El nuevo coronavirus, Covid-19, tuvo su origen en la ciudad de Wuhan, en China. A mediados del mes de diciembre de 2019, las autoridades sanitarias de ese país, detectaron una serie de casos de neumonía producida por una causa desconocida. A raíz del brote ocurrido en el continente asiático, se originó una alarma sobre una nueva enfermedad desconocida hasta el momento. Cuatro meses después se han producido más de un millón de casos de contagio y cerca de 94.000 muertos. Como era de esperar, el virus también ha afectado a Sudamérica que es, sin duda, el territorio más alejado de las coordenadas geográficas del origen de la enfermedad en China, por lo que esta pandemia ha demostrado que tiene la capacidad de navegar por todos los océanos, pudiendo afectar a los cinco continentes del planeta. Esto, ha llevado a las máximas autoridades de la subregión sudamericana, decretar estado de emergencia sanitario en sus respectivos países y disponer la activa participación de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) para apoyar las estrategias nacionales dirigidas a contrarrestar los dañinos efectos del Covid-19 en sus poblaciones. Chile también decretó estado de excepción constitucional de catástrofe, nombrando a los Jefes de la Defensa Nacional (JEDENA) en todas las regiones del país, desplegándose las FF.AA. para apoyar la crisis sanitaria y ayudar al control del orden público de la nación.
El punto común de los primeros casos del nuevo coronavirus fue el mercado de animales de la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei en China, lo que es considerado el epicentro de la crisis sanitaria declarada a nivel mundial.
Inicialmente, China fue el país más afectado, alcanzando alrededor de 80.000 contagiados y bordeando los casi 3.250 decesos. Países cercanos como Corea del Sur, Japón, Vietnam y Singapur, por su proximidad, también fueron en un principio impactados por la enfermedad, pero gracias a las agresivas campañas nacionales adoptadas, lograron frenar el avance de la pandemia en sus poblaciones.
La celebración del año nuevo chino, a fines del mes de enero del presente año, derivó en el intercambio masivo de turistas extranjeros y de connacionales chinos residentes en el extranjero para visitar China durante estas festividades, como también, la salida de ciudadanos chinos para festejar el arribo de su nuevo año, mayoritariamente en países europeos.
A contar del mes de marzo del presente año, a casi dos meses de iniciado el virus, varios países europeos han decretado estado de emergencia sanitaria, desplegando a sus FF.AA. en sus territorios. Medidas dictaminadas para el control de las cuarentenas y restricciones de movimiento establecidas, junto con apoyar con sus medios logísticos a la emergencia.
En Latinoamérica y la región sudamericana, el virus ha tenido un sostenido aumento, lo que ha generado una reacción en cadena de las máximas autoridades nacionales de los respectivos gobiernos. Se han decretado estados de emergencia, dispuesto la cancelación de vuelos internacionales y nacionales, cierre de fronteras terrestres y marítimas, restricciones al comercio, cierre de parques, plazas y lugares de esparcimientos, cuarentenas locales y fuertes restricciones al movimiento de las personas.
Disposiciones que requieren de la participación conjunta de las FF.AA. y de orden, para ponerse a disposición del esfuerzo sanitario tendiente a impedir o reducir al máximo la posibilidad de contagio y la propagación de la enfermedad.
Cabe resaltar que la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 11 de marzo de 2020, calificó la situación de Covid-19 como una pandemia global e hizo un llamado a la comunidad internacional a colaborar en el control de esta enfermedad, solicitando a cada uno de los países a adoptar medidas urgentes y agresivas.
En tal sentido, el 18 de marzo del presente año, Chile acogió el llamado de la OMS y, al igual que muchos países de la región, decretó estado de excepción constitucional de catástrofe, en todo el territorio nacional, para abordar la emergencia sanitaria por un lapso de 90 días.
El estado de catástrofe permite la colaboración de las FF.AA. para enfrentar la crisis sanitaria y establece la designación de JEDENA, los cuales ya han asumido el mando de las fuerzas militares y de seguridad pública, en las respectivas zonas, en orden a velar por la seguridad pública y reparar o precaver el daño o peligro para la seguridad nacional.
Al igual que lo ocurrido con el estallido social del 18/10 del año 2019, las regiones de Valparaíso y el Bío Bío quedaron al mando de los almirantes aposentados en la Primera y Segunda Zona Naval, respectivamente. En ellos recae la responsabilidad de dictar una serie de medidas, incluyendo la restricción de movimiento, reuniones en espacios públicos, establecer toque de queda, entre otras. Particularmente por tratarse de una emergencia sanitaria, en coordinación con las autoridades de la salud locales, también deberán proteger la cadena logística, imponer barreras sanitarias y garantizar la cadena de producción y distribución para asegurar el abastecimiento.
