la expedición destinada a tomar posesión del estrecho de Magallanes e iniciar su colonización. Al mando de la expedición fue designado el capitán de fragata Juan Guillermos, quien contaba con el conocimiento y la experiencia para llevar a cabo tan importante empresa.
La embarcación que transportaría a los expedicionarios fue terminada de construir en febrero de 1843, era una goleta con dos palos y de aspecto modesto, desplazaba alrededor de 27 t y podía albergar a 30 personas, entre pasajeros y dotación. Armada y apertrechada la goleta Ancud, se procedió al embarco de los expedicionarios, eran 23 almas entre marinos, soldados, un naturalista, dos mujeres (esposas de soldados) y un niño (hijo del comandante).
La expedición zarpó en medio de una copiosa lluvia, un 22 de mayo de 1843, desde Ancud, tras un viaje que tardó cuatro meses y el cual no estuvo exento de problemas, la goleta Ancud fondeó el 21 de septiembre frente a punta Santa Ana, muy cerca del sitio donde, tres siglos antes, estuviera la ciudad del Rey Don Felipe (Puerto del Hambre). En la tarde de aquel memorable día, Juan Guillermos, con la solemnidad de rigor, tomó posesión efectiva del estrecho de Magallanes y sus territorios en nombre de la República de Chile y un mes después, el 30 de octubre de 1843, inauguró allí el fuerte Bulnes, en honor al presidente de la República, con esto se cumplía el anhelo del libertador general, quien tantas acciones había efectuado para su concreción.
Junto con destacar la clarividencia y visión estadista de Bernardo O´Higgins Riquelme; así como la convicción y voluntad del presidente Manuel Bulnes Prieto, merecen un especial reconocimiento quienes tuvieron a cargo la organización de esta importante expedición, como asimismo, quien la comandó, dando a Chile la posesión del estrecho de Magallanes, las tierras australes y su proyección Antártica.
Domingo Espiñeira Riesco: Reconocido por su diligencia y competencia profesional, fue el brillante organizador de la expedición. En 1840 había alcanzado el alto cargo de comisario contador de Marina, un símil a la investidura de director de abastecimiento de la Armada en la actualidad, desde ese cargo fue promovido a intendente de Chiloé, en 1842. Fue también comandante general de Marina entre 1856-1858 y electo diputado en diferentes periodos por Valparaíso, Rancagua y Ancud, respectivamente. Domingo Espiñeira Riesco representa uno de los personajes más ilustres para la especialidad de abastecimiento de la Armada de Chile.
Capitán de fragata Juan Guillermos: Nombre españolizado de John Williams Wilson, nació en 1798 en Inglaterra en el seno de una familia de larga tradición marinera. En 1826 había participado en la campaña de la liberación de Chiloé y en 1838 en la segunda campaña de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana; en 1842, siendo gobernador marítimo de Chiloé, el intendente Domingo Espiñeira Riesco le encomendó la tarea de montar una expedición hacia Magallanes. Tuvo a su cargo la construcción de la goleta Ancud, en referencia a su puerto de construcción, zarpando en demanda de las tierras australes donde procedió a la toma de posesión del estrecho de Magallanes en nombre de la República de Chile.
Actuales instalaciones del sitio histórico Fuerte Bulnes
Reconstrucción del fuerte Bulnes: En 1930, el mayor del Ejército de Chile Ramón Cañas Montalva, quien posteriormente fue su comandante en jefe, concibió la idea de reconstruir el fuerte original. En 1941 se reunió por primera vez el comité para la reconstrucción del fuerte Bulnes, en la cual José Menéndez Behety, empresario regional de Magallanes, se comprometió a financiar el citado proyecto en consideración a la enorme trascendencia histórica que encerraba su fundación. La reconstrucción del fuerte Bulnes fue finalizada en 1943, en el marco de la conmemoración por los 100 años de su fundación, siendo este inaugurado oficialmente por el presidente de la República Juan Antonio Ríos en 1944.
Puerto Hambre - miniserie nacional: Durante el año 2014 se llevó a cabo el rodaje de la miniserie histórica Puerto Hambre, financiada por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), la cual fue emitida durante el año 2015 por UCV-TV. La producción relata el arribo de colonos españoles a la Patagonia en 1584, liderados por Pedro Sarmiento de Gamboa, con la misión de colonizar el estrecho de Magallanes en nombre de la corona española. La filmación se grabó en las inmediaciones del parque Historia Patagonia, con escenas en el fuerte Bulnes, Puerto de Hambre, el museo Nao Victoria y los bosques del sector, contó además con el apoyo de la comunidad kaweskar y de la Armada de Chile, a través de la Tercera Zona Naval.
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El precursor de la independencia de Hispanoamérica concibió y propuso al gobierno inglés, desde 1790, un plan con objetivos de carácter político, −establecer un gobierno distinto a la monarquía− y estratégicos, −el ataque a tierra firme en el norte, a Buenos Aires en el Atlántico y a Lima, operando desde Chile a través del océano Pacífico−. En la preparación de sus ideas independentistas, Miranda generó una relación muy estrecha con Chile y Bernardo O’Higgins fue el principal emisario de Miranda en la propagación de los planes revolucionarios.
El autor, luego de una muy documentada investigación, nos relata un período bastante desconocido de la vida del padre de la Patria, durante su estadía en Europa y las desventuras que tuvo que sufrir en sus intentos por regresar a Chile. A través de las cartas con sus padres, se vislumbran las dificultades afectivas y financieras que debió superar.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1001
Julio - Agosto 2024
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