By Gustavo Jordán Astaburuaga
En 1998 se publicó en esta revista “Satélites, la cuarta dimensión tecnológica del conflicto internacional”, describiendo cómo los satélites estaban influyendo en la estrategia.
Ese mismo año el vicealmirante Cebroski publicó en el Proceedings el artículo “Network Centric Warfare, its Origin and Future”, analizando cómo la tecnología estaba influyendo en el panorama operacional común facilitando el accionar sobre el enemigo.
¿Qué podría generar hoy una revolución en la estrategia naval?
In 1998, this journal published “Satellites, the Fourth Technological Dimension of International Conflict”, describing how satellites were influencing strategy. That same year, Vice Admiral USN Arthur K. Cebrowski published in the Proceedings magazine an article titled “Network Centric Warfare, its Origin and Future”, analyzing how technology was influencing the operational scenario by facilitating its action on the enemy.
En la guerra siempre ha sido importante establecer comunicaciones entre los distintos actores durante una operación, con el objeto de conocer cuál es la situación propia y la del enemigo.
Los sucesivos avances en el traspaso automatizado de datos tácticos entre plataformas terrestres, marinas y aéreas, condujeron a la creación del datalink 16, el principal sistema de traspaso de datos en tiempo real empleado por la OTAN a una velocidad entre 2.4 a 16 kbps1.
Sin embargo, los sistemas datalink tácticos2 han estado presentes en la guerra naval desde los años 1960 con el sistema norteamericano NTDS (Naval Tactical Data System).
Evolución de la accesibilidad mundial a internet
Antes de entrar en materia es conveniente hacer un recuento de cómo ha evolucionado internet en las tres últimas décadas.
En 1990 se produjo el primer enlace a internet desde un cable telefónico que se podía conectar a un PC. Al año siguiente nació la primera página web, el primer buscador de contenidos por internet y la primera webcam.
En 1996 nació el primer sistema de correo electrónico de uso masivo (hotmail), en 1998 el escándalo sexual del expresidente Clinton con Mónica Lewinsky se trasmitió primero por internet antes que por los medios de comunicación convencionales existentes.
El número de usuarios de internet se ha multiplicado en más de 300 veces, pasando de 16 millones en 1995 a 5.053 millones el 2020 (Stackscale, 2022), pero aún existían ese año 2.737 millones de personas sin acceso a esta red, la mayoría habitan en lugares rurales (que no son de interés económico para las empresas de telefonía celular o de fibra óptica), o son personas que no tienen los recursos necesarios para acceder a este servicio. Solo en Latinoamérica hay 288 millones de personas sin acceso a internet (Arbelaez, 2021).
Internet de banda ancha satelital
El 2015 se anunció el proyecto de Starlink basado en una red satelital de 12.000 satélites de órbita baja (a 550 kilómetros de altura), capaces de trasmitir datos de internet en banda ancha a todo el mundo. La idea original de este proyecto no era sustituir las actuales de redes de fibra óptica de banda ancha o de 5G, sino que complementarlas.
El primer lanzamiento de estos satélites se efectuó el 2019. Al año siguiente el sistema estaba en servicio en parte de Estados Unidos y Canadá. En junio de 2022 ya se habían lanzado 2.653 satélites y estaba operativo en 32 países (entre ellos Chile), creciendo su cobertura mensualmente. En julio de 2022 contaba con más de 500.000 usuarios. Para el 2023 se espera que el sistema esté disponible en la mayor parte el mundo3.
El sistema es útil en la actualidad solo en estaciones fijas terrestres. El costo del equipo básico es de US $ 600 (se instala en app. 15 minutos) y el costo del servicio para Chile es de US $ 554 mensuales.
En julio de 2022 Starlink fue catalogado por Ookla como “el proveedor satelital más rápido de Sudamérica”, superando con creces a los resultados en todos estos países, con una velocidad de bajada de datos de 110,49 mbps5, de subida de 21.05 mbps y una latencia6 de 38 milisegundos (para tener una referencia, Chile fue catalogado por esta misma empresa como el primer país del mundo con la internet de banda ancha más rápida global, con un promedio de 213 mbps de bajada7. En tanto, el segundo proveedor satelital disponible en Chile, HughesNet, logró solo 15.52 mbps en velocidad bajada y solo 3.19 mbps de subida)8.