Muchos de los presidentes de los países de subregión sudamericana han promulgado sendos decretos de estado de emergencia ante la crisis sanitaria que está afectando al mundo. En muchos de ellos se ha dispuesto el cierre de las fronteras, clausura de algunos servicios públicos, restricción de libertades fundamentales de los ciudadanos, aislamiento de los adultos mayores, suspensión de clases en colegios y universidades, cuarentena de comunidades y toques de queda nocturno, entre otros. Para la implementación de lo anterior, se ha requerido el amplio accionar de las FF.AA. en las respectivas naciones, donde, particularmente, sus capacidades polivalentes, sumado a su experiencia en catástrofes anteriores, las convierte en un gran brazo armado para ayudar a sus autoridades de la salud a evitar la multiplicación de infectados en cada país.
Acciones como, asistencia de transporte de vacunas, aeroevacuación médica de enfermos, control de movimiento de personas durante toques de queda y en ciudades con cuarentena, soporte para abastecimiento de agua potable en zonas rurales y de difícil acceso y apoyo tecnológico para el control migratorio en las fronteras terrestres, han pasado a constituir parte de las tareas permanentes que están desarrollando las FF.AA., de los países de la región, en el combate diario contra la propagación del Covid-19 en sus respectivos territorios.
En el siguiente cuadro se expone la situación de algunos países de Sudamérica, donde los estados de emergencia dispuestos han volcado la participación de las FF.AA. para el cumplimiento de las nuevas medidas de contención del coronavirus, dirigidas, principalmente, en auxilio de sus ciudadanos, en orden a hacer frente a la peor pandemia que ha golpeado al planeta en los últimos 100 años.
Nº |
País |
Control FF.AA. en orden público y apoyo sanitario |
Acciones restrictivas |
1 |
Argentina |
X |
Cuarentena total |
2 |
Chile |
X |
Cuarentena sanitaria en algunas regiones y toque de queda |
3 |
Ecuador |
X |
Cuarentena sanitaria en algunas regiones y toque de queda |
4 | Perú |
X |
Cuarentena sanitaria en algunas regiones y toque de queda |
Importante será, que al igual que los funcionarios de la salud, los militares designados cumplan sus funciones bien resguardados y con todos los implementos para evitar ser contagiados y diseminar el virus al interior de los cuarteles militares, como ya ha ocurrido en algunos países de la región, como Ecuador que registra a la fecha cuatro militares que han dado positivo en las pruebas del Covid-19.
Cabe también indicar, que, en países de Europa como España, miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), pertenecientes a sus FF.AA. se encuentran trasladando cadáveres contagiados por el virus hasta el Palacio del Hielo en Madrid, dispuesto como morgue temporal para almacenar personas fallecidas con Covid-19. Lo anterior, debido a la saturación de las empresas funerarias, lo que impide enterrar a los difuntos en el plazo establecido. A su vez en Italia, sus FF.AA. también han cooperado en el traslado de féretros de víctimas de este letal virus, y durante los últimos días se han visto convoyes de vehículos militares desplazándose desde centros hospitalarios a los camposantos. Colaboración militar que se podría realizar en otras latitudes, dependiendo de la magnitud de la emergencia, en cada uno de los países que se encuentran luchando contra esta contagiosa pandemia.
Tras el anuncio de estado de excepción constitucional de catástrofe, promulgado por el Presidente de la República para todo el territorio nacional por 90 días, orientado a prevenir la propagación del coronavirus y proteger a la población, las FF.AA. se encuentran velando por el orden público para precaver el daño o peligro para la seguridad nacional en cada una de las regiones del país y en aislados territorios marítimos, como isla de Pascua-Rapa Nui e isla Navarino, en el canal Beagle .
El objetivo de esta medida, según ha explicado el primer mandatario, consiste en dar mayor seguridad a los hospitales y todos los sitios de atención de salud; proteger mejor la cadena logística y traslado de insumos médicos; facilitar el cuidado y traslado de pacientes y personal médico y la evacuación de personas; resguardar el cumplimiento de las cuarentenas y medidas de aislamiento social; garantizar la cadena de producción y distribución para asegurar el normal abastecimiento de la población y proteger y resguardar las fronteras de la patria.
Enmarcado en esa óptica, es que una vez decretada la emergencia, la Fuerza Aérea de Chile (FACH) inició de inmediato el transporte estratégico de personal que las FF.AA. requieren para adecuar las necesidades del recurso humano en sus puestos de mando, bases, destacamentos y regimientos a lo largo de las distintas regiones del país. Este despliegue militar, está destinado a ajustar las plantas de personal en cada jurisdicción, para dar cumplimiento a las actividades de control de orden público que la ley les dispone para este tipo de emergencias, también para actuar como verdaderas fuerzas sanitarias, colaborando con todos los servidores del sistema de salud de las respectivas instituciones castrenses, los cuales, durante las últimas semanas, se encuentran trabajando al máximo de sus capacidades y con una notable dedicación y compromiso con todos los uniformados y ciudadanos que deben atender a diario en los recintos médicos de las distintas ramas de las FF.AA.
Durante el presente siglo, visualizamos que las operaciones de no guerra se multiplican para las FF.AA. de Chile. Su masiva participación en el terremoto y tsunami del año 2010, en la zona centro sur del país; en el incendio en el parque nacional Torres del Paine, en Magallanes el año 2011; en el incendio en Valparaíso y terremoto de Iquique el año 2014; en el aluvión en Chañaral y el terremoto y tsunami en Coquimbo el año 2015; en el incendio en la comuna de Santa Olga y en la zona centro sur del país el año 2017; en el incendio en la zona del Bío Bío y del estallido social del año 2019; sumado a la actual emergencia del Covid-19 , revitaliza el concepto de la polivalencia de las instituciones armadas a nivel nacional. Lo expuesto, derivado de las múltiples capacidades demostradas, durante el último decenio, como aporte y apoyo a la sociedad nacional y a las máximas autoridades del país a superar las distintas contingencias que ha enfrentado la nación.
Tal impronta le inyecta al mundo militar, un estímulo adicional para justificar, con creses, su necesaria existencia en la contribución al desarrollo de la patria y al bienestar de sus habitantes.
Al igual que lo ocurrido con el estallido social en el mes de octubre del año 2019, los Comandantes en Jefe de la Primera y Segunda Zona Naval, han debido asumir las funciones de JEDENA para las regiones de Valparaíso y del Bío Bío. También, las máximas autoridades institucionales, de las otras zonas navales, han puesto a disposición, guarnicionalmente, de los respectivos JEDENA, las fuerzas institucionales existentes en las respectivas regiones a lo largo del territorio nacional. Además, en el puerto de Talcahuano se encuentra el Buque multipropósito Sargento Aldea, el cual aportará con aproximadamente 700 camas al servicio de salud local.
De esta manera, la Armada de Chile se encuentra realizando diversas tareas en el estado de excepción constitucional de catástrofe dispuesto; el establecimiento de controles peatonales y vehiculares, de barreras sanitarias y apoyando logísticamente a zonas marítimamente aisladas, en caso ser requerido.
En el otro extremo del país, en el estrecho de Magallanes, personal de la autoridad marítima, en conjunto con los servicios de salud locales, se encuentra aplicando diferentes protocolos de control en terminales portuarios y puntos de embarco y desembarco, desde y hacia Tierra del Fuego, para otorgarle máxima cobertura a la barrera sanitaria dispuesta para ese territorio insular.
A cada tripulante y pasajero de los ferry que cruzan a diario la primera angostura del citado estrecho, se les ha verificado la temperatura corporal y los signos vitales; presencia y participación naval, que ha tenido una favorable acogida por parte de la población usuaria de esos servicios marítimos.
Destacar también, la situación de los habitantes de Puerto Williams, en Isla Navarino, compuesta mayoritariamente por personal naval y sus familiares. Localidad donde, producto de algunos contagios de miembros de la comunidad civil, ha motivado a que el gobierno decrete una cuarentena total para sus habitantes por 14 días. Restricción que, a nivel local, debe ser controlada por oficiales subalternos acompañados de cabos y marineros que han debido reemplazar sus procesos de entrenamiento a bordo y su vínculo habitual con la alidada y el radar de su buque, por un fusil, un casco y una consigna, aprendiendo desde muy jóvenes que la Marina es un trabajo 24/7 al servicio de sus país y de sus habitantes.
Cada día de esta emergencia se convertirá para nuestros hombres y mujeres en un caudal de conocimiento y experiencias, lo que les hará acrecentar sus capacidades profesionales para ejercer el mando ante nuevos episodios en el futuro, en los cuales se solicite la concurrencia institucional y de las FF.AA. ante otro tipo de emergencia a nivel nacional o regional.