Recientemente Starlink recibió la autorización de las autoridades norteamericanas para ofrecer su servicio de internet satelital de banda ancha a automóviles (Bello, 2022), aviones9, buques (Moon, 2022) y teléfonos inteligentes10.
Starlink tiene ya varios competidores: Kuiper subsidiaria de AMAZON (empresa norteamericana, informó su disponibilidad en Chile para el 2023), OneWeb (británica con 428 satélites en órbita, de un total 648), VIASAT (norteamericana), TELESAT (canadiense), HughesNet (norteamericana), GalaxySpace (china, con tecnología 5G) y Geespace (empresa china).
A causa del COVID-19, el volumen de información utilizada por esta red creció un 87% entre el 2020 y 2021. Pese a que la conectividad de teléfonos móviles por internet sigue creciendo, como ya vimos, una porción significativa de la población mundial sigue sin acceso a internet.
El establecimiento de la red satelital de Starlink ha sido posible porque el costo de lanzar un kilo de satélite al espacio se ha reducido en casi 300 veces en su valor desde los 80´s a la fecha (Adinoyi, 2022).
Starlink ha logrado en algunos lugares una velocidad de bajada de datos de 200 mbps y una latencia de 20 milisegundos, lo cual sería equivalente a los resultados logrados por el sistema 4G, pero menores a los resultados experimentados con las nuevas redes terrestres de 5G.
Esta empresa también ha anunciado un “servicio premium”, de un costo mensual de US $ 500 dólares, pero con una rapidez de bajada de datos de 500 mbps, lo cual es comparable con los servicios de internet de fibra óptica terrestres de alta velocidad existentes hoy a nivel mundial.
De lo anterior se puede concluir que el nuevo sistema de internet satelital Starlink es competitivo con los sistemas de provisión de internet de banda ancha fija provista con fibra óptica a nivel global, que aún tiene una latencia superior a esos sistemas y cuenta con mejores resultados en ambos factores que los sistemas de comunicaciones satelitales existentes, transformándose en un competidor para las compañías que proveen servicios de internet por redes fijas, especialmente en lugares rurales o poco accesibles.
Starlink informó oficialmente que planea a futuro llegar a los 10 gbps11 de velocidad de descarga y lograr una latencia de menos de 30 milisegundos. También informó que tiene planificado efectuar lanzamientos continuos de alrededor de 120 satélites mensuales.
Algunos aspectos militares de Starlink
Científicos norteamericanos lograron determinar la posición de la antena terrestre de un sistema Starlink dentro de un radio de 8 metros (y de aeronaves en 5 metros), indicando que el sistema tiene el potencial de generar una posición equivalente a la del sistema GPS con precisión militar, no siendo el objetivo de su diseño original (Brodkin, 2021).
Dada la importancia de Starlink, algunos científicos chinos han llamado a desarrollar sistemas de “hardkill” y “softkill” para neutralizar o destruir esta capacidad norteamericana, en la medida que amenace a la seguridad nacional china. Estos científicos estaban particularmente preocupados por el uso militar de este sistema, ya que podría ser utilizada para el seguimiento de misiles hipersónicos y mejorar significativamente la transmisión de información a los UAV´s y a los aviones cazas más modernos norteamericanos F-35.
China en la actualidad tiene múltiples sistemas para neutralizar satélites en el espacio, desde jammers, armas laséricas de alta potencia, sistemas de hackeo cibernético y misiles antimisiles de largo alcance.
En la última reunión de Davos (2022), el viceprimer ministro de Ucrania indicó que Starlink había proporcionados 12.000 sistemas a ese país después de la invasión por Rusia (Tuner, 2022), que están siendo utilizados en esa guerra.
Aparte de proveer traspaso de datos en banda ancha, Starlink puede interactuar con los UAV´s, utilizando big data y tecnologías de reconocimiento facial, lo que ya podría haberse aplicado en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Pese a ser un programa civil, Starlink tiene una historia militar. En 2019 recibió financiamiento de la U.S.A.F.12 para efectuar pruebas de enlaces con aviones F-35; en mayo de 2020 recibió fondos del ejército de ese país para apoyar algunos programas de comunicaciones militares.