En la zona central de Chile, tanto en el gran Valparaíso y el gran Concepción y alrededores, el personal naval e infante de marina se encuentra desplegado en distintas ciudades de cada región, cooperando con las autoridades de salud local en el establecimiento de barreras sanitarias en diferentes comunas, como, a su vez, en el cumplimiento de la misión que han recibido para el resguardo de la población y, específicamente, orientado a impedir el avance del virus entre los chilenos, además del control para el cumplimiento del toque de queda nocturno impuesto.
Participación naval que, al igual que las ocasiones anteriores, ocurridas en la última década, reivindican la importancia que reviste la actualización permanente de los planes para este tipo de situaciones, en especial teniendo en cuenta las últimas modificaciones legales que tienen incidencia en el accionar institucional en la vía pública, como es la reciente promulgación del Decreto Supremo (DESUP) N°8,que fue publicado en el Diario Oficial del 22 de febrero, en cual se establecen las Reglas de Uso de la Fuerza (RUF) para estados de excepción constitucional.
Por último, expresar que la actualización periódica de planes, debe considerar los vertiginosos avances tecnológicos que año a año sorprenden a la Marina y al mundo militar, tales como drones de rebusca y de patrullaje marítimo, visores nocturnos de alta tecnología, armamento letal y no letal, chalecos antibalas livianos y efectivos, enlaces satelitales en apoyo a las operaciones en desarrollo y para la telemedicina.
El Covid-19, originado inicialmente en China, se ha expandido por todo el planeta, lo que ha obligado a los mandatarios del mundo a elaborar estrategias tendientes a minimizar los efectos de esta pandemia al interior de sus respectivos territorios nacionales. Las FF.AA. de los países afectados, como parte esencial para la supervivencia de los Estados, han sido contempladas como el núcleo vital para apoyar a las autoridades sanitarias en el combate contra este flagelo que está haciendo sucumbir a parte de la población mundial.
Para la situación nacional, nuevamente la máxima autoridad del país, ha decretado estado de excepción constitucional de catástrofe, disponiendo la asignación de JEDENA a cargo de cada una de las regiones del país. Herramienta constitucional que ya se ha utilizado en más de 10 ocasiones durante el último decenio, lo que valida plenamente la necesidad del soporte que brindan las FF.AA. para continuar con los lineamientos establecidos por el gobierno de turno, para hacer frente a variados tipos de emergencias.
En el ámbito logístico y en los aspectos relacionados con las medidas preventivas, todos los patrullajes de control del orden público y en tareas de apoyo sanitario que realicen miembros de las FF.AA., deben ser cumpliendo todos los protocolos de seguridad médica sobre la materia. Ello, a fin de evitar contagios entre las filas militares. Cada hombre o mujer de una repartición naval que se contagie, implicará aislar en cuarentena a parte de la dotación, por lo que el control de temperatura durante la lista de víveres cada día, además del uso de mascarillas, lentes y guantes en la interacción con la civilidad que les corresponde resguardar, debe ser una de las máximas de la dotación naval mientras se mantengan las tareas de control del avance de esta letal pandemia.
La utilización de las FF.AA. europeas para el traslado de féretros, correspondientes a decesos causados por el Covid-19, debido a la saturación de los servicios funerarios locales, es una situación que también podría darse en nuestra región y en Chile, por lo que es una variable a considerar para la implementación de planes alternativos y sus respectivos cursos de acción ante eventualidades que se puedan dar en el futuro cercano.
Como corolario final, señalar que nos encontramos frente a la mayor emergencia sanitaria vivida por el planeta y la nación durante los últimos 100 años. Cada día percibimos como, gracias a la globalización y al flujo migratorio de personas a través del mundo, su implacable avance plagado de contagios y muerte nos convierte en atónitos testigos de su letalidad y consecuente desolación mundial. Su inminente arribo con mayor fuerza a Sudamérica y al territorio nacional, nos debe hacer reaccionar sobre nuestra fragilidad corporal frente a este virus todavía desconocido.
La disciplina personal, higiénica y médica, del recurso humano institucional, representa las varengas y baos que sostiene la cuaderna maestra, sobre la cual, la dotación de la Armada, debe trazar la hoja de ruta para cumplir esta nueva e ineludible tarea emanada por el Estado para la protección de los habitantes de Chile.
Cumple el hashtag naval = “Portalón cerrado, quédate a bordo y no salgas”.
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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