En marzo de 2022 la U.S.A.F. anunció que sus aviones F-35 habían realizado una transmisión de datos exitosa con Starlink a una velocidad de 160 mbps, 30 veces más rápido que las comunicaciones tradicionales más rápidas existentes con estas aeronaves.
De acuerdo con los expertos, un UAV equipado con una antena Starlink, podría servir de relay de comunicaciones para trasmitir datos a diferentes fuerzas norteamericanas.
Cuando esté completada la red de los 12.000 satélites planificados por Starlink, algunos de estos podrán ser utilizados para cumplir funciones de inteligencia, meteorológicas o de navegación, como asimismo cumplir tareas de ataques en el espacio extraterrestre. Claramente Starlink está dando una oportunidad a U.S.A. de seguir liderando el dominio del espacio exterior.
De esta manera:
“Starlink es un megaproyecto que establecerá una red de comunicaciones global en el espacio, desafiando a la geografía y a todo tipo de restricciones, para proveer servicios de internet de banda ancha a nivel global, tan buenas como las existentes en tierra, a plataformas ubicadas en el aire, en el mar, en las montañas, en desiertos o en las más remotas áreas del mundo, con la posibilidad de rediseñar el sistema de internet a nivel mundial. Starlink podría llegar a ser una nueva red de internet global independiente, lo cual es una seria amenaza para aquellos países que ejercen censura a las redes de internet” (Xiaoli, 2022).
Network Centric Warfare
Bajo la denominación de “Network Centric Warfare” se designó en la década de los años 1990 a una nueva estrategia militar norteamericana para aprovechar las tecnologías de la era de la información en las operaciones militares.
El objetivo es lograr la superioridad en la información conectando en red todos los sistemas (armas, sensores, inteligencia, logística, etc.) posibilitando atacar al enemigo con la máxima efectividad, evitando, al mismo tiempo, las interferencias mutuas.
La fusión de datos tácticos construyendo un panorama operacional común es fundamental para la aplicación de esta nueva estrategia que está plenamente vigente hoy (Gopal, 2021).
¿Starlink (o sus equivalentes) generarán o no una revolución en la estrategia naval?
De concretarse los planes de Starlink de contar con la capacidad de proveer su servicio de internet satelital de banda ancha a smartphones, automóviles, buques y aeronaves, se producirá una revolución en las comunicaciones mundiales, que afectará a la estrategia naval.
Nunca en la historia las fuerzas operativas de la armada habían recibido más información que ahora, pese a estar limitada a unos cientos de kilobits por segundo (mayores capacidades en aquellas unidades pertenecientes a las potencias mundiales que poseen satélites de comunicaciones miliares), pero Starlink promete aumentar esta transferencia de datos en factores que van de cientos, miles o hasta en millones de veces.
De esta manera los buques, submarinos, aeronaves, infantes de marina y fuerzas especiales, del futuro serán capaces de recibir datos de cientos de megabits por segundo, ya sea en sus plataformas móviles o en sus teléfonos portátiles, algo inimaginable en la actualidad.
Esto tiene, al menos, dos riesgos, el primero es que Starlink conocerá la posición del receptor de estos datos con una precisión militar, y el segundo es que Starlink podría tener la capacidad de desconectar a cualquier receptor, de acuerdo con exigencias del gobierno norteamericano, lo que es un factor por considerar.
Por otra parte, hay que tener presente que aumentar drásticamente la capacidad de trasmisión de información a las fuerzas operativas de la armada, no significa per se una mejor inteligencia, ni una mayor capacidad de ataque, defensa o de evitar interferencias mutuas.
Independiente de lo anterior, quien no tenga esta capacidad tendrá importantes desventajas en contra de un adversario que sí las posea.
Es evidente que el espacio extraterrestre se convirtió en la cuarta dimensión de la guerra, quien lo domine tendrá las mejores opciones de triunfar en los próximos conflictos.
Con la aparición de Starlink estamos presenciando una revolución tecnológica que afectará en forma relevante a la estrategia naval (y a toda la estrategia militar en general).
Bibliografía
Cada cierto tiempo vemos fotos nocturnas con cielos repletos de estrellas o con esas clásicas estelas que se generan por...
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Año CXXXIX, Volumen 142, Número 1002
Septiembre - Octubre 2024
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